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20

Yeonjun sentía su mente extremadamente agotada.

El asesino llevaba semanas sin hacer un movimiento, no sabían si se había acordado o tenía un mejor o que diablos, pero había pasado más de un mes.

Sin señales de vida.

Por otro lado, los exámenes iniciaban y Yeonjun se había dado cuenta por fin de que a pesar de que había sido un estudiante ejemplar en la secundaria una escuela pública no se comparaba al nivel de enseñanza que tenía una universidad tan prestigiosa como esa.

En algunas cosas estaba muy por debajo de sus compañeros y eso lo frustraba mucho.

Si bien Taehyun se había ofrecido a ayudarlo el pelinegro tenía la paciencia de un perro rabioso encerrado en un sótano.

Soobin le prestaba muy poca atención desde que había formalizado las cosas con Huening Kai.

Y Beomgyu... era complicado.

El peligris estaba cursando materias diferentes a las suyas, aún así había ofrecido ayudarlo con métodos de estudio y formas inteligentes de tomar nota, pero cada vez que Yeonjun intentaba quedar con él Beomgyu lanzaba alguna excusa tonta.

"Hoy tengo que lavar la ropa"

"Huening Kai se quedo sin llaves otra vez"

"Juyeon me invito a su casa, tal vez la próxima"

"Me duele la garganta, creo que me voy a agarrar una gripe"

Yeonjun se había cansado de preguntar.

Si había alguna razón concreta por la que Beomgyu lo estaba evitando él la desconocía, y Soobin solo se encogía de hombros cuando preguntaba si Huening Kai sabía algo.

—Beomgyu es raro.—Respondía.

Pero Beomgyu no era raro.

Si bien Yeonjun había pensado mal de él en el pasado, solo adentrarse un poco más a la personalidad del peligris le había hecho cambiar de opinión.

Si, era malcriado y un niño rico, pero también era adorable, simpático, inteligente y amable.

E increíblemente hermoso, por supuesto.

Todavía le caía muy mal Juyeon, pero empezaba a darse cuenta de qué tal vez sus motivos si que eran egoístas.

El solo imaginarse confesando a Beomgyu sus sentimientos lo hacia reír. Beomgyu probablemente lo rechazaría amablemente y diría que estaba halago, lo cual sería mentira porque tenía chicos mucho más guapos y mejor posicionados socialmente detrás de él.

Eso generó una gran cantidad de frustración en nuestro protagonista de ojos violetas.

Era día de entrenamiento, su primer partido coincidía con la última semana de exámenes así que estaba extra estresado y sacándolo todo en el campo. Para cuando terminó apenas podía sentir sus músculos.

Normalmente caminaba hasta su dormitorio junto a Soobin y a Taehyun, pero ambos lo habían abandonado ese día, Taehyun con la excusa de una cena familiar y Soobin por una cita con su novio. No le importaba de todas formas caminar solo lo ayudaba a despejar sus pensamientos.

Para ser alguien con un oído superior al de un humano normal, Yeonjun no oyó los pasos acercándose detrás de él. Y para ser alguien con una fuerza fuera de lo común, no pudo hacer nada cuando una persona lo asaltó desde atrás y puso un cuchillo en su garganta.

Se congelo por completo.

Entonces vió que otra figura se acercaba con un pasamontañas negro y supo que si no peleaba sería su fin. Consiguió doblar levemente el brazo que sostenía el cuchillo pero un puñetazo demasiado fuerte en el estómago le nubló la vista. Otro golpe en la cara lo hizo caer.

Y vió negro.






****







Beomgyu se encontraba alterado, continuaba  caminando por su departamento con una sensación de ansiedad que no podía describir ni sabía de donde venía.

—Te escucho caminar desde mi habitación.—Dice Huening Kai entrando a la sala.—Vas a gastar el piso, ¿que te está pasando?

—No se, siento cómo si debiera estar haciendo algo importante pero no se que es.

—Beomgyu, sabes que me preocupa que últimamente estás muy ansioso.

—No es eso, solo tengo que...

Yeonjun.

Tenía que ver a Yeonjun.

No sabía porque, pero confiaba en sus instintos. Un fuerte dolor en el estómago hizo que se doblara gritando.

—¡Beomgyu!—Huening Kai corrió a sostenerlo.

Volvió a gritar esta vez sintiendo una punzada en el rostro.

Gritó el nombre de Yeonjun con lágrimas en los ojos sabiendo que algo le había pasado.

Y luego salió corriendo dejando a Huening Kai shockeado.







****






Soobin encontró la horrorosa escena delante de él nada más llegar a su dormitorio.

