Faltaba unos pocos minutos para que empezara su turno y Emily  se encontraba en el trabajo algo que estuvo perfecto porque  tuvieron que ir al cuarto de atrás  para ponerse de acuerdo sobre los horarios laborales y  cerrar caja chica para darles bien las cuantas a Don Julián con la experiencia de ambos fue un poco más fácil realizar las cuantas de la caja chica

-Creo que deberías a ver estado acá desde hace más tiempo atrás – dijo José como una forma de cumplido

-¿Por qué?

-Eres muy  buena para las cuentas

Emily tomo el turno y el chico José salió  aún más enérgico aunque mientras lo miraba alegarse se preguntaba ¿A dónde se dirige aquel chico que  va tan apresurado pero tan contento? Y de inmediato  irrumpió la vitalidad que transmitía

Llego del trabajo directo a su recamara y se  dirigió a la mesa donde tenía las cosas de la escuela realmente desde antes que se terminara el curso muchas cosas ya no habían sido tocadas y estaba intentando seguir el consejo de su madre y comenzó a ordenar además de que le ayudaba a mantenerse ocupada, hace mucho tiempo que no escuchaba música y fue lo primero que movió, el reproductor lo puso en el cajón de la mesa  y sus  libros los puso en la mochila. 

En la mesa se logra ver una libreta de gruesos aros que quizás resaltaba entre todas porque era una  libreta floreada y de tonos pasteles pero lo que más podría llamar la atención era que gritaba el dolor que había escrito ahí,  el diario de Emily que aún no tenía la fortaleza de abrirlo pero tampoco sabía qué hacer con él con la historia de amor que estaba escrita ahí,  graciosamente la consideraba como una buena amiga a la que  llamaba Tina y le había comenzado a escribir en unas vacaciones de invierno quizás porque en el fondo sabía que lo necesitaría para no volverse loca en esa etapa inicial de la preparatoria.

Jueves 13 de Septiembre 2017

Ya estaba ansiosa por escribir y no es porque tenga muchos novedades si no porque aquí me siento cómoda cuando tengo muchas emociones.

Bueno la preparatoria empieza bien llevo pocos días pero realmente me encantan las clases, con la maestra Hilda me fue muy bien teniendo en cuenta que es una de las maestras que no les da  miedo mostrar desde el principio lo estrictas que son y claro eso también ha provocado que se empiece a formar las pequeñas rivalidades entre el grupo ya que todos quieren mostrarle que son los más inteligentes y creo que la maestra lo sabe y lo usa a su favor.

Hay algo que me llamo más la atención y es una voz ¿Abel canta ? Debo decir que también me gusto la nueva letra sobre la fotosíntesis que creo con su equipo en general  fue una dinámica divertida teniendo en cuenta que era una clase muy teórica aunque me puse un poco nerviosa cuando me tocó a mí porque mire un par de celulares grabando y uno de esos era el suyo.

-¿Quieres ir al súper mercado conmigo Emily?

La señora Gabriela había entrado  a la recamara y empezó a ver qué Emily le había hecho caso y finalmente estaba ordenando las cosas de la escuela aunque no hizo ningún comentario sin embargo no hacía falta porque la satisfacción emanaba por el aire se podía hasta tocar, algo que era bueno porque quizás no puso atención en cómo Emily se sentía en ese momento y por eso  accedió acompañarla  sabía que  sería una buena forma de alejarse un poquito de los sentimientos que el diario había provocado así que lo único que hizo fue tomar una sudadera rosada que combinaba perfectamente con sus tenis blancos.

Ya el coche se encontraba afuera y  la señora Gabriela se metió dentro del carro, se puso el cinturón de seguridad y Emily la imito, en cuanto encendió el coche se empezó a escuchar por la bocina un programa de chisme  a la cual ninguna de las dos parecía poner atención Emily más bien abrió los  vidrios para dejar pasar todo el aire necesario

- ¿No te molesta despeinarte? – pregunto la señora Gabriela

-No

Realmente disfrutaba sentir como el aire golpeaba su cara, su cuerpo y sentir que se  enfriaba su rostro las sensaciones como el frio, calor, hasta los hormigueos en el cuerpo la hacían recordar que su cuerpo estaba vivo.

Lunes 17 de septiembre 2017

Tina me encantaría hablar con Abel y no sé porque  algo me dice que nos parecemos en la facilidad que tenemos para ponernos nerviosos la timidez nos gana.

Y paso algo muy extraño o eso desde mi punto de vista y tu amiga Tina me vas ayudar dándome tu opinión. Las clases se habían terminado  yo me tarde un poco en guardar mis cosas ya estaba dirigiéndome a la puerta cuando vi a Abel ahí seguía parado afuera como esperando algo y me pareció que tuvimos unas miradas fugaces tan rápidas y frías que solo pude dar un par de pasos enseguida Sandra apareció y lo abrazo por detrás, a él lo tomo por sorpresa pero sonrió y fue ahí cuando yo seguí mi camino a casa con Valeria la única compañera  que había conseguido en esa primera semana.

Era de hecho más importante en ese momento volver a salir de la cama para que no se le hiciera tarde para estar en el trabajo, considerando que iba a tener el turno de la mañana y que sería la que iniciaba con todas las actividades en la peletería. Cuando salió ya lista para solamente tomar un desayuno ligero  encontró que su hermana estaba cociendo un short de entrenamiento de gimnasia. 

