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Esa noche SeokJin conducía callado, no realizaba comentarios sin sentido o chistes agrios.

—¿Cómo luce tu chico especial? — preguntó deteniéndose en un semáforo y miró a Hoseok.

—Bueno, su ropa es de color beige, blanca o negra —se contó los dedos. —También azul oscuro —añadió. —Su estilo es más relajado, tipo, La Vida no me jode, yo lo hago —dijo sonriendo al recordar cómo se vestía el chico.

—Entiendo —tamborileó los dedos en el volante y esperó a que cambiará de color el semáforo.

—¿Y por qué preguntas? —quiso saber cuándo pasó un par de minutos

SeokJin no respondió al instante, se tomó su tiempo para pensar y dejar con la intriga a Hoseok.

—Para ver como debes vestirte —respondió girando para llegar al edificio de su departamento. —Podemos ir de compras la otra semana, buscar algo que luzca como él, solo para te hable y si luego dice que no te gusta el estilo que tienes, que se joda —habló claro.

Hoseok no estaba tan seguro de aquello, pero no lo veía tan mala idea, si al final conseguía hablar con el chico que le gustaba.

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Esa tarde Yoongi fue decido a intentar acercarse al chico y conversar.

Dio los primeros pasos cuando lo vio llegar a la parada, emocionado por darse cuenta que nada obstruía su camino o contacto visual, solo que su bus se adelantó y no tuvo de otra que subirse.

Y ustedes pensaran por qué mejor no esperaba al siguiente y aprovechaba a quedarse y por fin conversar con el chico. Porque el siguiente bus pasaba luego de una hora y debía presentarse en su siguiente trabajo, qué consistía en atender en una tienda de convivencia hasta la media noche, donde llegaba otro compañero a reemplazarlo.

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—No te voy a prestar mi ropa —Namjoon dijo a la sugerencia de su amigo. —Es como tres tallas más grande de lo que usas y tiene muchas rayas, puntos, colores, estampados o figuras —enumeró.

—No importa, es para el trabajo —mintió. —Se hará un día al revés, donde debes usar ropa muy distinta a la que te gusta.

Un sonoro ah de sorpresa soltó el moreno y solo por eso aceptó. Porque Yoongi no se atrevía a decirle que un chico lindo le llamaba la atención y el quería hacerse notar.

—No te olvides que el próximo sábado es el cumpleaños de Jimin —recordó Namjoon. —No puedes faltar, así que yo te presto toda la ropa que quieras y tu vas —propuso.

No se negó, tenía el corazón latiendo a mil y la emoción recorriendo su cuerpo, se mantenía a la expectativa del encuentro con su chico y que este lo viera, el resto no le importaba.

Conocía su horario y sabía que no lo vería hasta dentro de tres días, así podía pedir ayuda en Youtube de como lucir encantador y no morir en el intento.

ও

Fue un lunes cuando lo notó por primera vez.

No lo culpen por eso.

No cuando cada día iba a su segundo trabajo y con las energías un poco bajas.

Su rutina era apretada, por eso no se limitaba a mirar a las personas a su alrededor.

Ese día no era diferente, pero un color fosforescente le guiñó el ojo disimuladamente y por mera curiosidad, giró el rostro para poder ver quien era la persona capaz de llevar un color tan llamativo.

Y lo vio.

Claro que lo vio.

Con el cielo ya empezando a oscurecer, la persona en cuestión llamaba la atención y no solo por su estilo, también por su belleza.

Sus ojos quedaron pegados en ese rostro perfecto y no parpadeó en los siguientes diez segundos, obligándose hacerlo y no lagrimear.

Quiso seguir observándolo, aun cuando el desconocido sonrió a su celular y se sintió feliz por ser espectador. Sin embargo, el bus que debía tomar, llegó y no le quedó de otra, que dejar atrás al hermoso joven que vio en la parada.

Subió muy despacio y lo miró hasta un poco antes de pagar su pasaje con la tarjeta especial del bus. Quizás fue amor a primera vista para Yoongi, pero de lo que estaba seguro era que le atraía y quería poder conocerlo.

Para el día siguiente, Yoongi llegó un poco más temprano a la parada del bus.

Solo se colocó sus audífonos grandes y empezó a buscar una buena lista en Spotify para hacer su viaje relajado.

Se pasó más diez minutos encontrando la música adecuada y cuando alzó el rostro, vio una persona con ropa holgada y grande subiendo el bus.

El horario del bus del chico se había adelantado y por eso Yoongi no le quedó de otra que mirar, sin mucha emoción como este subía al transporte, alejándose poco a poco.

El miércoles no fue el mejor día para Yoongi, pero se mentalizó que, al ver una simple y sencilla sonrisa del chico de la parada de bus, se calmaría.

Y lo fue.

Sonrió de una manera angelical al saludar a una anciana que se paró a lado del chico y conversaron.

El bus casi se le va por estar pendiente del chico y mirando de soslayo, por si se daba cuenta que lo observaba.

El jueves lo vio nuevamente, luciendo un traje de muchos colores y estampados, acompañados de unos botines con cadenas a los costados y unas gafas oscuras con marco verde.

No tenía que confirmar la teoría de que los polos opuestos se atraen, porque estaba de más explicarlo, solo le faltaba averiguar si el chico pensaba lo mismo de él.

Entonces pensó que debía dejar pasar unas semanas para ver si este al menos le notaba y luego, lanzarse a conocerlo.

ও

Para ser un viernes inicio de fin de semana, no era el mejor día para Yoongi.

Su chico no estaba esa tarde y realmente necesitaba verlo.

Así que un tanto cabizbajo llegó a su trabajo y cumplió con su horario sin muchos ánimos.

Aceptaba que era un tanto dependiente del chico y su sonrisa, de sus ojos brillantes y su ropa muy diferente a la suya. No habían logrado cruzar palabras, ni siquiera un simple saludo y eso le aterraba.

Pensar que en algún futuro cercano no pudiera estar con el chico y su dependencia hubiera aumentado.

Le gustaba, estaba seguro de aquello y quería saber si el chico también sentía lo mismo o solo le sonría por amabilidad y educación

Se prometió que el lunes lo saludaría, para iniciar de a poco y sin presión, una conversación.

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Así soy yo, me desaparezco media vida y luego regreso con turbo.

Este fic será corto, no le calculo ni 10 capítulos.

Tienen que hablarse, gustarse no, ya lo hacen, solo deben saberlo y bueno, el resto será puro esquizo mía jajaja.