La idea de Callum me seguía dando vueltas en la cabeza aún después de que se fuera, dejándome en una lucha con mis demonios internos; los cuales peleaban contra todas las reglas morales, de ética e incluso espirituales que se habían clavado en mi alma a lo largo de mi vida.

Nunca había sido una persona religiosa pero cuando era niño y aún mi padre vivía con nosotros, él me enseñó algunas cosas. Íbamos regularmente a la iglesia y llegué a conocer muchas cosas de Dios, cosas que quieras o no, forman parte de tu vida cuando vas creciendo y esas reglas, esos preceptos me llevan a pensar que quizá sea incorrecto, que quizá no deba tomar justicia yo mismo o que puedo estar condenándome con solo pensarlo.

La inseguridad que me estremece me ha acompañado toda mi vida y por ello quizá estoy en esta situación, nunca he sido popular o he destacado en algo, ¡ni siquiera soy aceptado en mi propia casa! Pero me da miedo, por alguna razón, dejarme llevar por el poder, por el odio y la sed de justicia que siento.

Pero ¿qué pasaría si solo les diera una pequeña lección?, ¿No se supone que lo que uno siembra, se cosecha? ¿No es acaso tomar justicia en propia mano lo que hacen los superhéroes? Aunque, ellos siempre tienen un código ¡Eso es! Un código que me impida perder mi humanidad, un límite que yo mismo pondré. Así podré saciar mi sed de justicia no solo para mí, sino también para los que pasan lo mismo que yo en el proceso. Eso debe contarme como una buena acción ¿no?

Nadie hasta el momento me ha defendido, nadie ha ido en mi rescate. Pero, si tenía éxito, bien podría ser o mismo mi propio bienhechor. Con esa idea en la cabeza, mi conciencia y miedos fueron tranquilizados y pronto, tras el cansancio por soportar el dolor de los músculos, caí en un sueño profundo.

A la mañana siguiente estaba en mi habitación, no había una cara extraña mirándome en el espejo del baño. El desastre de mi ropa tirada en el suelo, me confirmaba mi identidad. Podría limpiarlo pero.... nah, mejor después.

No quería ir a la escuela, de eso estaba seguro. Aún no sabía cómo funcionaban los cambios, por lo que según Call, debía exponerme a tantas variables como fuera posible dentro de lo que había ocurrido en las veces anteriores para encontrar el factor común y repetirlo para asegurarme. Así podría descubrir cómo realizar los cambios a voluntad.

Mientras Callum había dicho esto, su rostro enrojecido, delataba el éxtasis de verme convertido en uno de sus tantos experimentos. No sé, aunque soy su amigo, creo que me mira como a una rata de laboratorio por el momento.  Siempre ha tenido la manía de hacer investigaciones hasta por lo más absurdo, comparando el sabor de las galletas en base al contenido de gluten y otros elementos que los conforman, los cambios de humor de su gato en base a la alimentación que le brinda, es todo un científico loco mi amigo. Hasta ahora, en lo que he pensado que hay en común es que ambas han sido chicas, que están relacionadas en algo de la escuela y son rubias ¿será eso una limitante?, ¿solo rubios?

Me enfundé en una sudadera amplia color gris, algo demasiado grande para mí, pero cumplía con la función de tapar la mayoría de mi cuerpo así como el rostro. Lamentablemente aún hace calor y estaré sudando a mares aunque es un precio pequeño por pasar desapercibido.

La escuela está como siempre. Eso no me sorprende, si algo me llegara a pasar, no le afectaría a nadie. Nadie me extrañaría o recordaría más que como el estorbo o bicho raro. ¡Pff! Quizá hasta como el pervertido, ¡Gracias Claire!. La autocompasión se estaba apoderando de mí, debía evitar ese tema por el momento, lo que menos necesito ahora es entrar en depresión.

Me escabullo por los pasillos hasta mi casillero. Algunos me miran porque, aunque no vean mi rostro, saben donde estoy: El casillero del bicho. Al abrirlo, una ola roja me empapa de pies a cabeza. El shock es grande, aunado a esto, un olor nauseabundo y una imagen perturbadora me impiden reaccionar.

Tan solo abrir los ojos veo un manojo de tripas y cuerpos de animales que están colgando de un gancho para carne dentro de mi locker. Al parecer son 3 gatos desollados que aún chorrean sangre y un balde con el mismo líquido, cuelga después de haber vertido su contenido sobre mi.

A mí alrededor, empiezo a escuchar como las risas y algunos sonidos de foto inundan el pasillo. Están grabando. Los amigos de Kent están cerca mío, se ríen disimuladamente, ¡ellos lo hicieron!.

El olor me marea y me obliga a girarme pero estoy lo suficientemente avergonzado como para esconder mi cara aún más en la capucha. ¿Por qué hacen esto?

Hugo se acerca sonriendo socarronamente.

-Kent está suspendido por una semana de la escuela y del equipo de futbol por un mes. Las eliminatorias están por llegar, no tendremos a nuestro mejor elemento ¡y todo es tu culpa!- terminando su reclamo mientras con su dedo índice me empujaba, acorralándome contra el casillero. Los demás chicos del equipo, detrás de él, se burlaban. -Eres un puto débil que fue llorando a quejarse con su zorra madre para que lo castigaran

-Yo no hice nada

Insultos como "puerco" "basura" o frases como "tu deberías de estar suspendido, no Kent" "Hijo de puta" "te hubiera abortado la golfa de tu madre"; giraban alrededor.

No soporté más y salí corriendo tapándome la cara con ambas manos, el baño era la meta.

