Capitulo 20.-
Amanda se zafa de mi agarre pero no me quita su indignada mirada de encima. Tiene un poco entreabierta la boca y una ceja levantada con toda la incredulidad del mundo plasmada en su rostro, no la culpo, yo tampoco me la creo.
-¡Considérate muerto bicho! - me grita - ¿Cómo te atreves a tocarme con tus asquerosas manos?
Algo dentro de mi se rompe, siento como si una especie de líquido gélido entrara en contacto con mi estómago, una sensación horrible y desesperación me invaden. Quiero salir corriendo pero por alguna razón mis pies están clavados en el suelo.
>>Aunque... no me sorprende tanto, son tal para cual, el bicho pervertido y la perra inmunda -Todos se ríen, pero algo extraño pasa. No estoy triste. Estoy furioso y ... decepcionado ¿desilusionado quizá?
-¡Deja de llamarla así! ¡Aquí la única perra que se pone en cuatro eres tú! -Al momento en que las palabras abandonan mi boca, la tapo instintivamente con mis manos a pesar de que ya es muy tarde. Todos lo han oído y varias exclamaciones de sorpresa e indignación se dejan escuchar entre el gentío que ya se ha reunido a nuestro alrededor por el barullo.
La cara de Amanda se deforma por un momento pero rápidamente se recompone en una sonrisa que da miedo y da un paso adelante, la medida justa para que quedemos frente a frente. En otras circunstancias, ésto habría sido mi sueño hecho realidad, tenerla tan cerca como para compartir el aliento; pero ahora, no lo sé, es un poco amargo y tétrico.
-Si que eres masoquista. Solo te diré una palabra: Kent. - se da la vuelta- Ahora ¡Vámonos chicas!
Todo su séquito se va tras ella mientras se bambolean y yo me quedo ahí, pasmado, casi fuera de la realidad, intentando comprender en qué momento todo se volvió tan raro ¡¿qué rayos me pasó?! ¿y cuando voy a despertar?. ¿Estaré enfermo?
Un jalón me sacude y es cuando reacciono. Sam se a colgado a mi cuello.
-¡Tonto! No debiste meterte, lo tenía controlado. Ahora también ella la tomará contigo.
No sé que decir y más cuando me doy cuenta de que mi amiga está llorando ¿por qué? ¿la lastimaron? Rápidamente la aparto un poco para observarla, parece estar bien aunque tan indefensa y linda como la criatura más tierna que pudiera haber existido.
Es extraño, ella siempre es fuerte, audaz y rebelde pero esto, verla así, vulnerable... Hace que algo en mi cabeza haga "click" y sin poder procesar lo que estoy por hacer, me acerco a ella y despacio, junto mis labios a los suyos. Por un breve instante no soy consciente del por qué lo he hecho pero justo cuando empiezo a preocuparme, los labios de Samantha envuelven los míos con delicadeza, turnándonos para rebatir el movimiento del otro durante un tiempo indefinido.
Mi cabeza ha dejado de pensar, solo siente. Es tan raro y al mismo tiempo tan extraordinario como el atardecer, como el florecimiento en la primavera... como la lluvia cuando hay sol. ¡Divino!
Al separarnos, el fresco de la brisa en mi rostro deja un rastro de soledad en mi que antes no tenía, como si me hubieran quitado algo que no sabía que tenía. Sam está nerviosa, lo puedo ver pues mira a todos lados menos a mi. Su vista se queda quieta en un punto y es cuando me doy cuenta de que la sigo sosteniendo en ambos brazos. Temiendo incomodarla, la suelto y sin mediar palabra, nos encaminamos por el estacionamiento hasta la parada de autobús.
-¿Quieres venir a mi casa? - Es lo primero que la escucho decir- No podemos salir como querías pero ¿que tal una tarde de películas y hamburguesas? - Sam es genial. El autobús se acerca - ¡Espera! Puede que ya tengas planes, ¡soy una tonta! Quizá pienses que te estoy presionando o que soy una pegajosa... ¡No! discúlpame, ¡olvídalo por favor! - Hace amago de subirse al camión pero la detengo por el brazo.
-Sam...- le sonrío - Me encantaría. - Con ese gesto, sus hombros se relajan y asiente. Ambos subimos al transporte y al llegar a una zona residencial de casas bastante grandes y lujosas, nos bajamos.
