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Capítulo 7: Decepción

Narrador XX:

Maestro Yoda: - Muy bien ¿cuándo partirá, senadora? Al menos, debo mandar a una escolta que la acompañe de regreso y que regrese de inmediato - le preguntó resignado, sabiendo que no haría cambiar de opinión a la senadora, pero aliviado de que no tendría que convencerla de alejarse de Skywalker.

Padmé: - Esta noche - dijo decidida, no podría aguantar la cara de decepción de Anakin, al rechazar su hermosa propuesta y menos, cuando estaría insistiendo sin más no poder a que aceptara. 

Maestro Yoda: - Informar al consejo debo, en unas dos horas estará en su puerta un caballero para escoltarla a Naboo - Padmé asintió ya que intentaba mostrarse lo más fuerte para no delatar su dolor y tortura, en cuanto el maestro jedi salió, exhaló todo lo que estaba aguantando y dejó caer varias lágrimas que no podía hacer enfrente de Yoda. 

Padmé: - Perdón Ani, pero es por tu bien....no puedo permitir que abandones todo por mí - habló en voz baja, hablando con alguien que no estaba ahí, mientras terminaba de guardar lo poco que tenía aquí antes de irse, pero mientras esperaba, decidió dejarle a Anakin una carta de despedida, sabiendo que no podría verlo a los ojos y ver su semblante de decepción; pero debía darle al menos una explicación y en cuanto entrara en Naboo, haría todo lo posible por mantenerse ocupada y alejada de él, no porque ella quisiera sino porque no quería darle la cara y volver a caer en sus brazos....aunque estaba segura de que eso no sucedería; en cuanto la terminó, le pidió a un guardia que se la llevara a Anakin, sin decir de quién provenía, ya que él sabría de quién es - adiós mi amor - se despidió de lejos y recogió sus cosas cuando llegó el caballero jedi que la iba a dejar. 

Dan: - ¿Se encuentra lista, my lady? - preguntó sin saber lo que pasaba en la mente de la senadora, quien volvió a su carácter de senadora. 

Padmé: - (No) Sí - dijo segura por fuera, pero por dentro quería gritar y olvidarlo todo, regresar con su jedi y decirle que sí quería casarse con él, pero la razón ganó primero y no volteó atrás para regresar a su mundo en la política. 

(En el ala médica) 

X: - ¿Padawan Skywalker? - llamó el joven guardia al que Padmé le había encargado entregarle la carta.

Anakin: - ¿Sí? ¿Pasa algo? - preguntó más despierto, pero después de la confusión de no ver a Padmé u a Obi-Wan en cuanto despertó de los efectos de la anestesia; ya había pasado cuatro horas desde que se la pusieron y dos horas desde que Padmé se fuera. 

X: - Es para usted - le dijo entregándole la carta doblada, a lo que Anakin la tomó desconfiado. 

Anakin: - ¿Sabe de quién es? - pero el guardia joven no respondió, porque ya se había ido, en cuanto abrió la hoja, se emocionó al reconocer la letra de Padmé, pero mientras fue leyendo cada línea, su corazón se rompía a pedazos; decía así....

Querido Anakin: 

Me alegra mucho que estés bien, a pesar de lo del brazo, pero me temo que no voy a poder seguir aquí contigo; durante esta semana, me he dado cuenta del hombre maravilloso que eres y que serás cuando seas un caballero o ¿quién sabe?, tal vez incluso hasta maestro jedi. Pero temo que deberás seguir ese rumbo sin mí. Éste es un momento muy difícil para los dos, pero no quiero que renuncies a tu vida por mí, eres increíble y maravilloso como nunca había conocido a nadie en mi vida y por eso sé, que no dejarás de luchar por lo que quieres, pero sé que yo no estoy dentro de ese rumbo, Anakin. 

Lamento mucho haberte creado ilusiones, tienes todo el derecho de odiarme por eso, además de que no fui a explicarte todo esto en persona, como la cobarde que soy, pero no voy a dejar que renuncies a todo lo que conoces por una simple senadora; fue mi error haber instigado que hubiera una relación entre nosotros, pero no me arrepiento de haberlo hecho....sin embargo, vivimos en un mundo real, donde tu vida como jedi es más importante que yo, no merezco tu perdón porque como dije antes, yo fui la que te alentó a probar nuestra conexión en Naboo y lamento mucho esto Anakin....porque te rompí el corazón en miles de pedazos, lo cual jamás podré reponerte y sobre todo......no podré casarme contigo. 

