—Creo que esto sería todo por hoy —dijo Kurapika.

Al instante, vio como Gon, Piyon y Zushi  guardaron el Nen en sus cuerpos y cayeron casi al mismo tiempo al césped. Kurapika se sorprendió un poco.

—¿En serio se desgastaron tanto? —inquirió Kurapika—. No llevamos ni dos horas.

—Es... muy agotador mantenerlo... —jadeó Zushi, rendido en el césped.

—Sí... —concordó Piyon.

—¿Incluso tú? —preguntó Kurapika, viendo a Gon de rodillas.

—A-algo... Siento mi cuerpo un poco entumecido.

—Y tú que seguías insistiendo, Kanzai —dijo Cluck, mirando de soslayo al susodicho con los brazos cruzados.

Este, en respuesta, soltó un pequeño bufido.

—Por el momento solo se tienen que concentrar en mantener su Nen. Al menos por un tiempo. Luego, poco a poco, iremos avanzando como se debe —dijo Kurapika, con algo de seriedad.

Por la expresión que el heredero de los Kurta estaba poniendo, Gon entendió que no se veía para nada contento.

—Y digo "avanzar" como máximo.

Zushi y Piyon quedaron en blanco al ver que en sus palabras se escuchaba la desconfianza.

—Dijimos que el entrenamiento duraría tres horas, y no duran ni ese límite de tiempo.

—Lo notamos... —dijo Gon, exhausto, y con la cabeza algo agachada.

<<Esto va mal...>>, pensó Killua.

—¿Qué podemos hacer entonces? —inquirió Kanzai—. Tampoco tenemos mucho tiempo si tú no vas a estar aquí para orientarnos.

Kurapika suspiró.

—Por el momento, con lo que leyeron en el libro es suficiente. Su objetivo más que nada es aprender a controlarlo para que hagan un trato con la Isla, no aprender toda la teoría —explicó Kurapika—. Pero viendo que enseñarles podría tomar más tiempo... Creo que lo mejor será darle a Killua un poco de tutela.

Killua lo miró extrañado.

—¿A qué te refieres? —inquirió Gon.

—Me refiero a que Killua los supervisara en mi ausencia, si es que desean seguir practicando. Así podré medir sus avances para ver cuándo o no sería seguro que me hagan una muestra de sus avances, para que eviten ser descubiertos.

—No te entiendo... —agregó Piyon.

Kurapika se ahorró sus comentarios.

—Para dejarme de tantas explicaciones; solo diré que el Nen se irá volviendo más fuerte mientras más lo entrenen, por ende, su presencia también será más notoria. Y si los demonios los descubren...

Sin finalizar la frase, Kurapika miró directamente a Piyon con los ojos entornados.

—Entiendo... Yo no dije nada.

—Si así podrán avanzar más rápido, esta bien. Lo haré —dijo Killua.

—Bien. Por el momento, vayan practicando poco a poco con finas capas de Nen para que se vayan acostumbrando, y el máximo que podrán liberar será de un radio de un metro de distancia a su alrededor, ¿de acuerdo?

Todos asintieron.

—De todas formas volverás mañana, ¿verdad? —preguntó Gerú.

—Eso podría complicarse un poco, pero no les digo que no. Haré mi mayor esfuerzo para venir mañana por la tarde, como máximo de noche —dijo Kurapika.

—De acuerdo —dijo Kanzai, resignado y algo tenso.

Gon, en el fondo, no pudo evitar sentirse frustrado. El Nen estaba en sus manos ahora, y, aunque sabía que al principio controlarlo no sería tan sencillo, no pudo evitar sentirse débil. Esa sensación era algo que no le gustaba. Inconscientemente, apretó los puños sobre sus rodillas.

Killua pudo notar su fastidio.

<<Gon...>>, pensó Killua, mirándolo preocupado. <<Lo lograrás, estoy seguro...>>

—En ese caso... —empezó a decir Kanzai, y se levantó para dirigirse al interior de la cueva.

—¿A dónde vas? —preguntó Cluck.

—A dormir —respondió sin mirar atrás—. Si voy a entrenar, como mínimo debo descansar este mareo. No planeo quedarme atrás.

—Kanzai... —musitó Gon, viéndolo irse al interior de la cueva hasta perderlo de vista.

Gon, de igual manera, se levantó, con sus piernas flaqueando.

—Yo también. Así no podré practicar —dijo Gon, pero sus piernas cedieron.

Estaba por caer, pero una suave brisa le refresco el rostro y, al dar un parpadeo, vio que Killua ya lo había sostenido de los brazos para evitar su caída.

—Sí, eso veo —dijo Killua—. Mejor déjame ayudarte.

Gon asintió.

—Gracias —dijo Gon.

—A mí también, si no es molestia —pidió Zushi.

—Está bien. Aquí voy —dijo Cluck, acompañada de Gerú para ayudar a Piyon.

Gon estaba por sostenerse del hombro de Killua para recibir su ayuda, pero se sorprendió al sentir cómo este tiraba de él para cargarlo sobre su espalda. 

—Killua, n-no es necesario esto... —tartamudeó Gon.

—Así será más rápido para ayudar a los demás.

—Te lo agradeceríamos —dijo Cluck, ayudando a Zushi a levantarse como podía.

Entonces, un humo brotó del cuerpo de Killua, del cual emergieron dos manos gigantescas. Gon miró atento como ambas manos se extendían delante de Piyon y Zushi.

—Suban. Así será más rápido. 

Los dos asintieron y Cluck y Gerú los ayudaron a subirse a las palmas de las manos.

—Si todo ya quedo claro, mejor me voy retirando. Aún tengo muchas cosas que hacer —dijo Kurapika, y se volvió a Killua—. Killua, ¿Estás seguro de que podrás hacerlo?

Killua asintió.

—Sí. Seré muy cuidadoso. Ve con calma y asegúrate de ganar esas votaciones.

Kurapika asintió.

—No dudes en que lo haré —contestó tranquilo, y se comenzó a retirar—. Buenas noches.

—Buenas noches —repitió Killua.

—Ten mucho cuidado, ¿sí? —dijo Deyanira, dirigiéndose a Killua.

Él asintió.

—Ustedes también.

—Nos vemos —dijo Deyanira, y comenzó a seguir a Kurapika.

—Nos vemos... 

Killua, pensativo, no le quitó la mirada de encima mientras este se iba tranquilamente.

<<Tú puedes hacerlo, Kurapika...>>, pensó Killua, y dio media vuelta para ingresar con los demás a la cueva. <<Voy a corresponder tu respeto y tus esfuerzos.>>

Gon, al ver el semblante de Killua, no pudo evitar analizarlo. Lo único que pudo notar en sus ojos felinos fue una enorme gratitud y lealtad, algo que de cierta forma lo llegó a conmover. Aun aferrado a su cuello, Gon se acercó al oído de Killua. Killua se erizó un poco al sentir la respiración de Gon cerca de su lóbulo.

—Killua... —musitó Gon, y Killua lo miró de soslayo sin voltear la cabeza—. Yo también voy a corresponder tus esfuerzos...

Killua se extrañó.

—Voy a esforzarme mucho, pero siguiendo tus órdenes.

Killua se sorprendió un poco, sobre todo sabiendo lo testarudo que podría ser el chico cuando quería.

—Por eso..., ¿Crees que... puedas ayudarme a entrenar un poco después? —inquirió Gon. Killua se quedó un rato en silencio mientras iba caminando por el pasillo. Piyon y Zushi ya se habían dormido por el cansancio y Cluck y Geru se habían quedado en la entrada a preparar una hoguera para cocinar la cena, por lo que se encontraban los dos solos bajo la luz de las lumbres—. Si tú me lo permites, claro...

Killua estuvo algo inseguro al principio, pero al voltear a verlo, no pudo evitar encandilarse con el bello brillo que tenían esos ojos ámbar bajo la luz de las brasas. Por un instante, se sintió débil. Sin embargo, al sentir un poco de temblor en los muslos de Gon, se mantuvo firme.

—Quisiera, pero te siento muy cansado en este momento. Lo siento.

Gon bajó leve la mirada y se puso a pensar. Tal vez descansar un poco no estaría tan mal, quizás un corto tiempo de descanso no sería tan beneficioso para cuando quiera volver a entrenar.

Resignado, Gon suspiró.

—Tienes razón. Está bien, pero... Por favor, que no sea tan tarde, ¿sí?

Killua sonrió. 

—Está bien.

Al llegar el momento de despertarlo, no tuvo el corazón como para despertarlo. Tan sereno, tan cansado, tan cómodo... Al final no tuvo el valor para despertar a aquel ángel que iluminaba su camino en la oscuridad. Luego le pediría perdón por no interrumpir sus dulces sueños.

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Hola a todos. He vuelto después de tanto tiempo. La verdad es que ya extrañaba escribir está historia y en serio lo siento por haberla dejado tanto tiempo en pausa. Sé que quizás este capítulo no tiene mucho que decir, pero les prometo que pronto se viene lo bueno. Sé que hace mucho había dicho que está historia estaba por llegar a su fin, pero como se me ocurrieron ciertas ideas que podía agregar decidí darme el tiempo de extender su lore. Sin embargo, tal vez, dependiendo de mis avances, está historia prontamente llegará a su final.

Les agradezco en serio todo el apoyo que ha recibido está historia a lo largo de los años desde que empecé, en serio me ha hecho muy feliz.

Ahora díganme, ¿Cómo creen que está historia termine? La verdad es que creo que por el momento he hecho lo "mejor posible" para hacer que el final este en duda y de forma ambigua. Pero si no es así, me gustaría saber sus opiniones de todos modos.

Muchas gracias por leer. Cuídense mucho y espero que se encuentren bien. Se les quiere mucho. Bye. bye. :D