Final
Soobin sentía que la angustia se estaba llevando lo mejor de él.
No dejaba de sudar de la preocupación y Taehyun parecía demasiado tranquilo.
—¿Podemos hacer algo? ¿Podemos seguirlo? Tengo un muy mal presentimiento que...
—Tengo un plan.—Lo calmó él.
—¿Tienes un plan? Ni siquiera sabemos a donde va.
—Esta en el cementerio, antes de irse use un hechizo rastreador en él.
Soobin abrió la boca sorprendido.
—¿Cómo...?
—Fue idea de Jiu.—Dijo en voz baja.
Wow, la chica realmente los había ayudado.
—¿Por qué en el cementerio?
—Porque algo más grande que el idiota de Juyeon está pasando.—Suspiró.—Así que... hice una llamada.
****
Beomgyu no podía creer lo que estaba escuchando.
Sabía que Yeonjun probablemente no quería ser un vampiro, o se hubiese convertido hace mucho tiempo.
Yeonjun siempre decía que quería una vida normal, ser un vampiro estaba muy lejos de eso.
¿Por qué sacrificaría su único deseo por él?
—Sujétenlo.—Ordenó Namjoon.
—¡No!—Dijo Beomgyu, intentando correr hasta él, pero fue reducido y tirado al piso.
—¡Déjalo!—Gritó Yeonjun.—Me tienes, haré lo que quieras, pero déjalo en paz.
—Conmovedor.—Namjoon usaba un tono sarcástico.—Haremos esto rápido.—Tomó el rostro de Yeonjun en sus manos.—Adiós.
Un pequeño movimiento doblándole el cuello y un sonido espeluznante.
El cuerpo de Yeonjun cayó inerte en los brazos que lo sostenían.
Beomgyu estaba en estado de shock.
Yeonjun estaba muerto.
Muerto justo frente a él.
—Bueno, supongo que podemos irnos.—Dijo el líder.—No me sirve hasta dentro de unas horas cuando despierte.
Los ojos de Beomgyu estaban llenos de lágrimas de tristeza y rabia. Lo habían matado y planeaban dejarlo allí.
—Ah, pero nos llevamos al humano.
Sintió un escalofrío.
—¡No!—Volvió a hablar Juyeon desde el piso.
—¿Otra vez?—Namjoon le proporcionó una patada en el abdomen, haciendo que el chico se doble de dolor.—Mira, inútil, no puedo permitir que este chico inoportuno humano vaya por ahí abriendo de más su bocata, si va a usar esos poderes que tiene lo hará bajo mi vigilancia, o mejor te lo entrego muerto.—Juyeon se quejó incapaz de hablar.
—Oh, por Dios.—La voz de Taehyun sorprendió a Beomgyu.—Tío Namjooon.
El hombre se enderezó.
Su rostro no se mostraba sorprendido, tal vez sólo levemente irritado.
En la oscuridad de la noche, a penas podía ver a su sobrino parado enfrente de él aún con su visión mejorada.
—Sobrino, llegas en un mal momento.
—Eres un vampiro.—El hombre río ante el tono horrorizado.
—Pues claro, el líder de los hijos de la noche debería un vampiro.
—¿Eres...—Taehyun se respondió a si mismo.—El debate del consejo, tu estás detrás de los asesinatos.
—Siempre fuiste demasiado inteligente para tu propio bien.—Taehyun tragó con miedo. Su tío lo miraba sin una pizca del (ahora sabía) fingido cariño que le tenía.—Ahora, sería una pena desperdiciar ese cerebro matándote tan prematuramente, tal vez podría convertirte en un vampiro.
—No quiero ser un vampiro.
—De una forma u otra terminas muerto.
—¿Ah, si?—Otra vez se escuchó emergiendo desde las sombras.
Taehyung, padre, era el segundo al mando del consejo, un hombre lobo casado con una hermosa hechicera llamada Kang Seulgi.
Y eran los padres de Taehyun.
