3 horas nos tomó aterrizar en nuestro destino, 3 horas en las que tuve a mi asistente parloteando sin cesar a mi lado, trataba a toda costa de sacarme conversación acerca de mi llegada con René, la verdad es que no quería comentar nada al respecto, por lo que cambiaba la conversación cada 2 minutos. 

Estaba exhausta, solo quería llegar al hotel y descansar al menos 1 hora para recuperar un poco de mi sueño. Al medio dia tenemos la reunión con la supuesta víctima, así que quería estar más fresca que una lechuga para sacarle toda la información posible.

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Luego de bajar del jet privado de los Miller una camioneta blindada nos estaba esperando, porque claro René no se iba a ir en taxi al hotel, eso estaba más que claro. Emilia trataba de disimular su asombro pero la pobre es malisima ocultando expresiones.

-Se te van a salir los ojos- Le piqué para molestar

-Me siento como una celebridad- dijo riendo por lo bajo y me uní a su risa mientras rodaba los ojos.

-Buenos días,  Sr René- El chófer realizó un asentamiento y procedió a abrirle la puerta.

-Srta Eva- mantuvo la puerta abierta para que yo entrara

- Muchas gracias, repetí la misma acción y nuestros asistentes se sentaron delante. La camioneta era super espaciosa y cómoda.

Me permití mirar por la ventana, pensaba en tomarme unas vacaciones luego de resolver este caso, tenía más de un año sin darme un tiempo para mi. Sentí un agarre en mi pierna, baje mi vista y era la mano de René, voltee a mirarlo con la ceja alzada.

-Mucha confianza no?- Le di un manotazo y se rio, que descarado

-Insisto, eres más hermosa cuando te enojas- dijo picandome el ojo

-No molestes- cerre mis ojos

Pero como yo estoy bañada en sal, mi estomágo comenzó a rugir y adiós dignidad, no habia desayunado ni tomado nada antes de salir de casa. En el vuelo no me dio hambre, y tampoco soy de esas mujeres que ayuna o está pensando todo el día en cuantas calorías debe o no comer, de vez en cuando salía a correr, evitaba en lo posible las comidas procesadas porque tengo un estómago delicado, cualquier estrés o ansiedad se me reflejaba de esa forma.

Esto se podría resumir gracias al estrés del proyecto, aunado tenemos este problema que sinceramente esta afectando la imagen de la empresa, en redes sociales nos han etiquetado muchas veces en la entrevista que ofreció esa mujer, y eso me tiene con un terrible dolor de cabeza y sin contar mi indigestión a primera hora.

-Toma, noté que no probaste nada en el jet- Abrí los ojos y lo miré

Me tendió un sandwich con un jugo de manzana, mi estómago volvió a rugir y apenada le dije- Gracias no tenias que molestarte.

-No eres molestía para mi Eva, de ahora en adelante puedes estar tranquila yo te voy a cuidar-Dijo asi sin más, mientras colocaba un mechón detrás de mi oreja.

No les voy a mentir sentí una punzada en el pecho, sus palabras me estaban llegando, nadie se preocupaba por mi a excepción de Andres o Emilia, él me estaba afectando. Y no quiero, no deseo pasar por lo mismo, ya superé el dolor pero siempre existe la posibilidad de que te quieran romper el corazón y no lo deseo.

Comencé a comer y vaya sí que tenía mucha hambre

Sonó mi teléfono, contesté sin mirar

- Amor, ya llegué. Me puedes decir cómo es que no tienes nada en la nevera- dijo gritando, tuve que alejar un poco el teléfono de mi oreja.

-Lo siento gordo, pero no me dió tiempo ayer de salir a comprar la comida de la semana. Podrías encargarte de eso?- dije cautelosa

-Esta bien, yo voy. Oye y que paso con tu auto? No lo ví en el estacionamiento- Preguntó

-Se accidentó el viernes en la noche- un carraspeo se escuchó a mi lado. Voltee a mirar, René estaba con una ceja alzada y muy serio.

-Ok iré en taxi, hablamos más tarde, besos- se despidió Andrés.

-Vale, te llamo en la noche, besos- Colgué

- ¿Te pasa algo?- dije mirándolo

- .....

- ¿Te sientes mal?- le volví a preguntar

-......

-Okey, alguien bipolar- dije

-Jah- soltó

Lo miré confundida, pensaba decirle otra cosa pero el chófer anuncio nuestra llegada.

En recepción nos dieron nuestras respectivas tarjetas para ingresar a las habitaciones, a mi lado estaba la de emilia y al frente estaba René y al lado su asistente.

René seguía muy serio, desde que lo conocí nunca había visto su cara tan molesta y en esa faceta.

Decidí entrar a mi habitación, coloque  la alarma y me lanze a la cama para dormir un rato.

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2 horas después, estaba despierta y recién bañada, cuando escuché unos toques en mi puerta.

Abrí y era Emilia, tan eficiente y puntual como siempre. No hay dudas que mi amiga es todo terreno, y muy profesional, pero cuando se trata de chisme es toda una reina.

-Acabo de ver salir al jefazo René de su habitación y tiene una cara de perros, pero aún así sigue siendo bello-dijo risueña

-Que extraño, desde esta mañana está así- dije pensativa

-Algo le tuvo que haber pasado, no crees?

-No lo sé, sinceramente no es como si fueramos tan amigos para saber todo de él- dije obvia

-Sí, tienes razón, bueno vámonos ya, deben estar esperandonos en el Lobby- comenzó a caminar a la puerta.

Tomé mi cartera y bajamos por el ascensor y vaya si que tenía razón Emilia, el humor de René había empeorado, siquiera quiso saludarme. Subimos a la camioneta rumbo a casa de Mariam Smith.

Los investigadores solo encontraron que Smith era una mujer casada, pero su esposo la abandonó misteriosamente, no hay ratros, registros o pruebas de eso, es como si la tierra se lo fuese tragado. No tiene hijos y se dedicaba a revender productos de belleza. Una mujer que debe conocer perfectamente la industria y ser astuta para persuadir a los clientes de comprar.

Llegamos al vecindario, un lugar modesto  y pintoresco ubicado en una zona tranquila, se notaba que los vecinos se conocían entre si, los niños jugaban en la calle y las personas caminaban tranquilamente mientras otros estaban haciendo ejercicio en un pequeño parque. Al estacionar Mariam nos estaba esperando en la entrada.

-Un placer conocerla Sra Mariam- dijo educado René mientras le extendía la mano

Ella tómo su mano con recelo y le respondió indiferente- Igualmente

Su actitud dejaba mucho que desear, nos llevó a la sala y pude observar que tenía fotos de con su familia, en cumpleaños y una en particular me llamó la atención estaba ella con un hombre abrazados, se notaba que él no era un amigo. Ella se dio cuenta y bajo la foto, un gesto que no me paso desapercibido.

Nos sentamos y aproveché para hablarle- Gracias por recibirnos Mariam, seré directa me gustaría saber porqué nos está difamando- dije seria

-Eva, por favor- Me reprendió René

-Que insolente, no estoy difamando a nadie, solo quiero que me paguen por todos los daños causados- dijo con la ceja alzada

-Usted sabe que si descubrimos que es una farza no solo puede ir a prisión, también tendrá serios problemas con la justicia- dije mirándola fijamente.

Quería acorralarla, mi carrera me permitía estudiar a las personas, conocer sus gestos, persuadirlas, llegar hasta el fondo para entablar relaciones, y estoy segura que esta mujer tiene algo que esconder.

Sostuvo mi mirada segura, pero sus manos no mentían estaba ansiosa y su reloj una pieza clave que no había notado porque estaba debajo de su sueter comenzó a sonar, un pitido que la alertó y su cara se descompuso.

-Ya vuelvo- Salió disparada de la sala

-Eva por favor, trata de no sacar de sus casillas a Mariam o perderemos la oportunidad de llegar a un acuerdo- Me miró molesto.

-Eso es lo que tu crees- Me levanté mirando a todos lados estilo espías, yo todo me lo tomo muy en serio. Fui directo a la foto que habia bajado, me di cuenta de un detalle en una esquina del marco, tenía una fecha grabada de hace 10 años y en cada mano tenían un anillo. Así que este era el esposo de Mariam.

