Sin vuelta atrás; EP Nº31 [Llamada] Engaño
Mello se había ido hace rato, y Near se encontraba meditando sobre la información que su rival le había proporcionado. Tenía que intentar averiguar cuáles eran exactamente las reglas falsa.
-Reglas falsas...-. Pensaba.
"Los humanos cuyos nombres sean escritos en este cuaderno morirán."
"Este cuaderno no tendrá efecto a menos que el que escriba tenga en mente la cara de la persona en el momento en que escribe su nombre."
"Eso quiere decir que, personas que compartan el mismo nombre, no morirán."
"Si se especifica la causa de la muerte antes de 40 segundos después de escribir el nombre, sucederá tal cuál esté redactado."
"Si no se especifica la causa de la muerte, esa persona simplemente morirá de un ataque al corazón."
"Después de escribir la causa de la muerte, los detalles sobre ésta deberán ser escritos en los siguientes 6 minutos y 40 segundos."
"Si el cuaderno es inutilizado rompiéndolo o quemándolo, morirán todos los humanos que hayan entrado en contacto físico con él"
"Si la persona que ha escrito mínimo un nombre en el cuaderno, no vuelve a escribir otro nombre en un máximo de 13 días, morirá."
-Los ataques al corazón y la manipulación deben ser ciertos, pues han ocurrido-. Deducía Near en su mente. -Inutilizar el cuaderno puede que no haya sido probado, ya que el cuaderno sigue existiendo-. Decía mientras manipulaba sus cartas... ¿Astrales? -La regla falsa debería ser la que dicta que morirá aquel que escribe en el cuaderno si no escribe otro nombre en 13 días-. Pensaba, dando en el clavo. -Si es así, entonces tendría que...-. Comenzó a pensar algún plan. -Gevanni, póngame en contacto con L-. Ordenó.
-Ahora mismo-.
Y así fue.
-L, hemos atrapado a Mello-. Mintió.
-¡Bien!-. Se escuchó al fondo.
-Pero ha escapado-. Dijo, tramando una estrategia digna de L. -Aún así, pudimos interrogarlo-.
-Near, no escapó, más bien, lo dejaste ir, ¿Verdad?-. Preguntó el falso L. Aunque seas un idiota, no vas mal encaminado. -¿O aún sigues con él?-.
-No. Se ha ido. Dispone de medios para escapar de este tipo de situaciones-. Dijo, y aunque no escapó ya que ni le capturaron, eso no deja de ser cierto. -Descubrimos algunas cosas interesantes, y me gustaría saber tu opinión-.
-...-.
-Mello dijo que el cuaderno pertenece a un shinigami dios de la muerte. ¿Has visto algo así?-. Preguntó.
-Sí, es verdad. No te lo dije porque dudaba que me creyeras-. Mintió el falso L de nuevo.
-Me gustaría poder preguntarle algunas cosas... sobre todo, si es cierto eso de que hay reglas falsas escritas en el cuaderno-.
-...-.
-...-.
-¿Reglas falsas?-. Preguntó. Qué, ¿Nervioso? -Si eso os lo ha dicho Mello, puede que haya intentado confundiros-.
-Puede ser, pero... quiero tu opinión. ¿Cuáles crees que podrían ser las reglas falsas?-. Preguntó Near, insistiendo en aquello.
-Supongo que por eliminación... la que dice que el usuario morirá en el caso de no escribir nombres durante 13 días-. Dijo el segundo L.
-¿Eso crees?, Vaya, yo también-. Dijo Near comenzando a sonreír.
Seguro que el falso L está muy cabreado conque Mello le haya revelado esa información a Near.
-Shinigami, ¿Hay alguna regla falsa escrita en el cuaderno?-. Preguntó el falso L.
-...-.
-Dice que no. ¿No estaría mintiendo Mello? Además, este cuaderno mata personas cuyo nombres estén escritos en él. No podemos permitirnos probarlo-. Decía el falso L.
-Un shinigami está contigo, ¿Verdad?-. Preguntó Near con una sonrisa de oreja a oreja.
-Sí-.