—Kim Namjoon, quedas arrestado por tus crímenes ante el consejo de seres sobrenaturales.
—Hablando de entrometidos.—Gruñó.—¿Crees que puedes detenerme?
—Si.—La madre de Taehyun se hizo presente.
La hechicera más talentosa que el mundo había visto en los últimos años. Ojos color tormenta, una mirada de ellos y su ejército entero sería desechado.
Namjoon lo sabía.
Así que en ese momento comenzó la pelea.
Su primer objetivo fue Seulgi, y se dirigió a ella con toda su fuerza de vampiro y colmillos afuera.
Taehyung al rescate de su esposa mientras el resto de los vampiros se concentraban en su hijo.
Soobin saltó de un árbol cercano con las garras y ojos rojos, listo para atacar.
Juntos, Soobin y Taehyun se deshicieron de algunos vampiros, algunos parecían algo inexpertos como si fueran reciente convertidos, otros fueron un poco más difíciles.
En medio de la lucha, alguien había mordido el cuello de Soobin, haciendo que gritara de dolor, pero respondió rasguñando al vampiro hasta la carne.
Beomgyu luchaba por librarse de los imbeciles que lo sostenían, pero fue liberado cuándo Juyeon atacó a sus cautores por detrás, dejándolos fuera de combate.
—Vamos, te llevare a un lugar seguro.
Beomgyu corrió lejos de él y volvió a tirarse al piso, aferrándose al cuerpo sin vida de Yeonjun.
—Él está bien, despertará.
—¡Tengo que sacarlo de aquí!
Un grito de Taehyun llamó la atención de ambos.
—Tienes que ayudarlos, por favor.—Rogó Beomgyu al chico que lo había secuestrado.—Por favor, Taehyun es tu amigo, tienes que...
Juyeon corrió hacia él y le quitó de encima el vampiro que pretendía beber su sangre, uniéndose a la pelea de su lado.
Beomgyu utilizó toda la fuerza que tenía en su cuerpo para levantar a Yeonjun y apoyarlo en sus hombros. Tenía que mantenerlo lejos de la pelea mientras aún no despertaba.
Namjoon recibió una mordida casi letal del los colmillos de hombre lobo de Taehyung en la espalda.
—Debería matarte.—Gruñó él.—Como lo hiciste con el chico.
Él no respondía.
Le había arrancado la piel y se estaba desangrando muy rápidamente.
Seulgi, al fin liberada se concretó, o eso intentó. Vio a su hijo ser atacado por un vampiro desde atrás y gritó, pero su padre fue a ayudarlo.
—¡Concéntrate!—Le gritó.
La mujer cerró los ojos sin aliento.
Y cuando los tenía abiertos de nuevo, todos los vampiros atacantes estaban paralizados.
Soobin estaba en el piso con un cuerpo arriba de él que empujó, pero sin fuerza para levantarse.
Taehyun había sido salvado de ser mordido por su padre, quien al ver lo que su madre había hecho, sonrió.
Juyeon quiso ayudar a Soobin a levantarse, pero este le gruñó. Asustado, retrocedió y miró a Taehyun, quien era abrazado por sus padres, pero le dedicó una mirada gélida.
Por último miró a Beomgyu, quien se abrazaba al pecho de Yeonjun, esperando sentir el latido de su corazón.
Poco sabia que el corazón de Yeonjun no volvería a latir jamás.
Ni cuando despertara.
****
El cuerpo de Namjoon fue enterrado en ese mismo lugar y sería un recordatorio permanente para Taehyung de las cosa que había dejado pasar.
Los hijos de sus amigos habían muerto, su propio hijo había estado cerca. Todo porque quiso proteger al que consideraba su hermano, mientras sabía en el fondo que algo había cambiado en él.
Su repentina recuperación, sus arranques de ira, sus ambiciones para los vampiros, todo.
Pero ahora, tenía que lidiar con ese hijo suyo que casi había dejado que Namjoon restaurará la monarquia de los vampiros por no haber recurrido a él a tiempo.
