---Miyagi---

Cansado, agobiado, frustrado regrese hasta mi auto, por un momento pensé que Shinobu decidiría quedarse aquí...

¿Destino? ¿Me gustas?

Maldición porque tanta insistencia si al final tú...

Golpee varias veces el volante de mi auto, me recargue en el sintiendo tanto dolor en mi interior.

Maldición Miyagi cálmate, que esta tontería no te haga pensar demás, solo es un simple mocoso que quiso entrar en tu vida como si nada le importará, no deberías dejar que te importe demasiado, no es la gran cosa...

Maneje de vuelta a la Universidad, al entrar a la sala de maestros me encontré con Kamijou que estaba revisando unos documentos.

-Profesor, ¿a dónde se fue? Ya le he dicho que no deje sus trabajos a medias y...

Sin que me diera cuenta lo abracé.

-¿Sucede algo? –pregunto.
-Solo dame un segundo. –susurre.

Después de un momento más lo solté y sonreí como si nada pasará.

-No sé qué habrá pasado con usted profesor, pero si de algo puedo servirle lo escuchare. –comento haciendo que me sorprendiera.
-Tal parece que tu "esposa" te ha vuelto muy tolerable y amistoso. –reí.
-¡Profesor! –exclamo.
-Lo siento, -comente- solo no quiero sentirme vulnerable.
-¿Qué ha pasado?
-Digamos que siento que me falta algo, -saque un cigarro y lo encendí- aún no puedo entender el por qué me siento así, solo fue un mocoso.
-¿Lo dice por el hijo del director?
-No, -reí nervioso- es otra cosa.
-Sí claro. –dijo sarcásticamente.
-Me pondré a trabajar porque tengo mucho que hacer. –comente y me fui hacia mi escritorio.
-Profesor solo no se engañe a usted mismo. –comento y salió de la oficina.

Le di una calada a mi cigarro y deje que la soledad de la sala me invadiera, ¿Qué más puedo hacer? Ni yo mismo entiendo que es lo que siento.

***Primer año***

No puedo creer que ya ha pasado un año desde su partida, nunca imagine que él se colaría en cada uno de mis pensamientos, que siempre esté pensando en él...

Los primeros días me resigne a pensar que solo era culpa de no haber hablado correctamente bien con él, pero después tenía la necesidad de preguntar como estaba, que es lo que hacía, si estaba bien, si le faltaba algo...

Aunque quería preguntar por él no lo hice, me invadía la pena y vergüenza de darle motivos o razones al director, aunque hay veces que me comentaba como estaba o lo que hacía, le dolía el saber que no regresaría ni en las vacaciones, que prefiere seguir viviendo ahí...

Todo este tiempo me he sentido tan frustrado, me hace falta algo muy importante, algo que le dé sentido a mi vida...

Risako se volvió más amistosa conmigo, hay veces que viene a hacerme de comer o a platicar acerca de nuestros trabajos...

-Miyagi, -comento Risako mientras caminábamos por el parque- ¿No has pensado en volver a tener una relación?
-¿Cómo? –la mire.
-Sí, veras, -entrelazo sus dedos nerviosas- yo estoy muy arrepentida de haberme divorciado de ti, creo que fui muy despistada al hacerlo.
-Risako yo...
-Miyagi, -se colocó delante de mí- ¿Podemos volverlo a intentar?

Mis pensamientos eran tan confusos, que decidí volverlo a intentar con ella, tal vez eso es lo que le faltaba a mi vida...

Decidimos salir un poco, conocernos más, intentar tener una relación estable, aunque ella siempre estaba feliz, yo trataba de estar tranquilo, el director nos felicitó por nuestra relación y nos apoyó, aunque estoy inseguro si hice lo correcto.

***Segundo y Tercer año***

No dure mucho con Risako solo unos 4 meses o un poco más, no lo recuerdo bien, realmente ella no llenaba ese vacío que le falta a mi vida...

Afortunadamente el director no se quejó o me reclamo algo acerca de nuestra relación, porque tal parece que siempre lo supo, que no llegaría a nada más...

Maldición ese vacío jamás me había importado, no hasta que Shinobu se fue, no entiendo cómo es que un niño que no es nada mío puede poner mi mundo de cabeza, odio sentirme así...

