---Miyagi---

Me siento tan solo cuando Shinobu no está a mi lado, no quería hacerlo molestar pero esas personas que me golpearon fueron contratadas por Asami, aunque mi niño jura que no es así, lo quiero y es lo mejor que me ha pasado.

Ya han pasado un par de horas y no ha llegado, estoy un poco preocupado.

-Señor Miyagi le traje su medicamento. –comento una enfermera al entrar.
-Gracias. –suspire.
-¿Ocurre algo?
-¿De casualidad no ha venido un chico rubio?
-Habla del que vino hace rato a verlo.
-Ese mismo. –comente.
-No, hace mucho que no lo vemos.
-Gracias.

Suspire pesadamente y me acomode en la cama.

-¿Está preocupado por su hijo?
-J-Je sí, algo así. –fruncí el ceño.
-Bueno, -hizo una mueca- se que está en contra de las reglas del hospital pero le devolveré su celular para que pueda comunicarse con él.
-Gracias.
-En un momento vuelvo.

La enfermera salió del lugar y yo mire por la ventana.

-Espero que lo que supones sea cierto Shinobu, no me gustaría que sufrieras una desilusión si él llega a hacer el culpable.

Suspire pesadamente y vi a la enfermera entrar con mi celular en las manos.

-Aquí está, solo le daré 5 minutos antes de que venga el doctor, después guárdelo bajo su almohada.
-Muchas gracias, no sé cómo recompensarte tu ayuda.
-No hace falta, -sonrió- solo hago mi trabajo.

La chica salió y sin dudar comencé a marcar el número de mi niño. Sonó una vez, y luego otra, pero nada, intente llamar de nuevo muchas veces pero no contestaba.

-Esto es raro.

Escuche la puerta abrirse y metí el celular bajo la almohada.

-Buenas tardes Miyagi.
-S-Señor Takatsuki. .murmure.
-Quiero hablar contigo.
-Claro.

Me acomodé en la cama sentándome adecuadamente y lo mire a la cara.

-¿En qué puedo ayudarlo?
-Quiero que me expliques tú relación con Shinobu.
-¿Cómo?
-Lo diré una vez más, -comento- ¿Qué relación tienes con Shinobu?
-Él es, -sonreí al recordar las veces que me decía su amor- es la persona que amo, es mi pareja.
-¿Qué? pero que rayos...
-Lamento tener que decírselo señor Takatsuki pero me enamore de su hijo, es lo más importante para mí.
-Usted es un hombre y mi hijo también.
-Eso no importa.
-CLARO QUE SÍ, -gruñó- DEBE ENTENDER QUE...
-Para el amor no hay edad o sexo.
-Lo dice una persona que le dobla la edad.
-Señor...
-Supongo que Risako tenía razón.
-¿Razón con qué?
-Ella me dijo que Shinobu te obligo de cierta forma a ser su pareja.
-Eso no es...
-Supongo que se encapricho con usted, mi hija me comento que Shinobu te estaba chantajeando con demandarte si no estabas a su lado.
-ES MENTIRA.
-Tranquilo Miyagi, no tiene por qué mentir, yo me encargare de él.
-BASTA...
-¿Qué está ocurriendo aquí?
-Nada, solo venía a visitarlo, pero ya me voy. –comento el señor- Yo me encargare de todo Miyagi.
-ESPERE...
-Por favor trate de estar en reposo sin sobresaltos. –comento el doctor.
-Pero...
-Ahora le pondré un calmante porque en verdad está algo alterado.
->Yo necesito.
-Descanse.

No puedo hacerlo, no mientras no sepa nada de Shinobu...

---Asami---

Mi cabeza me ha punza mucho, abrí mis ojos y mire mi alrededor.

-¿El estacionamiento? –murmure.
-¿Se encuentra bien señor Asami? –pregunto.
-Sí, -susurre- ¿Q-Qué ha pasado?

Me frote mi cabeza y mire mis manos.

¿Sangre?

Trato de recordar todo lo que ha ocurrido y a mi mente llegan las imágenes de Shinobu.

-SHINOBU. –me levante del piso.
-¿Señor?
-¿No viste a un chico rubio por aquí?
-No.
-Maldición. –masculle.
-¿Pasa algo?
-No, -tome mi celular- tengo que...
-Señor Asami, -se acercó el chico y me dio un sobre- se le acaba de caer.
-¿Eh?

Abrí el sobre y leí el contenido de la carta.


Abogado Asami, espero que se encuentre bien, aunque para mí mejor si usted muriera pero no creo que eso fuera suficiente para acabar contigo.

Quiero decirte que me llevo un regalo de consolación, el pequeño rubio, ¿es lindo no? Supongo que siempre yo ganare, así que no te preocupes, lo cuidare por ti.

A menos que me quieras ofrecer algo igual de valioso que él...

¿Qué te parece si me entregas a Hiroki?

Hagamos ese trueque, tú pequeño rubio por mi castaño, ¿te gusta?


Nos vemos...


Maldito Shinoda ye mataré, juro que lo haré...

Tome mis cosas que estaban dentro de mi auto y me dirigí hacia la calle, tome un taxi y me dirigí hacía la estación de policía para contactar con algunos conocidos.

Al llegar me dirigí con el juez para que pudiera ayudarme.

-Hare lo que esté en mis manos para encontrarlo.
-Ese imbécil puede...
-Tranquilo Asami, lo encontraremos.

Un pelimorado entro a la estación.

-¿Lestat? –lo mire.
-Vengo a reportar un secuestro.

Me acerque hasta su lado.

-¿Conoce a la víctima?
-Sí, su nombre es Akihito.
-¿QUÉ? –grite.
-¿Qué diablos haces aquí?
-Dime todo lo que sepas. –gruñí.
-Yo vi como alguien lo subía a un auto.
-MALDITA SEA.
-¿Qué ocurrió?
-Shinobu.
-¿Cómo?
-Se han llevado a Shinobu.

---Shinobu---

Abrí mis ojos lentamente y mire a mi alrededor, era una habitación oscura con muchas tuberías, mis manos estaban atadas al igual que mis pies.

-Veo que despertaste.
-¿Qué paso? –murmure.
-Vete acostumbrando porque no saldrás en mucho tiempo.
-S-Shinoda. –murmure.
-Así es.
-Maldito. –trate de quitarme la soga- Sácame de aquí.
-Todo a su tiempo.
-Asami, -murmure- ¿DÓNDE ESTÁ ASAMI?
-Ese abogado, debe estar muerto.
-NO ES VERDAD...
-Sinceramente eso es lo que espero, -sonrió- o tal vez esté a punto de ayudarme.
-¿A qué?
-Me entregará lo que siempre me perteneció.
-No es verdad.
-En cuanto tenga a Hiroki tú volverás con tu abogado.
-Eso...
-Está decidido, -rio- así que acomódate porque estarás aquí una temporada.
-No es posible, AYUDA.
-Grita, implora, ruega, -sonrió- nunca saldrás de aquí, nadie te escucha.
-Juro que...
-Nada... Mejor relájate.
-IDIOTA.
-Hai...

Debo salir de este lugar, debo saber que le paso a Asami... Necesito ver a Miyagi...