---Asami---

Le indique a Miyagi que nos fuéramos en el auto que me había prestado mi amigo, ya que las direcciones eran bastantes y lo único que nos quedaba era revisarlas todas lo más pronto posible, no podíamos perder ni un minuto más.

-La primera propiedad es doblando la esquina, para ser preciso es ese edificio. –comento Miyagi.
-Se ve tan deplorable. –explique estacionando el auto.
-Todo puede suceder.
-En fin, -saque un arma de la guantera del auto y se la di- espero sepas como utilizarla.
-Aprendo rápido.

Guardo su arma al igual que yo guarde la mía en mi abrigo, caminamos a la entrada del edificio. Le hice una señal para que me siguiera.

De una patada abrí la puerta y ambos entramos al lugar.

Entramos a la casa y empecé a buscar a los dos pero no parecía que nadie viviera en este lugar.

-Hay que revisar cada uno de los pisos. –comento Miyagi.
-Estoy de acuerdo contigo.

Exploramos cada uno de los pisos pero no encontramos rastros de ellos.

-Ey Asami encontré una nota.

Camine a su lado y me dio el papel.


Sí has encontrado esta nota entonces significa que estas cerca Asami, ¿Qué te parece darte un poco de motivación? La encontraras en la primera habitación detrás de un espejo, no tardes que empiezo a aburrirme...


Corrí hasta esa habitación seguido de Miyagi, camine hasta él espejo y lo moví dejando caer una foto de Shinobu y Akihito que estaban recostados en una cama dormidos. Le di la vuelta a la foto y traía 4 direcciones.


¿Adivina en dónde estoy? Tienes 1 semana...


Maldición...

-¿Qué pasa Asami?
-Debemos apurarnos.

Le di la foto y él la miro.

-Shinobu-chin... -murmuro.
-Miyagi debemos apresurarnos.
-Pero también debemos llamar a las autoridades para que nos ayuden.
-No lo harán, -comente- Fei Long tiene comprada a toda la policía del lugar.
-¿Y cómo lo atraparemos?
-Déjamelo a mí, -saque mi celular- tengo muchos contactos.
-¿Eh?
-Digamos que antes de ser abogado tuve mi propio "legado".
-¿Cómo?
-Me supe ganar a muchas personas que siempre me apoyaban y harían lo que fuera.
-¿Enserio?
-Así es.

Marque el número de mi mejor amigo.

-¿Diga?
-Armand, me alegro que hayas contestado. –comente.
-Asami, -comento- que milagro que hablas, ¿a qué se debe tu llamada? Desde que nos dejaste ya no nos has hablado.
-No ha sido mi intención, -comente- lamento lo que diré pero necesito su ayuda.
-¿Ocurrió algo?
-¿Siguen en Venecia?
-Sí.
-Los veo en la avenida central.
-¿Qué pasa?
-Fei Long ha secuestrado a dos personas que son queridas para mí.
-ESE BASTARDO. –gruñó- Así que está aquí.
-Sí.
-Reuniré a todos los demás y te veremos en la avenida, tranquilo Asami te ayudaremos.
-Gracias, les debo una.
-Ni que lo digas, has hecho mucho por nosotros.

Colgué el teléfono y mire a Miyagi.

-Vamos.
-¿Qué pasa?
-Tenemos la ayuda, es hora de movernos.
-Sí.

---Fei Long---

Tome el mentón de Shinobu y lo dirigí a mi miembro.

-NO QUIERO. –grito.

Sin más le di una gran bofetada.

-No me gusta que me griten, así que compórtate o juro que te mataré.

Lo volví a acercar y sin previo aviso metí mi miembro a su boca.

-Ammppphh.

Ese chico quería apartarse, pero como lo tome bien no pudo hacerlo- sujete su mentón fuertemente y embestí su boca.

-Tan cálido. –murmure.

Shinobu coloco sus manos en mis piernas con fuerza, lo cual me hizo excitarme demás.

-Utiliza más tu lengua y tus labios, si te atreves a morderme te juro que no tendré piedad.

No será el mejor o tendrá la experiencia, pero debo admitir que se siente tan placentero estar dentro de su cavidad, es tan bueno.

Aunque la vista no podría ser, un chico sonrojado haciéndome un oral, mientras produce sonidos lascivos.

-Tranquilo Shinobu con calma, tenemos toda la noche.

Sinceramente cuando una persona es privada de alguno de sus sentidos, tiende a desarrollar mejor los demás, así que por eso vende sus ojos para poder disfrutar mejor de esa boca.

Empecé a mover mis caderas adentrándome un poco más en él, hasta que después de unos minutos llenos de placer y lujuria me corrí en su interior.

Él se apartó y empezó a toser.

