---Akihito---

Por más que intento no logro encontrar alguna manera de escapar de este maldito lugar, en verdad estamos encerrados, no puedo estar ni un momento más en este absurdo lugar, ese Tomoya es un maldito Gilipollas.

-Por favor siéntense.

Shinobu se sentó a su lado y yo al lado del imbécil ese.

Varias chicas caminaron hacia nosotros y dejaron varios platillos en la mesa. Tengo tantas ganas de levantarme e irme corriendo de este lugar, pero una imprudencia mía puede causar que Shinobu sea herido.

Debo pensar un poco más en una estrategia.

-¿Cómo van los negocios en el sur Tomoya? –pregunto el peliverde.
-Fei-sama todo está en orden, la carga de cocaína ha llegado a salvo.
-Excelente, ahora quiero que lleven el dinero a Londres y Alemania.
-Así será.
-No quiero ninguna falla, -miro a Shinobu- odio tener que encargarme de los asuntos personalmente.
-Le prometo que no habrá contratiempos.
-Eso espero.

Seguimos comiendo mientras ellos seguían charlando de sus negocios. Shinobu estaba algo distraído, solo miraba su plato de comida.

-¿No piensas comer? –pregunto Fei.
-No.

Ese hombre tomo el mentón de Shinobu y lo apretó.

-Comerás todo lo que está en el plato si no quieres pagar las consecuencias.

Shinobu palideció un poco y empezó a comer.

-Así me gustan. –beso su frente.

Creo que Shinobu no aguantará mucho tiempo y yo tampoco, debemos buscar una salida lo más antes posibles.

-¿Qué tanto me vez idiota? –me pregunto el peliverde.

Solo desvié mi mirada y me concentré en mi comida.

-TE PREGUNTE ALGO, -grito- RESPONDE.
-No veía nada, ¿contento? –gruñí.

Él estaba a punto de levantarse pero Shinobu lo tomo de la mano.

-N-No le hagas nada, solo s-se siente estresado murmuro.
-Como sea.

Seguimos comiendo hasta que terminamos.

-Tomoya, quiero que lleves a tú chico a su habitación y a Shinobu a la mía.
-Así será jefe.

Tomoya me tomo del brazo y me empezó a jalar a mi habitación, me empujo bruscamente y cerró la puerta con llave.

Solo pude ver el semblante preocupado de Shinobu.

Empecé a golpear la puerta, aunque sé que no tiene sentido seguir así, la puerta jamás se abrirá, estoy atrapado en este estúpido lugar.

Empecé a revisar toda la habitación, trataba de hallar una manera de escapar, intenté quitar los barrotes de la ventana pero están muy bien pegados, no puedo moverlo ni un poco y eso es tan desesperante.

Entré al baño y solo tiene una pequeña ventana, ni Shinobu que es más delgado que yo cabría en ese lugar.

Las paredes son de concreto, el piso de baldosa fija...

Moví un poco los muebles con la esperanza de encontrar aunque sea una maldita habitación secreta pero no encontré absolutamente nada.

Ya desesperado y cansado busque en los últimos sitios posibles, en los cajones y debajo de la cama.

-Maldición. –gruñí- esto es imposible.

No había nada que nos pudiera ayudar.

-¿Debería revisar el colchón?

Esa idea me surgió de revisarlo, ya que cuando estaba con Asami, él acostumbraba a tener un arma bajo el colchón por seguridad.

Sin pensar más levante el colchón y una sonrisa satisfactoria apareció en mis labios.

-Bingo.

Encontré una pistola la cual me podría ayudar a la hora de enfrentarme con esos malditos, así que la revise y tenía 4 balas, la envolví en una camisa y la guarde de nuevo bajo el colchón.

-Con esto podremos defendernos, solo necesito que Shinobu vuelva de nuevo a la habitación.

Después de unos minutos la puerta se abrió.

-No sabes las ganas que tengo de follarte muy duro. –comento ese idiota.
-Y tú me das tanto asco.
-Eso no decías cuando te embestía con fuerza.
-De lo peor. –gruñí.
-Pero tendrás que esperar porque tengo que ir a terminar una misión y en cuanto vuelva te haré gemir mi nombre.
-Te desprecio tanto.

Él se acercó a mí y tomo mi mentón.

-Te haré recordar lo bien que te sentías, lo juro.

Me beso con brusquedad mientras me sujetaba de mi cintura.

---Miyagi---

Llegamos por fin a Venecia, en cuanto bajamos del avión unas personas se nos acercaron, Asami los saludo y comenzó a hablar con ellos mientras yo los escuchaba,

Hablaban acerca de investigar lugares más sospechosos del país.