¡Sabía que era una mala idea regresar! ¡Lo sabía! No me importa lo más mínimo lo que esa masa de borregos sin cerebro piense de mí, pero no tienen ningún derecho de humillarme, insultarme, golpearme o hacerme sentir como basura ¿Cómo podría luchar yo solo contra más de 500 alumnos? ¡Es demasiado!.

Mi madre fue cabaretera cuando joven, antes de conocer a mi padre pero eso había quedado muy atrás en el pasado, nadie tenía derecho a juzgarla y menos a mí por ello.

¡¡¡Arrgh!!! La ira, la frustración y la rabia no dejan de crecer en mi pecho, la sangre me hierve y temo que explotaré en cualquier momento. Pero ¿Y si realmente es mi existencia tan inútil y absurda como para merecer aquello?, ¿Y si en cierta forma tenían razón? ¡No!... ¿o si? No puedo pensar bien, si todos me ven igual es por que algo malo debe haber conmigo...

Tantos eran los pensamientos que me envolvían la mente y las lágrimas que cegaban mis ojos que terminé chocando con alguien. Caí, al igual creo que ambos lo hicimos pero no me preocupe por ello, solo seguí mi camino frenéticamente, ahora sin mis libros.

Ya en el baño, me encerré en un cubículo, para llorar ¡pff lo sé, es patético! Pero en silencio, simplemente no puedo más. ¡Lo odio!, el nudo en mi garganta no se va. El dolor crea un agujero negro en mi corazón, succionándolo todo a una dimensión de tristeza, ira  y soledad.

La puerta del baño se abre con estrépito ahuyentando cualquier sollozo por miedo a ser descubierto. Voy subiendo los pies al retrete sin hacer ruido.

-¿Seguro que entró aquí?

-Si, yo lo ví... El marica de seguro vino a llorar- todos ríen.

-Más bien estúpido, ¿crees que por estar en el baño, no te podemos hacer nada? ¿Eh, idiota? Es mejor, así los maestros no podrán interferir. -¡Rayos... si que soy estúpido!

Uno a uno fueron abriendo los cubículos, hasta que me encontraron. Antes de que abrieran corrí el cerrojo y empujé con mi peso. Empezaron a golpear las paredes de plástico con fuerza por todos lados, hasta que uno de ellos, se subió al retrete de junto y subió por borde de la pared para así, entrar al mío por arriba. Me da un puñetazo y abre la puerta para que todos me vean.

-Miren al imbécil ¡El marica está llorando!

-Está todo rojo ¡¿y si le lavamos la cara?! Sería un buen gesto- el chico rubio junto a Hugo rió con malicia.

-Perfecto. ¡Adam!, ¡Mitch! Ya saben qué hacer.

Los mencionados, me torcieron el brazo hacia atrás y lo giraron, un tirón de dolor me recorre desde el hombro hasta la muñeca. Inclinan mi cuerpo sobre el inodoro y sumergen mi cabeza mientras le jalan a la palanca, ahogándome.

Cuando salgo a respirar, alcanzo a oír sus risas y a ver, por el rabillo del ojo como están grabando esto.

-Chicos, espero lo disfruten. En este en vivo verán como se bañan los bichos.- Risas hacen eco en el lugar.

-Señor Moontz- El profesor de geología, el señor Ritz había entrado al baño.

Todos recuperaron la compostura ante su figura y yo, el aliento.

>>¿Se puede saber que están haciendo?- el ceño fruncido de Ritz lo dice todo.

-Profesor... solo estábamos ayudando a un amigo

-¿Ayudando?- el profesor cruzó sus brazos sobre su pecho e impaciente por una explicación, comenzó a dar golpecitos con su zapato en el suelo.

-Yo.. eh... ¡Nico! Sí, Nico está cumpliendo un reto para internet.- rapidamente mintió el moreno.

-¿Ah si?

-Si y yo... nosotros, como sus amigos, quisimos ayudarlo ya que no podía grabarse solo ¿no es verdad Nico?

Adam y Mitch me apretaban el brazo ahora a mi costado para persuadirme. Solo asentí. ¡Cobarde!

-¿Seguro señor Sandoval?

-S- Si.

-Bien...- con ojos entrecerrados y aún con duda, se dispone a irse ¡Por favor no!- Pero tengan más cuidado o citaré a todos en dirección. Estos chicos ya no saben que retos inventarse.

El profesor se fue, aunque parecía preocupado no había nada que pudiera hacer. Los idiotas, solo me empujaron después de eso y se alejaron dejándome adolorido del cuerpo y el alma. Sin poder evitarlo comencé a llorar de nuevo. ¡No quería llorar!, ¡no quiero ser esa persona frente al espejo! ¡Ya. No. Quiero! Soy patético, no vale la pena que exista... ¿para que nací?

***********************************************************************************************Hola mis hermosos lectores!! Aquí les dejo un capitulo nuevo.

Al inicio, como siempre, les dejo una cancioncilla, esperando les guste...es una de mis favoritas ;)

¿Que tal les pareció? ¿Alguno de ustedes ha sufrido Bullying? 

Yo sí. Por ello decidí que valía la pena contar algo sobre ello.

¿Es demasiado dolor para Nico? ¿soy mala con mis personajes?...Puede ser

¿Aunque sea algo bueno le llegará a pasar?.. Puede ser... quizá.. En el siguiente capitulo habrá algunas respuestas :D

Bueno, dejo de andar de preguntona por ahora ;) Y les dejo un mega empalagoso abrazo como siempre y mucho amor... besitos...mwa!