---Akihito---

Me fui a dar una vuelta por el lugar en lo que Shinobu hablaba con esa vieja bruja, no entiendo porque se le acercó.

Después de que esa mujer y su padre le hicieron mierda ahora vienen a molestarlo aún más.

Debí decirle sus cositas.

Shinobu está en un proceso de recuperación y para nuestra fortuna va muy bien.

Pero no es justo que solo vengan a fastidiarlo.

Maldita mujer.

Espero no se vuelva a acercar.

Compre un café y me senté en una banca.

¿Cómo están las cosas en Japón?

Espero que bien, realmente es peligroso estar ahí.

Más cuando Fei Long se encuentra libre.

Ese hombre es tan cruel.

Daño mucho a Shinobu y debe pagar todo lo que ha hecho.

Asami prometió, no, él juro atraparlo y yo le creo.

Me es extraño que aún no me haya marcado.

Siempre me marca a esta hora.

Es tan extraño.

No es que lo extrañe ni nada solo...

Que me ha acostumbrado.

Soy muy tonto para admitir mis sentimientos.

Por eso tengo problemas.

Debería de decir siempre lo que quiere escuchar.

Que lo amo.

Lo extraño.

Mire mi celular y le marque.

Pero mis llamadas no eran contestadas.

Solo sonaba un par de veces y me mandaba a buzón.

-Esto es raro.
-¿Qué es raro?
-¡Shinobu! –me sorprendí.
-Lamento la tardanza.
-¿Cómo me encontraste?
-Venia caminando para acá, quería un helado.
-Ya veo, -suspire- ¿Qué te dijo?
-Pues nada bueno.
-Viniendo de esa tipa, -chasque la lengua- perdón Shinobu no quería expresarme así.
-No pasa nada. –murmuro.

Yo lo abrace fuertemente y él acepto mi abrazo.

-Todo estará bien Shinobu.
-Lo sé, -sonrió a medias- a pesar que perdí a mi familia los tengo a ustedes y a Miyagi.
-Eso sin dudarlo.
-Te ves preocupado, ¿Asami te dijo algo?
-No, -murmure- aún no me ha llamado.
-Seguramente tiene un negocio que hacer.
-Eso estaba pensando.
-¿Quieres un helado?
-Estoy tomando café pero te lo acepto.

Caminamos hacía el puesto de helado mientras charlábamos sobre nuestro regreso al finalizar el mes, a decir verdad solo faltan un par de días.

Solo ruego porque atrapen a esos idiota.

Aunque no entiendo porque tengo un mal presentimiento.

"Asami por favor mantente a salvo"

Me moriría si algo malo te pasara.

Por favor...

Cumple tu promesa porque yo te necesito.

Te amo Asami y te lo diré de frente como es debido.

Solo espérame.

---Asami---

Nada pinta bien, nada...

Esto será un mar de sangre si no eliminamos primero a Fei.

Maldita sea.

¿De dónde salieron tantos idiotas?

El comandante miraba a su alrededor intentando idear una estrategia.

Esto me desespera.

Quiero matarlo ya pero varios de sus cómplices se colocaron delante de él.

Esta pistola no me sirve de mucho.

-Tranquilízate Asami.
-No me pidas cosas imposibles Stiff, -gruñí- lo tenemos solo...
-No sabes si llegarán más.
-Pero si tus hombres...
-Confía en mí.
-Sí me dejarás hacerlo a mi manera tal vez...
-Asami, contrólate.
-Maldición.
-Entonces, ¿EMPEZAMOS?

Los policías que nos acompañaban empezaron a apuntar.

-FEI LONG ENTREGATE POR LAS BUENAS. –grito Stiff.
-¿Entregarme? –se carcajeo- Jamás.
-...
-Ya me canse de esperar, hay dos putas que me esperan en otro país.

Tanto Miyagi como yo queríamos acercarnos pero nos detuvieron.

-No dejen que sus palabras les afecten.
-Pero.
-Enfóquense en lo que pasara.
-¿Cómo?

Stiff alzo su mano y la bajo rápidamente.

En el lugar se escuchó un disparo y Fei se tapó su brazo.