—Solo quería que estés orgulloso de mi.—Dijo Taehyun.—Tu ya eras miembro del consejo a mi edad, ya estabas casado con mamá, solo quería seguir tus pasos, yo...
—Oh, Taehyun, no necesitas ser como nosotros.—Interrumpió su mamá.—Está noche salvaste a tus amigos.
—En realidad es lo que hace siempre.—Dijo Soobin, quien se encontraba también en la sala del consejo que usaban de enfermería.—Taehyun siempre nos saca de apuros.
—¿Lo ves? Eres increíble, solo por ser tú.
—No tenía idea de que el tío Nam...
—Nadie pudo saberlo, cariño.—Su mama besó suavemente su frente.—Ahora, descansa. Ambos deben descansar.
—Seguiremos hablando mañana.—Dijo su padre en un tono más severo.
—No seas perro, ya vamos a conseguirles algo de comer.—Su madre lo tomó de los hombros y lo hizo voltear.
Taehyun río.
Ahora solo faltaba decirles qué tal vez, solo tal vez, se había enamorado de una bruja.
****
Beomgyu no se había apartado del cuerpo de Yeonjun en todas las horas que estuvo dormido. Se aferraba a la camiseta del chico y no podía ni cerrar los ojos.
Taehyun y Soobin se encontraban mejor, sus heridas habían sido curadas y también estaban plácidamente dormidos.
Había llamado a Huening Kai, diciendo que tanto el como Soobin estaban bien, pero que le llevaría un tiempo volver y que lo explicaría todo cuando lo hiciera.
Para su desgracia Huening Kai había llamado a sus padres y su rostro ya estaba siendo buscado por toda la ciudad.
Nada de eso importaba.
Tenía que estar con Yeonjun cuando despertara.
Si algo había hecho por el esa experiencia -demasiado- cercana a la muerte, era despertarlo del frívolo mundo en que vivía.
Tenía que decirle a Yeonjun como se sentía.
Por eso, cuando al fin el pecho en el estaba recostado se movió con un aliento, casi saltó de la cama.
Yeonjun tenía la respiración agitada y sudaba, como si se hubiese despertado de una pesadilla.
Sus ojos color violeta brillaban más que nunca, mientras un dolor físico demasiado real atravesaba sus venas.
Sed.
Tenía sed de sangre.
—¡Aléjate de mi!.—Le gritó a Beomgyu y prácticamente arrojó su cuerpo de la cama, aunque asegurándose de que no le hacía daño.
—Shhh, cálmate.—Dijo el peligris. A decir verdad, no tenía miedo, solo estaba preocupado.
—Mierda, Beomgyu, hablo en serio, tienes que salir de aquí, ¡ahora!
Prácticamente podía olerlo.
Estaba demasiado abrumado porque todos sus sentidos se veían potenciados. Escuchaba demasiado, veía demasiado, sentía demasiado.
Y la sangre de Beomgyu olía dulce.
Gruñó clavando sus manos en las sábanas.
El peligris suspiró.
Por supuesto que de vampiro seguiría siendo terco.
Para horror de Yeonjun, Beomgyu se deslizó de vuelta en la cama con él. Traía una camiseta blanca un poco grande, la cual estiró un poco hasta su clavícula, dejando su blanco cuello al descubierto.
—Bon appetit.
Yeonjun lo miró como si se hubiese vuelto loco.
—¿Estas demente?
—Salvaste mi vida, es lo menos que puedo hacer. Morirás de nuevo si no tomas sangre humana.
—P-puedo conseguirla de otro lado.—Tartamudeo, el cuello descubierto lo estaba tentando tanto que ya tenía los colmillos afuera sin saber cuenta.
—Tal vez, pero será así de fresca.—Bromeó Beomgyu.—Solo un pinchazo, ¿verdad? Como en las películas.
—No quiero hacerte daño.—Susurró.
—No lo harás.—Dijo Beomgyu llevando las manos a su rostro.—Confió en ti.—Dirigió la boca de Yeonjun a su cuello, y el vampiro no pudo resistir más.