Yeonjun estaba boca abajo desmayado (esperaba que sólo desmayado) y había un charco de sangre a su alrededor que Soobin podía ver provenía de su boca y de una herida en su espalda.

¿Cómo podía ser que nadie lo hubiese visto?

Estaba al borde de una ataque cuando llamó a Taehyun alzando el cuerpo de su amigo en sus brazos.

Respiraba, muy débilmente pero respiraba.

Abrió como pudo la habitación explicándole a Taehyun quien respondió alterado que estaba yendo para allí.

Recostó a Yeonjun con delicadeza en la cama más cercana y rápidamente lo volteó y subió su camisa.

Horribles cortes punzantes adornaban su espalda en un terrorífico patrón. Parecía una especia de runa antigua hecha mano con un cuchillo grande. La herida seguía abierta, pero no sangraba.

No había contado con que Yeonjun pudiera curarse también más rápido que un humano común, pero debería haberlo hecho.

Tragó saliva.

No podía llevarlo a un hospital normal y que la herida estuviera cicatrizada en las siguientes horas. Pero tenía miedo.

¿Y si Yeonjun había muerto por los cortes?

Entonces al despertarse, el sería un vampiro.

No tenía idea de que hacer con él, sabía que los vampiros debían beber sangre humana al despertar en la primera hora o morirían (esta vez para siempre), pero no tenía idea de si Yeonjun había muerto o solo había estado muy cerca de hacerlo.

¿De donde demonios sacaría sangre humana de necesitarla?

Ni el ni Taehyun podían suministrarla.

¿Podría robarla de algún hospital?

Estaba enloqueciendo cuando Taehyun llegó y cerró la puerta detrás de él.

—C-creo, creo qué tal vez él...

—No se está convirtiendo, si lo hiciera sus herida ya estarían curadas para ahora.—Dijo Taehyun examinándolo. Su labia había sido claramente roto, pero la herida estaba cerrada.

Por lo que sabía, Yeonjun solo se estaba tomando una larga siesta.

—Hay que calmarnos, él despertará en...

Unos toques suaves pero rápidos en la puerta hicieron que ambos se sobresalten y luego se mirasen extrañados.

—¡Soy yo!—La voz de Beomgyu sonaba desesperada.

Soobin se apresuró a abrir la puerta y Beomgyu casi tropieza al entrar.

Tenía lágrimas en los ojos, notó Taehyun.

—Yeonjun, él no está bien.—Dijo con la voz entrecortada.—Díganme que no llegue tarde.

Ambos chicos estaban sorprendidos, Taehyun intentó esconder a Yeonjun detrás de él pero fui tarde. Beomgyu ya lo había visto.

Corrió hasta la cama y se arrodilló al lado.

—Oh, por Dios.—Dijo todavía con lágrimas.—¿Está muerto? ¿Quién le hizo esto?

—N-no esta muerto.

—¡Tenemos que llevarlo al hospital ahora! ¡¿Por qué demonios lo tienen aquí?!—Se levantó gritando.

—No podemos, tiene que quedarse aquí.—Le dijo Taehyun, el peligris lo miró horrorizado.

—Estas loco, va a morir.

—No va a morir.

—¡Ningún humano sobreviviría esto, estás demente!

—Beomgyu...

—¡Yo lo sentí! ¡No estoy loco!

El chico obviamente estaba al límite. Tenían que tranquilizarlo antes de que alguien llegara a su habitación por los gritos.

—¿Qué sentiste?

—Golpes, en el labio, en el estómago, en todo el cuerpo, y los cortes.—Cerró los ojos.—El hombre era diestro, lo corto con.. algo parecido a un cuchillo de caza.—Al abrirlos de nuevo se percató de la mirada en los ojos de Taehyun.—No estoy loco, no se porque pude verlo, pero no estoy...

—Se que no estás loco, Beomgyu.

—Taehyun.—Dijo Soobin en tono de advertencia.

—Si no le decimos el simplemente va a terminar delatándonos solo.

—¿Decirme qué?—Ambos callaron.—¡Díganme, maldita sea y llévenlo al hospital!

—Un hospital común no será capaz de curarlo.

—¿Por qué?

—Porque Yeonjun no es un humano corriente. Y tampoco lo eres tú.

Beomgyu primeramente se negó a creer lo que ambos le decían, pero al ver con sus propios ojos como el corte en el labio de Yeonjun se curaba a una velocidad imposible y recordar sus espantosos sueños, se dió cuenta de que no podía seguir escéptico.

Yeonjun era un vampiro.

O una especie de vampiro.

Estaba vivo, a penas, pero lo estaba.

Quedó sentado en la cama a su lado, con la mirada perdida.