Perdóname y si no lo haces, te prometo que lo entenderé y pagaré con intereses mi equivocación y te dejaré en paz para siempre. 

Padmé

Al terminar de leer la carta, Anakin sintió como todos los torbellinos de cada planeta lo jalaran a todas partes, que incluso quería romper la carta en pedazos, para olvidarse de todo, era verdad lo que dijo Padmé, se había creado ilusiones sobre un futuro a su lado, para que ella lo terminara botando como basura. Sin embargo, no encontraba en su mente y corazón, la fuerza para odiarla, porque su corazón siempre latiría por ella, aunque doliera el recuerdo. Pero antes de hacer conclusiones, decidió hacer un último intento y llamó a algún guardia o enfermero, necesitaba ir a ver a Padmé urgentemente, guardó la carta debajo de su capa para que no la viera nadie. 

Anakin: - ¡Enfermero! - llamó desesperado, intentando levantarse, pero el dolor lo sobrecogía inmensamente y de inmediato entró el enfermero encargado. 

X: - ¡Señor, qué hace! No puede levantarse, su cuerpo aún no puede contener los anticuerpos para evitar la infección - le regañó, pero a Anakin no le importaba, lo único que quería hacer era encontrar a su amada senadora y rogarle que no se fuera. 

Anakin: - No me importa, necesito ver a la senadora Amidala, es urgente - reclamó evitando los empujones que recibía de parte del enfermero, pero le era difícil escapar. 

X: - ¿La senadora Amidala? - preguntó confundido, lo que desesperó a Anakin más todavía, pero se le hizo raro, ya que ella estaba adentro y él lo miraba como si no supiera quién era. 

Anakin: - Sí, la senadora de Naboo, que curaron de la espalda por los rasguños en la batalla de Geonosis - dijo necio. 

X: - Perdón señor, pero....la senadora partió hace más de dos horas hacia Naboo - esa declaración paró en seco a Anakin y entró en estado de shock, lo que aceleró al enfermero para tomar la jeringa y tratar de inyectarle el sedante. Y entró en eso Obi-Wan. 

Obi-Wan: - ¿Qué sucede aquí? - pero vio a Anakin y su estado de tristeza y de negación, aunque no sabía lo que lo había alterado, al igual que percibió que el enfermero que intentaba cedarlo, para evitarle problemas con el tratamiento.

Anakin: - NOO, no pudo irse - dijo lanzando todo, a lo que él reaccionó y trató de mantenerlo quieto para que la aguja entrara y se tranquilizara - e...ella, ella...no se...puede.....ir - dijo borracho con los efectos del cedante y con lágrimas en los ojos, pero por su reclamó, Obi-Wan pudo adivinar de quién hablaba. 

Obi-Wan: - Lo lamento, Anakin....pero tienes que dejarla ir - le acarició el pelo, como un padre haría con su hijo y lo terminaron de acostar en el camastro. Cuando Obi-Wan se fue, el enfermero cerró la puerta y se quedó observando al joven destrozado. 

X: - (Esto lo destrozará por mucho tiempo) - el enfermero no era un enfermero para nada, era parte del grupo de jóvenes que iba a ayudar a los jedi a derrotar a Palpatine y a sus secuaces. 

XX: - (Sí pero es necesario, Caspian) - le dijo una joven mujer por telepatía - (debe aprender a vivir sin ella y a no depender de los demás, sobre todo, a saber cuándo dejar ir a las personas que lo rodean)

x: - (Es un proceso duro, pero para eso estamos nosotros....para apoyarlos a todos)

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Narrador Anakin: 

(Dos semanas después)

Los doctores aseguran que mi brazo nuevo, está progresando mis dedos mecánicos pueden moverse y sentir con los pulsos de los nervios, pero a pesar de que recuperé mi movilidad y un brazo nuevo, mi mente no dejaba de estar deprimida; a pesar de los esfuerzos de los doctores y de Obi-Wan por devolverme el ánimo, mi corazón seguía destrozado por la partida de Padmé, su presencia y recuerdo están muy presentes en mi mente, pero todo se arruina con sólo pensar que ella me abandonó. ¿Cómo pude dejarme llevar por eso, pensé que me quería? Ahora entiendo todas las veces, en que Obi-Wan me decía que no podía apegarme a alguien, pero yo de idiota me enamoré de ella, debí verlo venir, ella es tan pragmática y asombrosa que la razón la haría decidir, pero ni siquiera me dio oportunidad de pedirle que huyéramos juntos, lo peor del caso es que ni siquiera tuvo la decencia de decírmelo a la cara y eso, duele más que cualquier pérdida del cuerpo. 