-Hermanita – saludo alegre Valentina

- Hola -  y le ofreció la sonrisa más cálida que pudo

- Debería empezar a usar lentes – su tono de voz fue preocupado

-¿Qué? ¿Por qué lo dices? – pregunto interesada

-No puedo meter el hilo en la aguja

-Bueno creo que eso es un poco normal

Y le quito la aguja y el hilo para tratar de ayudarla y realmente le fue un poco más fácil  pues afortunadamente tenía una vista increíble, cuando se lo devolvió le dio las gracias y Emily prosiguió a tomar una manzana y un jugo realmente esperaba que le ayudara a llenarse de energía porque sabía que lo necesitaría en el trabajo efectivamente era de estar  parada casi todo el día y caminando de un lado para el otro por las cosas que pedían los clientes además de que se tenían que hacer constantes viajes a la bodega para remplazar los anaqueles que se iban desocupando.

-Buenos días - saludo muy amable don Julián

-Buenos días

Rápidamente se puso el  carnet  que se encontraba en una cajita donde ponían papelitos era el mismo carnet que me había entregado el señor Julián desde que comenzó a trabajar ahí hace dos años y después se dirigió por un par de cosas para comenzar a limpiar el lugar, y agradeció  que no estuviera tan sucio  eso significaba que el chico se preocupó por limpiar eso le agrado de él y cuando termino su turno hizo lo mismo porque quería hacer bien su trabajo además de que era una buena forma de corresponderle. Salir de casa y comenzar esa rutina de trabajo mantenía tranquila a su familia algo positivo para ella también pues ya no sentía las miradas de lastima.

Era fin de semana y  se había cumplido la primera semana de trabajo y eso se notaba porque se levantó un poco tarde pero al menos las ocho de la mañana era una buena hora para a ver recuperado algo de energía y pagar algo de deudas de sueño, se sentó en la orilla de la cama intentando despertarse por completo para poder meterse a la ducha realmente sabía que la señora Gabriela  iría de nuevo de compras y le pediría su compañía  para realizar las adquisiciones y los pagos de unos servicios, el sonido del teléfono de la casa hizo que más rápido se despertara abrió por completo los ojos y se cuestionaba ¿Por qué nadie contesta? Realmente Emily no quería escuchar ese sonido molesto y estaba a punto de salir para levantar el teléfono.

-No... el citatorio no ha llegado

Escucho decir a su madre, Emily no quería escuchar eso, ni siquiera quería que su madre volviera a escuchar esas palabra en su vida pero no podía en eso momento hacer algo así que lo único que logró hacer es meterse a la ducha con agua helada que duro lo suficiente como para aclarar sus ideas, cuando salió y vio a su madre se dio cuenta que era más fuerte que ella y sabía que su padre también estaba fuerte y  lidiando con esta situación  no  quedaba más que tomar de ellos la fuerza para seguir en ese camino de la vida aunque para ser sincera aun no sabía que camino ahora debía tomar o como se debía manejar.

-Pensé que aun dormías

Fue lo primero que dijo la señora Gabriela y Emily  quería decirle que había escuchado que había vuelto hablar el abogado quería saber que pasaba, y miro sentada a su hermana con su cabello recogido en una chonga alta  y una sonrisa que verla así la freno para dejar tranquilas las cosas o al menos por el momento.

-No pero descanse lo suficiente

-Bueno creo que no hare la diligencias sola entonces – dijo Gabriela

- No, te acompaño – respondió Emily

-Bueno creo que sería divertido salir y comer todos juntos por fuera – dijo Valentina ilusionada y la señora Gabriela aprobó la idea

-¿Papá? –  Emily quería saber si él también las acompañaría

-No puedo querida   aunque saldré pronto del trabajo y podremos ver una película

-Bueno – dijo ilusionada por el plan de películas propuesto por su padre

Valentina corría por la casa buscando sus zapatos mientras su mamá despedía en la puerta al señor Sergio. Emily camino hasta su cuarto  para acomodarse de nuevo el cabello rebelde que tenía pero lo hizo rápido para estar en el carro los más pronto posible y así fue y como vio que Valentina no se encontraba ahí,  sintió que esa era el momento para hablar con su mamá ese el momento en el que se sentía valiente

-Mamá escuche el teléfono

Pudo ver como esa simple aseveración la había sacado de  control cuando ella lucha por tener todo bajo su dominio 

-¿Escuchaste? Tartamudeo un poco

-Si

-Emily  no..

-No estoy asustada mamá solo quiero saber que está pasando

Le mintió para poder verse fuerte y que su mamá le dijera la verdad de lo que estaba pasando quería estar a la expectativa de su situación legal, tenía derecho de saberlo.

-Solo hablo el abogado Rafael porque paso por la fiscalía y vio que en el caso de Abel había un citatorio y pensó que era para ti.

Entonces se imaginó al licenciado en la fría fiscalía, era imposible que no se le cruzara la idea de que si el licenciado  Rafael preguntaba por su situación legal era porque el proceso no termino, ¿Sería solamente un descanso de las preguntas y  las leyes?