15 de Marzo 2018

Tina hoy puedo decir que gracias a Hilario, estoy aquí ¿Por qué está intentando sacarme de confort? Lo necesito, necesito dejar de pensar todo el tiempo en Abel y es difícil lograrlo por mí misma.

Estaba en el salón y una compañera me informo que me buscaban afuera, no entendía quien, pero en cuanto Hilario se asomó enseguida salí.

- ¿Quieres salir por un café? – dijo antes de que tuviera la oportunidad de preguntarle cualquier otra cosa

- No necesito un ..

- Necesita beber algo ...

Accedí sin ni siquiera preguntarle porque aunque quizás ayudo que sentí las miradas clavadas en mi espalda y quería salir de ahí.

- Creo que te lo debía después de todo .. arruine tu café la otra ocasión

- No lo hiciste

- Bueno creo que fui un poco imprudente

- ¿Por qué lo hiciste?

- No debí increparte de esa manera sin que me conocieras

- Aun no te conozco, no lo necesario.

La sonrisa hizo que los ojos se le cerraran un poco y que se le formaran unos hoyuelos algo que hizo que sintiera como una sonrisa muy genuina, seguimos caminando y empecé a dejar de notar a la gente para concentrarme en lo que decía

- Estas tensa

- Un poco la verdad es que tenemos muchas tareas

Llegamos a cafetería y pedimos nuestras bebidas pero Hilario también pidió un pay de queso que era de mis favoritos, lo pidió con mermelada de fresa encima como a mí me gustaba, entendí que nadie se podía resistir al exquisito pay.

- Para compartir – expreso Hilario alzando la ceja

Era demasiado grande y en definitiva no me podía resistir aunque al principio intente hacerlo sobre todo porque necesitaba perder un poco de peso.

- ¿Qué esperas? Yo solo no pienso terminármelo ¿me ayudas? – Hilario hizo un puchero como si fuera un nene y tome con la cuchara un poco esperando no tirar nada en la mesa.

- Gracias – dije satisfecha

- Aun sigues sin convencerte de estar en el grupo de baile

- No creo que deba.. me cuesta bailar

- Eso no fue lo que vi el día de la presentación, realmente me dejaste impresionado creo que hasta el espíritu de una bailarina tienes.

Eso era muy honesto para mí y me sonroje un poco y para enfocarme en otra cosa tomo de nuevo pay.

- ¿Puedo recomendarte algo? Asentí con la cabeza

- No permitas que la tristeza invada tu mente

No entiendo porque dijo eso que información tenia de mí y mis emociones ¿o era acaso que era tan predecible? Tampoco entendió porque se preocupa por mí.

20 de Marzo 2018

Las cosas con los apoyos para los niños continuaba por buen camino de hecho el día de hoy tuvimos que asistir a un pueblo que estaba un poco alejado, es una actividad extra escolar que se tiene que realizar en un horario después de clases o si no tendríamos demasiadas faltas que perjudicarían en las calificaciones.

No sé si era una fortuna que me hubiera elegido para ir a conocer a los chicos o una prueba pues solamente eligieron a cuatro compañeros para ir y entre esas personas también se encontraba Abel realizar unas actividades con ellos y entregarles unas cosas era lindo. Subí al coche que nos llevaría hasta el sitio y de lado mío se sentó mi compañera María era una chica muy despreocupada y eso se refleja en cómo se vestía y su peinado de dona alta también lo gritaba aunque a ella le quedaba perfecto, intente no separarme de ella durante todo la actividad y afortunadamente parecía que a ella tampoco le molestaba mi presencia.

Los chicos que nos acompañaron me sorprendieron porque se miraban mucho más despiertos que yo a su edad, un chico por ejemplo me conto que estaba recibiendo un saxofón, era un instrumento que le gustaba mucho y que esperaba algún día formar parte de una banda famosa y poder realizar sus propias canciones eso me emociono bastante porque me di cuenta que estaba luchando para cumplir esa meta y que más temprano que tarde lo cumpliría.

Salimos sin mucha demora porque realmente era ya algo tarde y todavía teníamos el camino de regreso, el aire estaba fresco aunque agradable.

- Toma - cuando lo escuche me quede confundida y la mano de Abel seguían extendidas y como no logre decir nada continuo diciendo.

