Prólogo
Durante mucho tiempo, la humanidad se ha cuestionado su propia existencia; su propósito y por su puesto, su naturaleza. Ni aún los grandes pensadores, artistas o matemáticos han podido responder con certeza a la duda ¿quienes somos y para qué existimos? Bien, pues el ser es eso: Un ser .
¿Bueno o malo? No podemos calificarlos a todos por igual. No es un hombre la representación de todo el género humano, de todos sus conocimientos, capacidades, gustos y sensaciones. Cada uno es un cúmulo de experiencias propias procesadas de distintas maneras, marcadas por un contexto y perspectiva encaminada por una ideología distintas.
Sin embargo, hay siempre un elemento en común: La inconformidad. El pobre quiere ser rico, el lacio quiere ser chino, la vida que cada uno tiene, en algún punto de ésta, no es satisfactoria y es en ese justo momento donde grandes decisiones pueden tomarse y cambiar su rumbo. Justo en ese milímetro de quiebre, donde la explosión interna de estímulos hace su trabajo, el cerebro, el corazón y toda la red funcional del ser se expande, se alertan y conectan para trabajar en equipo por una sola meta: Sobrevivir.
Ese es un instinto, el más antiguo. Entonces ¿como podemos calificar de bueno o malo todo aquello? ¿acaso una cucaracha es mala por pasearse en nuestras cocinas en busca de alimento? o un pajarillo es bueno por matarla para alimentar a sus polluelos? Es simple instinto de preservación.
Hace algunos siglos, un experimento inició ¿Qué pasaría si se le diera al hombre el poder para cambiar su vida, para ser otro? Esa persona que siempre ha querido ser y hacer lo que quisiera con ese cuerpo y su tiempo. Claro que no se puede complacer a todo el mundo. Pero hay, ciertos requisitos que los sujetos de prueba deben cumplir para poder otorgarles ese poder.
El grupo de personas que conocemos esto es muy reducido, tan solo diez. Nuestros antepasados lo iniciaron con tecnología pobre, la de su propia época y lo hacían de manera distinta; pero eran visionarios, de una mente privilegiada y sobre todo teniendo una conexión con seres mayores a ellos, con diferentes nombres pero siempre presentes de alguna manera en la mente de la humanidad, como algo que no se puede probar pero que sabemos que existe y está ahí. Esa conexión ha pasado de generación en generación de estudiosos por lo que la seguimos teniendo nosotros para enviar tanta información como sea necesario. No sabemos en que punto decidirán si realmente vale la pena nuestra vida, o si, el algún momento querrán borar a esta raza tan destructiva y tóxica, incluso para sí misma. ¿Merecemos la vida?No lo sé.
Ahora la tecnología es común, contactar a los sujetos es mucho más sencillo y activarlos, también. Los teléfonos, pantallas y computadoras poseen acceso a cada vida en la tierra ahora y gracias a ellos podemos buscar al sujeto idóneo para responder a la pregunta en cada caso. Una vez hecho ésto, inicia el trabajo de esos seres asignados a la persona, unos que muchos queremos lejos, otros le tienen miedo y algunos más no admiten que existen pero que tiene una influencia de algún modo sobrenatural durante un lapso limitado.
¿Somos buenos o malos? ¿Y si nacemos buenos pero el tiempo nos vuelve malos? ¿Y si por el contrario, traemos la maldad en el ser pero por nuestras circunstancias no la desarrollamos? ¿Y si solamente somos una bestia reprimida por las leyes, la sociedad y las estructuras morales esperando la oportunidad para ser liberada y destruir todo a su paso?
No pueden negarlo, las guerras por el poder y el dinero, la indiferencia al dolor de nuestra misma especie y destruirnos a nosotros mismos son pruebas de que hay maldad en nosotros pero, teniendo la oportunidad de elegir con el poder de cambiar para bien o para mal... ¿que harías tú?
Si no hay ningún castigo o ley que te detenga ¿crees que podrás ser libre incluso de tu propia consciencia?
Anarquía vs Sensatez. Libertad vs Desenfreno.
Vivir y descubrir lo prohibido en otra piel. Sin consecuencias, sin limites ¿atractivo no?
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Frustrado por la familia que le ha tocado, Nico odia a su madre por los malos tratos que le da pero sobre todo la odia por seguir al lado de un hombre que la maltrata y que lo antepone por sobre su hijo. En la escuela no es mejor. Los chicos han decidido que él sea el bicho raro, el saco de boxeo de los jugadores de fútbol y la pesadilla de cualquier chica en su sano juicio solo por ser él mismo ¡Menudo consejo le dieron desde niño!
"¡Sé tu mismo!" decía, ¡No trates de ser como los demás!" alentaba su padre... Y luego, lo dejó solo para enfrenarse a un mundo donde ser uno mismo es el mayor pecado ante la sociedad. "Gracias pá".
Después de varios eventos extraños, Nico se dará cuenta de que posee un don... o una maldición, dependiendo de quien lo vea. Puede vivir en el cuerpo de otras personas, sin ningún tipo de consecuencias para él. Vuelve a su cuerpo y listo, nada ha pasado. Aunque en otro momento haya vivido sin límites de piel.
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NOTA: Esta historia contiene lenguaje explícito, violencia, estupefacientes y temas sensibles.
No apoyo ni estoy a favor de las situaciones aquí expuestas, es una historia con fines de entretenimiento.
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