Para Tae...
Hola, TaeTae hyung.
¿Puedo decirte todavía de esa forma? No lo sé, pero siempre me ha gustado como suena en mis labios y como te giras a mirarme cuando lo hago.
La maestra Park dijo una vez en clase que el tiempo de espera prudencial a una carta era de dos semanas pero ya han pasado tres semanas y aunque trato de revisarlo apenas pueda, nunca hay un mensaje tuyo.
Y sé que te dije que no volvería a molestarte, que te dejaría en paz pero todo ha sido tan difícil que siento que lo único que hago es extrañarte.
Una vez en clase de biología dijeron que todo en la vida termina para que algo nuevo empiece pero que nunca ambas cosas suceden a la vez, ¿es cierto, hyung? Supongo que ya no puedo saberlo.
Lo siento mucho, Taehyung. Supongo que eso es lo único que quería decir con este mensaje, porque no creo que haya otra cosa más qué pueda decir.
Nunca me he disculpado contigo y creo que tengo que hacerlo antes de dar por terminado todo entre nosotros, aunque tú lo diste por terminado hace mucho tiempo.
Lamento haber tardado tanto en entenderlo, Tae. Creo que nunca debí cruzarme en tu camino y así Jimin hyung y tú podrían haber sido felices desde el principio.
Soy un poco lento en todas las cosas del amor, perdóname por eso pero antes de ti nunca había entendido lo que era el amor.
También soy un poco lento en confiar en las personas pero créeme que si alguna vez te oculté algo no era porque quería mentirte y ya, era porque quería ser tan bello y puro como lo era Jimin para ti.
Porque... ¿quién querría a un chico que se autolesionaba y se drogaba creyendo que así quedaría limpio? Siempre pensé que así las pesadillas se irían, pero nunca lo hicieron.
Porque quería protegerte de las sombras que me acechan en cada esquina.
Supongo que soy lento para muchas cosas, incluso para irme.
Lamento eso, también.
En todo caso, lamento muchas cosas sobre nosotros. Y luego de estas semanas, creo empezar a entender que en realidad me arrepiento de nosotros dos, de haberte amado.
Si no te hubiera amado, Taehyung... Si esa mañana no me hubieras dicho que estabas enamorándote, si cuando me llevaste a conocer a tu mamá no me hubieras presentado como tu novio.
Si nunca te hubiera correspondido el primero beso.
Si yo nunca hubiese hecho eso, entonces nunca me habría convencido que corresponderte era lo mejor para mí, que tú... que de entre toda la gente del mundo, tú nunca me harías daño.
Creí que podía ser amado sin pensar en el pasado, sin que eso importara.
Pero mi pasado importaba demasiado y tú pasado seguía entrando a nuestro apartamento con una sonrisa sin yo saber que alguna vez lo habías anhelado.
Cuando lo supe, lo entendí todo.
Supe también que debía irme.
Volé muy alto a tu lado, Tae pero la caída dolió tanto que sentía que, lo que esos hombres en mi infancia no destruyeron, lo único que me quedaba intacto: mi corazón... lo destruiste tú.
Pero, ¿cómo voy a culparte por eso? La culpa siempre fue mía porque creer que podía aspirar a algo más que una simple noche a tu lado.
Decir que viviríamos juntos para siempre, siendo felices y comiendo perdices, como en los cuentos que me murmurabas en las noches, es creerme una princesa. Pero no soy una mujer, ni tengo una corona y estoy tan remendado en cicatrices, que no soy bello.
Jimin es como tu princesa.
Lo siento, lo siento, lo siento... lo siento.
Ahora sí, sé feliz.
Yo lo fui mientras tuve tu amor, viviré el poco tiempo que me queda con eso. Hasta que dentro de nada, mi cuerpo se entumezca y mi aliento se vaya para siempre. Pensaré en ti en ese momento, Tae. Te honraré de esa forma: dejándote libre con mi muerte.
Lamento también haberme llevado el libro de cuentos que solías leerme pero creo que necesitaba algo de ti. Lo siento, lo siento, lo siento...
Por favor no extrañes mucho a cenicienta, cuidaré de ella.
Adiós, TaeTae hyung.
Para siempre.
Jungkook.
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