¿Él estaba destinado a ver el terrible futuro de los demás?

Taehyun lo había dado a entender.

¿Por qué él?

—Beomgyu, escúchame, no podes llevarlo al hospital porque como te dije van a ver que se cura demasiado rápido y sabrán que algo pasa.

—Los cortes con cuchillo no se están curando.—Susurro.

Y tenía razón.

El extraño dibujo macabro en su espalda seguía en carne viva.

Taehyun negó con la cabeza.

—Es un corte profundo, llevará más tiempo, uno o dos días, por lo pronto hay que limpiar la herida y dejar que el descanse hasta que...—Yeonjun se movió.

Un ligero gemido de dolor hizo que todos miren hacia él. Beomgyu volvió a incorporarse en la cama para verlo.

Poniéndose boca para arriba Yeonjun abrió los ojos.

—Duele.—Fue lo primero que dijo antes de volver a cerrarlos y hacer una mueca.

—No te muevas, vuelve a ponerte boca para abajo.—Dijo Taehyun.

Yeonjun no obedeció. En vez de eso se sentó en la cama. Su frente estaba sudada y su piel se veía más pálida de lo normal.

Entonces se dió cuenta de la presencia de Beomgyu a su lado.

—Beomgyu, ¿qué...? ¿Estás llorando...?

El peligris se paró rápidamente y negó con la cabeza.

—No, estoy bien.

—¿Cómo llegue hasta aquí? Recuerdo que unos tipos me abordaron mientras caminaba y...

—Te golpearon y te cortaron en la espalda.—Yeonjun frunció el ceño.

—Entonces eso es lo que duele como la mierda.—Se levantó de la cama con un poco de dificultad.

—Realmente deberías seguir acostado.

—Estoy todo duro como si hubiese dormido por años.

—Solo fueron unas horas.—Dijo Taehyun.

Yeonjun se levanto la camiseta, intentado ver su corte, pero solo pudo ver una pequeña parte de él.

Beomgyu tragó saliva a la vista de los perfectos abdominales del chico, más marcados que la última vez que lo había visto sin camiseta, probablemente gracias al entrenamiento de fútbol.

—Eso si que es una mierda.—Dijo antes de bajar de nuevo su camiseta.—No llegue a verles la cara, llevaban pasamontañas.

—Es tan increíble.—Dijo Beomgyu.—Probablemente perdiste tanta sangre que de ser un humano común habrías muerto en el acto.

Yeonjun se tenso de inmediato.

—No se de que...

—Tuvimos que decirle.—Dijo Taehyun.—Él llegó aquí llorando y diciendo que sabía que estabas lastimado y que debíamos llevarte al hospital.

Beomgyu se puso rojo como un tomate.

—Y-yo, yo no..

—Oh, si, estaba completamente histérico.—Agregó Soobin.

—Pero, ¿cómo?—Preguntó Yeonjun, ignorando el ligero hormigueo en sus entrañas por el pensamiento de que Beomgyu se preocupara tanto por él.

—Lo vi, hasta lo sentí, los golpes y los cortes, en menor medida claro o me hubiese desmayado pero sabía que estabas en problemas.—Dijo.

—Wow, eso es increíble.—Dijo Yeonjun.

—Si, mucho.—Agregó Taehyun.—Beomgyu, ¿que tanto control tienes sobre estas visiones?

—Ninguno, nunca he intentado provocarlas adrede porque pensaba que eran solo pesadillas.

—¿Crees que podrías?

El peligris lo pensó antes de responder:—Realmente no lo sé.

—¿Crees que si... tocaras la herida de Yeonjun en su espalda serías capaz de ver algo más de quien la hizo?

Beomgyu sintió que el calor de nuevo le subía por el cuerpo.

—No lo sé.

—Pero no perdemos nada con intentar.

—S-supongo que no.

Taehyun asintió.

—Sería más fácil si simplemente te quitas la camiseta, igual tenemos que curar la herida después.

Yeonjun hizo caso esta vez.

Se quito la camiseta y la tiro a algún lugar de la habitación.

Beomgyu estaba intentado no pensar en lo sexy que eso le había parecido mientras se acercaba.

Ante el amplio pecho desnudo de Yeonjun frente a él no sabía dónde poner sus manos.

—Mmm. Date la vuelta.—Le dijo. Yeonjun volvió a obedecer. Su espalda era ancha y su piel se veía tan suave. El peligris suspiró.

—¿Estas seguro de esto?—Pregunto Yeonjun.

—Si.—Respondió.—Aquí voy.

No quería causarle dolor, así que solo palpó ligeramente la herida por el borde.

Y de repente, Beomgyu se desmayó.

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