"¿Nos vamos?" Preguntó el pelinegro, queriendo alejarse lo más rápido posible del parque, y caminaron varias calles mientras el timbre de cabello morado hablaba de temas diversos con gran entusiasmo, jamás dejo morir la conversación.

Al llegar tomaron un carrito de compras y cada uno escogió lo necesario para su hogar, se dirigieron a pagar todo y salieron del lugar.

"Bueno, ahora que ya conoces este super creo que ahora puedes regresar sólo a tu casa".

"No, espera, aún no te vayas, al menos  hazme compañía de regreso al parque".

El pelinegro no respondió, solamente comenzó a caminar en dirección al parque, acto seguido fue que el de cabello morado fue detrás de el con una sonrisa en el rostro y cargo las bolsas de compras del omega.

"Entonces Cuéntame ¿Qué te gusta hacer?"

"¿Qué me gusta hacer?"

"Si, cómo tus pasatiempos, si te gusta ver series, películas, leer o hacer ejercicio".

"No tengo, no hago nada de eso" aunque respondió eso, por su mente pasó sus recuerdos de aquellas pinturas, ahora en la basura y de aquellas danzas que lo llevaban siempre fuera de su realidad.

"Entonces si ni tienes celular y no tienes pasatiempos ¿Qué haces para no aburrirte?"

El omega no respondió, no le podía decir que simplemente duerme esperando el regreso de su alfa y abrir sus piernas para el, siguió caminando y metió sus manos en los bolsillos de su sudadera.

"Está bien, no tienes que responder, pero me gustaría saber más cosas de ti, quiero que seamos amigos".

Un silencio se hizo entre ellos dos, contraarrestado por los motores de los autos que pasaban cerca de ellos, sólo el de escuchó hasta que el omega habló.

"Me gusta bailar"

"¿Bailar?"

"Si"

"Pero no bailas más  ¿O Si?"

"No, lo dejé hace tiempo"

"¿Porque? Si te gusta deberías hacerlo, estoy muy seguro de que lo haces muy bien"

"Porque es una pérdida de tiempo, no me traería nada bueno"

"Bueno, yo no creo eso, si a ti te gusta, no es pierdes tu tiempo, al contrario, lo inviertes en ti y creces para ti"

Esas palabras lo golpearon, dejó de caminar, se quedó inmóvil y como esas simples y cortas palabras pasaron por todo su cuerpo como una  corriente eléctrica y se detuvieron en su pecho.

Jamás nadie le brindó palabras así, ni siquiera Jean quien en algún momento lo trató dulce y tierno. En un punto del inicio de su relación le confesó su amor por la pintura y la danza y recibió burlas y sarcasmo como respuesta así que, en ese momento se rindió completamente ante sus pasiones.

Este hombre desconocido es la primera persona en su vida en decirle que aquello que le apasiona no es ninguna estupidez o una pérdida de tiempo. Es la primera persona en alentarlo, lo ha conmovido con una sola oración.

"¿Estas Bien?" Esa pregunta lo trajo de vuelta al mundo y comenzó a caminar nuevamente.

"Si, sólo recordé algo, no es nada"

"Entonces sigamos " dijo el beta "Yo, Quiero preguntar algo pero no respondas sino quieres"

"¿Qué es?"

"Tu... ¿Porque usas el cubrebocas y sudadera aún cuando hace mucho calor?"

"Porque... porque tengo manchas en la cara"

"¿Manchas?"

"Si, manchas"

"Y ¿La sudadera?"

"Bueno, Ya han sido muchas preguntas, es suficiente"

Caminaron en silencio lo que restó del camino hacia el parque, en el punto inicial del encuentro y el omega se despidió y tomó sus compras de las manos del beta.

"Espera, antes de que te vayas" dijo en beta "por favor dime cuando vuelves a salir, yo sólo quiero compañía"

"Tienes a tus amigos, los que conocí aquel dia"

"Ellos están ocupados, si es posible, quisiera acompañarte a hacer compras o cualquier encargo que tengas que hacer"

"Bueno, iré nuevamente este sábado, si quieres ir pues entonces puedes ir conmigo, iré a la misma hora"

"Aquí estaré, esperaré por ti y... si quiere hablar y desahogarte... te escucharé, tu sabes a  que me refiero"

El omega abrió sus ojos, captó el mensaje muy rápido "No se de que hablas, te veo el sábado" se alejó en dirección a su departamento.

...

Los días pasaron como los demás, encerrado, esperando por Jean quien en estos días llegaba tarde y con aroma de diferentes personas, desde alfas hasta omegas y aun así, al llegar a casa lo obligaba a abrir sus piernas para el y con eso los moretones jamás desaparecían por completo.

El sábado llegó y con algo de nervios se dirigió al parque, tenía algo de miedo debido que el beta ya se ha dado cuenta del tipo relación que tiene con Jean. Tenía miedo de ser juzgado, de nuevamente ser hecho menos ante ojos ajenos.

Al llegar al punto de reunión, distinguió la cabellera que lo espera, al estar juntos comenzaron a caminar y el beta inicio la conversación como de costumbre.

Justo como aquel día, cada uno compro las cosas necesarias para su hogar y salieron de ahí después de pagar.

Al salir el beta cargo las compras del omega como la primera vez que fueron juntos y se animó en hablar.

"¿Podemos caminar por este rumbo?"

"Pero eso sólo nos hará dar más vueltas"

"Es que me dijeron que hay un pequeño parque con un río y muchos árboles por aquí y quiero saber si es verdad, vamos, no perdemos nada"

Después de pensarlo unos segundos el omega acepto y se encaminaron a ese mencionado parque. Después de recorrer unas pocas calles llegaron y a pesar de ser un parque pequeño era muy hermoso y tranquilo.

Empezaron a dar vueltas dentro del mismo hasta que Shorter pidió sentarse debajo de un enorme árbol junto al río.Un vez se sentaron, acomodaron sus cosas a un lado de ellos.

"Me gustaría hablar contigo, que tu ya imaginas de que"

"No se de que me hablas" mintió y se puso tenso.

"Es un tema delicado y entenderé si no quieres decir nada, apenas me conoces pero creo que eso mismo me hace perfecto para contarte tus problemas, ¿que mejor confidente que un desconocido?".

"Pero no se ha que problemas te refieres"

"Yut, tu sabes perfectamente de que hablo, se muy bien que debajo de esa máscara y esa ropa abrigadora tratas de ocultar marcas, Pero no cualquier marca, son marcas provocadas"

El omega desvió la mirada, no podía responder, no sabía que responder, se sintió acorralado, Shorter ya sabía todo ¿Tan obvio era?.

"Yo.. No yo no..."

"No intento interrogarte, sólo quiero ser tu apoyo, se que no estás bien y quiero ayudarte"

Su voz se empezó a quebrar, su respiración se empezó a descontrolar  y sus ojos a inundarse.

"Yo escucharé todo, no te juzgaré"

El omega no pudo más y comenzó a llorar, lo que comenzó como un llanto suave aumentó a uno intenso, acto seguido, el beta lo abrazó y lloro entre sus brazos.