Segundo mes
Los vómitos ya no eran tan fuertes, pero aún seguían, San se sentía peor.
Los antojos habían aumentado, y lo único que hacía al llegar del trabajo era recostarse en la cama o sillón con su esposo, envueltos en una manta mientras miraban la televisión y comían de todas las comidas chatarra con la que había abastecido se alacena.
—Me duelen las piernas.—Confesó San.
—Las mías igual, pero en mi es normal, esto es por el proceso que tengo que pasar al estar embarazado.—Lo miró.
—Esto duele mucho~
Hizo puchero.
—Sannie, tal vez podamos ir a comprar alguna crema para hacernos masajes en las piernas ¿No crees?—San asintió.
—Buena idea, pero no podemos ir hoy, estoy muy cansado.—Y de pronto se sintió irritado.
—Está bien amor, podemos ir mañana cuándo regreses del trabajo, si no puedes, yo puedo pedirle a mi madre que me acompañe, pero está bien Sannie, no te preocupes.—Mostró sus dientes en una sonrisa radiante.
San se sentía irritado, también se sentía un inútil, no podía cuidar mucho a su esposo, hacía lo posible por él, pero el cansancio, los vómitos y los mareos no paraban, ni hablar de los antojos a altas horas de la noche o los horribles cambios de humor constantes. Una pesadilla.
—Se supone que estamos casados, por lo tanto, deberíamos estar juntos en ésto, yo debería cuidarte y consentirte, n-no tú a mi.—Dejó escapar una lágrima.
—Sannie, amor, lo estamos, pero mira, tu estás pasando por una etapa difícil, ser padres primerizos no es fácil, pero te prometo que cuando el bebé nazca todo se va a arreglar ¿Si?—
Limpiaba las lágrimas de sus ojos con su pulgar mientras pegaba sus frentes y lo besaba.
San lo miró sin comprender.
—No entiendo bebé.—Dijo frustrado.
—Amor, estuve leyendo y lo que te sucede ahora, es debido al embarazo, los padres primerizos tienden a tener los mismos síntomas que la madre, en este caso, padre, pero es normal o eso creo, el diez porciento de los hombres pasan por esto.
—¿E-eso quiere decir que también estoy embarazado?
—Mira, yo soy el que carga al bebé, pero dentro de ti no sucede nada, esto es algo psicólogo, tu sentirás como si lo estuvieras, pero yo soy el que lo está¿De acuerdo?—San asintió.
—¿Puedo abrazar a mis bebés?—Wooyoung asintió dejándose consentir por su lindo esposo.
Después de eso, Wooyoung había comenzado con una rutina de ejercicios sanos durante el embarazo, pero lo que más le sorprendió fue que San accedió a entrar junto con él a las clases de ejercicios de embarazadas y en este caso, embarazados.
Créditos a @Lovelyy_Jimin7
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