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Yoongi se levantó con toda la actitud el día lunes. En su mente se programó lo que haría y como lo haría.

Cuando llegó a su primer trabajo, se topó con la sorpresa que Namjoon había olvidado la ropa que le prometió prestar.

—Te escribí ayer, el sábado y hoy en la mañana —enumeró. —Tendré que ir yo a tu departamento —le dijo.

—Disculpa, Jimin estuvo en mi casa todo el fin de semana y salió desde mi departamento muy temprano.

Ahora Yoongi entendió por qué Namjoon olvidó la ropa y en parte, agradecía para el mismo poder buscar y ver que ponerse.

—Mañana temprano paso por ahí.

Namjoon asintió y continuó acomodando las resmas de papel en las perchas, mientras Yoongi anotaba lo que faltaba para el siguiente pedido. Trabajaba en una editorial, la misma en las que hizo sus pasantías y ahora tenía un trabajo de medio tiempo porque a veces tenía que ir a la universidad para entregar los avances de su tesis.

El bus se detuvo en la parada y Yoongi no se apresuró en subir.

Con el primer pie en el escalón, giró el rostro para buscar al chico bonito, que recién había llegado, acompañado de alguien y sonriendo de manera linda. Con los ánimos bajos, terminó de subir al bus, cuando el chófer le pidió que se apurara.

El chico no lo vio y Yoongi se refugió en los últimos asientos, en paralelo con el chófer.

Lastimosamente, no vio como el chico bonito, que llevaba unas gafas grandes y un sombrero de lana, estiraba su cuello para buscarlo entre las personas de la parada de bus.

Ambos suspiraron con pesar.

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—Mañana temprano vamos a comprar ropa que sea del estilo de tu crush —Seokjin dijo antes de que Hoseok bajara del auto. —Pasaré por ti muy temprano, antes de que vayas a clases.

Hoseok asintió y se despidió moviendo su mano, mientras veía como el auto de su amigo se alejaba.

Realmente quería que el chico de la parada lo mirara, que supiera que le gusta y que quiere conocerlo.

Y como prometió, Seokjin llegó muy temprano para el gusto de Hoseok, aunque estuviera quejándose por hacerle despertar antes de su hora, ya estaba esperándolo.

Tras media hora de viaje, se encontraban en una tienda de ropa que atendía las veinticuatro horas.

—Una vez vine con Jungkook y sé dónde conseguir del estilo que buscas.

Así que Hoseok solo atinó a seguir a su amigo y no opinar en cuanto le mostraba la ropa que debía probarse. No había caído en cuenta que el estilo del chico que le gusta y de Jungkook —hermano menor de Seokjin— eran los mismos.

No sabía si con un outfit sería suficiente para llamar la atención del chico y que se diera cuenta que le intenta que lo note.

Por eso terminó con dos calentadores, camisetas negras sencillas, una chaqueta deportiva impermeable y un par de sandalias negras.

—Hubiera resultado más fácil si le pedía prestado a Jungkook —dijo Hoseok cuando salían de la tienda de ropa.

—No, ese mocoso es muy intenso y luego te molestaría cuando se entere la verdadera razón.

Buen punto.

—Te cambias antes de ir a la parada y acortas distancia. Lo miras a los ojos y no importa quién se cruce en tu camino, lo apartas —le indicó como debía de hacerlo con la mano. —Así sea una viejita —recalcó.

—Prácticamente, debo correr para llegar antes a la parada.

—Las cosas que uno hace por la persona que le gusta —le regaló una sonrisa cálida y le revolvió el cabello. —Anda, pon atención a tus clases y luego a conquistar a tu chico.

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—Esa me la regaló Jimin, me mata si la presto —Namjoon le quitó de las manos una hoodie rosa con un estampado de Goku ultra instinto.

—Lo de aquí si me puedo llevar —le mostró el bulto en sus brazos.

—Si —se encogió de hombros. —Solo no faltes al cumpleaños de Jimin.

