El cuerpo inmóvil a su derecha y la mujer del otro lado de la habitación con el corazón latiendo a mil por hora no le hacían sentir nada.

— ¿Quieres tranquilizante? — preguntó Fred mirándola por encima del hombro, ella no dejaba de temblar, lloraba —.

— ¿Por qué? ¿Por qué lo mataste? Él estaba bien, de salud, era buena persona... — habló Toddy completamente asustada, sus palabras salían entrecortadas —.

Fred miró el cuerpo sin vida, y la bolita luminosa que había salido de su cuerpo, era de un color medio grisáceo, era un alma buena.

La tomo entre sus manos, la olfateo y suspiro. Hace mucho que no comía algo que fuese por lo menos limpio.

Se la trago, Toddy horrorizada se desmayó.

Fred salió del lugar dejando a la mujer sola, Gam apareció; — Buen trabajo. — Y le dio una palmada, ahí, justo entre la columna y los omóplatos.

Fred de estremeció, se dio vuelta casi molesto abrazándose a sí mismo, dejando al rosado algo confundido.

— No vuelvas a tocarme.

— Jamás lo había hecho, y ya que lo dices, está será la primera y última vez, malhumorado.

Fred camino tocando donde lo había palmeado Gam, algo preocupado.