-Dices que el cuaderno está ahora en posesión de la policía japonesa. L... tú también eres parte de la policía. ¿Verdad?-. Preguntó Near solo para confirmarlo.
-Así es-.
-¿Hay alguien más aparte de ti escuchando la conversación?-. Preguntó Near rodeándose de cartas.
-Sí, hay más gente...-.
-Hm... poco a poco lo estoy entendiendo-. Dijo Near, volviendo a sonreír. -Segundo L... y miembros de la policía japonesa...-. Puedo escuchar los latidos del corazón nervioso del falso L desde aquí mismo. -¿Conocisteis en persona al primer L?-.
*Click*
-Ha... colgado. Ha cortado la llamada-. Informó Gevanni.
-Entonces, en la próxima tendrá que responder a mi pregunta sí o sí-. Vaciló Near, sonriente.
Después de unos pocos segundos, el falso L volvió a llamar, y al instante, respondió.
-Es verdad. Algunos miembros de la policía vieron a L en persona-. Afirmó.
-Hmmm... entonces, todos habéis visto a L, ¿Verdad?-. Preguntó, incapaz de borrar su sonrisa y de dejar de jugar con los mechones de su cabello, enrollándolos en sus dedos. -Bueno, digamos... que es una suposición mía, pero... digamos que Kira se encuentra entre aquellos que han visto a L en persona. En ese caso, ¿Por qué Kira, que mató al propio L, os dejaría vivos a vosotros? ¿Por qué no os mató al igual que L? ¿No os resulta extraño?-.
-...-.
-...-.
-Near... este caso no admite suposiciones-.
Near frunció el ceño.
-Ya hemos pasado por muchas situaciones que nos han demostrado que Kira no es ninguno de nosotros. Por eso llegamos hasta aquí. Y por otro lado, el hecho de que estemos todos vivos también prueba que Kira no está entre nosotros. Kira debió conseguir los datos personas de L de alguna forma, eso es lo que pensamos-. Dijo el falso L.
Esto se pone interesante.
-¿Ah sí...?-. Preguntó sin poder evitar sonreír, jugando con sus cartas. -Yo creo que la regla de los 13 días es falsa. Y si es así, ¿Sigues pensando que tu hipótesis es correcta?-. Preguntó.
-...-.
-...-.
-El dios de la muerte dice que todas las reglas son verdaderas. ¿Insinúas que está mintiendo?-.
-Prefiero creer a Mello, la verdad-. Gracias. -Si mi hipótesis es correcta, el dios de la muerte no puede ser de confianza-. Dijo. -Yo diría que Kira está entre vosotros y está haciendo que el shinigami mienta-.
Dijo, juntando dos cartas, la de una calavera, representando a Kira, y la de un demonio, representando al Shinigami y la alianza entre estos dos.
-Near, entiendo lo que dices, pero no podemos escribir un nombre en ese cuaderno. En el pasado ya discutimos sobre su veracidad, pero siempre llegamos a la conclusión de que debemos respetar cualquier vida y nunca probarlo-. Dijo el falso L.
-Que tal... ¿Si escribo yo el nombre de Mello?-. Preguntó.
Espera... ¿Qué?
La sonrisa de Near daba miedo. Era... tétrica.
-Por supuesto, si supieses su nombre-. Dijo, sospechando que ellos ya lo conocen. -Mello debe ser castigado con pena de muerte cuando sea arrestado. Yo lo atrapé, pero escapó por un error que tuve. Debo ser yo el responsable, así que escribiré su nombre. Si especifico el lugar de su muerte, podéis aseguraros de que murió. Después podéis incluso analizar el ADN con los restos del lugar de la explosión-. Decía. -Si muere Mello, y si yo también muero a los 13 días... entonces Kira vencerá. No me importa-.
-...-.
-"Si la persona que está usando el cuaderno no escribe nombres de gente a la que matar en un plazo de 13 días, morirá." Averiguar si esta regla es falsa o no, ayudará a la investigación y no causará grandes daños. Estoy dispuesto a arriesgar mi vida-.
-...-.
-...-.
