Capítulo 3: Pesadillas
Narrador Obi-Wan:
Me encontraba en Kamino, después de haber luchado contra Jango Fett, me fui a mi nave y entré al hiperespacio para perseguirlo, sus coordenadas llevaban hasta el borde exterior, pero debía mantenerme firme en mi misión, informe a Mace antes de entrar a la hipervelocidad. Sin embargo, tenía el mal presentimiento de que algo malo iba a ocurrir a donde sea que él se dirija, a veces me preocupa dejar solo a mi padawan, pero su avance en su entrenamiento es bastante bueno y me alegra saber que será un excelente jedi; pero me preocupan sus emociones, siento que el consejo lo está presionando demasiado, él no es como nosotros que fuimos enseñados a obedecer porque así eran las reglas, pero con Anakin, es diferente, no es lo mismo empezando porque él llegó mucho más tarde que los demás, pero después de tantos años de haberlo cuidado y criado como si fuera mi hijo, no puedo dejar de sentirme orgulloso de haber sido yo su mentor y le agradezco a Qui-Gon que me haya encomendado esta tarea de educar a Anakin.
R-4: - ¿Está seguro de que son las coordenadas correctas, maestro Kenobi? - me preguntó en binario, mi droide astromecánico.
Obi-Wan: - Lamentablemente sí, R-4 - le contesté igual de nervioso, sólo que mostrándome un poco más tranquilo gracias a mi control de mis emociones - al parecer nuestro amigo Jango Fett y su hijo, se van a reunir con su contacto para advertirles que ya han sido descubiertos - recibí otra respuesta de su parte y reí ligeramente - sí R-4, yo también desearía que él estuviera aquí para ayudarnos - me refería a Anakin y sus ideas de improvisación, admito que hay veces que me hace querer arrancarme el cabello, pero debo decir, que me da un poco de alivio que no todo salga como lo planeado. En eso, la hipercomputadora, marcaba que ya estábamos cerca de nuestro destino por lo que subí el interruptor y se vio un sistema de asteroides que rodeaban al planeta de Geonosis - maravilloso, de todos los planetas que existen en el borde exterior, justo tenían que escoger uno con asteroides y por como se ve el planeta, desértico.
R-4: - ¿Qué vamos a hacer, maestro? - me preguntó esperando a que mi plan entrara en acción.
Obi-Wan: - Sigue su curso, R-4, lo necesitamos para saber quiénes son sus colaboradores - apreté diversos botones para mantenernos lo más discretos posibles, sin embargo, nuestro elemento silencio no duró mucho, ya que empezó a lanzar bombas sísmicas y R-4, empezó a alterarse, como lo hacen los androides - son bombas sísmicas, acelera los motores R-4 - dije nervioso, es por esa razón que odio volar, no tengo el mismo entusiasmo y habilidad que Anakin, la bomba detonó cerca de un asteroide pero logramos evadir las ondas que destrozaban a todos los asteroides; pero el problema no se quedó ahí, porque Jango Fett era persistente y se dispuso a dispararme por detrás - ¡Por eso odio volar! - porque no puedo ver cuando me disparan y me cuesta trabajo evadir todos sus disparos. Tardamos cerca de quince minutos en evadir sus disparos, hasta que enviaron un torpedo para acabarnos - perfecto....R-4, prepara lo que nos queda en la parte de atrás - él asintió y preparó para descargar nuestros restos de nave para estos casos; luego aceleré lo más pronto que pude para que después, en la explosión, ambos terminamos escondidos, con la nave y motores apagados y quedamos pegados a un asteroide mientras veía que la nave del cazarrecompensas se alejaba con tranquilidad - cayeron en la trampa, R-4, prepárate para seguir su señal magnética - encendió los motores y lo seguimos, pero ahora más alejado para que no pudiera detectarnos por segunda ocasión.
R-4: - ¿Y ahora qué hacemos, maestro Kenobi? - me preguntó lo más discreto que pudo, para que no pudieran rastrear sus señales binarias, mientras yo pensaba y rozaba mi mano sobre mi barba.
Obi-Wan: - Lo seguiremos hasta el momento en que aterrice, luego nos aproximaremos a algún lugar lejano, para evitar que nos rastreen - suspiré hondo, ésta no era una tarea nada fácil - apaga nuestra señal R-4, no queremos que rastreen nuestras coordenadas y menos, que identifiquen nuestra llegada - él concordó y los sistemas empezaron a apagarse, lo suficiente para que pudiéramos continuar con la misión - sólo espero que esto valga la pena y que no terminemos en más problemas - murmuré entre dientes, desearía tener uno de los planes improvisados de Anakin, la verdad es que me servirían sus trucos de espontaneidad ahora.
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Narrador XX:
Mientras tanto en Naboo, los dos jóvenes enamorados, se encontraban dormidos a las tres de la madrugada, después de su entrega de amor; ambos satisfechos y contentos, estaban acurrucados uno sobre el otro, ella con su cabeza sobre su pecho y él, rodeando su cuerpo con sus enormes brazos. Sin embargo, como ya era de costumbre, las pesadillas volvieron a su misma hora de la noche.
Anakin: - No - empezaba a murmuran entre sueños, lo que despertó a Padmé confundida - no....no mamá, no - Padmé, se dio cuenta de que él estaba hablando sólo y cuando lo vio, se espantó de verlo envuelto en sudor frío y sus gestos de dolor y sufrimiento, eran algo que ella no podía soportar, porque su corazón se resquebrajaba con el simple hecho de verlo así - (Ani...¡ANI, AYÚDAME! ¡AHHH!) No, mamá - su voz iba en aumento y Padmé, tomó la decisión de sacarlo de su sufrimiento.
Padmé: - ¿¡Ani!? - lo agitó ligeramente, pero Anakin estaba muy adentrado en su trance, como para oírla, por lo que decidió agitarlo más fuerte - ¡ANAKIN, DESPIERTA! POR FAVOR - él seguía agitado y no podía más, hasta que abrió los ojos asustado y volteó a ver a sus alrededores para asegurarse de que era un sueño.
Anakin: - ¿Mamá? - llamó asustado como si hubiera regresado a la edad de 6 años y buscaba el consuelo de su madre.
Padmé: - No, Anakin soy yo, Padmé - su voz le devolvió la claridad de las cosas y se puso nervioso al saber que el amor de su vida, lo había visto en su punto más vulnerable; a pesar de que sus caricias que le daba, lo estaban calmando - tuviste una pesadilla - Anakin abrió los ojos y se movió hacia la orilla, avergonzado de que ella tuviera que cargar con alguien como él.
Anakin: - Perdóname, Padmé - dijo temblando, aunque no sabía si era por el frío o por el miedo a que lo criticara; sin embargo, sintió sus suaves manos en sus hombros, obligándolo a voltear a verla a los ojos de nuevo.
Padmé: - Anakin.....es normal tener miedo, no importa si eres jedi o no - lo atrajo hacia ella y se recostaron de nuevo, mientras ella lo acurrucaba mientras se dejaba consolar - dime ¿de qué era tu sueño? - le preguntó mientras le acariciaba el cabello, Anakin seguía asustado pero al menos tenía a alguien a quién acudir si algo pasaba.
Anakin: - No puedo...Padmé - dijo tallándose los ojos, pero Padmé siguió insistiendo.
Padmé: - Anakin, ya estamos aquí los dos, confía en mí, que para eso estoy aquí - ella quería decirle que siempre estaría a su lado, pero su mente le decía que no podía decirlo, porque sabía que muy pronto estarían separados de nuevo y que nunca lo volvería a ver. Luego, Anakin suspiró y se sentaron sobre el respaldo de la cama de Padmé.
Anakin: - Vi a mi madre, Padmé - su vista se dirigía hacia la nada, recordando cada detalle de su pesadilla - la vi claramente de la misma forma en la que te veo ahora - ella le acarició la cara de nuevo, tratando de calmar su ansiedad - la torturaban y yo, no podía hacer nada, como si tuviera los pies pegados a la tierra y que no podía moverme - Anakin, siguió contando su sueño, hasta que tomó aire y tomó una decisión - tengo que salvarla, Padmé - dijo sin poder mirarla, ya que sabía cuál era su misión y que seguramente, ella se decepcionaría del fraude de jedi que es; primero el tener sentimientos por ella y ahora, la desesperación por querer volver a ver a su madre. Pero no se imaginó, que su mano le acariciaría su hombro, lo que lo hizo voltear a verla.
Padmé: - Iré contigo, Anakin - su declaración le hizo abrir los ojos como platos, pensaba que a lo mejor, lo dejaría ir; sin embargo, nunca pensó que ella se ofreciera a acompañarlo, una parte se sentía halagada, pero otra parte, temía por su bienestar....aunque sabía muy que no podía dejarla sola, su maestro lo colgaría al igual que el consejo, no sólo por desobedecer, sino que por abandonar a la senadora a su suerte y peor aún, los padres de Padmé, lo echarían desde un barranco por dejar a su hija sola.
Anakin: - Será un viaje muy arriesgado, Padmé - le tomó la mano y ella, la apretó un poco para demostrarle su aprobación y que no se iba a echar para atrás.
Padmé: - Lo sé, Anakin, pero no voy a dejarte sólo en estos tiempos difíciles - suspiró y le dio un beso en la nariz - necesitas todo el apoyo que tengas y yo, voy a estar ahí cuando vayamos a ver a tu madre - él sonrió y se sintió más tranquilo porque ella le estaba demostrando que lo quería, no sólo en palabras, sino en hechos.
