18
Yeonjun lo sintió antes de verlo.
Fue sacado de su cama con fuerza y despertado de su sueño de inmediato. Había conseguido apagar su mente por un instante, y ahora estaba siendo atacado.
La persona usaba un pasamontañas y una capucha, no lo pudo ver. Entonces el extraño vestido de negro acercó un pañuelo a su rostro. Luchó, pero aún estaba adormecido y se había dado un golpe al caer de la cama.
Y volvió a quedarse dormido.
Hasta que la extraña sensación de estarse ahogando lo despertó.
—¡Mierda!
Era la voz de Soobin.
Intento usar sus manos para ayudarse a limpiarse un poco sus ojos y se dio cuenta de que estaban atadas detrás de su espalda en la silla donde lo habían sentado. Al abrirlos se horrorizó. Su cuerpo estaba completamente inmóvil, pero no había ninguna soga visible.
Casi como lo que Taehyun le había hecho aquella noche que se enteró de que era un pseudo vampiro.
A su lado Soobin se retorcía en una posición similar a la de él.
—Deja de moverte, idiota.
Por fin escucho a Taehyun al otro lado.
El chico parecía tranquilo. Casi como si esa silla hubiese sido el lugar donde el mismo había elegido sentarse.
—¿Dónde estamos?—Preguntó Yeonjun.
—Si no estoy mal, en el edificio sede del consejo.—Dijo Taehyun, sorprendiéndolos a ambos.
Fue cuando Yeonjun se fijó realmente en el lugar.
Parecía un antiguo salón restaurado. Toda clase de arte y pinturas los rodeaban, el techo y el piso parecían estar hechos de mármol.
Una enorme mesa de forma rectangular ocupaba gran parte del espacio, y había varias sillas al rededor. Era como una sala de reuniones súper extravagante. Ellos tres estaban retenidos en el fondo del salón.
—Y no estás mal, Taehyun.—Un hombre había entrado.
Era alto.
Vestía completamente de negro, con un pantalón de vestir y un suéter de cuello alto. No se lo veía ni joven ni viejo. Pero había una severidad en su rostro que parecía denotar sus años de vida.
—Tío Nam.
Yeonjun jamás había oído la voz de Taehyun sonar tan debil.
El hombre lo miró molesto.
—No me llames así cuando y desobedeces tan deliberadamente mis órdenes.
—Pero yo...
—¿Qué te dije de acercarte a las brujas?
–Que no lo hiciera.
—Ah, al menos lo recuerdas.—El hombre se notaba enfurecido. Taehyun bajó la cabeza.
—Lo siento.—Murmuró.
—Específicamente te pedí que no hicieras nada que pudiera poner a Yeonjun en el foco de los demás, Taehyun, estoy decepcionado.
—Lo lamento, ¿está bien? Creí que podía ayudar...
—¡Empeoraste la situación! Se supone que debía vivir una vida normal, lo primero que hiciste fue contarle sus orígenes.
—¡Él nos descubrió!
—Fueron descuidados.—Dijo esta vez mirando a Soobin.
—Lo sentimos, señor.
—¿Qué está pasando aquí? ¿Quién es usted?—Dijo Yeonjun.—Están hablando de mi como si no estuviera aquí.
Por primera vez, el hombre posó sus ojos en él.
—Yeonjun.—Dijo, sonando un poco fascinado.—Es un placer conocerte, aunque se suponía que jamás lo hiciera.—Suspira.—Ya es tarde para eso, ahora debo arreglar esto.
Un movimiento de manos del hombre y los tres estaban liberados.
—Me llamo Kim Namjoon.—Explicó, exclusivamente para Yeonjun.—Soy el presidente del consejo, y hace unos tres meses puse tu seguridad en manos de este par de tontos.—Dijo señalando a sus amigos con la cabeza.—Quería que te mantuvieran a salvo mientras te ayudaban a pasar desapercibido por los alumnos, me temo que hicieron exactamente lo opuesto.
—No estuvo tan mal...—Murmuró Soobin.
—Además.—Agregó Namjoon.—Choi Beomgyu.
¿Beomgyu?
¿Que tenía que ver él en todo esto?
Todas las alarmas en la cabeza de Yeonjun sonaron de inmediato.
—¿Qué pasa con él?
—Ustedes deberían de ser quienes me digan.—Miró hacia Taehyun.—¿Algo que comentar?
Yeonjun volteó hacia Taehyun, quien sostenía la mirada del presidente del consejo.
—Creo que es un vidente.
Yeonjun quedó pasmado.
La expresión en el rostro de Soobin quedó en blanco.