Un día el director me cito en su oficina, dándome una noticia que jamás pensé en enterarme...

-Buenos días director. –comente al entrar.
-Buenos días profesor Miyagi, por favor siéntese.
-¿De qué quería hablar conmigo?
-Me gustaría hablar con alguien, y tú eres una persona muy apreciada para mi familia, tal vez me puedas orientar.
-Claro, dígame.
-Ayer en la noche hable con Shinobu.

En cuanto el director menciono su nombre sentí como mi corazón empezó a latir fuertemente, por un momento creí que mi jefe podría escuchar mis latidos, respire unas cuantas veces siendo cuidadoso de que no se diera cuenta y trataba de calmarle y verlo seriamente.

-¿Qué le dijo?
-Me comento que pronto acabará la universidad, ya que los estudios en Australia son más rápidos para las personas con mayores promedios, me alegra mucho eso de mi hijo, pero...
-¿Pero?
-Me comento algo que, sinceramente me dejo impactado, jamás podría pensarlo, o siquiera creerlo.
-¿Qué cosa director? –me preocupe.
-A Shinobu le gustan los hombres...
-¿Qué? –me sorprendí.
-Platicábamos de muchas cosas y me comento que salía con un chico, se disculpó conmigo y me dijo que era homosexual, que esperaba que no lo odiara. –susurro.

Sentí una oleada de enojo de saber que mi Shinobu había estado con alguien más, maldición, porque me siento así, en verdad no entiendo nada...

-¿Y qué le dijo usted?
-Me quede estático y le dije que estaba sorprendido sobre su confesión, que hoy le hablaría para comentarle.
-¿Piensa rechazar a su hijo por ser homosexual? –me atreví a preguntar.
-Para nada, -me miro- es mi hijo y debo de respetar sus decisiones, y si él es homosexual, no me quedará nada más que aceptarlo.
-Opino lo mismo que usted, -comente- Shinobu es su hijo y debe aceptarlo tal cual es, realmente es un gran chico, sé que debe estar orgulloso, debería de llamarlo de una vez, sino puede que piense que no lo aceptará.
-Tiene razón Miyagi, -coloco su brazo en mi hombro- Gracias.

Por alguna extraña razón me siento tan feliz de que el director acepte que a Shinobu le gusten los hombres, no sé porque me siento así...

***Cuarto año***

Me he dedicado a mi trabajo, y por fin lo acepto, AMO A TAKATSUKI SHINOBU en verdad no puedo seguir ocultándolo, es lo que más quiero en esta vida, le he dicho varias veces al director que lo saludará de mi parte pero tal parece que él se fue a un viaje a otro país ya que termino su universidad y ahora le ofrecieron un trabajo...

-Profesor Miyagi, ya le he dicho que deje de fumar en la oficina. –gruñó Hiroki.
-Lo siento my sweet honey, pero me siento tan desolado.
-Déjeme de llamar así por favor.
-¿Qué tal se porta tu "esposita"? ¿Te ha dejado descansar?
-Eso es algo que no le importa, así que no se meta. –se sonrojo y yo comencé a reírme ante su actitud.
-Hai.
-¿Sigue pensando en ese chico?
-Sí, -suspire- lo amo, y aunque el director me dijo que él volvería, nunca me dijo cuándo.
-Tenga paciencia profesor, todo saldrá bien.
-Tú lo dices porque tienes a tu doctor a tu lado, mientras que yo...
-Es porque usted no quiere.
-Porque solo quiero a Shinobu, lo amo.
-Entonces, tranquilo.
-En fin, -suspire- iré a trabajar...

***Quinto año***

No he sabido nada de Shinobu, su padre solo me dijo que está trabajando y que solo se enfoca en ello, lo necesito, en verdad quiero que este a mi lado...

¿Cuándo volverá?

¿Pensará en mí?

¿Me seguirá amando?

Estaba escribiendo en mi oficina y el teléfono sonó.

-Buenas tardes profesor Miyagi.
-Buenas tardes director, -salude- ¿En qué puedo ayudarle?
-Me gustaría que vinieras a mi oficina, quiero presentarte al nuevo profesor de derecho.
-Claro.
-Te llevarás una sorpresa...

Colgué y me dirigí hasta la oficina, respire profundamente y abrí la puerta...