Mientras Near investigaba el caso Kira, en el orfanato Wammy's, comiendo dulces...

Mello vagabundeaba por las calles, ya que se había quedado sin dinero.

Y Matt, robaba comida en el supermercado de Japón, para no gastar dinero, y ahorrárselo en otras cosas.

La cosa estaba jodida, Mello no sabía que hacer, así que decidió colarse en una casa.

-A-Ah...-. Mello subía por las escaleras del callejón, y cuando llegó a una ventana, la abrió, y entró en la casa.

Vio que no parecía haber nadie, así que buscó la cocina, y en ella, una nevera.

-Por fin-. Dijo, mientras abrió la nevera, y comenzó a beber de una botella de agua.

-No... no te muevas-. Dijo una voz, parecía la de un chico joven.

-No quiero hacerte daño chaval-. Dijo Mello, levantó las manos, y se dio la vuelta. Cuando lo vio, observó a un chaval de más o menos su edad, con un cucharón en la mano. -¿Pero que?-. Preguntó Mello.

-¡BUAAAH!-. Fue a golpear a Mello con el cucharón, pero este paró el ataque con sus propias manos. -¡N-No!-. El chico soltó el cucharón, y Mello lo mantuvo en las manos. -¡No me hagas daño por favor!-. Suplicó.

Mello no pensaba en hacer eso.

-¿Vives solo?-. Preguntó el rubio.

El chico asintió.

-Más o menos, mis padres están de vacaciones y volverán en una semana, ¡No me hagas daño por favor!-. Gritó.

¿Podría Mello matar a un pobre chico de su edad?, Ni en broma, además, no era necesario... matar no era una solución, era un escape.

-No te voy a hacer daño, solo te pido que me dejes quedarme aquí hasta que vuelvan tus padres-. El chico se sorprendió.

-A-Ah...-. Se levantó del suelo, y dejó ver a Mello su cabello rubio corto, y sus ojos negros. -¿Y si... me niego?-. Mello apretó los dientes, y le cogió del cuello de la camisa.

-Ahhh...-. Vio el terror en la cara del chico, así que lo soltó. -...Pues me iré-. El chico se sorprendió, y Mello lo miró. -Adiós-. Dijo un poco cabreado, y se fue hacia la ventana.

-¡Espera!-. Gritó. -¿Como te llamas?-. Preguntó.

-¿Para que quieres saber eso?-. Preguntó.

-Pues quédate, "para que quieres saber eso"-. Mello sonrió levemente, y negó con la cabeza, pasando hacia adentro. -Perdona, es que tenía mucho miedo, no sabía que podría pasar algo así-. Le ofreció la mano a Mello, y el rubio se la dio. -Me llamo Cooper, pero mis amigos me llaman Coop-. Mello sonrió. -Puedes llamarme Coop si quieres-.

-Tú llámame Mello-. Dijo Mello, dándole la mano a Cooper.

-Genial. Mello, me gusta-. Dijo Cooper sonriente.

Las vistas no eran muy buenas, era un barrio donde no vivía nadie, era casi totalmente despoblado, el sitio más pobre de todo Tokio quizás. Matt se aburría, no sabía que hacer, quería hablar con Mello, ¿Pero porqué tenía que llamar él?, ¿Porqué no llamaba Mello?, No lo entendía, no sabía porque.

Esto era como estar en el orfanato, pero peor, ya que tiene que robar la comida. Volvía a lo de antes, estaba limitado, con todo ese dinero, y no sabía que hacer.

Quizás Mello a lo mejor estaba pasando una aventura impresionante, que Matt se aburría fumando en el balcón.

-Wow, tienes unas cuántas heridas, ¿De donde has salido?-. Preguntó el chico, echando agua oxigenada en las heridas de Mello, el cuál se encontraba sin camiseta.

-No tiene importancia...-. Dijo Mello, y Cooper sonrió.

-Yo creo que sí-. Dijo. -Eres alguien misterioso, y no sé si eso me gusta o me da miedo-. Dijo, y Mello sonrió levemente. -Bueno, no sé, al menos cuéntame algo de ti-. Pidió Cooper.

-Pues... vivía en un orfanato, y el año pasado me escapé-. Mello lo recordaba, ya estaban en febrero, el año nuevo lo pasó en aquella guarida con los yonkis, antes de que se desmadrara todo... -Después, encontré un hogar, pero los mataron a todos, y ahora me encuentro vagando por las calles como un imbécil débil-. Mello se puso cabizbajo, y Cooper le levantó la cabeza por la barbilla.

-No digas eso, no eres un imbécil, ni tampoco un débil-. Dijo Cooper, sorprendiendo a Mello. -Que sigas luchando por sobrevivir solo demuestra que eres fuerte, más fuerte de lo que tú te crees-. Mello sonrió, pero después, borró la sonrisa.

-¿Por qué haces esto?-. Preguntó el rubio. -Solo soy un desconocido-. Cooper negó.

