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6. ¿Amigos?

Ango no volvió a casa después de eso.

Si Oda lo pensaba mejor, no tenía más razones de peso —aparte de Osamu— para volver, pues su propio apartamento aún estaba a su disposición, con sus propias cosas y su propia soledad. Además, justamente el motivo del pleito fue el no haber podido hacerse cargo del niño también, así que incluso esa única razón quedaba anulada.

Entonces Oda tuvo que improvisar.

Se las arregló para evadir la atención de sus colegas y sus superiores para colar a Osamu aprovechándose de la hora pico y el tumulto de estudiantes empujándose entre sí en la reducida entrada; aunque a costa del buen humor del niño, pues su rutina siempre había sido sosegada e impasible, y que luego de atestiguar a sus padres discutir la noche anterior y tener que dormir sin uno de sus papás, se viera forzado a alterar aún más sus hábitos a unos más toscos y ajetreados ... Para Oda fue sorprendente que no se haya echado a llorar en algún momento mientras él impartía clases por el estrés de estar en ese escritorio oyendo por horas a niños gritar las tablas de multiplicar y leer entre tartamudeos.

Sus alumnos eran niños entre 8 y 9 años apenas, pero Osamu jamás había interactuado con niños, ni siquiera con otros bebés de su edad. Evidentemente estaba cohibido con las nuevas presencias tan enérgicas y elocuentes que lo miraban entre chillidos enternecidos y uno que otro manoseo a su cabello o mejillas.

Afortunadamente logró despedir a todos los niños al llegar al receso, aún incluso al grupito que quiso quedarse a interactuar con su bebé. La expresión ceñuda de Osamu indicaba que estaba a nada de tirarse a berrear si seguían mirándolo e intentando tocarlo.

—¿Papá Ango? —preguntó con la voz aguda, torciendo el labio en un puchero que combinaba con sus ojitos vidrios.

—Papá ahora está ocupado y necesita estar solo un momento —intentó explicar, pero se lo recibió un gemido lastimero del niño.

Exhaló aire, ya algo más exasperado.

No podía permitirse que el niño llorara y atrajera atención que podría meterlo en problemas. Creyó que lo mejor sería aprovechar el recreo para ofrecerle un bocadillo también.

Por momentos era imposible no perderse un par de segundos lucubrando en el estrés de Ango y en la culpa que sentía ahora por minimizarlo. Osamu podría ser un niño tranquilo, pero seguía siendo un niño pequeño que necesitaba cierta atención. Dar clases con él debía ser igual de complicado que recibirlas con él.

Deseó ser un poco más comprensivo. Se sentía terrible. Ahora no sólo había lastimado a Ango, sino que también estaba lastimando a su hijo sometiéndolo a tanto estrés innecesario.

—Oye, te debo una disculpa por lo de ayer —se dirigió hacia el niño extendiéndole una cucharada de sopa con verduras directo en su boca—. Los padres no deberían discutir delante de sus hijos. Eso no está bien.

Fue más un regaño para sí mismo. Osamu ni siquiera entendería sus palabras, pero aun así lo miraba fijamente mientras masticaba su comida.

"Él no es el único con quién deberías disculparte" se recordó. Debía hallar una buena forma de compensación para Ango por el mal rato de la noche anterior que bien pudo haberse evitado, además de pensar urgentemente una solución al asunto de Osamu.

Estaba repasando mentalmente todas las opciones que creía tener a su alcance, cuando un chillido de alegría lo distrajo: Osamu soltó una fuerte risotada (hábito no muy usual en él) y de pronto se estiraba hacia la entrada del salón, como si luchara para alcanzar algo que...

Oh.

Ango estaba allí.

Al notar que había sido delatado por su hijo, se adentró al salón. Esquivaba su mirada de la de Oda y caminaba con notoria inquietud, casi encogido sobre sí mismo.

—Así que aquí estás, eh —casi en un susurro se dirigió al niño, levantándolo contra su hombro y dedicando un par de segundos a apartar las hebras de cabello que se colaban por su frente.

El niño llevaba necesitando un corte de cabello desde hacía tiempo, pero ninguno había tenido valor suficiente a arriesgarse a erradicar esos bonitos rizos.

Oda permaneció en silencio contemplando la interacción. Osamu parecía derretirse en los brazos de Ango, olvidando todo su mal humor anterior y restregando su nariz contra el cuello del adulto; mientras éste lo apretaba contra su hombro, como si su ausencia hubiera durado 15 años y no 15 horas.

—Les dije que se te había olvidado el almuerzo y me dejaron entrar —finalmente se dirigió al alfa, luego de notar su atenta mirada. Sobre su escritorio depositó un bento finamente envuelto en franela violeta—. Es... curry... Por si lo quieres realmente.

Con cada palabra pronunciada, parecía empequeñecerse un poco más.

—Lo siento —finalmente Oda soltó—. Me exalté innecesariamente ayer. No debí gritarte, mucho menos en presencia de Osamu.

Solo Ango sabia reconocer que ese tono apático que había usado no estaba ligado a sus intenciones legítimas.

—También lo siento. Estaba algo estresado, y terminé desquitándome contigo.

Hubo un par de segundos de silencio. Ninguno se atrevió a mirarse directamente a los ojos. Las disculpas no habían vuelto el ambiente menos tenso.

—Yo, amh, acabé mi examen de hoy. Me llevaré a Osamu para que puedas trabajar... No te preocupes, activaré una alarma o algo para su hora de comer. Prometo ser más cuidadoso al respecto y...

Ango se detuvo abruptamente cuando sintió los dedos vacilantes de Oda rozar su mejilla hasta que su palma quedó contra esta. El omega alzó la mirada para enfrentar al alfa: sonrisa sutil, casi tímida, y ojos centellando de algo parecido al alivio.

—Estaré en casa a las siete. Les llevaré algo de comer.

Y ese toque sobre su mejilla burbujeó hasta evaporar ese peso sobre sus hombros que había estado cargando toda la mañana. Sonrió al permitirse relajarse contra la calidez de su piel y cerró los ojos un par de segundos, disfrutando de la intimidad del momento.

Oda se preguntó si debía besarlo.

Pero el tiempo de reacción de Ango no se lo permitió.

—Está bien. Te esperamos en casa.

En casa.

Su familia lo esperaba en casa.

Su familia: su hijo y... y... ¿Su esposo? No, no estaban casados. ¿Su novio? ¿Alguna vez incluso acordaron eso? ¿Su amigo? ¿Tendrían razones para denominarse así a esas alturas? 

Holi

Los últimos caps han sido largos, eh. Ayyy, como amo esta dinámica familiar específicamente con éste ship 😭✨

Pequeño anuncio: Me hice una página de Facebook! Exclusivamente dedicada a esta cuenta de wattpad. Tengo planeado dar allí pequeños spoilers, anunciar nuevas ideas, actualizaciones, y nuevos fics!

Pueden encontrarme como "Yami With Y" o directamente el link en éste perfil :)

Gracias por leer! ❤

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