— Freddy... — susurró el azabache tomando ambas manos del mencionado, las tomo con fuerza, seguro de sí mismo para no soltarlo, y lo miró, con esa mirada que te calaba en los huesos —, No te voy a soltar...

El ángel estaba cada vez mas cerca de Freddy, tenia una mano extendida para poder tomarlo.

El rostro de Freddy comenzó a llenarse de lágrimas, sabía que en cuanto lo tomara el otro ángel de habría terminado todo.

— Fred yo...

No pudo completar la oración, pues el azabache lo estaba abrazando, conteniendo las lágrimas. Él también comprendía la situación.

— No te voy a soltar. — habló decidido —, Nunca más, te dejare ir.

Gam los observaba desde lejos, casi le daba pena llevarse a Fred del lado de aquel chico. Conocer de verdad a alguien no es fácil, te encariñas y no puedes hacer más que ayudar.

Pero para Gam no era así, el debía cumplir con las reglas.

Y así sería.