[SÁBADO]

Mello y Matt se encontraban en el comedor. Era la hora de comer, y habían servido pizza. 

-Que asco-.

Matt vio la pizza hawaiana que le habían servido.

-Toma, no la quiero-. Matt le dejó a Mello su pizza hawaiana. -¿Me das la tuya?-. Preguntó. Mello vio la pizza que Matt le ofrecía, y se relamió los labios. 

-Sí, claro, toma la mía-.

Los dos se intercambiaron la pizza.

-Ahora sí, que rico-. Dijo sonriente Matt, disfrutando de su pizza barbacoa.

Mello, en cambio, prefirió no comerse su pizza hawaiana...

De pronto, una chica se acercó a nuestros dos amigos.

-Encantada, soy Linda-. Dijo la chica de pelo ondulado y rubio ceniza, presentándose ante Mello y Matt.

-¿Qué quiegres?-. Preguntó Matt con la boca llena, mientras Mello se percataba de la notable belleza de aquella chica. Juraría que es la chica más hermosa que había visto en su vida.

-Bueno, estoy harta de sentarme sola y... me preguntaba si podía sentarme con vosotros-. Dijo esta un poco sonrojada, sonriendo levemente.

-Haz lo que quieras-. Dijo Matt.

-Claro, como quieras-. Dijo Mello serio, como su amigo, intentando aparentar indiferencia, tampoco podía fiarse mucho de la...

Un momento. Mello miró a su lado, ¿Desde cuando ahora come con ese chico que llaman Matt?, ¿Porqué lo hace?, ¿Desde cuando se han hecho amigos?, Espera, ¿Son amigos? Mello lo veía, comía tranquilamente, mirando al horizonte pensando en sus cosas, y sonrió. Había conocido gente en la Wammy's, pero todos eran o demasiado amables, o bordes, o entrometidos. En cambio Matt, era un chico autónomo, que vive por si mismo, y aunque tenga amigos, no es un pesado, tampoco es tan educado, y tampoco es borde, simplemente es "seco", o más bien, "indiferente".

Los dos habían forjado una pequeña amistad durante estos días en la estancia de Mello, y el rubio podía decir que quizás si, Matt era el chico más indicado para decir que es su amigo. Dudaba que alguien tan indiferente pudiera abandonarlo como sus padres hicieron en ese gesto tan cruel, demostrando que son seres despiadados.

-Guay-. Sonrió Linda, y puso su bandeja en la mesa, para sentarse. Matt la miró de reojo, y vio aquellos ojos tan bonitos de color negro, en contraste con su rubio tan claro.

Matt, para no distraerse más, miró de nuevo al frente, tragó lo que tenía en la boca, y se metió otra patata frita en su boca.

-¿Y qué tal todo?-. Preguntó la rubia. -Sé que tú te llamas Matt, pero a ti no te conozco, y al chico nuevo que llegó ayer tampoco-. Sonrió, se le veía muy amable, y en cambio, a Mello no le molestaba, porque parecía que no era forzado, sino que realmente era así de educada.

-Me llaman Mello, y al enano al que te refieres... se llama Near-. Mello apretó el puño. -Es un idiota impresentable-. Linda se sorprendió por el lenguaje agresivo que utilizó Mello.

-¿Por qué lo insultas?-. Preguntó, y Mello le miró confundido.

-¿Qué?-. Preguntó Mello.

-No está bien insultar a la gente, ¿Acaso te hizo algo?-. Preguntó Linda.

-Hm... ayer me presenté y le costó muchísimo decirme su apodo. ¡Y encima cuando le ofrecí mi mano, pasó de mi cara y se fue sin ni siquiera decirme adiós!-. Linda se sorprendió un poco, y después, sonrió. -¿Qué pasa?-. Preguntó de nuevo, un poco molesto.

-Mello, hay gente tímida en este mundo, y más cuando acabas de llegar a un orfanato, y cuando se llega a un sitio así... no es por razones muy buenas-. Dijo Linda, y Mello se sorprendió, quizás tenía razón, pero... -Cuando yo llegué, no quería hablar con nadie, hasta que hice un par de amigos pero, la gente aquí es un poco cruel, se meten conmigo porque me gusta pintar cuadros, y ser L no es muy de mi agrado-. Matt miraba a Linda, le interesaba aquella chica. Mientras que Mello le miraba porque Linda comenzaba a agradarle, parecía una buena persona.

-¿Nunca habéis escuchado lo de A?-. Preguntó Linda.

-Sí claro, eso ocurrió hace un año-. Contestó Matt.

-¿El qué?-. Preguntó Mello, y Linda se puso nerviosa.

-Emm... yo...-. Linda miró al suelo.

-Habían dos chicos de aproximadamente 17 años en este orfanato, no recuerdo muy bien sus nombres-. Mello miró a Matt, y este a Mello. -Ese tal A se suicidó, y su mejor amigo se escapó-. Mello se sorprendió.

-Yo los conocí-. Ahora miraron a Linda de nuevo. -Y cuando los dos dejaron de ser sucesores de L, comencé a ser la más lista, hasta que un tal Matt me superó, es decir, tú-. Matt la miró, quiso sonreír, y lo hizo, pero muy levemente, Mello lo miró, y se asustó, era la primera vez que veía a su ¿Amigo? sonreír.

