---Miyagi---

Esto es tan pesado, las horas se consumen lentamente, entre más quiero verlo, más lento se pasa el día, aún mi corazón sigue latiendo como el primer momento en que lo vi en la oficina, me siento feliz de que seremos compañeros de trabajo.

-Nos vemos mañana Kamijou. –me despedí.
-No se le olviden sus exámenes profesor. –comento.
-Hai, hai. -respondí.

Salí de la oficina y me dirigí hacia mi auto, me subí y me quede un rato observando mí alrededor.

Deje que mi mente viajara al pasado, donde aquel chico me acosaba diciendo que era el destino y que debía responsabilizarme por sus sentimientos, cuando me seguía a todas partes, la vez que casi tuvimos sexo...

Maldición no puedo creer que por un recuerdo me sienta tan excitado...

Esto no es normal, a mi edad no debería sentirme así por un simple recuerdo, en verdad necesito hablar con mi niño y aclararle mis sentimientos.

Al llegar a la casa, recalenté la comida de ayer y comí tranquilamente en mi departamento, me senté en el sofá luego de terminar los exámenes y me quede viendo una película de época.

Por alguna extraña razón, la película me hizo recordar a mi niño...

***Flash-back***

-Miyagi. –murmuro.
-¿No te cansas de seguirme? –lo mire fastidiado.
-No, -me miro desafiante- ya te dije que me gustas y no me rendiré fácilmente.
-Me empiezas a fastidiar. –por alguna extraña razón lo deje entrar a mi departamento.
-Pero es que en verdad me gustas.
-Ya me canse de tus juegos. –lo tome del mentón y lo bese- ¿Crees que es divertido jugar con los adultos?
-Y-yo no juego contigo, en verdad me...
-No te creo. –lo aparte.
-¿Por qué?
-Déjame en paz. –me metí a mi habitación y cerré con seguro.

Me dormí sin que me diera cuenta, al despertar salí de mi habitación y mire a Shinobu recostado en el sofá durmiendo profundamente. Le coloque una manta y me percate que sus mejillas estaban bastantes sonrojadas.

"Qué lindo..."

Mierda...

Qué diablos ando diciendo, para nada es lindo, solo es un mocoso caprichoso y malcriado.

Me acerque al comedor y me di cuenta que estaba un plato con repollo quemado, y una nota de Shinobu donde me decía que era mi cena y más me valía comerme todo eso. Empecé a comerlo y sabía horrible, pero de solo recordar que lo había preparado él no sé porque me lo comí sin refutar.

Me acerque a Shinobu y bese sus labios por unos instantes, cuando me di cuenta me aparte bruscamente y me senté en el otro sofá.

¿Por qué rayos lo bese?

Él es mi ex cuñado y un simple mocoso...

¿Por qué mi corazón se aceleró al acercarme a él?

El chico poco a poco abrió sus ojos y me miro.

-¿Miyagi?
-Me alegro que despertarás, porque es hora que te vayas, seguramente tus padres se han de estar preguntando donde estas.
-Me quedaré aquí contigo.
-¿Ah? –lo mire.
-Ya lo decidí.
-Mira mocoso, no tientes a tu suerte, en verdad no te soporto.

Sus ojos se volvieron cristalinos, y sentí un duro golpe en mi corazón.

-Shinobu-chin yo...
-Me retiro, gracias por todo. –tomo sus cosas.
-Espera, -lo tome del brazo- yo no quise...
-No importa, -me aparto- tiene razón yo solo soy una simple molestia...

***Fin del flash-back***

No puedo entender porque me comporte así con él, en verdad no entiendo que pasaba por mi cabeza, a lo mejor no quería olvidar a sensei, después de tanto tiempo, pero sin darme cuenta Shinobu entro en mi corazón y se quedó ahí, siendo la única persona que yo amo y necesito, quiero estar a su lado por siempre...

Me fui a acostar temprano ya que mañana veré de nuevo a mi terrorista, aunque no seamos compañeros de la misma área, nos veremos a diario porque su despacho queda enfrente del mío.

