Sesenta y uno
La madre de Freddy fue a despertarlo para que se vistiera y fuera ala escuela, apenas tuvo conciencia de que estaba despierto tapo su rostro con la almohada.
El día anterior estuvo a punto de hacer lo que se suponía no debía.
Había estado tan cerca de Fred, había rozado su nariz con la del azabache.
Era extraño para él, por qué, a pesar de ser un ángel no conseguía estar en paz desde que llego a la Tierra.
Hasta poco tiempo después de conocer a Fred y hacerse su amigo.
De hecho era algo extraño, por que debería ser al revés.
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