- Es una torta, no haz comido nada

- ¿Y tú sí? – dije como oponiéndome a su regaño

- Ten – el repitió

- Gracias

Mis manos temblaban un poco cuando la tome y parecía que él lo sintió porque levanto la mirada y me miro a los ojos no pude sostenerle la mirada y seguí hacia el coche a tomar el mismo lugar con María. En el camino en esta ocasión yo me sentía aturdida con esa acción Tina disfrute mucho la torta que fue capaz de quitarme el hueco de hambre que tenía en el estómago.

Pero a veces las acciones de Abel me dejaban pensando mucho, no creo que yo me mereciera que a veces me ignorara y otras veces tuviera buenos gestos conmigo.

22 de marzo 2018

La tarde era perfecta así que tuve la gran idea de ir a nadar, lo consideraría como realizar ejercicio, hice una llamada a Ele pero no me contesto entonces decidí ir sola algo que no me preocupaba.

Cuando llegue a nadar vi que el lugar estaba concurrido pague mi entrada para comenzar a disfrutar las aguas termales, tenía un bañador completo me encantaba que la espalda estuviera descubierta creo que el corte así ver que tenía una buena cintura y cadera y eso lo agradecía definitivamente.

- ¿Puedo quedarme? – dijo alguien cuando salía del agua, apenas miraba sabía que era la voz de Abel pero limpie bien mis ojos y lo mire

- ¿Qué haces aquí?

- Creo que ambos nos gusta un poco nadar

En eso tenía razón pero su pecho desnudo no creo que me permitirá concentrar en nadar sus brazos realmente era anchos y fuertes, su espalda era perfecta y sus abdominales aún más, ¡My angel! cumpleme el deseo de observar para siempre esa obra de arte.

Mis pensamientos me hicieron sonrojar y debía parar, me concentre para tener una conversación decente.

- Espero no aburrirte

- ¿De verdad me estás diciendo eso?

Por la forma en que me pregunto realmente parecía estar molesto o quizás decepcionado.

- Emily creo que tú no te has dado cuenta que no me aburres, eres la única persona con la que puedo hablar y con la que he hablado en este último año.

Lo mire, era egoísta y quería creer que eso era realmente cierto.

- ¿quieres seguir nadando? Asentí

Tuvimos una pequeña competencia de trecientos metros donde gane aunque sospecho un poco que él se dejó ganar, terminamos un poco cansados por lo que decimos ir a la parte de afuera y tomar una bebida.

- Se ve increíble

- ¿Quieres que nos quedemos aquí?

- Si

Nos metimos a esa piscina al aire libre las luces de la ciudad que ya se miraban eran perfectas, en las mesas del jardín también estaban colocados algunas lámparas que aunque ya comenzaba a refrescar lucia como una atardecer nos colocamos en una de las orillas de las piscina simplemente a contemplar ese vista pero yo solo quería contemplar su carita y su cabello mojado y ni que decir de su brazos y espalda.

- ¿Has pensado que vas hacer cuando terminemos la preparatoria?

Era una pregunta que nunca se me cruzo por la cabeza y eso me hizo pensar que él ya tenía un futuro planeado y me hizo sentir un poco torpe tuve que ser sincera y con vergüenza confesé que no sabía que iba a realizar al terminar la preparatoria.

- Abel ni siquiera sé si me voy a graduar

- Nos tenemos que graduar Emily- dijo entre una carcajada

- Tú eres demasiado inteligente y será para ti más fácil ingresar a la universidad que elijas en la carreras que quieras.

- Emily para ti también

Vio mi cara de duda

- Emily el cielo es tu limite lo único que debes seguir haciendo es esforzarte en cumplir tus metas como lo has hecho hasta ahora.

Esas palabras realmente se me quedaron en el corazón, realmente las creí y por eso te quiero compartir a ti Tina que por eso me esforzare al máximo porque él cree en mí pero no pude ver otra cosa en sus ojos.

- ¿Quieres ir al área de toboganes?

Acepte encantada era un área donde la piscina además de tener los toboganes tenían olas eran increíblemente divertido para las personas que les gustaba la adrenalina, no sabía que a Abel le gustaba.

Quiero más días como el vivido el día de hoy donde lo único que debo hacer es disfrutar de Abel y preocuparme por conocerlo mejor.