-Near, por favor, espera un minuto. Vamos a discutir la sugerencia-.
Colgaron de nuevo.
Near estaba expectante. Le encantaba hacer este tipo de... no las llamaré actuaciones, pero sí... "espectáculos". Era algo que le fascinaba. Se sentía inteligente, superior... sabía que iba a acabar capturando a Kira.
-Near, no podemos probar el cuaderno bajo ningún concepto, y cargaremos con la responsabilidad de esta decisión-. Dijo al final el segundo L.
-Es lo que esperaba-. Near se retiró los auriculares, colgando la llamada ahora sí definitivamente.
Esto iba a ponerse interesante.
-Hmmm...-.
Se sentó en el sofá y suspiró.
-¿Vas a llamar?-. Preguntó Matt jugando con su videoconsola.
-Sí...-. Dijo, mirando a su mejor amigo. -Baja el volumen de tu estúpido juguete, ¿Quieres?-.
Matt le miró frunciendo el ceño.
-¡Qué borde!-. Exclamó, bajando el volumen.
Mello sacó su teléfono móvil, y llamó. Después de unos segundos, aceptaron la llamada.
-¿Eres Mogi?-. Se escuchó desde la otra línea.
-Sí...-.
-¿Estás solo?-. Preguntó.
-No...-. Respondió Mogi.
-...-. Mello se quedó callado por unos segundos. -¿Hay alguien cerca de ti?-. Preguntó.
-No...-. Respondió Mogi.
-¿A una distancia desde la que resulte imposible escuchar esta conversación?, Si es así, ve contestando de modo que los demás no noten que estás hablando conmigo-. Dijo el rubio desde la otra línea.
-Bien-. Respondió Mogi.
-Mogi, ¿Por qué no vienes a Nueva York para conocerme?-. Preguntó Mello con una sonrisa muy malvada.
-No voy a decirte nada más a menos que vengas solo al lugar que te indicaré-. Dijo Mello. -No quiero cámaras, ni localizadores, pero no olvides baterías de repuesto para el móvil-. Dejó claro sus prioridades y sus condiciones. -Quiero una respuesta inmediata sobre si aceptas o no venir, colgar el teléfono implicaría la posibilidad de que lo consultaras con los demás, así que no cortes la comunicación, solo podrás apagar el móvil dentro del avión, una vez hayas aterrizado, volveré a llamarte-. Explicó.
Después de varios segundos, Mogi contestó.
-Muy bien... ¿Adónde voy?-. Preguntó.
-Bien, ven ahora mismo y tan rápido como puedas a la salida de la estación de St Nick, de Nueva York-. Dijo.
Mogi cogió su chaqueta, y salió.
-Ya he llegado a la salida de la estación de Nick St-. Dijo Mogi.
-Bien, así me gusta-. Dijo Mello, mirando con los prismáticos por la ventana. -Entra en el edificio que tienes justo delante-. Dijo Mello.
Mello colgó, y después...
-Bi Bi Bi Bi-. El teléfono de Halle sonó, y esta lo cogió.
-Soy yo, Halle, ponme con Near-. Dijo Mello, y Lidner se dirigió a entregarle el teléfono a Near.
-Near, es Mello...-. Dijo esta, y Near lo cogió medio sonriente.
-Mello...,¿Se ha puesto en marcha?, ¿Qué querrá?-. Curioseaba Near.
-Near, ahora mismo llegará a tu despacho un miembro del cuartel de investigaciones japonés llamado Mogi-. Near se sorprendió bastante. -Es un hombre robusto que mide aproximadamente 1'90-. Avisó. -Ha llegado mi turno de utilizarte a ti-. Mello sonrió. -Déjale entrar y sonsácale lo que quieras saber, pero que no apague el móvil, porque me interesa escuchar vuestra conversación-. Dijo. -Si L es Kira, hazle decir algo que lo pruebe, eso a ti se te da bien, ¿Verdad?, Si lo logras, ya me encargaré yo de detener a Kira-.
Near rodó los ojos.
-Mello... rastrero, así tú no te la juegas-. Pensaba Near. -Pero esta manera de actuar es tan...-.