-¿Te crees que no me he dado cuenta?, Tenemos la misma edad-. Dijo Cooper, y Mello le miró. -Además, es como si después de todo lo malo, no te rindieras, eso lo admiro-. Mello le miró, con los ojos bien abiertos de la sorpresa que se llevó. -Ja, te admiro-. Mello se sorprendió mucho. -Yo nunca pude plantar cara a unos abusones de mi antiguo colegio, y por eso me tuve que cambiar de colegio. Yo soy el débil, en cambio, tú sigues aquí, luchando por sobrevivir-. Mello estaba demasiado sorprendido.

-Y-Yo...-. Mello le acarició la cara. -¿Eh?-. Cooper se sonrojó. Mello se acercó, y besó a Cooper. -¡Mm!-. Este se asustó, pero después de unos segundos, aceptó el beso de Mello, y cerró los ojos. -Mm-. Acarició la nuca del rubio, y con el otro brazo, abrazó su cintura.

Mello comenzó a aumentar la intensidad del beso, mientras en su cabeza, tenía imágenes de Near.

-Near...-. Pensaba Mello, mientras recordaba asi mismo, viendo a Near en la colina.

-¡TE ODIO!-. Gritó Mello con toda su rabia, mirando a Near. -¿Por qué me haces esto?-. Preguntó, y Near le miró.

-¡Nunca me has dirigido la palabra por voluntad propia, y cuando lo hiciste, solo conseguiste deprimirme aún más!-. Gritó Mello, llorando de la impotencia y de la rabia. Después paró, y miró a Near. -¡Odio tener que buscar tu aprobación, odio tener que admirarte, pero lo hago, te admiro, y algún día, tú me dirás lo mismo, te apuntaré con mi pistola si hace falta para que lo hagas!-. Mello sonrió.

-¡ATRAPARÉ A KIRA ANTES QUE TÚ, TENDRÉ MI PROPIO IMPERIO, QUE LE DEN A L, TE SUPERARÉ EN TODOS LOS ASPECTOS POSIBLES, Y HARÉ LO QUE SEA PARA CONSEGUIRLO!-. Gritó Mello, señalando a Near, quién le miraba, los dos se encontraban en la colina, él gritando, y el otro haciendo su puzle. -Lo haré... ¡Recuerda esto Near!, ¡MIHAEL KEEHL...!-.

-¡Será tu perdición!-. Gritó, sonriendo furiosamente.

Mello agarró a Cooper de los hombros, y se bajó de la mesa donde estaba. Lo llevó a su cuarto, empujándolo, y lo tumbó en su cama. Después se puso encima, y los dos comenzaron a quitarse la ropa...

Mello se despertó, y se tocó la cabeza.

-A-Ayy...-. Negó, mirando hacia los lados. Vio a Cooper, durmiendo plácidamente.

El rubio tragó saliva.

-Debo admitirlo, y dejar de hacer el imbécil...-. Pensaba Mello, levantándose de la cama. -¡No puedo sustituir a Near!-. Dijo, apoyándose en la pared, con los ojos llorosos. -¡Maldita sea!-. Dijo, cabreándose consigo mismo por ser tan patético. -¿Por qué mierda me tiene que gustar ese enano repulsivo!?, ¡Es odioso!-. Estaba convencido de ello.

Miró a Cooper, y este sonreía, teniendo un bonito sueño.

El pobre chico no tenía la culpa, pero Mello sabía que este niño no iba a arreglar su corazón.

-Ahhh...-. Negó, y cogió su ropa. -Lo siento...-. Después se dirigió a la nevera, y cogió un par de comida, la cuál metió en una bolsa de plástico. -Pero soy un hijo de puta... aunque... no tengo otra opción, debo serlo, debo dejar que las cosas me afecten, ¡Debo ser fuerte y...!-. Miró al suelo. -Ser un robot sin sentimientos-. Abrió la ventana, y...

Se fue.

-Mm-. Intentó abrazar a Mello, pero este no estaba. -¿Mello?-. Preguntó, y Cooper salió de la cama con la sábana envuelta en la cintura. -¿Hola?-. Preguntó, y no vio a nadie. -Mello...-. A Cooper se le cayó una lágrima, y se arrodilló.

-Soy un idiota...-.

-¡Piiii!-.

-¿¡Eh!?-. Matt se dio la vuelta, y vio su teléfono. -¡Oh si, joder!-. Matt salió del balcón, y cogió su teléfono móvil. -¡M!-. Gritó Matt al cogerlo. -Es la primera vez que me alegro tanto de que me llames-.

-Escúchame T, no hay tiempo, tienes que ayudarme-. Matt sonrió como un loco. -Necesito... tú ayuda-. Reconoció.

-Y yo la tuya-. Dijo Matt. -Solo quiero...-.

Matt sonrió.

-...matar el tiempo-.