*Beep... Beep... Beep...*

-Mello...-. Lidner le miró, estaba en la camilla del hospital de Japón, había sido ingresado como "Coil", el hermano de Lidner. -Por tu culpa...-.

...

-Quiero saber el estado de Mello-. Exigió Near. Tenía expresión de enfado, o más bien, de seriedad.

-Los médicos no pueden decir mucho de él... Dicen que vivirá, pero muy limitado-. Dijo Lidner.

-Explícate-. Dijo Near.

-Pues... Que no podrá pensar por el mismo...-. Near agachó la cabeza, y Rester le miró.

-¿Quieres decir que no podrá ni caminar, ni hablar, ni pensar, ni comer?-. Preguntó el comandante Rester.

-Exacto-. Dijo Lidner. -Lo siento Near, fue culpa mía-. Near miró hacia el suelo.

-No Lidner... Fue culpa suya-. Near se puso rojo de furia, y apretó el dedal de Mello lo más fuerte posible. -Fue culpa de ese idiota-. Near apretó los dientes, y de pronto, sonó una alarma.

-¿¡Que está pasando!?-. Preguntó Rester, y miró las cámaras de seguridad. -¡Alguien ha entrado a nuestros sistemas y ha hackeado las puertas de seguridad!-. Gritó.

-Me hago una idea de quién puede ser-. Dijo Near, y de pronto, en la sala, entró alguien.

-¿A-Alguien me da hielo por favor?-. Preguntó Matt, con sangre en la cara, sus brazos, y el torso.

-Hola Matt, cuánto tiempo...-. Dijo Near.

-Hola Near... ¿Qué tal todo?-. Dijo Matt.

-Bien, hasta que tú y Mello habéis actuado demasiado pronto-. Dijo Near. -Lidner le dijo a Mello que necesitaba obligar a alguien a apuntar un nombre en el cuaderno de muerte, por razones que ahora mismo no te convienen-. Explicó Near.

-Al que está haciendo ahora de Kira, ¿Cierto?, Ya que L, que es Kira, no actúa como tal porque está siendo vigilado, sino que otro tío es Kira, y de intermediario usaban a Takada, ¿Me equivoco?-. Preguntó Matt, pasando adentro, y Rester le atendió.

-Veo que estás al día...-. Dijo Near.

-Near, ¿Quién es este?-. Preguntó Rester.

-Era un sucesor de L. Uno muy estúpido, y también el mejor amigo de Mello-. Matt le sacó el dedo a Near.

-Que te den-. Dijo Matt. -La última vez que hablé contigo, me prometí no verte nunca más en mi vida, porque eres un idiota sin sentimientos, pero no tenía a nadie más-. Matt sonrió. -Ahora entiendo porque Mello me llama perro... Porque me arrastro a la inmundicia. Si necesito ayuda, hasta soy capaz de pedírtela a ti... La única persona que odio-. Dijo Matt, y Near miró hacia abajo.

-Mello... Es como si estuviera muerto...-. Matt se sorprendió. -No podrá caminar, ni pensar, ni hablar, ni nada que no sea existir como una planta...-. Near soltó una lágrima, pero su voz no parecía rota.

Matt se quedó sorprendido, y después, suspiró.

-Al menos me quedan con él los buenos momentos que he pasado junto a él-. Dijo Matt, quitándose la camiseta y el chaleco para que Rester le cure.

-¿Y te da igual que no puedas pasar más momento con él?-. Preguntó Near, frotándose el ojo para limpiarse la lágrima.

-Al menos yo ya he aprovechado con él lo suficiente. No como tú, dime, ¿Cuántas veces has follado con él eh?-. Near frunció el ceño.

-Comandante Rester, expulse a este idiota de aquí-. Rester tragó saliva.

-Ya me voy yo-. Matt se puso la camiseta, y se dirigió a la salida.

-Espera-. Rester le paró. -Near, quizás Matt podría ser de ayuda-. Dijo.

-¿De ayuda?, ¿Para qué?-. Matt apretó la mandíbula.

-Por si acaso... Además, se nota que no puede caminar y que salga a la calle es peligroso-. Dijo Rester. -Pediremos que trasladen a Mello aquí, sin que L ni nade se entere-.

Near lo pensó.

-De acuerdo... Que Matt se quede en una habitación. Pero quiero a Mello aquí dentro de una hora-. 

-Gracias por tu compasión... Enano de mierda...-. Rester se llevó a Matt.

-Ahhh-. Near se tocó la cabeza, no recordaba cuando fue la última vez que lloró, o que simplemente soltó una lágrima. Ni en la muerte de L la soltó.

...

Matt se tumbó en su cama, ya le habían vendado la zona herida, y se encontraba mirando al techo.