"Prepárate Shinobu-chin, porque te mostraré todo el amor que te tengo..."

---Shinobu---

Después de volver a hablar con Asami, me di cuenta que mi corazón late aceleradamente al escuchar su voz, o recordar las veces que nos hemos besado, él hace que cada célula de mi cuerpo se estremezca al estar en contacto con él.

Parezco un chico enamorado, y siendo sincero, lo estoy, siento que me he enamorado de ese hombre, y me gustaría tener algo serio con él, pero veremos que dice el tiempo.

Con respecto a Miyagi, qué más puedo decir, es mi cuñado, de seguro todavía tiene una relación con mi hermana, así que eso me hace pensar que siempre fui un suplente para él, pero no importa, eso quedo atrás, no es como si hubiéramos tenido algo, pero esas palabras que me dijo en el aeropuerto sonaban tan verdaderas, que hace años las tome como falsas.

Me dormí casi a las 12 de la noche porque el sueño no llegaba a mí, al despertar, me di cuenta que si no me apuraba llegaría tarde a mi primera clase, así que me bañe rápidamente, tome un vaso de jugo y pedí un taxi para que me llevara a la Universidad.

Al llegar mire mi horario y me dirigí hasta el salón. Respire profundo antes de entrar.

-Buenos días. –salude.

Todos me miraban intrigados y seguían platicando entre sí, sentí como unas venitas salían de mi frente y comencé a leer una estrofa del libro que llevaba.

De repente todos me miraron cuando termine de leer.

-Me van a hacer un ensayo reflexivo de la lectura que les hice, y ese será su pase para presentar su examen. –los mire.
-¿Ehhhhhhhhhhh? –se quejaron todos.
-No es mi culpa que estén distraídos, el que escucho que bien, y el que no también.

Me senté en la silla y muchos alumnos me querían matar con las miradas.

-¿Tú quién eres niño? –pregunto uno de los estudiantes.
-Más respeto para tus superiores, -lo fulmine con la mirada- soy Takatsuki Shinobu uno de los mejores abogados de Australia y soy su nievo profesor.
-¿T-tú? Pero si te vez...
-Tengo 23 años, y por mis buenas notas soy de los mejores. –sonreí.
-Pero...
-Me supongo que ya acabaste ¿cierto?

Todos me pidieron disculpa por su comportamiento y me pidieron que volviera a leer el texto, les advertí que sería la última vez que lo pasaría por alto, pero a la siguiente les aplicaba un examen.

-Waa, se parece al demonio Kamijou.

Sonreí cuando mencionaron esas palabras

Al terminar las clases me retire hasta el comedor donde tuve que comprar algo para almorzar ya que no me dio tiempo de prepararme algo.

-Profesor Shinobu. –comento Kamijou- siéntate con nosotros.

Suspire y me senté frente a Hiroki y Miyagi.

-¿Qué tal tus clases? –pregunto Miyagi.
-No son tan pesadas como creí. –sonreí.
-Me alegro mucho Shinobu. –me miro.

Nos quedamos platicando en lo que terminaba el descanso, y como yo tenía el siguiente periodo libre me decidí quedar ahí leyendo un libro.

-¿Tú también estas libre? –me miro Miyagi.
-Así es. –comente sin despegar la vista del libro.
-Sabes Shinobu, yo... -susurro.
-¿Sí?
-Podrías verme cuando te hablo. –pidió.

Baje el libro y lo coloque en la mesa.

-¿Qué ocurre?
-Yo me di cuenta que te a...
-SHINOBU. –gritaron.
-¿L-Lestat? –me sorprendí.
-Sabía que te encontraría aquí...

Me levante de mi asiento y me acerque a él.

-¿A qué has venido?
-A reclamarte como mío. –sonrió.
-¿Qué?

Me tomo de la cintura y junto sus labios con los míos en un beso casto.

¡QUEEEEEEEEEEEE!