X: - Buenos días, Skywalker - me llamó la voz de una jovencita, era pequeña no más de quince años, cabello castaño y ojos azules, tenía un aura muy inocente como el de una niña pequeña. 

Anakin: - Eh...hola - saludé confundido, al ver que ella estaba esperando una respuesta, aunque no podía entender, ¿cómo es que los doctores dejaron pasar a alguien extraño que no fuera Obi-Wan o a algún maestro del consejo? - ¿qué haces aquí? ¿No se supone que tendrías que estar en clase? - ella levantó una ceja divertida, lo cual me frustraba, no era un objeto de entretenimiento. 

X: - Quería visitarlo, padawan Skywalker - abrí los ojos sorprendido, sé que mis aventuras con Obi-Wan me volvían famoso, pero no creí que tanto. 

Anakin: - ¿Ah sí? - ella asintió como si fuera una niña emocionada, lo que me hizo sentir mejor, por lo menos a alguien además de Obi-Wan, le importa lo que me pase - ¿Cómo te llamas, jovencita? 

X: - Me llamo Lucy, ¿puedo llamarte Anakin? - no me sentía cómodo con dejar que alguien más chico que yo, me hablara por mi nombre, pero bueno, era mejor a que me llamaran con mi título. 

Anakin: - Sí, pero sólo cuando estemos solos, ¿de acuerdo? - sin pensar le ofrecí mi mano derecha, pero cuando me di cuenta, me arrepentí y me espanté de pensar en que la asustaría; pero me sorprendió cuando ella me tomó la mano y empezó a inspeccionarla con curiosidad, pero aún así me avergonzaba el hecho de tener un reemplazo de lo que era mi mano - no por favor, no hagas eso - dije intentando apartar mi fracaso, mi intento por ser un héroe. 

Lucy: - No debes avergonzarte de lo que hiciste, todos cometemos errores - dijo acercándose curiosa, sonriendo como si eso no le afectara - créeme que el mundo está más enfocado en sus problemas.....además, de no ser por eso, jamás hubieran podido descubrir que el Conde Dooku estaba involucrado - suspiré exhausto, no quería que me recordaran mi error. 

Anakin: - Pero fracasé - dije más fuerte de lo que intentaba hablar - yo me aventé a Dooku sin pensar y dejé que el odio me dominara - fui diciendo en dolor, tratando de retener mis lágrimas, un jedi no debe sentir emociones y estoy planeando obedecer esta vez, sin embargo no imaginé que alguien estuviera escuchando atrás de la puerta. 

Lucy: - ¿Y? Todos cometemos errores, unos más grandes que otros, pero errores igualmente - dijo seria, con un tono de madurez que nunca pensé que una jovencita pudiera tener - ¿y crees que por eso ya debes deprimirte? - quería refutarle, pero no encontré palabras, por lo que ella continuó - Además, la pérdida de tu brazo, no debes considerarla como un error, tal vez debiste esperar o ser más paciente y considerar el trabajo en equipo....sin embargo, yo creo que eso - señaló mi brazo derecho - fue un sacrificio - yo resoplé al no estar de acuerdo. 

Anakin: - ¿Un sacrificio? 

Lucy: - Sí, así es - me respondió igual - todos sacrificamos algo para un propósito mayor, lo queramos hacer o no, a veces se sacrifican las cosas que nos gustan, nuestros hogares, nuestra salud e incluso la vida, con el propósito de hacer un bien mayor....es más, los sith hacen un gran sacrificio entregando casi su alma para obtener lo que quieren - vaya, eso es lo más coherente que he escuchado en mi vida, lo que me llevó a pensar en lo que hizo Padmé - muchas veces, sacrificamos nuestros deseos y a las personas que amamos, para que salgan adelante; no siempre podemos tener lo que queremos, Anakin, ésa es una ley de vida, por eso hay que aprender a dejar ir lo que amamos o deseamos para madurar, sólo así sanaremos - al principio no quería aceptarlo, el ser esclavo te quita todo, no tienes derecho a nada y eres nada; por lo que es difícil aceptar que tengo que sacrificar algo más que sé que no podré mantener. 