Anakin: - Está bien, partiremos al salir el Sol, ¿está bien? - preguntó sonriendo ligeramente, acariciando su piel y Padmé, asintió con la cabeza, después le dio otro beso y se acostaron nuevamente. Al salir el Sol, como lo predicho, ambos tomaron la nave de Padmé y se dirigieron al borde exterior con dirección a Tattoine; Anakin, se encontraba muy nervioso y puso el piloto automático para evitar estrellar la nave.
Padmé: - ¿Todo bien, Anakin? - preguntó acercándose a él, al ver su rostro tenso y nervioso, le puso una mano en su hombro para darle apoyo.
Anakin: - Es que.... - respondió algo inseguro - ¿y si llego tarde, Padmé? ¿Si ella ya está muerta antes de que yo hubiera podido llegar a salvarla? Tengo miedo, Padmé - ella lo abrazó con ternura, sabiendo que ésta era la prueba más dura a la que cualquier jedi o ser humano, pudiera enfrentarse - los tuskens, son seres muy peligrosos y no quiero ni pensar, cualquier tipo de peligro que pudiera llegar a ocurrirle.
Padmé: - Yo creo, Ani, que tienes que aprender a dejarla a ir, si el momento se presentara - sintió que se tensaba, pero no dejó de mantener su abrazo - nosotros no somos eternos y aunque nos duela el hecho de que nuestros seres queridos nos dejen, o más aún, que nos los arrebaten por envidia, ambición o modo de vida....no podemos juzgar los errores de los otros, porque algún día estaremos en el lugar de ellos y tendremos que lidiar con las repercusiones de nuestros actos - Anakin lo consideró y se puso a pensar en que tenía razón, pero era una tarea muy difícil - tu madre, no querría que vivieras con la consciencia intranquila por el hecho de vivir en rencor con lo que le pudiera suceder; además, el futuro no está escrito Anakin, el hecho de tener visiones, no te garantiza que las cosas puedan suceder.....sólo te pido que actúes con razonamiento y no con impulso ¿sí? - le acarició la barbilla y lo hizo mirarla a los ojos, viendo que había llegado a su mente.
Anakin: - Lo intentaré por ti - contestó y Padmé sonrió satisfecha, dándole un beso en la frente para demostrarle que no está solo; cuando aterrizaron en Tattoine, Anakin contrató a un droide de transporte que los llevara hasta la tienda de su antiguo amo, al llegar a su destino, Anakin distinguió la figura maloliente y vieja de Watto, quien se encontraba fuera de su tienda de carroñero, esperando a algún cliente....tratando de pensar en alguna solución, para saldar sus deudas con los Hutts - Chutt, chutt Watto - saludó en el idioma de los Hutt.
Watto: - Oye ¿qué es lo que haces? - le reclamó cuando vio que Anakin tomó el droide que tenía en su mesa, pero luego vio la forma del sable de luz de Anakin y se espantó - ¿eres un un jedi? - cuando no respondió, le entró el pánico - Yo..yo no lo hice, se lo prometo - trató de defenderse y Anakin, hizo todo lo posible para no reírse de su anterior amo.
Anakin: - Mi bosca Shmi Skywalker - ambos hablaban en Huttese, pero luego Watto se le quedó viendo confundido como si hubiera algo familiar en ese joven.
Watto: - ¿Ani, el pequeño Ani? - preguntó incrédulo pero luego rechazó la idea - Nahh - Padmé contemplaba la escena asombrada que el hombre toydariano no pudiera reconocer a su empleado; pero no tuvo que esperar mucho, porque Anakin le reparó su froide y se lo colocó en su mesa como si fuera nuevo y fue en en ese momento en que cayó en la cuenta de que efectivamente era Anakin - ¡¡Ani, muchacho!! Pero qué grande has crecido....y ahora todo un jedi - a pesar de la prisa que tenía por salvar a su madre, no pudo evitar sentirse halagado por su antiguo amo - oye ahora que eres un jedi, ¿podrías ayudarme con unos tipos que me deben... - pero Anakin lo interrumpió porque necesitaba saber de su madre.
Anakin: - ¿Mi madre, Watto? - preguntó impaciente y Watto se pudo a pensar.
Watto: - Ah, ya no la conservo Anakin, ya sabes como son los negocios - Anakin sintió que la sangre le hervía, pero Watto se adelantó antes de que se enojar a más - un hombre llamado Laars, pero me enteré que él la liberó y que se casaron, todo resultó para bien, Anakin - por un momento Anakin, quería gritar de alegría, su madre era libre; pero Anakin, aún temía por el bienestar de su mamá y más por sus visiones.
Anakin: - Watto, mi madre está en peligro, necesito ir con ella - la sonrisa de Watto cayó y sabía qué es lo que le quería pedir - ¿sabes dónde está?
Watto: - Eh sí, está en Mos Espa, en una granja de vapor - se rascó la barbilla y se puso a volar - vengan veremos en los registros - y los tres entraron para que Watto les diera las coordenadas de la casa nueva de Shmi.
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