Caminamos hasta el final de la calle y doblamos hasta topar con la entrada más grande que he visto. Teclea una serie de dígitos en un panel y pone un dedo sobre él, un chasquido se escucha y la reja se abre mientras Sam entra y me invita a seguirla ¡¿Esa es su casa?! Un camino de gravilla blanca nos conduce hasta la entrada de su "hogar". A los lados, un césped verde con pinos resguardando el camino se observa.
Al entrar no puedo parar de mirar todo, intento disimular pero estoy demasiado impresionado, no pensé que mi amiga viviera en un lugar así. Se interna con naturalidad y no hallo que otra cosa hacer, así que la sigo. Llegamos a la cocina y una mujer regordeta envuelta en olores deliciosos y un mandil, la abraza.
-Katy, él es Nico. Mi mejor amigo, vino a pasar la tarde. ¿Nos puedes hacer tu especialidad? Y que sean dobles ¿si por fiiiis? - alarga la última "i" en súplica.
-Claro mi niña. Mucho gusto Nico - Me tiende una mano y se la estrecho- Hace mucho que Samy no trae nuevos amigos, me alegra que eso haya cambiado. ¡Vayan! Les llamo en un rato.
Al salir Sam me avienta una bolsa de cheetos, una botella de gaseosa y sube corriendo las escaleras mientras me grita que la espere en el sofá de la sala.
Hago caso y busco el sofá. La estancia es tan amplia como el tamaño de mi casa entera, bien iluminada, grandes ventanas, cortinas largas y alfombras. Creo que me metí en uno de esos programas de decoración de ricos y famosos.
Sam llega y pone la aplicación mientras se sienta a mi lado. Luce un short turqueza y una playera blanca y corta pero de cuello amplio que le cae por un hombro, dejando ver que debajo trae una blusa de tirantes. No puedo apartar la vista de ella, sé que es de mala educación y que puedo incomodarla pero no puedo evitarlo.
-¿Que pasa? -Me mira cuando se percata de que la observo.
-Es solo que...No pensé que fueras una celebridad- bromeo.
-Jajaja no lo soy Nico. El hecho de que mis padres tengan dinero no significa que yo sea alguien diferente. Para mi, ésto bien podría ser el cuarto del conserje y estaría bien, mientras tenga frituras, las delicias de Katy y a mi mejor -hace una pequeña pausa, casi imperceptible- amigo para hacerme compañía, no hay mejor lugar en el mundo ¿no crees?
-Sam.... Sobre lo que paso... Quería
-Tranquilo, comprendo que fue la emoción del momento. Sé que Amanda te gusta, jamás te haría sentir incómodo o comprometido por algo que hiciste sin pensar. Quiero que estés con quien tu quieras, que te guste y seas correspondido, en fin, que seas feliz. Ahora, basta de cursilerías ¿El despertar de los muertos vivientes II o III? ¿o prefieres walking dead?
Por un segundo me quedo callado pero sin apartar mis ojos de su sonrisa y su rostro, me pego a ella y permitiéndole un segundo para que me aparte antes de acercarme más, al ver que no lo hace, la beso nuevamente. Ésta vez con esmero, tranquilamente y disfrutando no solo del acelerado ritmo de mi corazón y de los estallidos en mi cerebro que me llenan de felicidad. También de su aroma a dulce de uva, de su sabor tan particularmente adictivo y siendo consciente de la electricidad que recorre mi piel ahí donde ella posa sus manos.
-Lo lamento Sam, es solo que... No creo que haya sido el momento, creo que me gustas. Ya te quería como amiga pero sin entender cómo, empecé a sentir otras cosas por ti. Quisiera estar contigo, me haces feliz pero la pregunta es ¿soy correspondido?
-¡Wow! ¿Nico Sandoval está siendo seguro de sí mismo? - me saca una sonrisa - Si no te ha quedado claro, tendré que besarte de nuevo para que entiendas mi respuesta- Con ésto, me vuelve a besar , ahora entre risas y suspiros.
***
Con el paso del tiempo, dicen que todas las heridas sanan, pero no es lo que me ocurre a mi. Cada noche he intentado ser yo mismo, no pensando en nadie más antes de dormir, evitando los cambios pero las pesadillas no me dejan en paz. El revivir lo que me hicieron en las duchas una y otra vez de madrugada no solamente me hace despreciarlos más, si no que me está causando estragos. Las ojeras y no poder mantenerme alerta me tienen preocupado. Ayer casi me atropellan por que no vi el coche que venía en mi dirección. ¡Esto debe parar! Y ya sé como hacerlo.
