CAPITULO 27 Barreras.
---Asami---
Ese maldito se escapó, no puedo creerlo, juro que lo encontraré y lo mataré con mis propias manos.
Mis aliados se fueron corriendo tras de él, quería seguirlos, necesitaba hacerlo, pero ahora lo más importante es poner a salvo a nuestras parejas.
-¿Estás bien Akihito?
-S-Sí. –murmuro y miro a Shinobu.
Shinobu se había desmayado en los brazos de Miyagi.
-Mao por favor prepara el auto, -comente- y ayuda a Miyagi con su pareja.
-A la orden.
-¿Puedes caminar Akihito?
-S-Sí.
Lo ayude a levantarse y me abrazo.
-Tranquilo, -comente- ya paso todo.
-No. –susurro- No para él.
-¿Cómo?
Mi amado me miro con los ojos llorosos.
-No me digas que ese cabrón...
-Sí.
-HIJO DE...
-Necesito ir con Shinobu.
-¿Te hizo algo?
-No.
Lo tome del mentón y lo bese.
-¿A-Asami?
-Sentí que me moría cuando me dijeron que no estabas, estaba desesperado por tenerte, por encontrarte y ahora jamás, escúchalo bien, -lo tome del mentón- jamás te dejare ir.
Él se sonrojo y me abrazo.
-Te amo. –susurre en su oído.
-Yo también te amo Asami.
-LO sé. –bese su frente.
-Quiero ir a ver a Shinobu.
-Vamos, me gustaría que te revisaran.
-Sí.
Lo mire un poco desconfiado y lo cargue.
-¿Q-Qué haces Asami? –se sonrojo.
-No quiero que te lastimes.
-Idiota. –desvió la mirada.
Lo lleve hasta mi auto y lo subí en los asientos traseros.
En todo el camino me explico lo que ambos vivieron juntos a lado de esos tipos, el temor que tenía, y la impotencia de mi amado por no poder salvar a Shinobu de las garras de Fei, tanta desesperación por haberlo dejado solo.
Maldito Fei, juro que en verdad lo matare...
Daño a las dos personas más queridas para mí y eso no se lo perdonare.
Shinobu no tenía nada que ver con esto...
Maldición, es mi culpa que los hayan lastimado.
Debo de atraparlo y encerrarlo, sin antes torturarlo para que aprenda que conmigo nadie se mete, y mucho menos toca a lo que más aprecio.
Aunque me siento más tranquilo ahora que Akihito está conmigo y Shinobu con Miyagi, tendré que contratar algunas personas para que nos protejan por lo mientras que atrapo a ese hijo de puta, juro que lamentara haberse metido conmigo.
-Asami.
-¿Sí?
-Gracias. –sonrió- Yo.
-Akihito...
-Lamento todo lo que te hice, te lastime y entenderé si...
-Quiero que estés a mi lado pase lo que pase, -lo mire- te amo y eso es lo que importa.
-Te mereces algo mejor.
-Eso eres tú, así que no me dejes.
-Te amo.
Al llegar al hospital les pedí que revisaran a mi amante mientras yo esperaba en la sala, pregunte por Shinobu y me dijo que estaba dormido, Miyagi estaba a su lado.
Por cómo me lo dijo el doctor parece que Miyagi ya sabe lo que le hicieron a su amado.
Mi celular comenzó a sonar y me di cuenta que era un número desconocido.
-¿Sí?
-Abogado Asami, ¿Cómo se encuentra?
-Fei, -gruñí- ¿Dónde estás bastardo?
-Jejeje, -se carcajeo- ¿Por qué la agresividad?
-Es mejor que aparezcas porque soy capaz de todo.
-Oh, ¿enserio?
-Maldito.
-Hablemos como dos personas caballerosas.
-¿Qué quieres?
-Necesito que me entregues a Shinobu.
-Ya le has hecho mucho daño.
-¿Te dijeron? –rio- Supongo que era evidente, ese cuerpo me perteneció y me pertenecerá.
-Eres un infeliz, jamás te lo entregare.
-Mmmm, que mal.
-Fei
-Necesito que me consigas un pasaporte, un avión y 100 millones de yenes.
-No te conseguiré nada.