-Eva te van a descubrir, me tienes los nervios de punta- dijo Emilia susurrando mientras miraba en dirección por dónde se fue Mariam.

Miré a René y estaba agarrándose la cabeza con ambas manos, mientras que su asistente estaba casi en shock.

Un grito nos alertó

-Nooooooooo, no puede ser- se escuchaba

Comencé a buscar de dónde provenían los gritos, hasta que visualice una biblioteca medio abierta en la pared, estilo pasadizo secreto, definitivamente esto se estaba poniendo interesante.

Los demás me siguieron, entramos y lo que vimos a continuación si me dió escalofríos. Una habitación con una camilla en el fondo, solución, medicamentos, y un monitor que anunciaba lo peor. El hombre postrado en aquella cama acaba de fallecer y pese a que su cara estaba demacrada se notaba la similitud con el de la foto.

Así que este era el secreto, nunca lo imaginé. Pero encontramos la verdad detrás de la mentira.

-Mariam - Pronunció René cauteloso

-Qué hacen aquí?- se limpio rápidamente las lágrimas y trato de componerse pero era casi imposible, la situación la estaba rebasando.

-Necesitas ayuda?- volvió a hablar

-Todo es tu culpa- me señaló con su dedo- Si tan solo no hubieras escrito para esta cita él todavía estuviera conmigo- se acercó a mi y de repente me dió una cachetada.

Me quedé pasmada, no me lo esperaba. Cuando quiso tomarme del cabello René lo impidió y comenzó a forcejear con ella.

- Llama a la policía- se dirigió a su asistente.

- Estoy en eso- respondió él.

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La policía llegó y se la llevaron detenida. Resulta que quien estaba en aquella cama efectivamente era su esposo.

3 días tardamos en aquella ciudad testificando y llevando a cabo declaraciones y comunicados a la prensa.

Descubrimos que Mariam lo mantuvo encerrado durante 3 años, el mismo tiempo que lo declararon desaparecido. Nadie de su familia conocía el pasadizo secreto por lo que era imposible localizarlo, según vecinos él quería dejarla porque había notado ciertas conductas extrañas por parte de ella.

Smith confesó que se había quemado con ácido la piel con el fin de conseguir  el dinero por medio de las falsas acusaciones a una de nuestras marcas, de esta forma continuaría tratando a su esposo desde casa, el ahorro que tenían se lo había gastado en medicamentos para mantenerlo sedado. Pobre hombre no mercería morir de esa forma.

Regresamos en el jet, le envié un mensaje a Andrés comentándole que iba de regreso.

René me prestó su apoyo pese a que en un principio estaba molesto por haber llegado tan lejos, sin embargo reconoció mi astucia para resolver el caso.

Había bajado un poco su mal humor, aunque sinceramente no entendía a qué se debía.

Todos nos despedimos en el aeropuerto, pero cuando estaba a punto de tomar un taxi a mi apartamento, la camioneta de René se estación al frente.

-Sube- demandó

-No gracias, ya estoy por tomar un taxi- lo ignore

-Sube, por favor- está vez fue más sueva

- Si subo me dejaras en paz?- le cuestioné

Realizó un asentamiento con su cabeza y me subí.

El ambiente estaba tenso, muy diferente al de la vez pasada. Él estaba raro, y no entendí porqué.

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Llegamos y él insistió en ayudarme a subir el equipaje hasta mi piso, toque la puerta y me miró curioso porque no tenía las llaves.

Andrés se asomo, estaba sin camisa y con un delantal- Mi amor te extrañé tanto, me enfundó en un abrazo.

- Y tu quién eres? - dijo René a mi mejor amigo, mientras me arrebataba de sus brazos.

Holaaa feliz noche queridos lectores, en este nuevo episodio René está celoso de Andrés, si el supiera para que bando juega. Por otro lado,  Eva cada día más confundida con sus sentimientos. ¿Ustedes qué piensan? Podrá Eva comenzar a abrir su corazón al amor? Me gustaría leerlos.

Besos 💋 Ale.