***
El primo de Sam, Santiago, es muy gracioso. Junto a él no podemos parar de reír, aunque eso me hace extrañar a Callum. Hablaré con él en cuanto terminen los exámenes, para entonces, ya todo estará resuelto.
Santi se ha adaptado bien en el curso y es bastante amable con todos, no me sorprende que sea tan cercano a Sam. Los demás chicos lo han aceptado y se rola con todo el mundo. Incluso los que quedan del equipo de fútbol se llevan bien con él. Me alegro de que no tenga problemas con nadie, es una vida difícil y es una buena persona como para lidiar con eso.
Los exámenes terminan en dos días y debo tener todo listo. Ya tengo mi plan primario pero me falta lo importante: El cuerpo.
-¡Chicos! Adivinen: ¿a quien acaban de invitar a la fiesta de éste sábado?
-Ya. Entendido Santi... No contamos contigo para el maratón de películas - Comenta Sam mientras pica fruta con su tenedor con el ceño fruncido, no es muy fan de la fruta a excepción de las fresas pero era eso o la natilla que parece vómito de bebé.
-Tranquilos... Les pregunté si podían ir ustedes también y dijeron que sí. - Me atraganto con mi soda de uva y termino manchando la playera de Santi quien hace cara de asco y Sam se ríe a carcajadas. Adoro esa risa.
-¿Por qué?- logro preguntar mientras lo ayudo a limpiarse.
-Tranquilo, en cuanto llegue a casa la lavo. - Me siento, eso también es genial de Santiago, no se enoja con facilidad- Por que les dije que si no invitaban a mi prima favorita y a su novio, no iría.- Su sonrisa socarrona y su mirada van dirigidas a la pelinegra junto a mi. Sam se pone roja cual tomate y agacha la cabeza. -Amanda comentó que le serviría para hacer las pases contigo.
-No creo que sea ambiente para nosotros... -Comento de la mejor forma que puedo, no me gustaría que Sam se sienta mal por algo que me digan ni busco ponerla frente al toro para que pueda dañarla. La conozco y terminará hecha una furia si algo ocurre, además, no quiero que esté inmiscuída en ese mundo.
-¡Esta bien! -Comenta Sam con decisión. Me ha dejado perplejo - Iremos... pero a la primera que les hagan a cualquiera de los dos, soy capaz de hacer una bomba molotov con las botellas de cerveza que encuentre.
-Jjajaaj calma mi pequeña terrorista. Nada va a pasar, yo estaré con ustedes- Sonríe su primo mientras le pasa el brazo por los hombros. Es una linda escena, parecen casi hermanos.
***
-Al menos no reprobé ninguna.- le comento a Sam del otro lado de la línea apenas terminando de checar las notas de las materias en el portal de la escuela.
"¡Felicidades!. Tienes 1 día para devolver tu regalo."
¡De nuevo este maldito letrero!. Sigue apareciendo, debe ser muy escurridizo como para que ni siquiera el programa de Rock lo haya podido bloquear.
-Es que eres flojo. Me miras en lugar de estudiar cuando nos reunimos.- se escucha la voz de la pelinegra al otro lado de la línea.
-¡Es injusto que tenga que dejar de mirarte por cuidar de mi futuro! Jajaajaja
-¡Ya! que voy a vomitar.... creo que me saldrán arcoiris de la boca como sigamos así. ¿No te regañaron en casa por tus calificaciones?
-No... En realidad- No sabía como decirle que ni siquiera tengo a alguien a quien le importe- Mi mamá es... flexible.
-Tienes suerte. Mis padres son muy pesados, no puedo traer a casa una B por que ya se les cae el cielo encima.
-Es que eres demasiado inteligente, no puedes esperar que se conformen.
-Si, lo sé jajaja
-¡Que modesta!
-También lo sé.- Entre risas, nos despedidos después de un rato.
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Holis chicos!!! ¿Como la ven? ¿Muy rosa para ser SLP cierto? O quizá sea el preámbulo de algo más.... chan chan chan!
No se olviden de dejarme todos esos lindos comentarios que me sacan una sonrisa y una que otra carcajada de loca maniática... ok, no. Sus teorpias, votos y de recomendarla si les está gustando ;)
Los quiero y les dejo como siempre un empalagoso abrazo... maw!
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