-Y después llegaste tú Mello, y entonces creo que debo centrarme en lo que se me da mejor, pintar-. Mello sonrió, le comenzaba a gustar aquella chica, quizás podría hacer una nueva amistad aquí.

-¿Por qué no nos enseñas uno de tus cuadros?-. Preguntó Mello, y Matt le miró, dudando de si aquella chica era del agrado de Mello "en aquel sentido".

-Ay, que vergüenza-. Dijo esta sonrojada. -Bueno, está bien, os lo enseñaré después de clase-. Mello asintió.

-Bien-. Sonrió Mello, y de pronto, giró su cabeza, al ver a un chico en el comedor, cogiendo a otro por la nuca.

-¿¡ENTIENDES!?, ¡SI TE PIDO TU COMIDA, ME LA DAS!-. Gritó aquel estúpido bravucón. Era un chico bastante mayor, con pelo negro y corto. Llevaba una chaqueta de cuero, y parecía estar bastante amargado.

-¿Quién es ese?-. Preguntó el rubio, intrigado.

-Es otro idiota más. En este sitio hay muchos-. Dijo Matt, sin levantar la vista de su plato. Seguía comiendo.

-Se llama Cody. Es bastante... idiota-. Dijo Linda, negando. -Es un abusón, siempre se mete con todos los demás por "ser el más fuerte"-. Dijo Linda, rodando los ojos. -Aquí lo consideran el rey de Wammy's-.

Mello frunció el ceño.

Al rubio le vino la gran idea de que si se hacía el rey de este lugar, podía ser respetado y querido por las personas, ya que él se encargaría de proteger a todos de cualquier abusón.

-Si él es el rey, yo soy republicano. ¡Ahora verá!-. Mello se levantó, dirigiéndose hacia ese tal Cody.

-¡N-No, Mello!-. Advirtió Linda, pero Mello no le escuchó.

Mello se acercó a ese tal Cody.

-Eh, tú-. Cody miró al rubio, y se levantó de su silla.

-¿Qué coño quieres?-. Preguntó Cody, frunciendo el ceño.

Todos los niños miraron extraño al recién llegado, Mello, ya que estaban sorprendidos de que el nuevo plantara cara al rey de Wammy's.

-¿Por qué no dejas en paz a la gente, "rey de Wammy's"?-. Preguntó Mello.

Cody le cogió del cuello de la camisa.

-Escúchame, niñato de mier...-. Mello le escupió en la cara.

Cody lo alzó como si fuera un muñeco, y lo estampó contra un plato de comida.

-¡M-MGHJ!-. Se quejó Mello.

-¡ESTÁ RICA EH!-. Gritó Cody.

-¡SUÉLTAME HIJO DE PUTA!-. A Cody no le gustó nada escuchar eso, así que cogió a Mello, y... -¡AHH!-. Cody le soltó un enorme puñetazo, y lo soltó, dejándole caer al suelo.

-Vete de aquí ahora mismo... si no quieres que sea peor-. Mello se tocó la nariz, le estaba sangrando.

Mello vio que todos le miraban, ahora pensarían que es un idiota. Mello se levantó, y se dirigió hacia su sitio para seguir comiendo.

-Te lo advertí...-. Dijo Linda, y Mello se limpió restos de comida de la cara.

-Ese malnacido...-. Matt miró a su nuevo amigo. -Algún día, me las pagará...-. Dijo, frunciendo el ceño.

Cuándo terminaron de desayunar, Mello y Matt caminaron juntos, dirigiéndose a clase.

-¿Te gusta?-. Preguntó el rubio, y Matt le dio al pausa en su gameboy.

-¿A que te refieres?, ¿A ella?-. Preguntó el castaño.

-Sí, me refiero a ella-. Dijo Mello.

-Bueno, es tierna, pero no me interesan las relaciones amorosas-. Matt murió en su juego. -Me distraen...-.

¿De que le distraían?, ¿Acaso Matt tenía un objetivo tan importante en su vida?

-Matt, ¿Tú y yo somos algo así como amigos no?-. Preguntó el rubio.

-Nos vemos día y noche, ¿Tú que crees?-. Preguntó sarcásticamente, dándole la confianza necesaria a Mello para hacerle la pregunta que quería.

-¿Tienes algún objetivo en esta vida Matt?-. Preguntó Mello, interesado, Matt ni se lo tuvo que pensar.

-Sinceramente no, tengo 4 años, y ahora mismo solo quiero dejarme llevar-. La filosofía de Matt no era tan compleja, a simple vista podría parecer un vago que solo juega videojuegos, pero no era así. Tampoco era alguien profundo, de eso estaba claro, no era el típico chico que tiene una historia detrás, que es alguien profundo y complejo de entender, Matt es solo alguien que en vez de tenerlo todo planeado, preparar su futuro, o preocuparse por lo que pueda pasar por sus acciones..., Es alguien que prefiere actuar con lo que se le presenta, y después, asumir las consecuencias, no valía eso de arrepentirse por lo hecho.

Era alguien que vivía el presente, ni el pasado, ni el futuro, solo el presente.

Ante aquella reflexión, Mello sonrió.

Comenzaba a caerle mejor su nuevo amigo.