Yoongi le aseguró que si iría y se despidió diciendo que tenía que comprar accesorios faltantes para su outfit.

Para cuándo se encontró nuevamente a Namjoon en la editorial, este le preguntó que había comprado y Yoongi le dijo que mostraría después.

Namjoon no se perdió ese cambio de estilo en su amigo y hasta le ayudó un poco a combinar mejor la ropa.

Yoongi no quería ni verse al espejo, porque sentía que se autosabotearía, pero recordaba que lo hacía por el chico bonito y sus ánimos se elevaban.

Había optado por unos jeans rasgados en las rodillas y muy holgados, estampados en los bolsillos traseros con huellas de manos, una camiseta de botones y rayas gruesas, rojas y naranjas, acompañadas de una correa con hebilla en forma de corazón.

Namjoon le aconsejó que usara la chaqueta de punto grueso y capucha verde neón, además de esas gafas con forma de llamas, y por último, le prestó su bolso, que era uno de tela celeste con los filos de lana y brillitos.

Se veía como él, como su chico. Agradeció a Namjoon y estuvo tentando hasta a abrazarlo de la emoción, pero no lo hizo.

Evitó mirar a las personas a su alrededor porque se imaginaba que lo observaban con curiosidad. Llegó con tiempo a la parada y se mantuvo en su lugar, mirando en dirección donde su chico solía llegar.

Claramente, se sentía nervioso, aunque en su rostro no mostraba ninguna reacción diferente o cambio aparente. Estaba como todos los días, esperando pacientemente en la parada, viendo como los autos pasaban y las personas subían a sus buses.

En un punto se quedó solo y los pensamientos de que su chico no llegue, le abordaban.

Pero lo vio.

Se sintió como un dejávù.

Caminando de manera delicada y con la mirada puesta en él.

Lo observaba y le sonreía.

Su mirada tímida le indicaba que estaba nervioso, su rostro siempre era lo primero que veía, de ahí como lucía, por eso tardó en notar lo que vestía su chico.

¿Acaso se pusieron de acuerdo en cambiar su estilo?

Sí.

Entonces lo vio usar una ropa que claramente él podría tener en su closet o comprar en algún momento.

Una sonrisa se coló en sus labios, contagiando al chico que de seguro pensaba lo mismo que él.

Estaban tratando de llamar la atención del otro.

Avanzó despacio al encuentro con él.

Miraron con detalle lo que llevaban puesto y rieron a carcajadas para romper el nerviosismo. Yoongi tenía que hablar, pero no sabía cuáles serían las palabras correctas.

—Bonito estilo —le halagó Yoongi.

—Gracias —dijo Hoseok despacio. —El tuyo también es muy bonito, me gusta.

—No tan bonito como tú —soltó el piropo y notó como se sonrojaba el chico.

Hoseok agachó el rostro para ocultar su vergüenza y Yoongi no estuvo dispuesto a que un silencio incómodo los envolviera, por eso siguió hablando.

—Me gusta tu ropa —aunque en realidad quiso decir, me gustas tú. —¿Dónde la compraste?

—Un amigo me indicó un lugar muy variado.

—¿Me podrías indicar? —preguntó. —Por ejemplo, esta ropa, me la prestó un amigo —Yoongi se señaló. —Menos las gafas —se las quitó y las mostró. —Las conseguí hoy en un lugar muy bonito.

Los ojos de Hoseok se iluminaron. —Dios, necesito una de esas —murmuró mirando las gafas.

—Te las puedes quedar —le estiró las gafas para que esté las tomara.

Hoseok estuvo un tanto reacio a tomarlas, porque no solía aceptar regalos de desconocidos, pero, como se trataba del chico que le gustaba, haría la excepción.

—Gracias —murmuró tomando las gafas y rozando sus dedos con la mano del chico.

Fue algo muy suave y corto, suficiente para que ambos se pusieran tímidos.

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Olis, revisando las fechas de publicación, mañana será un año desde que publiqué la sinopsis y no he avanzado casi nada😭

A las personas que leen esto, gracias ♡