Beomgyu gimió de dolor por la mordida en su cuello, apretó los dientes y se aferró a la espalda de Yeonjun.
Yeonjun sintió el mayor subidón de adrenalina de su vida. Jamás había esperado disfrutar de la sangre humana, pero era tan delicioso, como un néctar hecho por los Dioses.
Se aferró a la cintura de Beomgyu mientras el peligris comenzaba a sentirse mareado, el calor subía por su cuerpo y hormigueo placentero se hizo presente desde su estómago.
Rodeó a Yeonjun con las manos, pegándolo más a cuello para su sorpresa. Pero parecía estar tan drogado por la sensación como el vampiro.
Era algo tan intimo.
Su rostro se sonrojó ante el pensamiento.
Yeonjun se separó con un gruñido.
—No, no, sigue.—Dijo Beomgyu, totalmente perdido.
—Podrías desmayarte.—Le dijo Yeonjun.
Volvía a sentirse un poco como él mismo,
Y el hambre no era tan voraz.
Aún así, necesitaba alejarse de Beomgyu.
—¿Ah?—Dijo el peligris aún confundido.
Solo sabía que quería volver a sentir la mordida.
Yeonjun limpio la sangre de su boca, y se acercó al cuello del chico para lamer hasta la última gota que caía.
La herida se estaba cerrando sorprendentemente rápido, quedando solo dos puntos marcados.
Beomgyu suspiró.
No tenía idea de que le estaba pasando. Jamás se había sentido así.
No esperaba que Yeonjun buscará sus labios después.
Debería haberle parecido asqueroso, pero era adictivo.
Respondió el beso con el mismo entusiasmo, con cuerpo vibrando por cada toque del vampiro, era tan increíble.
—Yeonjun, te quiero.—Suspiró entre besos.
—Yo también te quiero, Beomgyu, Dios, estoy tan loco por ti.—Dejó salir un jadeo.
Las piernas de Beomgyu se abrieron para dejar a Yeonjun posarse entre ellas y lo rodeó, juntando sus cuerpos.
Yeonjun le mordió los labios, y el gimió. Arrugó la camiseta del chico encima de él, queriendo quitarla del camino para sentir los músculos en su abdomen.
Si eso no paraba, terminaría con ambos desnudos en esa enfermería.
—Uhm, buen día.
Yeonjun casi cae de la cama por la voz de Taehyun.
Se separó de Beomgyu de inmediato.
Soobin también lo miraba con una expresión asustada.
—Tu... se supone que tenías que...
—¿Bebiste la sangre de él?—Preguntó Taehyun.
Beomgyu y Yeonjun se miraron.
—Fue mi idea.—Dijo el peligris.
—No quiero saber.—Se arrepintió el hechicero.
—Yo tampoco quiero saberlo, jamás.—Añadió Soobin.
Yeonjun rodó los ojos.
—Son unos niños.
—Si, bueno, los juegos de sangre no me van.—Dijo Soobin.
Un incómodo silencio lo siguió.
—Bueno, les invitó el desayuno.—Dijo Taehyun levantándose.
—¿No tienes que descasar?—Preguntó Beomgyu.
—¿Qué le pasó?—Yeonjun estaba aún un poco confundido.—Y de paso, ¿dónde diablos estamos?
—Taehyun y Soobin se lastimaron en la pelea, deben reposar.—Explicó Beomgyu.
—Es la enfermería del consejo.—Siguió Taehyun.
—Si los trajeron a la enfermería y estuvieron en una pelea deben descansar.
—Gracioso, eras tú el que estaba muerto hace como media hora.
—Creo que Beomgyu lo revivió.—Dijo Soobin riendo.
—Y revivió muchas cosas, habrían tenido sexo cerca de nuestros pobres cuerpos dormidos si no despertábamos.
Si el corazón de Yeonjun bombeara sangre, probablemente se hubiese sonrojado.
—Los odio.
—Bienvenido de vuelta.
-Fin.
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