Anakin: - Pero no es justo - repliqué como en capricho, pero luego pensé en Padmé, a lo mejor....ella sacrificó su felicidad por la mía, pensando que mi vida sólo estaría basada en el juramento que hice ante el consejo jedi; pero no contó con que mi sueño era y siempre será ella - ¿por qué la vida siempre nos quita lo que amamos y que necesitamos? 

Lucy: - Anakin, la vida sí es justa, sólo que nosotros no lo vemos así, porque intervienen nuestros intereses y deseos egoístas - esa respuesta me dejó sin palabras - si tan sólo viéramos que todo tiene un propósito más grande, que no podemos entender porque estamos tan enfocados en nuestro mundo y quejándonos de lo que nos fue arrebatado....cuando en realidad, es un prueba de vida, porque la Fuerza no nos quiere ver sufrir y así como perdiste tú tu brazo, así miles y miles de personas pierden sus miembros vitales, sufren de enfermedades, pierden a familiares, sus hogares, riquezas, que sé yo.....pero no queremos ver que todos estamos aprueba para ver sí somos capaces de seguir adelante - me dijo viéndome a los ojos - porque la vida continúa pero somos nosotros los que nos ponemos el límite, para verlo - terminó sentándose de nuevo y antes de que pudiera decir algo, entró Obi-Wan con otra jovencita que casi de la misma edad, pero más alta; cabello castaño oscuro, ojos cafés y piel blanca, aunque no se parecen en nada, esta otra joven era más delgada que Lucy. 

Obi-Wan: - Gracias por visitar a Anakin, ¿Lucy, verdad? - preguntó al verla y Lucy se levantó sonriendo y asintió con la cabeza - Bueno, Anakin, me alegra que ya te sientas mejor - me dijo con un tono un poco diferente, no era común verlo así, pero tampoco era malo sentir la preocupación de mi maestro, por lo general él es quien me acompaña en estos momentos - veo que ya conociste a una de nuestras nuevas adquisiciones....no por considerarlas objetos, señoritas, pero digamos que acaban de llegar hace unos días - dijo sonriendo y las dos jovencitas sonrieron, como si el comentario no les hubiera afectado. 

Fernanda: - Descuide, maestro Kenobi, estoy segura de que no fue con esa intención - terminó riendo y sonreí ligeramente, la risa de los jóvenes en verdad que es curativa. 

Anakin: - ¿Y a alguien se le ocurrirá que sigo aquí esperando a que se presente la otra joven? - algo en su voz me era familiar, sonaba como la mujer que estaba en Tattoine, pero eso era imposible, nunca supimos de ella después de huir de los tuskens. 

Fernanda: - Oh, lo siento, me llamo Fernanda (María Fernanda en realidad, pero no voy a darle las respuestas fácilmente) - contestó riendo, con un ligero rubor por su error anterior - Lucy y yo y otros muchachos, acabamos de entrar a la orden, le pedimos al maestro Yoda, si nos permitía quedarnos para entrenar y sobre todo, para ayudarles en la guerra que acaba de empezar - me quedé atónito de escuchar eso, era como si el mundo se parara. 

Anakin: - ¿Lograron convencer al maestro Yoda y al consejo? - ambas asintieron sonriendo. 

Lucy: - No fue nada fácil, muchos miembros son MUY difíciles de apelar - Obi-Wan y yo, reímos ligeramente, conociendo perfectamente a los miembros del consejo. 

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Narrador Padmé: 

Estaba en el palacio de Naboo, en la habitación que la reina me está prestando durante este mes, le pedí ese favor gigantesco, porque no quería regresar a Varykino porque no quería que Anakin regresara y me encontrara ahí, al menos que no fuera tan fácil de encontrarme; por más vueltas que le diera al asunto, no podía quitarme este dolor profundo en mi corazón, el separarme de esa manera de Anakin, fue la más cobarde que pudiera existir y que yo haya hecho en toda mi vida, soy una senadora POR EL AMOR A LA FUERZA, nunca huyó de un reto, sólo que esta vez, no es un reto ni un caso en el senado, son asuntos del corazón. Cuyos problemas jamás había experimentado, ni siquiera estando con Clovis o Paolo, pero es que Anakin es diferente.....no hay hombre que se le compare.

Sabé: - La reina me pidió que le trajera un té, senadora - tocó la puerta una de mis damas, ellas no sólo son mis damas, sino mis confidentes y sé que puedo confiar en ellas en lo que sea. 

