CAPITULO 23 Sin esperanzas.
---Fei Long---
Siempre digo que cuando uno se esfuerza consigue lo que quiere, bueno aunque también teniendo una buena posición económica y con los mejores contactos, eso siempre funciona, y ahora gracias a todo mi poder tengo a esos dos mocosos a mi lado.
Seguramente Asami debe de estar tan desesperado por no tenerlo a su lado, me encantaría verle la cara de idiota.
Yo siempre tengo la razón, no hay nadie que me pueda contradecir, porque si lo hace se muere...
Espero que ese idiota no tarde mucho en llegar, soy muy impaciente y yo quiero obtener mi venganza, quiero manchar mis manos de la sangre de ese infeliz, quiero destruirlo por completo, él es el causante de toda mi desgracia.
Acabo con mis mejores compradores, acabo mis negocios más grandes, ese estúpido pagará todo lo que hizo y que mejor que lastimando a lo que más quiere.
-Tomoya quiero que compres algo de ropa para ese par, algo adecuado a ellos, y dile a las sirvientas que preparen la cena.
-Así será. –hizo una reverencia.
Me encerré en mi oficina y empecé a revisar algunos documentos que tenía.
Después de deshacerme de ese abogado voy a retomar mis negocios, tal vez mate a Tomoya y a ese Akihito y me quedaré con Shinobu como mi esclavo sexual.
A mí lo único que me importa es el dinero, el poder, propiedades, esas mierdas del amor y la humildad solo es una simple estupidez, algo que se inventaron para justificar sus idioteces, pero eso me da igual...
Ahora debo planear mi venganza...
Haré sufrir a ese abogado, le haré pagar cada negocio que destruyo...
Lo juro...
Empezando por lo que más le dolerá...
Takatsuki Shinobu...
No he de negar que es muy lindo, es de mi gusto, le mostrare a ese niño que soy mejor amante de Asami, le daré todo "mi amor" hasta que le duela.
Está vez te arrepentirás...
Sabrás lo que es el dolor, la desesperación...
Arderás en mi infierno Asami Ryuichi.
-La cena está servida. –escuche tras la puerta.
-Iré enseguida, dígale a Tomoya que baje a mis invitados.
-Así será Fei-sama.
Sin notarlo se me había pasado el tiempo, así que guarde de nuevo mis documentos bajo llave, saque el arma de mi cajón y la coloque en mi cinturón, salí de la habitación y me dirigí al comedor para ver a mis dos prisioneros.
No sabes cuánto voy a disfrutar tu sufrimiento Asami...
---Asami---
Me siento tan impotente ante esta situación, por mi culpa las dos personas que más quiero están en peligro.
Ese maldito Fei, sabía que debía haberlo perseguido hasta el cansancio, pero no pude saber nada de él, ese hijo de... compro a muchos abogados y a un gran juez, a pesar de que pude detectar a tiempo algunos negocios, no pude atraparlo.
Pero juro que esta vez haré hasta lo imposible por detenerlo.
Afortunadamente ya estamos en el avión, apenas empezará a despegar ya que tuvo un atraso porque el piloto se encontraba indispuesto.
-Solo espero que encontremos a los chicos. –comento Miyagi.
-No te desanimes Miyagi, -suspire- verás que lo encontraremos.
-Pero Venecia es muy grande.
-Nos dividiremos, -comente- como te dije tengo contactos en ese país y estoy seguro que nos van a ayudar, ya les he avisado y les envié una foto de Shinobu y Akihito por si los llegaban a ver.
-Eres grandioso. –comento.
-No me considero así, no mientras no tengamos a los chicos.
-Tengo mucho miedo por mi niño, yo necesito llegar allá para buscarlo en todos lados.
-Sé que ellos estarán bien, además son chicos muy extremos a su manera, Akihito no le gusta estar encerrado y encuentra salidas hasta el lugar más cerrado, -suspire- y Shinobu es temerario, sabe cómo arreglar cualquier circunstancia.
-¿Lo crees?
-¿Acaso no le tienes confianza?
-Sí, -me miro- y demasiado, es solo que...
-Fueron varios años los que no se vieron, -mire los papeles que tenía- él en verdad no es un niño, ya es un joven hecho y derecho.
-Tal parece que no lo conozco lo suficiente, pero es lo que más amo.
-Supongo que tendrán mucho de qué hablar cuando estén juntos.
-Asami, ¿lo amas?
Respire profundamente y lo mire.