-Quiero que me hagas un favor Lauret.
-¿Qué cosa Asami?
-Busca propiedades de Fei Long.
-¿Fei Long? ¿Hablas del mafioso?
-Así es.
-Asami en que te has metido. –suspiro el hombre.
-¿Qué ocurre?
-Fei es una persona respetable aquí.
-¿Cómo es respetable si es un maldito mafioso?
-EL miedo que tienen las autoridades.
-Y cómo influyen en ellas. –comento otro hombre.
-¿Qué? –me sorprendí.
-Fei tiene comprada a todas las autoridades, y él que no acepte dinero los amenaza con matarlos o lastimar a sus personas queridas.
-Ese bastando. –gruñí Asami.
-Pero no te preocupes, te ayudaremos. –comento el pelirrojo.
-Ya hemos investigado algunos lugares, tal vez podemos empezar con los más cercanos. –dijo Lauret.
-Gracias, -suspiro Asami- por favor manténganme informado.
-Así será, por lo mientras ve a dejar tus cosas a esta dirección, es un departamento el cual ya no utilizo.
-Ok.
-Por favor no se desesperen. –nos miró.
-Eso es un imposible. Murmure.

Lauret le dio dos pares de llaves, una del departamento y otra de un auto que había mandado a comprar. Caminamos hasta el auto.

-¿Conoces esté país? –pregunte.
-Digamos que sí, viví aquí como dos años.
-Vaya.
-Mejor es dejar las cosas y empezar a buscar en estos lugares. –me mostro un papel.
-¿Direcciones?
-Sí, son propiedades de ese maldito.
-Vayamos ahora mismo.
-Así será, solo que debemos tomar un cambio de ropa.
-Necesito buscar a mi terrorista ahora.
-Calma Miyagi.

Llegamos al departamento y tome una ducha, me coloque un pantalón negro y una camisa azul con un abrigo negro. Esperé a Asami en la sala para poder ir a buscar a nuestros queridos chicos.

Ruego porque no le pase nada a mi Shinobu, haré hasta lo imposible para encontrarlo, él es inocente y no merece pasar por esto.

¿Por qué no lo pueden dejar tranquilo?

Mi celular empezó a sonar y conteste.

-¿Sí?
-Miyagi, ¿Dónde estás?
-S-Señor Takatsuki. –me sorprendí.
-Fui al hospital y solo me dijeron que te fuiste, ¿Qué paso?
-Es Shinobu.
-De nuevo ese mocoso, ¿te ha hecho algo? –pregunto molesto.
-Señor, ¿Por qué habla así de su hijo?
-Por lo que les hizo a ti y a Risako.
-SU HIJO ESTÁ SECUESTRADO. –grite.
-Pues seguramente se lo merecía.
-No entiendo porque tanto odio de su parte.
-Él se metió en su relación.
-YO NO QUIERO NADA CON RISAKO, AMO A SHINOBU.
-Miyagi, no tienes por qué cubrir a...
-MALDICIÓN LE ESTOY DICIENDO QUE SHINOBU ESTÁ EN PELIGRO Y ¿A USTED NO LE IMPORTA?
-Se lo merece.
-Váyase al diablo. –colgué.

Sentí la necesidad de aventar mi celular pero solo respire profundamente ya que lo podía utilizar más adelante.

-¿Ocurrió algo? –pregunto Asami.
-En cuanto tenga a Shinobu en mis brazos, me lo llevaré lejos.
-¿Acaso hay problemas?
-Sí, su padre no acepta lo nuestro y lo peor, -apreté mis puños- que no le interesa lo que le está pasando.
-No puedo creer que ese hombre se porte así, es un hijo de...
-Lo sé, -suspire- es mejor irnos de una vez.
-Sí.

Bajamos las escaleras y nos subimos de nuevo en el auto.

-Supongo que yo también me llevaré lejos a mi Akihito.
-Será lo mejor.

---Shinobu---

Ese hombre me encerró en una habitación, más grande que en la que estaba con Akihito, era de color rojo y una cama con telas rodeándola, de solo estar aquí siento una extraña sensación, quiero irme.

La puerta se abrió y voltee lentamente. Fei Long solo tenía una bata blanca puesta, mientras me miraba de una forma extraña.

-¿Me estás esperando? –sonrió.

Camine hacía el baño pero Fei me detuvo abrazándome de la cintura.

-Shinobu hueles tan bien.

Intenté apartarme pero me sujeto con fuerza y me volteo. Lentamente acaricio mis labios y me miró fijamente.

-Quiero que me hagas un favor.
-...
-Te mostraré a ser un buen amante.

Tomo mi mano y la metió por su bata haciéndome tomar su miembro.

-No. –me aparte.

Él tomo mi mentón y me apretó fuertemente.

-No es si quieres, es una orden.

Me llevo hasta la cama y me hizo hincarme.

-D-Déjame ir.
-Eres mío, lo quieras o no.

Me coloco una venda en los ojos y me recargo en sus piernas.

-Hoy sabrás lo que es dar placer a tu amante.
-No eres mí...
-No hables o te arrepentirás.
-Por favor...
-Vamos a divertirnos mucho.

Sentí su lengua pasar por mi cuello. Él tomo mis manos y las coloco en su miembro y empezó a moverlas lentamente.

-No será suficiente con tocar, tienes que lamer y chupar.
-...
-Serás mío completamente...