Padmé: - Gracias Sabé - le agradecí limpiándome de lado mis lágrimas, pero ella me conocía perfectamente como para engañarla. 

Sabé: - My lady, la conozco muy bien desde que se convirtió en reina y puedo decir, que hay algo en su interior que no la deja dormir en paz - se acercó a mi lado y se sentó junto a mí - ¿se trata del joven Skywalker? El jedi que se suponía que tendría que estarla cuidando y que no regresó con usted - a veces las odio por lo insistentes que son, pero así me gusta que sean directas. 

Padmé: - Sabé, ya te dije que no podía venir conmigo, Dooku le cortó el brazo derecho y..... - traté de continuar con la farsa - y....tenía que quedarse a su recuperación. 

Sabé: - ¿Y entonces cuándo volverá? Porque ya pasaron dos semanas y no hay noticias de él, es más el otro caballero jedi, no sabía que Skywalker iba a volver - me retó con una ceja levantada y no sabía si explotar o llorar o no sé - ¿dígame, la lastimó my lady? - me preguntó angustiada, entrando en su protocolo de protección, pero fue en eso que mis lágrimas volvieron a aparecer. 

Padmé: - ¡No! ¡Todo lo contrario! Él es maravilloso - dije llorando sacando todo mi sufrimiento - yo soy el monstruo que lo lastimó vilmente - y ella me abrazó confundida. 

Sabé: - ¿Pero cómo es eso, my lady? Usted es la más gentil de todas - me aseguró acariciando mi brazo, mientras yo me desahogaba finalmente. 

Padmé: - Yo también creía eso.....pero me doy cuenta, de que soy un desastre con el amor - me pasé varias horas confesándole todo a Sabé y terminamos llorando juntas - y no podía quedarme a verlo sufrir, porque mi corazón se hubiera partido en pedazos y hubiera terminado cediendo. 

Sabé: - My lady, respeto su decisión, pero creo que tendría que.... - sabía para dónde se dirigía la conversación y no, no iba a hacer eso. 

Padmé: - ¡NO! ¡No Sabé! Tomé mi decisión, por más cobarde que sea, no voy a volver a ver a Anakin - me acosté volviendo sacar lágrimas - Anakin seguro me odia en este momento y prefiero mantener en esos términos nuestra relación, porque al menos, de ese modo, él se concentrará en su carrera de jedi y no le dará ni un minuto de tiempo, en enfocar sus pensamientos en mí, aunque eso me parta el corazón todavía más - cerré con fuerza los ojos, debía concentrarme en mi carrera y mi propósito, más ahora con una guerra comenzando - con suerte, se olvidará de mí y tal vez esto, quedará en las riendas del pasado y nunca vuelva a saber de mi existencia - era un plan muy doloroso, pero yo debía plantearme lo mismo, lo mío con Anakin fue un error y tenía que continuar con mi vida. 

Sabé: - No estoy de acuerdo, Padmé - suspiró cansada - pero respetaré tu decisión.....sólo quiero advertirte que tarde o temprano, te enfrentarás a él y a tus sentimientos otra vez - giré mis ojos testaruda, no necesito esto ahora - quisiera decirte que todo saldrá bien, pero ni yo ni el maestro Yoda, podríamos asegurarte eso, porque fue tu decisión y tendrás que afrontar las consecuencias de ello....te lo advierto de una vez, porque no quiero que me salgas con que estás muerta de miedo o que te estás volviendo loca - me dio una mirada de seriedad que no me quedó más que asentir y comenzó a irse. 

Padmé: - ¡Sabé! - ella volteó al llamado - Este secreto se queda entre nosotras, nadie....absolutamente nadie, puede saber lo que siento por Anakin, si eso llegara a oídos de él o de alguien más, podría ser su fin y/o él vendría corriendo desde el otro lado de la galaxia para venir a verme y eso es lo que quiero evitar - aunque sería un verdadero halago que lo hiciera, por más que no lo mereciera - ni siquiera mis padres ni mi hermana pueden saber. 

Sabé: - Está bien, Padmé, te doy mi palabra....sólo mantén mi advertencia en mente, ¿sí? - y con eso salió y yo, saqué la bocanada de aire que estaba conteniendo. 

Padmé: - Lo más seguro es que Anakin ya esté dejando nuestros momentos en el pasado - me dije segura de mí misma o al menos, eso era lo que yo creía.

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