El novio le pide a la novia un favor:

—Amor, por una semana no hablemos, no nos llamemos, no nos comuniquemos por ninguna vía de mensajería instantánea. Nada de redes sociales, no publicaciones; cero comunicación.

Al principio ella no quiere aceptar e insistentemente trata de indagar el porqué le pide esto. Él, no le da detalles; solo le repite una y otra vez, que debe confiar. Después de un rato ella acepta y al pasar la semana llega a toda prisa a casa de su novio.

Estaba ansiosa por verlo, por hablarle; lo amaba tanto que la semana se había hecho eterna sin tener ningún tipo de contacto con él. Al entrar a la casa, se encuentra con la desgarradora noticia de que su amado había muerto, pues solo le quedaban tres días de vida.

El novio le dejó una carta con sus familiares a quienes les había encargado, no solo entregarla, sino que también no debían avisarle nada de su muerte, hasta que ella no se presentara personalmente.

Ella, aún fuertemente afectada y visiblemente destrozada ante la espantosa noticia, abrió la carta. En la misma estaban escritas unas pocas líneas, reconoció de inmediato la letra de su amado novio. Entre lágrimas y sollozos leyó:

Te amo y te amaré más allá del tiempo. No me juzgues por querer evitarte un dolor mayor al ocultarte la noticia que llegó a mí de súbito.

Estoy orgulloso de ti, pudiste vivir una semana sin mí, ahora inténtalo todos los días...