-Near, se acerca un hombre que lleva únicamente un móvil, no lleva cámaras ni nada encima-. Dijo Gevanni.
-No tengo necesidad de sospechar si realmente es un miembro del cuartel japonés...-. Pensaba Near. -Pero si este agente fuera L, y a la vez Kira, Mello ha entrado en contacto directo con L. Aunque no creo que L, Kira, se ponga en marcha personalmente, ni tampoco que Mello pretenda matarme... aunque las probabilidades no son nulas...-.
Near entonces llamó al segundo L.
-¿Que pasa Near?-. Preguntó el falso L aceptando la llamada.
-Perdón, me he equivocado-. Dijo Near. -Pues no, no es L-. Sentenció Near. -Entonces debo apresurarme-.
-Dejadle pasar-. Aceptó Near.
-Sí-. Dijo Lidner.
Mogi entró, y se sorprendió demasiado.
-Buenos días. Encantado, soy Near-. Dijo, sin darse la vuelta.
-Near... tenía que ver a Mello, pero ha acabado siendo Near. ¿Qué está pasando aquí...?-. Se preguntaba Mogi confundido. -Entonces Mello y Near están compinchados...-.
-Siéntate por ahí, anda, me gustaría preguntarte varias cosas-. Dijo Near, y Mogi se sentó en una silla que había por ahí, mientras el comandante Rester, que estaba detrás suya, le vigilaba.
-Está con Mello... pues menos mal que no hemos confiado en él...-. Pensó Mogi. -No debo contarle nada de nada, por insignificante que sea...-. Pensaba.
-No puedo perder el tiempo. Aunque L sea Kira, ahora mismo puede matar a Mogi, pero no a mi...-. Pensaba Near. -Si este hombre muere ahora, entonces Kira está en el cuartel de investigaciones japonés-. Dedujo. -Te llamas Mogi, ¿No?-. Preguntó Near.
-...-. Mogi se quedó callado.
-Tanto Mello como nosotros, como vosotros mismos, queremos únicamente atrapar a Kira, por eso supongo que lo comprenderás-. Dijo Near. -¿Querrías colaborar conmigo?-. Preguntó, mirándole directamente a los ojos. -Debes estar dispuesto a jugarte la vida-. Dijo Near.
-No debo decir nada...-. Insistía Mogi.
-Tengo entendido que conocisteis al anterior L, el verdadero-. Dijo Near. -Hasta ahora, ¿Nunca habéis barajado la posibilidad entre los del cuartel general de que L podría ser Kira?-. Preguntó Near.
-...-
-Puedes responder solo sí o no, no me importa-. Dijo Near.
-...-.
-Mello, es posible que este agente esté siendo controlado por Kira para que no nos diga nada-. Informó Near a Mello.
-¡...!-. Mello mordió su chocolate. -Tienes razón, si no habla podemos considerar que Kira se encuentra en el cuartel de investigaciones-. Sentenció el rubio. -No tiene ningún motivo para negarse a colaborar para atrapar a Kira, es evidente que está siendo controlado, aunque no sea mediante el cuaderno-. Añadió el rubio.
-Hice que otros utilizaran el cuaderno para llevar a cabo varias pruebas-. Dijo Mello. -Hubo uno que escribió un nombre y que, al cabo de más de trece días seguía vivito y coleando-. Dijo Mello sonriente, con un trozo de chocolate jugando en su paladar.
-No mueres aunque pasen trece días sin escribir nada más-. Dijo Near. -¿No hay nada que te escame en todo esto Mogi?-. Preguntó el albino.
-...-.
-Cualquier cosa, por mínima que te parezca-. Insistió.
-Nosotros únicamente queremos arrestar a Kira, no tenemos por qué mentir-. Explicó Near. Supongo que a ti no te haría ninguna gracia que un compañero en el que confías sospechara de ti, ¿Verdad?, Por eso es mejor dejarlo claro de una vez por todas-. Dijo.
-Bah, esto es inútil-. Decía Mello.
Mogi se quedó allí, y no soltó prenda.
Pero lo importante, se remonta a dos días después de esto...
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