Y la de Namjoon solo se oscureció mientras decía:—Si eso es cierto, Yeonjun es el menor de nuestros problemas.
—¿Por qué?—Preguntó él.—¿Qué sígnica eso?
—Los videntes sólo aparecieron unas contadas veces en la historia, Yeonjun. Existen desde tiempos inmemorables, muchos fraudes y brujos que utilizaban artes oscuras se hicieron con el nombre, pero los videntes reales sólo vienen al mundo en ocasiones especiales. La bruja de Endor fue capaz de invocar el espíritu de Samuel para contarle su destino al rey Saúl.
—¿Estas hablando de la biblia?—Dijo Yeonjun sorprendido.
—Es un libro histórico más de lo que piensas.
—Y los demás videntes han venido a este mundo justo antes de catástrofe inimaginables. La última vez que vimos uno fue...—Agregó Namjoon.
—Durante la guerra de los vampiros.
Yeonjun tragó saliva.
Tenía miedo de preguntar.
—Hace unos cien años atrás, un grupo de vampiros decidió unirse al consejo, formado por los hechiceros quienes tenían de aliados a los hombres lobo, su finalidad siempre fue proteger a los humanos, así que no tuvieron otra opción que dar una amenaza: O se unían al consejo y se abstenían de tomar sangre humana o se volvían enemigos de las demás criaturas mágicas. Algunos vampiros se unieron voluntariamente, ya había muchos de ellos que no estaban interesados en los humanos, pero había otros que no.
—Fue el peor tipo de guerra civil que te puedas imaginar.—Añadió Namjoon.—Los vampiros siempre habían sido una estructura propia, cada clan tenía sus lideres y todos ellos fueron dividos, fue una matanza como no te haces una idea. Duró casi 10 años, los vampiros que se pusieron del lado del consejo habrían sido exterminados si no hubiésemos ayudado, pero equilibramos la balanza y logramos vencer.
—¿Así que ya no hay vampiros que tomen sangre humana?
—Está prohibido, es un crimen, a veces sucede pero son incidentes aislados.—Explicó Taehyun.—Los aliados del consejo son vampiros "vegetarianos" por así decirlo. Hay muchos animales que les dan a los vampiros el mismo subidón, energía y poder que la sangre humana. La única diferencia es, según dicen, el sabor.—Negó con la cabeza.—Lo importante es que, antes de esa guerra, apareció una vidente. Una mujer humana que soñaba con vampiros y sangre, escaló a tal punto que fue internada en una institución mental antes de que la encontraran, porque no era capaz de escapar de sus visiones ni estando despierta. ¿Te suena familiar?
—¿Por qué un humano?
—No lo sabemos. Tal vez porque no están del lado de nadie.
Yeonjun quedó callado.
—¿C-crees... crees que Beomgyu..?
La idea lo aterrorizaba.
Beomgyu, metido a la fuerza a una guerra y a un mundo del que no formaba parte.
—Tal vez—Dijo Taehyun.—Solo el tiempo lo dirá.
****
Beomgyu decidió que era un buen día para ir de compras.
Dejando sus preocupaciones a un lado y arrastrando a Huening Kai con él, entró al centro comercial como si fuera su propia casa.
—Mmm, ¿por donde empezar? Necesito un nuevo top y algunos pantalones...
—Uhg, espero que me des algo de comer después.—Dijo Huening Kai.
—Y también voy a comprarte un sweeter bonito.—Sonrió Beomgyu.
El tono de llamada del teléfono de Kai los interrumpió, pero antes de que conteste, Beomgyu le arrebató el teléfono.
—¿Soobin? ¿Por qué te llama Soobin?
Kai consiguió de nuevo su teléfono con el rostro sonrojado.
—Hace poco empezamos a hablar.
—Oh, Dios, ya le encajaste el diente, ¿verdad?
—¡Beomgyu!—Dijo molesto antes de contestar.—¿Hola?—Dijo con un tono suave al teléfono.—Uhm, estoy acompañando a Beomgyu...En el centro comercial...Comeremos algo más tarde.—Huening Kai abrió los ojos sorprendido.—¿Ahora? No, está bien, le diré. Esta bien.—Su rostro se sonrojó un poco.—Y-yo también te quiero, Bin, adiós.
Beomgyu estaba riendo.
—Awww.
—Soobin viene para acá con Taehyun y Yeonjun.
—¿Qué?—Su sonrisa se borró.
—¿Hay algún problema?
—N-no, pero...
Estar con Yeonjun lo ponía incómodo.
—Está bien, dijo que sólo sería por un rato.
—P-pero...
—Ah, mira la tienda de Chanel, ¡vamos!
Esta vez Beomgyu fue el arrastrado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro