---Miyagi---

Me sorprendí cuando ese chico tomo la cintura de mi terrorista y lo beso, haciendo que mi sangre hirviera a más no poder, ese mocoso, quien se cree que es para besar a mi niño, no puedo permitírselo.

Me acerque a ellos y mire como mi niño lo empujaba y se alejaba.

-P-Pero que crees que haces. –se sonrojo cosa que me hizo enojar.
-Ya te dije, vine por ti, además te he extrañado. –lo abrazo de nuevo.
-¿Por qué me besaste?
-Era solo un saludo, -sonrió- ¿Por qué te sorprendes si no es la primera vez que lo hago?

"¿Se han besado más veces? Esto tienen que ser una jodida broma..."

-No digas tonterías por favor. –resoplo mi niño.
-No lo son, -susurro- y lo sabes.
-En fin...
-¿Quién es él viejo? –comento su amigo señalándome.
-¿A quién rayos le dices viejo mocoso? –gruñí.
-Pues a usted, o acaso ¿ve a otro viejo por aquí? –se carcajeo.
-Te voy a mostrar a respetar a tus mayores.
-Profesor Miyagi, no le haga caso, -pidió mi niño- siempre ha sido así de maleducado, Lestat, él es el profesor Miyagi, profesor él es Lestat, mi mejor amigo de Australia.
-Él es... -me miro sorprendido el chico pelimorado.
-Sí, pero no digas nada. –lo miro serio mi terrorista.
-Mucho gusto profesor. –comento y se colocó frente a mi niño- ¿A qué hora sales?
-Dentro de unas 4 horas.
-Perfecto, vendré por ti y me gustaría que me mostraras tus lugares favoritos.
-Claro. –sonrió mi niño.
-Nos vemos después. –se despidió y salió de la universidad.
-¿Él es...?
-Es un gran amigo, estudiamos juntos la universidad. –sonrió.
-¿Ustedes son...? –lo mire.
-Eso es algo que no le importa. –comento y se fue caminando hacia su oficina.
-Shinobu-chin, yo necesito hablar contigo. –lo tome del brazo.
-Mmm, lo siento pero tengo prisa. –se zafo de mi agarre.
-Pero...
-Lo lamento. –comento y entro a su oficina.

Suspire pesadamente y me dirigí hasta mi oficina.

Tengo tantas emociones rodeándome, celos, tristeza, enojo, amor, quiero acercarme a mi niño pero él me pone una barrera que es difícil de romper, pensé que cuando volviera a verlo sería muy sencillo acercarme a él y decirle lo mucho que lo amo, pero me he dado cuenta que esto será más complicado de lo que pensé.

Me deje caer en el sofá tratando de planear como acercarme de nuevo a mi niño.

-¿Profesor? –pregunto Kamijou al entrar a la sala.

"Es verdad, siempre se encelaba cuando me miraba tratar con cariño a mi asistente..."

Me acerque a Kamijou y lo abrace fuertemente, deje la puerta abierta para que pudiera ver a gusto.

-My sweet honey, no sabes lo solitario que me siento.
-Profesor, deje sus payasadas a un lado y suélteme. –se quejó.
-No, sabes que te amo tanto. –bromee.
-¡PROFESOR! –gruñó.

La puerta de mi amado terrorista se abrió y nos miró sorprendido y luego soltó una pequeña risita mientras se dirigía a los pasillos.

¿Qué ha sucedido?

Sentí un gran golpe en mi cabeza y solté a mi asistente.

-¿Por qué ha sido eso? –me queje.
-Le dije que me soltará, sabe que me molesta que me abrace.
-Lo siento. –me sobe.

Una sonrisa se dibujó en mi rostro de recordar la expresión de mi amado terrorista, sé que él me ama, solo tengo que empujar un poco mis sentimientos para poder empezar una gran relación.

---Shinobu---

No entiendo porque Lestat se portó de esa forma, seguramente solo quería burlarse de mí, pero aun así, ese beso no era el que busco, o más bien el que necesito.

Me senté en el sofá y cerré mis ojos...

***Flash-back***

-A-Asami. –lo mire sonrojado.
-Shinobu, -acaricio mi mejilla- eres tan lindo.
-N-No digas esas cosas. –me sonroje.
-Me gustas tanto.

Me tomo del mentón y me volvió a besar tiernamente mientras yo me aferraba a su cuello, abrí un poco mi boca y deje que él metiera su lengua mientras disfrutaba del sabor que me ofrecía, coloco sus manos en mi cintura juntándome más a su cuerpo.

Nos separamos por falta de aire y lo mire a los ojos.

Me sentí avergonzando y hundí mi cabeza en su pecho.

-Te quiero. –murmuro.
-Asami yo te...
-Con permiso. –entro uno de los abogados y me separé de Asami.
-Etto, ¿interrumpo algo? –nos miró.
-LA verdad sí. –cruzo sus brazos Asami.
-¿Qué le hiciste a Shinobu-kun? –comento y me miro- Está todo rojo.
-E-Eso no es verdad. –desvié la mirada.
-Más le vale que no lo esté acosando. –advirtió.
-Ahhh, -suspiramos al mismo tiempo.

***Fin del flash-back***

En verdad lo extraño, solo espero que no tarde en venir porque siento que si él está a mi lado puedo confirmar estos sentimientos que tengo por él.

Salí de la oficina y me percate que Miyagi abrazaba posesivamente a Kamijou, me sorprendí tanto pero luego esa sorpresa se trasformó en risas ya que mire el semblante de Hiroki y lo que sucedería, así que camine hasta mi siguiente clase dejando a ese par.

Llegue al salón y empecé a impartir mis clases tranquilamente, afortunadamente el grupo es más tranquilo y me hacen más caso.

El resto del día fue normal, me di cuenta que no soy tan mal profesor. Pasé a ver a mi padre y decirle acerca de mi día, me despedí de él y me dirigí a la salida donde estaba Lestat esperándome en su moto.

-Por un momento pensé que no vendrías. –comente.
-¿Acaso me extrañabas? –sonrió.
-En lo absoluto.
-Shinobu no seas malo. –hizo un puchero.
-Anda vamos. –comente.
-Claro.

Me subí en su moto y le enseñe los lugares que más me gustaban de este país, nos quedamos prácticamente todo el día recorriendo los lugares y comiendo algunos bocadillos.

---Externo---

Paso una semana en la cual un cierto profesor pelinegro no pudo confesar lo que quería decirle a aquel chico que tanto extraño, que le robaba sus suspiros, al cual quería declararle su amor ya que siempre el chico salía temprano y las horas que tenía libre se desaparecía como por arte de magia.

Cada día ensayaba su confesión pero le faltaba la voluntad necesaria para hacerlo.

En cambio un pelimorado trataba de acercarse al corazón del chico, ya que desde siempre lo ha amado pero nunca se lo dijo por el miedo al rechazo, su sueño siempre fue vivir con él y ser felices...

En toda esta semana el chico pelimorado se le pego prácticamente al rubio con el pretexto que no sabía nada del país y lo mejor es que permanecieran juntos.

Un abogado famoso acababa de cerrar un caso que le dejo muchos millones, ahora tomaba un avión con destino Japón, ya que quería ver de vuelta a su niño del cual se enamoró, con un objetivo en la mente de conquistar a ese rubio el cual robo su corazón.

Como muchos le decían nunca pensó enamorarse y menos de esa forma, lo único que desea es tenerlo cerca y que sea suyo.

En cuanto al rubio trataba de enfocarse en su nuevo trabajo, su padre le había dicho que solo sería temporal, que no pasaría de 3 meses en lo que encontraban otro profesor. Aunque le gustara ese trabajo lo que él quería era trabajar de abogado como Asami, y si se podía trabajar a su lado...

No tanto porque le gustará sino porque también lo admiraba por su forma de trabajar.

---Shinobu---

Hoy entraba tarde a la Universidad y me dirigí a pasos lentos, al llegar me percate que una bolita de chicas estaban rodeando a una persona, me parecía tan tonto que unas chicas alborotadas rodearan a un chico, decidí dejarlo pasar y seguí mi camino.

-SHINOBU. –gritaron.

"Esto no es verdad, es una mentira ¿cierto?"

Voltee lentamente y mire a la persona que me había llamado.

-¿A-Asami? –me sorprendí.
-Ya estoy aquí, y juro que no te dejaré ir. –me abrazo.
-E-Es vergonzoso. –me sonroje.
-No me importa, -beso mi frente y escuche a muchas chicas suspirar- te dije que vendría por ti lo más pronto posible.
-Baka.
-Te quiero. –junto nuestras frentes.

Su mirada siempre me hace estremecer, me debilita, pero me encanta, sus brazos tan fuertes que me brindan seguridad.

-Asami yo t-te...
-¿Quién es él Shinobu?

Mire y vi a Miyagi que estaba frente a nosotros cruzando sus brazos junto con el profesor Kamijou.

-Asami te presento al profesor Miyagi, y el profesor Kamijou. –comente señalando a cada uno.
-Un placer conocerlos, -comento Asami- mi nombre es Asami Ryuichi y soy abogado.
-Mucho gusto. –comentaron los dos.
-Bueno debo ir a trabajar. –lo mire.
-Supongo que debo esperarte. –sonrió- ¿Me dirás lo que estabas a punto de pronunciar?

Me sonroje y desvié mi mirada.

-Tal vez...
-Shinobu-chin necesito ver unos archivos contigo. –dijo Miyagi y me tomo de la muñeca llevándome con él.
-¿Miyagi? –pregunte cuando me encerró en su oficina.
-No permitiré que te alejes de mi lado, -me miro- te amo Shinobu, yo estoy enamorado de ti...