-BASTARDO.

Mire hacía un edificio y mire a un francotirador.

-MATEN A TODOS. –grito Fei.
-CUBRANSE TODOS. –grito el comandante y nos colocamos detrás de unos escritorios.

Los del otro bando comenzaron a disparar.

-Maldición. –gruñó Miyagi.
-Debió matarlo con ese tiro. –exclame.
-Le dije que solo lo hiriera.
-¿Acaso estás mal? –grite- ¿Por qué no lo mataste?
-Porque necesitaba su confesión.
-¿Confesión? Mis pelotas.
-...
-Asami mira. –comento Miyagi mostrándome una salida por la que Fei se preparaba a irse.
-No puedo permitirlo. –gruñí.
-¡Espera!
-Lo siento Stiff pero no más.
-Iré contigo. –comento Miyagi.
-Ok.
-Maldición, ustedes dos. –gruñó el comandante- Los cubriré.

Empezamos a correr hacía esa salida mientras Stiff se encargaba de los mafiosos que disparaban con intención de matarnos.

Miyagi corría a mi ritmo y nos cubrimos debajo de una ventana.

-A mi señal saltamos. –lo mire.
-Sí.

Me asome y Fei Long caminaba hacia su jet

-Ahora.

Miyagi y yo saltamos y dispare hacía Fei pero él se volteo y la bala se estampo en su jet.

-Es tu fin Asami.
-¿Eso crees?
-No hay nadie más que te proteja.
-No estés tan seguro. –sonrió ampliamente.

Un tipo apareció detrás de nosotros y estaba a punto de dispararme pero Miyagi se interpuso recibiendo todo el daño en su hombro.

-¡Miyagi!

Le dispare al tipo y me acerque a mi compañero.

-No te preocupes por estupideces, acaba con él.
-Pero...
-¡Hazlo!

Fei sacó su arma pero le dispare en la mano y luego a su cómplice.

-Ya no harás más daño.
-Anda Asami, mátame, aun así no cambiará el hecho de que hice mío al puto que tienes pro pareja.
-Infeliz.
-¿Tienes miedo?

Lo mire a los ojos.

-YO NUNCA HE TENIDO MIEDO Y MUCHO MENOS LO TENDRÉ.

Le disparé en la cabeza y su cuerpo azoto en el suelo.

-Nunca más harás daño.

Me acerque a Miyagi y estire mi mano.

-No sé cómo podré agradecértelo.
-Sí eres el padrino de mi boda con Shinobu tal vez lo piense un poco.
-Supongo.

Lo ayude a levantar e hizo una mueca de dolor.

-Vamos, tienen que revisarte.
-Lo sé, suenas como mi padre.
-Estoy seguro que eres mayor que yo.
-Tientas mucho a tu suerte.

Caminamos hasta el comandante y afortunadamente todo estaba siendo arreglado.

Los cómplices estaban siendo capturado, afortunadamente no había bajas de nuestra parte pero si muchos heridos.

Tomoya también ya estaba arrestado.

-¿Cómo les fue? –pregunto el comandante y se sorprendió- Miyagi debemos atenderte.

Los paramédicos lo llevaron a una camilla.

-¿Y Fei? –pregunto Stiff.
-Digamos que no molestará más.
-Buen trabajo, -coloco su mano en mi hombro- lamento no haberte escuchado.
-No pasa nada, es tu trabajo.

---Shinobu---

Al llegar a la casa me recosté en la cama y mire mi celular.

Más que nada observaba las fotografías que me había tomado con mis amistades y mi pareja.

Realmente extraño a Miyagi.

Después de todo lo que ha pasado no puedo estar sin él.

Lo amo como a nadie en el mundo.

Creo que no puedo estar más sin él.

Es tiempo de volver y empezar de nuevo.

Dándonos la oportunidad de amarnos.

No puedo soportarlo más.

Salí de mi habitación y corrí a la de Akihito.

-¿Qué ocurre Shinobu?
-No puedo esperar más, -lo mire- quiero regresar.
-¿Enserio?
-Sí porque...
-¿Sí?
-No puedo estar sin él.