-Mello... Sé que a ti te daba igual morir, ya que tú mismo dijiste que tu vida no tenía sentido después de atrapar a Kira. Pero Near está apunto de hacerlo, ¿Quieres morir?, ¿Quieres quedarte con él, aunque sea en ese estado?-. Matt suspiró, y cerró los ojos. -En caso de que sea la primera opción... No paro de pensar en que en el peor de los casos...-.

Matt abrió los ojos.

-Tendré que matarte-.

Near lo miraba. 

Lidner lo había traído hará ya hace unos 10 minutos, y no era capaz de hacer nada por él. En esos 10 minutos, ya había contactado con L para hablar sobre lo de Takada, pero ahora ocurrían cosas importantes en la vida personal de Nate River.

Mihael Keehl estaba en la silla de ruedas, mirando fijamente a la pared... Si es que era consciente de que solo miraba a una pared.

-Yo... Mello...-. Near miró a Mello. -No paro de pensar en que quizás esto es culpa mía...-. Dijo Near, y miró hacia el suelo.

-Pero es culpa tuya... ¡Idiota!-. Near tiró el dedal de Mello a Mello, y a este le dio en la cabeza. -No... El idiota he sido yo... Pensaba que quizás después de detener a Kira, podría juntarme contigo, y poder expresarme realmente como soy, y decirte...-. Near miró a Mello. -Lo mucho que te quiero-. A Near se le cayó una lágrima. -Porque sí... Yo te quiero Mihael Keehl... Y a ti, yo...-. Near miró al suelo, y lágrimas cayeron a este. -Yo a ti... Nunca te he importado... O al menos... No como tú me importabas a mi...-. Decía Near, mientras que era incapaz de mirar ni siquiera la espalada de Mello. -Y pensaba que querrías estar junto a mi...-. Dijo.

-Sí... Definitivamente...-. Near se sonrojó. -El idiota, he sido yo...-. Near dejó caer la barra de chocolate que tenían en las pertenencias de Mello... La última barra de chocolate de Mello. Su última barra...

-Soy un idiota..., ¿Cómo podrías tú estar enamorado de un inadaptado social como yo?, Soy borde, mandón... Y encima, mi padre nunca me quiso. Abusó de mi, y encima yo lo maté... Fue mi culpa, y también que matarán a mi madre... Soy un asesino...-. Near notó como tocaban su cara, pero cuando levantó la vista, solo vio como la silla de Mello seguía allí, con Mello. -¿Me-Mello?-. 

¿Como era posible?...

Near lo sintió, no estaba loco, lo sintió. Notó como algo le tocaba, era un aura o algo... Pero sentía algo.

Near se levantó, y se dirigió hacia Mello. Cuando lo rodeó, y vio su cara, quiso romper a llorar.

Su cara estaba un poco más quemada, llegando casi al ojo derecho. Sus labios seguían intacto, y su nariz casi estaba quemada por completo. Por lo demás, parecía igual. La ropa era la que llevaba en el momento del secuestro. Llevaba una camiseta negra y unos pantalones tejanos, que le intercambiaron por unos de pijama azul fuerte.

-Vaya...-. Near sonrió. -Es como tu ropa... Del orfanato...-. Near sonrió, acordándose del orfanato.

Near se sonrojó, y una lágrima cayó de su ojo, pero después, se la limpió.

-Que pensará... El gran Mihael Keehl, si me ve llorar por él...-. Near se rio levemente. -Pensarás que soy idiota, y que en cierta parte... Me has ganado-. Near sonrió.

-Y si... Idiota... Me has ganado-. Near dio un beso en los labios de Mello, después, decidió abrazarle. -Siempre me ganaste...-. 

Los dos se quedaron abrazados durante un buen rato... Hasta que Near tuvo que ponerse a trabajar de nuevo...

Rester llegó a la habitación de nuevo.

-Vale... Por favor, estate con Mikami tanto tiempo como puedas y ven al muelle Daikoku el día 28 a la 1:00 pm-. Ordenó Near, enroscando un mechón de cabello en su dedo índice.

-De acuerdo-. Dijo Gevanni.

-Una última cosa-.

-Dime-. Dijo Gevanni.

-... ¿Estás seguro de que puedes hacerlo?-. Preguntó Near.

-Sí, estaré bien-. Dijo Gevanni.

-Comandante Rester, Lidner, Gevanni-. Dijo Near, poniéndose el dedal de L, y mirando a Mello. -Haced todo lo que podáis-.

-¡SI!-. Gritaron todos.

-Mello...-. Near miraba a Mello. -¿Te recuperarás alguna vez?-. Preguntó Near. -Espero que sí...-. Dijo el albino, cabizbajo.