-Eres bueno Shinobu pero puedes mejorar, -lo tome del brazo y lo aventé a la cama- te enseñare como se hace.

Sin pedirle permiso le quite su ropa dejándolo desnudo y a mi merced.

-Parece que te excitó haberme hecho un oral.
-I-Idiota. –murmuro.
-Haré lo mismo por ti.

Tome su miembro y empecé a masturbarlo, al igual que metí dos de mis dedos en su entrada.

-D-Duele. –se quejó.

No me importa lo que diga, ni sus suplicas, lo que importan es el placer que me puede ofrecer, el que sea lo suficientemente bueno para mí.

Relamí mis labios al mirar cómo se retorcía en la cama, como mordía su labio para no gemir, hasta cierto punto se me hace excitante, pero es molesto...

-¿Por qué no me muestras lo que sientes? –apreté la punta de su miembro.
-mmmm. –susurro.
-Enserio, ¿no lo dirás? –apreté un poco más y metí el tercer dedo de golpe.
-AHHHHH. –gimió- m-me duele.
-Pensé que te habían comido la lengua. –reí.

Metí su miembro a mi boca y lo empecé a saborear por completo.

-N-No, -sollozo- t-tú no...
-Acaso, -sonreí- ¿te gusta que te lo haga Asami?
-Él n-no es mi amante.
-Sí claro.
-L-Lo juro.
-Pero aun así tú eres mío.
-N-No...

Me aparte de él, me quité lo que me quedaba de ropa, tome sus caderas y entré en él de una embestida.

-Ahhhhhhhggg. –gimió.
-Eres tan estrecho, -murmure en su oído- me encanta.
-S-Sácalo, -sollozo- d-duele.
-Shinobu, eres sensacional.
-Ahggg n-no.

Empecé a lamer sus pezones mientras que tomaba su miembro y lo empezaba a masturbar.

-N-No...

Aceleré el ritmo y se terminó corriendo en mis manos.

-Delicioso. –lamí mi mano.
-P-Por f-favor n-no más. –suplico.
-Shinobu, llora para mí, suplica, enciéndeme con cada ruego. –mordí su oreja.
-Ahhh.

Tome su cintura y comencé a moverme con fuerza.

-Awhhhh.

Tal placentero...

Dulce, especial, este chico es tan exquisito.

Seguí embistiéndolo con fuerza, él enterró sus dedos en mis brazos, cosa que me hizo excitarme más, lo senté en mis piernas aun lo seguía embistiendo.

Lo tome del cabello y lo hice para atrás para saborear su cuello.

-Que placer, eres tan estrecho.
-P-Para...
-Más, quiero más.

Besar, lamer y morder cada parte de su piel...

Quiero devorarlo por completo...

No se lo daré a nadie...

Lamentable para ti Asami, no te lo daré...

Seguí devorando cada parte de él hasta que me corrí en su interior...

-Miyagi... -sollozo.
-Ahora solo debes pronunciar mi nombre, -lo jale- eres mío.

Aquel chico se estremeció y le di una embestida más.

-No he tenido suficiente...
-N-No más...
-Sabrás quien es tu dueño.

Me coloque encima de él y lamí sus lágrimas.

-Me encantan.
-Por favor, déjame...
-No.

Cuando estaba a punto de devorarlo nuevamente se escuchó el sonido de un disparo.

-Pero qué rayos...

---Akihito---

Tomoya me acorralo en la pared y empezó a acariciarme.

-Sabes, he cambiado de parecer.
-SUÉLTAME.
-¿Tengo que recordarte quien te folló por mucho tiempo?
-Eres un idiota. –lo mire.
-Lo soy, pero disfrutas de cada vez que te penetro con fuerza.
-TE ODIO.
-Por favor, deja de estar de perra resentida.
-SERÁS...
-Ya te dije que eres mío, y te lo hare sin descanso.
-No lo creo.
-Como si me importara, -se carcajeo- acaso, ¿extrañas a Asami? Aun después de haberle puesto el cuerno varias veces conmigo.
-LARGATE...
-Aún tengo tiempo para devorarte.
-Eso si te lo permito.

Le di un rodillazo en el estómago y me aparte de él.

-HIJO DE PUTA. –gruñó.

Corrí hasta el colchón y saque el arma escondiéndola en mi espalda.

-Esta sí que me las cobrare lentamente.
-No te acerques. –exclame.
-¿Qué harás? –saco una navaja- eres un inútil y torpe.

Saque el arma y le apunte.

-Ni un paso más.
-Oh, ¿Me vas a disparar?
-Sí.

Él se abalanzo a mí y yo le dispare hiriéndolo en el estómago, cayó encima de mí y lo aventé.

-No hay marcha atrás, debo ir por Shinobu...