22 de Enero 2018

TiNa paso poco y mucho a la vez sabes no sé cómo fue pero Abel se cambió de lugar y ahora toma clases enfrente de mí, ya estaba acostumbrada a que enfrente de mí no hubiera nadie necesitaba ese espacio para ver bien el pizarrón y ahora lo veo a él, su mandíbula perfecta, su olor siempre está en mí y lo único que provoca es que lo quiera abrazar y es un martirio porque no puedo y quizás él tampoco me lo permita.

Hubo un momento en el que esperando al maestro de la clase de estadística giro su cuerpo para poder hablar conmigo quería saber si tenía todas las tareas del día, quizás me consideraba la más organizada pero él es más inteligente, fuimos interrumpidos por un chico era el mismo chico con el que días anteriores me encontré mientras compraba el café, no soy muy buena con los rostro pero el del sí lo recordaba.

El chico entro dando un anuncio de grupo de baile, para serte sincera TiNa su mirada me intimido un poco así que permanecí con la vista clavada en mi libreta y con un lápiz en mi mano para parecer que realizaba deberes, para mi infortunio Abel se anotó en el grupo de baile, me sorprendió que lo hiciera no porque no fuera un buen bailarín, desconocía que tuviera ese interés.

Yo no pude retractarme mi orgullo no me lo permitía, aunque antes de irse el chico se me acerco y entre susurros me dijo todavía estas a tiempo, no quisiera que te quedaras fueras de este proyecto.

24 de Enero 2018

Que Abel conociera a mi hermana hoy no estaba planeado, para mí era una simple visita a una presentación de arte en un auditorio de la ciudad, tuve que acompañar a mi hermana pues mis padres no se encontraban en casa.

- Es mi tarea de clase de gimnasia – dijo Valentina

No entendía cómo era posible eso pero tampoco pude decirle que no ¿A quién le haría mal ver arte? Yo creo que para Abel también fue una sorpresa encontrarnos al final de la presentación, se encontraba acompañado de una mujer de aproximadamente unos cuarenta años así que supuse que era su madre se despidieron tan rápidamente que no tuve la oportunidad de obsérvala claramente y él se acercó a nosotros nos saludó amable como suele ser. Portaba una playera negra formal adecuada para ocasión y un pantalón negro simple que lo hacía lucir estúpidamente sexi, quería contemplarlo todo la noche.

¿Acaso era como estaba peinado su cabello? Todo eso no hacía que me concentrara mucho en que decía Abel hasta que lo escuche decir.

- Ustedes no parecen hermanas

A nosotros nos dio risa porque era la típica reacción de las personas que nos conocían pero Abel pareció no entenderlo.

- ¿Ustedes donde se conocen? Pregunto Valentina

- Compañeros de escuela – dijimos al mismo tiempo algo que fue gracioso

- ¿Quieren ir por algo de comer?

No creía que fuera adecuado aunque si sabía que si me quedaba más tiempo sería casi imposible negarse y mi madre no tardaría en llamar y se enojaría si no estábamos en casa.

- Debemos irnos – dije esperando que fuera todo

- ¿Un café? – pregunto de nuevo

Mi hermana nos observaba esperando que tomáramos una decisión

- ¿Verdad que quieres un café Valeria?

Nada original la forma de tratar de convencerme y para variar sonrió dejándome sin aliento.

- Si nos caería bien uno... - dijo Valeria

- Pero ... Valeria – intentaba convencerla

- Será rápido - dijo Abel

Fuimos a un lugar no muy lejos de ahí era un lugar realmente confortable y cálido afortunadamente pudimos tener un lugar en la terraza donde atendían un poco más rápido y además teníamos una vista increíble de la luces de la ciudad el clima era frio pero agradable bueno ya sabes me gusta sentir lo fresco en mis mejillas y me gustaba como los labios de Abel tenían un color rojo intenso.

- Arte entonces – dijo Abel después de tuvimos todos nuestras bebidas en la mesa

- Realmente es mi hermana la que tenía que estar en el evento y conoce de arte

- Lo único que hago es gimnasia y deporte – dijo Valentina

- Mi madre es la que le gusta la pintura... para ser sincero no entiendo mucho de arte

- De técnicas es lo único de lo que podríamos hablar – dije

- ¡Y de danza!

Parecía una plática amena de arte y danza algo que no imagine que tuvieran en común y aunque Abel decía no comprender mucho de pintura sabía mucho de diferentes pintores y de las técnicas empleadas en sus dibujos se notaba la influencia del gusto del arte por parte de su madre. Entonces pude fantasear con el padre de Abel siendo militar y su madre con amor al arte ¿Cómo se conocerían? ¿También saldrían a tomar café? Pensaba que todas las personas debíamos de tener algo de arte en nuestra vidas.

- ¿Tu hermana sigue sin aceptar que es buena en baile?

Decía Abel y a mis mejillas se pusieron coloradas, no las miraba pero sentí el calor y eso ocurría cuando me ponía nerviosa.

- Más bien no me interesa

Le dio un sorbo a su café, pero pude ver en su cara una expresión que parecía ser de decepción.

- Es una pena – dijo Abel

Mi hermana en ese momento tiro de mi chamarra por debajo de la mesa, y pude observar esa mirada picara, su rostro decía ya lo entendí todo.