Sin vuelta atrás; EP Nº20 [Investigación] Despiadado
-Está claro, que Kira necesita un nombre y un rostro para matar-. Pensaba Mello, mientras Dorei se abrazaba a él, admirándole. -Pero como escuché en aquellas noticias, que sé que Near no escuchó, había un segundo Kira que fue el que nombró algo de un shinigami y un ojo-. Mello pensaba.
-Me-Mello... ¿De verdad que me quieres?-. Mello miró a Dorei, y la besó en sus labios.
-Claro que sí Dorei, eres una chica que ha sufrido demasiado, te quiero porque enterneciste mi corazón, quiero protegerte hasta el día de tu muerte-. Dijo.
-Oh, Mello-. Dorei sonrió, y se arrodilló ante Mello, le abrazó por la cintura, y puso su cabeza en su entrepierna. -Te quiero-.
Mello miró a Dorei, y se la imaginó por un momento como Nate.
-Sí, y yo a ti-. Acarició esos cabellos blancos de Nate, pero después vio que eran de Dorei. -Hm-.
-Si L ha muerto, tiene que ser porque Kira tuvo que dar con él... ¿No es así? Tuvo que verle, y saber su nombre... probablemente fue el segundo Kira quién se lo dijo-. Mello mordió una onza de chocolate, y la arranco de la tableta. -Lo que quiere decir que probablemente Kira se encuentre en el cuartel de investigación donde le investigan, y quizás, está sustituyendo a L, puesto a que en ningún momento se ha dicho nada de que haya muerto-. Sonrió, era tan bueno deduciendo, se sentía orgulloso de él mismo y se preguntaba por qué L no le había elegido con lo bueno que era.
-Recuerdo que hace un tiempo, detuvieron a un tal Kyosuke Higuchi, el cuál murió poco tiempo después de ser parado en la autopista-. Mello lo pensaba. -Quizás lo mató Kira, pero entonces... ¿Cuántos Kiras había?, ¿Y por qué Kira mató a Higuchi?, ¿Porqué quizás utilizaba el poder de matar para beneficiar a la empresa a la que trabajaba, la Yotsuba?-. Se preguntaba Mello.
-¿Pero como descubrió que era Higuchi?, ¿Acaso investigó aquello con L?-. Mello tuvo una revelación. -Lo sé, ¡LO SÉ!-. Mello se levantó del sofá, asustando a Dorei.
-Me-Mello...-. Dorei le miró, estaba curvando los labios, como un loco. -¿Que-Que te pasa Mello?-.
-¡L SOSPECHABA DE KIRA, Y POR ESO, KIRA PASÓ SU PODER A HIGUCHI, PARA INVESTIGARLO A ÉL, Y DESPUÉS, MATARLO Y RECUPERAR SUS PODERES SIN QUE L SE ENTERASE!-. Pensó Mello, pero de pronto, dejó de curvar los labios. -Pero no lo entiendo... ¿Kira permitió todo ese tiempo que ese idiota matara?, ¿O acaso no sabía quién era el que cometía los asesinatos?, ¿Pero entonces... quién le entregó el poder de Kira?, Quizás... en ese momento, Kira ni siquiera se acordaba de que él mismo era Kira, por eso mismo permitió todo ese tiempo dejar a campar a sus anchas a Higuchi-.
-Sí, debe ser eso-. Pensó Near, y quiso investigar más. -¿Sabrá Mello lo del segundo Kira?, ¿Vio él la noticia del segundo Kira que yo no vi?-. Preguntó, y se rascó la cabeza.
-Probablemente sí... y me lo ocultó. Pero no importa, lo he descubierto igual, y ya lo he visto, creo que solo me faltan dos cosas-. Near curvó sus labios. -La primera, es saber como mata Kira, y la segunda...-.
-Saber quién es Kira-.
-Mm, para ser una niña, estás muy buena-. Le cogió de las coletas, y le puso la cabeza en la entrepierna. -¡Vamos, comienza ya!-. Gritó, los dos se encontraban en un callejón.
-A-Ah... s-si...-. Murmuró Dorei, pero de pronto, se acercó uno de los yonkis que trabajaban para Mello y empujaron a aquel mafioso a fuerza bruta.
-¡AH!, ¿¡Pero que coño!?-. Otro apareció por detrás, y le puso la bolsa en la cabeza.
-¡AH!-. Se la quitaron, y lo primero que vio, fue al jefe de la banda.
M.
-Encantado de conocerte-. Dijo Mello, con su chocolate en la mano. -Aquí se te conoce como el más idiota de la banda de los idiotas-. Todos allí rieron.
-Tú... tú eres el imbécil que dirige a estos drogadictos... bueno, me esperaba algo peor, a ser verdad-. Mello sonrió, y mordió su chocolate. -Eso sí, seguro que a un tío como estos, no se les hubiera ocurrido traerme aquí, ha sido algo muy idiota-. Mello puso mueca de enfado. -Me escaparé, y les diré a mis compañeros donde os escondéis, para que os maten, y así dejéis de robarnos la droga-. Mello sonrió, y negó con la cabeza.
-Nosotros no os robamos la droga, eso lo primero-. Mello se levantó del sofá. -Lo segundo, dudo que puedas escapar-. Un yonki le dio un bate a Mello. -Si tienes las piernas rotas-. Dijo el rubio, y el mafioso tragó saliva. -¿Listo para morir?-. Preguntó, y alzó el bate, asustando al mafioso. -Ja, ¿pero qué digo? nadie está listo para morir-.
-¡¡¡AHHHHHHHH!!!-.
El jefe de la banda fumaba un cigarro mientras estaba rodeado de dos mujeres, una a cada lado.
-¡Jefe, jefe, no se lo va a creer!-. Vino corriendo.
-¿Que pasa?-. Le entregó unas fotos.
-Han cumplido su palabra, lo han hecho-. El jefe se sorprendió demasiado cuando lo vio.
-N-No... no puede ser-. Las fotos... eran demasiado asquerosas. Las arrugó. -¡Se acabó, ellos se lo han buscado, acabaré con esos hijos de puta!-. Gritó, cabreado a más no poder.
Mello se tapaba los ojos, no quería verlo, era demasiado para él.
-¡Sacadlo de aquí, joder!-. Gritó Mello, y uno de sus secuaces sacó el cuerpo, mientras que otro sacó la cabeza, la cuál cortó el "verdugo" con un hacha.
El larguirucho miraba con un poco de miedo la situación, ya que estaba pensando en que hacer.
Salió de la guarida, con la excusa de ir a ver a su amigo "el rata". Estuvo caminando por varias horas, hasta que llegó a un callejón. Se acercó al tipo encapuchado de antes.
-De acuerdo, acepto... hay dos que están vigilando vuestra guarida, y yo... si me dais el dinero prometo deciros donde se esconden-. El encapuchado sonrió.
-Bien-. Le cogió del brazo. -Sígueme-. Pidió, y le sacó del callejón. Una furgoneta negra se encontraba en la acera, de allí salió un hombre que le puso una bolsa en la cabeza, y le metió dentro.
-Que empiece la guerra-. Sentenció.
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