La puerta fue tocada antes de entrar, Tavo al ver a su padre se quitó sus audífonos reincorporándose dejando el mando de su consola en la cama para verle. Marcus se sentó en el borde de la cama y buscó la forma de decirle a su hijo sobre el tema que tenía en mente.

"Tavo, escucha..." carraspeó.

"Escucho." Respondió el chico.

"Alexis y yo—" al comenzar a hablar Tavo ya sabía de qué era el tema. "Pues, hay veces que las cosas se dan y... Mira, lo que quiero decir es que—"

"Lo sé, pa." Marcus le miró recibiendo una sonrisa tranquila de parte de su hijo. "No te preocupes por eso, ¿sí? Si eres feliz, yo también." Dijo con una sonrisa.

Sentía un peso menos sobre su espalda, realmente se sentía bien poder relajarse con ese tema de Alexis y todo eso.

"Además, mereces estar con alguien como Alex después de estar años con alguien como mi mamá." Las comparación hizo que Marcus se mostrara confuso.

"¿Cómo sabes cómo es tu mamá? Ella... se fue cuando tenías dos, eras muy pequeño para recordarla."

"Papá, ella no murió cuando yo tenía dos, fue cuando tenía siete." Le dijo frunciendo el ceño levemente. "Pero siempre lo recuerdas erróneamente por... cuando tuvo una sobredosis cuando yo tenía dos y tuvieron que revivirla."

"...¿Cómo sabes eso?" Preguntó el hombre fruncido el ceño aún más.

"Yo... eh... leí tu diario." Murmulló

"No tienes por qué rebuscar entre mis cosas y menos revisarlas." Le regañó levantándose con una evidente expresión molesta.

"Lo siento..." Marcus suspiró y negó relajando los músculos de su rostro. Ante las palabras de el niño el castaño no dudó en abrazarlo, obviamente que su hijo le correspondió.

"Ah, por cierto." Marcus se separó y le miró tomando sus hombros. "Estos días tendré una rueda de prensa y otras cosas, estaré ocupado toda la semana y Alexis cuidará de ti." Le dijo con calma.

"Okay, no tengo problema con eso." sonrió su hijo en respuesta.

"Bien." Después de darle un beso en la cabeza se levantó para caminar a la puerta tranquilo, incluso más que antes.

"¿Pa?" Marcus volteó a él. "Ya lo sabía. No era como si trataran de ocultarlo." Confesó haciendo que su padre negara con una risa baja.

"Ya acuéstate a dormir." Le respondió antes de salir y cerrar la puerta.

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