Un rato después, a sabiendas de que todos estarían en clase, salí del baño aún con un poco de hinchazón en la cara enrojecida al igual que los ojos. Una pila de libros manchados a la altura de mi cara, detuvo mi camino.

-Toma, esto es tuyo.

Una chica menuda de cabello negro y ojos color avellana, con un brazo extendido, sostenía mis libros.

-¡¿Qué quieres?! ¿reírte?

-¡Uy! Alguien está susceptible ¿no? ...- hubo silencio por unos momentos- Bien...- mi confusión era mayor y no tenía ganas de lidiar con una loca- Quería que supieras que estoy bien.

-Ajam...

-¿No lo recuerdas? Chocaste conmigo, me tiraste al suelo con todo y mis cosas, por si no lo entiendes genio- culminó con una sonrisa- Estoy aquí por qué no te disculpaste, no me ayudaste y ni siquiera preguntaste si estoy bien ¿tú lo estás? Por que no lo parece.

-De acuerdo... Discúlpame. Y... Gracias, supongo.- Contesté al tomar mis cosas.

-De nada eh...

-Nico

-¿Es diminutivo de Nicholas?

-No, solo Nico.

-Mmm... Eres raro- En ese momento me congelé. La incomodidad se hizo presente de nuevo, otra persona que me echaba en cara mi extrañeza, ya se me hacía raro que alguien no se burlara.

>>Me gusta.

-¡¿Eh?!

-Lo normal es aburrido. Te veo luego ¿si? Ya me perdí la primera mitad de mi clase muestra esperándote. Más te vale me compenses después. – Guiñó un ojo antes de salir disparada por el pasillo. ¿Quién rayos es esa chica tan rara? Ni siquiera me dijo su nombre.

Ya en casa, solo en mi habitación o más bien, solo como siempre, mis pensamientos me llevaban a un solo punto: Hugo. 

Mi techo era un escenario perfecto para imaginarme mil formas distintas para hacerlo sufrir, aunque en mi realidad solo fuera un piojo cobarde ante él.

La boca pastosa y el ardor en los ojos fue lo primero que sentí al despertar. No me di cuenta a qué hora me quede dormido, me desgasté tanto en odiar a Hugo como para quedarme dormido, ojalá y tuviera un doloroso final. Mmm creo que estoy mal. No debería pensar así pero...

Algo andaba mal, no podía enfocar nada, todo a mi alrededor era borroso. Siempre he gozado de una buena vista, sin embargo justo en este momento, mis ojos deciden joderme la existencia con imágenes borrosas, todo esto solo significa una cosa: Lentes. Si lo que he pasado no ha sido suficiente, el destino decide darme una cosa más por la que puedan molestarme.

Suelto un sonoro bufido como si fuera una máquina a punto de explotar que necesita sacar presión y me meto a la ducha sin miramientos. Me siento extraño, todos los músculos me duelen, pensé que ya para este momento los golpes de Kent y los demás bárbaros ya no los sentiría tanto.

Me siento muy raro... Además del hecho de que lo soy, mi cuerpo se siente como si hubiera crecido ¿habré dado otro estirón? Tengo la sensación de que todo está más bajo de lo normal ¿o será mi visión afectada lo que hace que mi percepción se deforme? ¡Ash! ¡Hasta mis pensamientos son frikis! Salgo del baño maldiciendo mientras me ato una toalla a la cintura.

Una cajonera de madera color negro que es donde normalmente guardo mi ropa, no logro ubicarla. A tientas intento encontrarla hasta que choco con algo a medio paso que me lastima la espinilla. Pego un aullido de dolor y la puerta se abre.

-¿Estás bien?- No puedo reconocer la voz pero estoy seguro de que no es Rick. ¡Diablos, estoy ciego! Aunque lo enfoco, no distingo sus rasgos.

-¿Q. Quien es usted? - El hombre me toma tranquilo por los hombros y me guía hasta la cama.

-Vamos Hugo -   ¡¿Hugo?! - Sé que he estado muy ausente en estos meses – Trato de hilar mis pensamientos. Ahora todo tenía sentido. Quizá ya había encontrado el factor común. – Quita esa cara hijo ¿no te has puesto tus lentes? De seguro por ello te golpeaste.

Siento como el peso junto a mi en la cama se quita, aquella figura de un hombre se aleja un poco y regresa unos segundos después con algo en las manos. Es un estuche con unas lentillas.

>>Toma, sé que no te gustan pero mejor póntelos antes de que te pegues de nuevo.

Entiendo, como necesita lentes, los usa de contacto para que nadie lo note y pueda seguir en su estatus de chico popular.

>>Mañana iré al juego a verte... - me le quedo viendo unos segundos – lo prometo esta vez ¿si?- dijo aquel hombre moreno poniendo una mano en mi hombro prestado antes de salir del cuarto.

Después de algunos minutos intentando, teniendo los ojos enrojecidos por diversos piquetes al fin, pude ponerme las lentillas.

La escuela. Un suspiro salió de mí. Me encorvé por inercia pero a cada paso que daba, alguien más me saludaba. Los chicos me invitaban a chocar los puños, daban palmadas a mi espalda o simplemente me dirigían una sonrisa con un "hola" y las chicas me miraban ¡a mi! Bueno, a Hugo. Pero no con la típica mirada de asco y desprecio de siempre.

Me estaban coqueteando y me pasaron algunos números de teléfono. ¡Nunca me había sentido así de aceptado! ¡Que le cayera bien a todos! Que las chicas ¡Dios! Que las chicas me vieran atractivo y no solo eso, si no que no me miraran como un pedazo de mierda que había caído en su comida favorita, todo eso era simplemente perfecto.

*******************************************************************************************HOLISS!!! Nuevo capitulo ¿2 en una sola semana? SIIII!!!!

Este Nico... pff que puedo decir... Ahora está en el cuerpo de Hugo... ¿que irá a hacer?

Y esa chica.... ¿quien será? 

¿Ya descubrieron ustedes el factor común para sus cambios?

(Ya deja de estar de preguntona!) XD jaja ok.

Los dejo como siempre con un muy cariñoso y empalagoso abrazo. No se olviden de comentar, votar y recomendar  que no muerdo eh? ;)

Nos vemos en la próxima actualización....maw!