-Lo que siento por Shinobu es un cariño, deseos de cuidarlo y protegerlo, me llegue a enamorar de él pero, mi corazón siempre le perteneció a Akihito.
-Y, ¿Por qué no volvió con él?
-Aún me sentía enfadado por lo que ocurrió, pero en parte tengo la culpa, en cierta forma lo presione, debí darle su espacio.
-Pero ahora tienen una nueva oportunidad, ese chico te ama.
-¿Cómo lo sabes? –enarque la ceja.
-Digamos que nos hicimos amigos.
-Oh.
-¿Celoso? –rio.
-Bueno Shinobu y yo nos hicimos grandes amigos. –sonreí.
-Aprovechado.
-Jaja, me das tanta gracia Miyagi.
-Pues no soy un payaso.
-Casi.
-Serás.
-En cuanto lleguemos nos instalaremos con un amigo que tengo y empezaremos a buscarlos.
-¿Los otros han llegado? –pregunto.
-Aún no, le envié hace rato un mensaje a Lestat pero no me ha dicho nada.
-Mmmm, supongo que no han de tardar.
-Eso creo.
-Y tú, ¿tienes armas?
-Jajaja, -reí- ¿de cuál prefieres?
-¿Hablas enserio?
-No la tengo pero mi amigo nos dará algunas que nos pueda ayudar.
-Quiero que me seas sincero
-¿En qué?
-¿Contra qué nos enfrentamos?
-Contra un gran mafioso.
-¿Qué?
-Ese hombre tiene negocios muy sucios, tráfico de drogas, de personas, lavado de dinero, asesinatos, negocios clandestinos, entre otros aspectos más, -suspire- esto será algo complicado.
-No me importa.
-Puede que arriesgues tu vida.
-Prefiero su vida a la mía.
-Era un decir, solo quería saber sí estabas dispuesto a todo por tu niño.
-Y lo estoy.
-Así se habla. –comente.
-Ya quiero llegar.
-Igual yo.
No quiero decir nada más, Fei Long es un hombre muy poderoso, voy a tratar de no meter tanto a Miyagi porque no solo se enfrenta a él, sino a todo su clan.
Solo espero que los chicos estén bien.
---Shinobu---
Abrí mis ojos y encontré a Akihito recostado en la cama durmiendo, me levanté de la cama y vi dos bolsas llenas de ropa, me acerque a ellas y las abrí.
Todos era kimonos de diferente color.
-Esto es una broma. –suspire.
-¿S-Shinobu?
-Akihito, perdón por despertarte.
-No es nada. –se levantó- ¿Estás bien?
-Sí, -murmure- ¿y tú?
-Bien pero, él ¿te hizo algo?
-No me hizo nada. –mentí.
-¿Estás seguro?
-Sí.
-Chicos, -se escuchó un golpe a la puerta- será mejor que se arreglen con la ropa que les traje, en una hora se sirve la cena, así que no tarden.
Suspire para mis adentros.
-Debemos encontrar una forma de salir. –comente.
-Lo siento Shinobu, he buscado por los rincones más oscuros y no he encontrado nada.
-Maldición.
-Podemos planear como escapar.
-Eso espero, -suspire- me iré a bañar.
Tome un kimono color negro y me metí al baño, me duche rápidamente y me coloque el kimono, salí del baño y Akihito entro con un kimono verde.
Me quede sentado en la cama y empecé a aventar los objetos que tenía a la mano.
No quiero seguir aquí, ya no puedo seguir, necesito irme, quiero hacerlo, extraño mi casa, mis amigos, a Miyagi, no quiero seguir.
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
Tengo tanta rabia de estar encerrado, de no tener salvación, de que a cada momento mis esperanzas quedaron derrumbada...
Akihito salió y Tomoya entró a nuestra habitación.
-Vaya, eres tan hermoso, -se relamió los labios- no prefieres quedarte conmigo.
-Jamás. –gruñó Akihito.
-Que lastima.
-Idiota.
-Bueno princesas vamos a la mesa que nos esperan.
Bajamos las escaleras y pude ver a Rei con una sonrisa de oreja a oreja mientras estiraba su mano.
-Shinobu, acércate.
Rechine los dientes de solo mirarlo.
-Sabes que no me gusta repetirlo.
Akihito me dio un apretón de manos y asentí, lentamente me acerque a Fei.
-Salúdame como se debe.
Me coloque de puntillas y lo bese.
-Delicioso.
No creo aguantar más tiempo, quiero golpearlo, quiero...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro