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77

Mientras los niños se sentaban en círculo sobre los troncos para desayunar, los cuatro elegidos se ponían a entrenar. Piyon permanecía sentada para meditar y Kanzai hacía lo mismo. Gon por otro lado, prefirió permanecer de pie, ya que sentía que de ese modo tenía más concentración. Y Zushi se apoyaba contra el tronco de un árbol, debido a la comodidad y a la relajación. Esa sensación tan cómoda de formar parte de la naturaleza. Killua les dejó concentrarse a su modo.

Ya había pasado una hora y, tal como Kurapika pidió, los cuatros extendieron su nen en un radio de un metro de distancia a su alrededor. Killua se mostró preocupado al olisquear el olor a sudor que sus cuerpos expedían desde hace un buen rato.

<<Se han mantenido bien, pero creo que al llegar la siguiente hora terminarán por colapsar.>>, supuso Killua. Miró de soslayo a Gon y advirtió que él iba por el mismo camino. <<Apenas son los primeros días, pero... temo que esta situación se siga repitiendo.>>

Al paso del tiempo, los niños se acostaron en una hilera para permanecer atentos a quién duraba más, con los codos y los mentones contra el césped, mientras Cluck y Geru observaban atentas sentadas en los troncos desde la entrada.

—¿Quién crees que dure más esta vez? —preguntó Colt inocentemente.

—Yo creo que Gon —respondió Machi, agitando los pies en el aire—. Cuando liberó el nen por primera vez no se mareo como Kanzai.

—Si Machi lo dice, entonces también voto por Gon —dijo Shizuku.

—Si todos votamos por lo mismo este juego no tiene sentido —dijo Shalnark.

—¿Entonces por quién votas tú, Shalnark? —preguntó Machi.

Él se quedó en silencio.

—Ehm...

Unos segundos de silencio fueron suficientes para que todos ahí entendieran el por qué de sus palabras.

—¿Tú también votas por Gon, no es así?

—Eeh... Pero mi otra opción puede ser Kanzai —se excusó.

—Bobo —dijo Shizuku y entre todos florecieron unas risitas y sonrisas.

—Boba, tú.

—Tú.

—Tú.

—Tú —respondió Shizuku, con tranquilidad, pero con un tono que llamaba a continuar con el pleito infantil.

—¡Que tú!

Machi siseó.

—Los van a desconcentrar —reprendió Machi.

Y los niños siguieron atentos, hasta diez minutos después que se fueron a jugar luego de aburrirse. El tiempo siguió pasando, y el cansancio ya se hacía notar en las posturas tanto de Piyon como de Zushi. Kanzai, quien trataba de persistir en el entrenamiento, terminó acostado con las extremidades extendidas en el césped, y aunque era más cómodo y ameno, su mente estaba exhausta. Gon permaneció de pie con sus piernas temblorosas y Zushi se deslizó por el tronco hasta quedar sentado; pese a estar en la sombra, el ambiente bochornoso era asfixiante.

Al pasar dos horas, Killua advirtió que ya iban a llegar al mismo límite que el día anterior, pero luego de que pasarán diez minutos más, se rindieron y guardaron el nen de un jadeo. 

El hedor del sudor se hizo más fuerte y Killua tuvo que parpadear un par de veces para ahorrarse las lágrimas y las cosquilleantes ganas de estornudar por lo penetrante que era el olor para su sensible sentido del olfato.

<<¿Hace cuánto que no toman una ducha?>>, se preguntó Killua y escuchó un golpe seco y rasposo. Volteó y se sorprendió de ver que Gon calló último de rodillas.

—¡Gon! —se acercó rápido Killua—. ¿Estás bien?

Killua olfateó un sutil olor dulzón en el aire. Gon se había raspado las rodillas un poco.

—Sí... solo necesito... un momento para... descansar —dijo entre jadeos, lentos y profundos—. ¿Cómo nos fue esta vez? 

—Les fue un poco mejorar. Diría que duraron entre ocho o diez minutos más que ayer —explicó Killua.

—¿De verdad? 

—Sí —asintió, y volteó a ver su reloj de arena de madera negra con adornos de lianas y hojas envolviendo el cristal—. Parecerá que no, pero los relojes de arena siguen siendo útiles.

—Entiendo... —dijo jadeando y se sentó con los brazos apoyados hacia atrás—. Que mal... pensé que había durado más tiempo.

—¿Te arde? —preguntó Killua, acercándose a las rodillas de Gon.

—Un poco...

—Creo que lo mejor será que descansen, y tomen un baño.

—Pero, no hay agua suficiente ahora.

—Lo sé, y perdonen, estuve tan tenso que no calculé el tiempo que se acabarían los barriles y la comida —explicó Killua—. Pero no te preocupes, traeré más agua por el momento. Este baño será diferente. Por la comida tendré que esperar  cuando venga Kurapika para que los cuide iré. Por ahora iré al manantial que está cerca de aquí, para no alejarme tanto de ustedes.

—Está bien.

<<¿Un baño diferente?>>, se preguntó Gon.

—¿Crees poder levantarte?

—Sí, eso creo.

Pero no era cierto. Killua vío que cuando Gon se reincorporó sobre sus pies, una de sus piernas flaqueó. Él lo atrapó del torso incluso antes de que se tambaleará hacia adelante.

—Mejor les daré una mano —dijo Killua.

—No te preocupes —escuchó a sus espaldas. Era Geru—. Ya estamos ayudando a los demás, Killua.

Killua volteó a ver, y advirtió como Cluck le daba agua en un cuenco a Zushi mientras Piyon y Kanzai ya estaban bebiendo de uno sentados en el césped.

—Gracias —dijo Killua.

Geru asintió.

—¿Gon se encuentra bien? —preguntó Geru.

—Sí, solo estoy algo cansado —respondió Gon.

—Sí, y lo mejor será que descansen un momento —comentó Killua—. Al menos por el momento. Pero mientras tanto quisiera que todos se reúnan en el área de juegos y me esperen ahí hasta que regrese.

—¿Se puede saber por qué?

—No es por sonar insultante, pero creo que un baño les haría bien.

—¿Eh? —soltó Geru, confundida—. Pero si nos bañamos.

—Lo sé, pero este será más un baño de relajo. Tengo un tónico que podría ayudarnos con eso, para que se recuperen más rápido.

—¿En serio? 

—Sí. Eso podrá ayudarlos con el entrenamiento.


+ * + * + * +

 ¡Muy buenas!

He regresado. Después de mucho tiempo, pero he vuelto. Y puede que venga con una publicación cada domingo o de forma aleatoria a lo largo de la semana. Después de mucho estudiar, se siente bien volver a escribir.

Espero les haya gustado este capítulo, que se vienen cosas buenas, se los prometo. Bye, bye y cuídense, se les quiere. : D

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