-Matare a esas personas que aprecian.
-Como si pudiera.
-En ese caso te espero a ti y a la pareja de mi niño en el aeropuerto abandonado dentro de 3 días.
-Maldito.
-Adiós...
Apreté fuertemente el celular y rechine lo dientes.
-Este será su fin.
---Shinobu---
Dolor, inquietud...
Me siento tan mal, no quiero seguir así, mi cuerpo tiene las sensaciones de sus manos acariciando mi piel...
Estoy manchado, estoy sucio...
Cuando vi a Miyagi todo mi ser quería abrazarlo, necesitaba sentir su calor que me asegurara que estaba a su lado, que nada malo pasaría que ya estaba a salvo.
Quiero estar con él pero...
No puedo...
No así
Lentamente abrí mis ojos y pude ver que estaba en una habitación de color blanco, mi cuerpo se sentía aun adolorido, mi brazo tenía algunos cables que conectaban a una máquina que hacía un ruido extraño.
Pude ver a Miyagi sentado en el sofá, estaba dormido.
Quería hablarle pero mis lágrimas comenzaron a caer y me tape la boca para no soltar algún sollozo o alarido.
No puedo estar a su lado, ya no puedo.
No soy apto para él, estoy manchado, fui violado por Fei, estoy manchado por ese hombre, no quiero saber nada más...
Me siento tan asqueado...
-Shinobu-chin.
No me había dado cuenta que Miyagi se había despertado y lentamente empezó a acercarse a mí con la intención de abrazarme.
-NO TE ACERQUES. –grite.
-¿Shinobu?
-NO LO HAGAS.
-Mi niño, tranquilo aquí estoy yo.
-VETE.
-No lo haré.
-QUE TE VAYAS.
-Ya me dijeron que ocurrió mi amor.
Sentí como si mi corazón se hubiera detenido y lo mire.
-Tranquilo, yo te amo y...
-Tan humillante. –murmure.
-Mi niño yo...
-VETE.
-No quiero.
-QUE TE VAYAS, AHORA NO QUIERO VERTE.
-Shinobu-chin, te amo eres mi todo.
-LARGO.
Unos doctores comenzaron a entrar.
-Por favor señor le pedimos que se retire de la habitación. –comento uno doctor.
-No puedo yo...
-Por favor.
-Shinobu.
Me tape los oídos para no escuchar nada más.
Pude observar como algunos enfermeros sacaron a Miyagi de la habitación.
-Lo siento Miyagi. –murmure.
Uno de los doctores me hizo un chequeo rápido y luego me dio algunos medicamentos para que pudiera recuperarme.
-Ahora duerme pequeño, -comento- debes descansar.
-Sí.
-No te preocupes por ese hombre, -me miro- no dejaremos que entre, no queremos que te alteres, necesitas un descanso.
-Gracias.
Me recosté en la cama y apreté fuertemente mis parpados.
Amo a Miyagi, pero no puedo dejar que se quede a mi lado cuando yo estoy manchado, cuando yo estoy...
Quiero desaparecer, no merezco estar con nadie, no lo hago.
-Shinobu.
-¿Akihito? –lo mire.
-Hola.
Se acercó a mi lado y se sentó en la cama.
-¿Cómo te sientes?
-Mal. –solloce.
Él me abrazo y me hizo acurrucarme en sus brazos.
-Tranquilo Shinobu, ya estás a salvo.
-Él me...
-Lo sé, y te juro que ese idiota lo va a pagar caro.
-Ya no puedo estar con Miyagi. –murmure.
-¿Cómo?
-Él merece estar con alguien puro y...
Akihito me sujeto del mentón.
-¿Acaso eres tonto?
-¿Eh?
-Tú amas a Miyagi y él a ti, ¿Por qué lo quieres abandonar?
-Yo estoy...
-Shinobu por favor, él te ama y estará contigo pase lo que pase.
-Lo sé...
-Piénsalo bien Shinobu, no pongas una barrera, no lo hagas.
-No quiero que...
-Hazle caso a tu corazón.
Solloce mientras él acariciaba mi espalda.
Tal vez tenga razón...
Pero no sé qué más hacer...
Ya no puedo pensar más...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro