ADVERTENCIA: Este capitulo contiene escenas fuertes sin censura que pueden dañar la sensibilidad de algunos. Leer bajo su propia responsabilidad.

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Esta tarde me he despertado en el cuerpo de otra persona... Una chica castaña que ya una vez había visto: Monica, la novia de Mason.

Es bien sabido que la rivalidad entre mi escuela y Memphis ha llegado en muchos casos a la violencia, pero eso no incluye las situaciones chico-chica entre escuelas.

Son las 11 menos quince, la casa de Hugo está a reventar por que como buen amigo que es, apenas dieron sentencia a sus amigos, aquí está en medio de otra de sus alocadas fiestas.

Al entrar algunos chicos se me quedan viendo, otros tienen mejores cosas en las que ocuparse. No veo a Hugo por lo que paso la cocina y salgo al jardín... La piscina está repleta de chicos y sus alrededores están decorados. Cerca de la puerta por la que salgo, está una mesa con bebidas y algunas botanas. Tomo unas cuantas frituras mientras busco tranquilamente a Hugo con la mirada.

En cuanto lo observo se me revuelve el estómago, me giro y agacho la cabeza para contener la arcada que amenaza con hacerme pasar el ridículo y busco una bebida. Necesito un estómago fuerte para ésto. Aún mi cuerpo como Nico sigue en el hospital, sigo pasando los estragos que estos malditos hicieron. Ese pensamiento me arma de valor y determinación. Tomo el vaso de un solo trago y avanzo hacia el moreno. Mi andar es el de una chica, una muy sensual. Mis caderas se balancean de un lado a otro, no pensé que tanto tiempo de observar detenidamente a Amanda me fuera a servir para imitarla algún día.

Mi objetivo no tarda en darse cuenta de mi presencia. Hace un alto a su conversación y posa sus ojos en mi, barre el cuerpo de esta chica de pies a cabeza, concentrándose un poco más de la cuenta en los pechos. Este vestido rojo entallado y escotado realzan el color natural de la piel trigueña y el cabello castaño de la chica.  Me sonríe y le devuelvo el gesto. Paso de largo solo unos momentos y me pierdo entre la multitud. Unos segundos después sé que ha caído en mi trampa. 

-Disculpa... ¿te conozco? Bueno, supongo que tu a mi sí jeje - "idiota"- todos lo hacen. Pero creo que eres nueva ¿no? si te hubiera visto por los pasillos no me hubieras pasado desapercibida.

Tengo que apretar mis dedos detrás mío mientras al frente pongo cara de inocencia y sensualidad.

-No cariño, no voy a tu escuela, soy de Memphis - Sus ojos se abren como platos por un segundo antes de sonreír.

-No creí que hubiera tanta belleza en ese lugar. ¿Veniste con alguien?

Esa pregunta va en varios sentidos. Así que responderé igual de ambiguo.

-Si.

-¡oh! Supongo que tu novio debe estar esperándote ¿no? - Me rodea sin quitar sus ojos de los míos. Un odio inconfundible está latente en mi pecho pero no puedo dejar que atraviese mis ojos, no aún. Se bambolea un poco pero se ve bien, supongo que está solo algo tomado.

-No tengo novio, si es lo que tratabas de averiguar con tu pregunta. -Mientra hablamos, estamos avanzando hacia la mesa de bocadillos por el margen del jardín, así hay más privacidad.

-Jajaja sexy y astuta, me gusta la combinación. - La música hace de fondo para nuestra conversación. Necesito pensar en algo más sugerente.

-¿Así que te gusta lo que ves? - comento mientras me acerco solo un poco más a él. Me rodea por la cintura y me acerca un vaso. El estómago se me retuerce y las manos se me ponen frías pero no desistiré.

Recuerdo lo de Claire y solo tomo la bebida pero no la bebo, él si. Toma dos vasos de un tirón.

-Me encanta - comenta mientras  se relame los labios "hijo de puta, ya verás". Roza con su dedo índice la barbilla de la chica y recorre la mandíbula hasta llegar al cuello - ¿Puedo saber tu nombre?

-Mónica... Pero tu puedes decirme Moni.- Estamos frente a frente y nuestros alientos se rozan. Empezamos a movernos con la música con movimientos lentos y algo torpes pero que en su mente difusa serán muy sensuales.

-Hasta tu nombre es ardiente muñeca. -Se ha acercado a mi oído y su asqueroso aliento me llega al cuello. - Yo soy Hugo. Soy segundo del equipo de fútbol por lo que... Tengo una excelente condición ¿sabes? - hipea-  No me canso con facilidad - su sonrisa de seductor vuelve a aparecer mientras se toma otro vaso entero.

-Y.... Hugo.... ¿Seguirás haciendo tiempo o podemos ir jugar? - La sonrisa que tengo en mis labios es de satisfacción, pues ver su rostro sorprendido y disfrutando la anticipación me da a entender que está perdido.

-¡Wow! Si que eres directa. Cada vez me fascinas más linda, no pierdes el tiempo¿eh? Bien, vamos. - Nos retiramos no sin antes que el chico tome otra bebida. Íbamos directo a la casa pero yo tenía otro plan, lo detuve y le guié hacia el lateral de la casa.

-Si, claro. Pero por favor, solo me gustaría... discreción, tu entiendes.

-Sinn dudaas. - ¡Perfecto! Ya está un poco pasado, será más fácil de lo que creí.

Conduzco al tipo hasta llegar a la puerta del garaje. ¡No hay mejor sitio! Un carro está aparcado por lo que me sienta en el capó y abro las piernas para recibirlo mientras me besa sin descanso. Es repugnante, ¡asqueroso! Pero debo hacer que baje la guardia lo suficiente, como dicen "El fin justifica los medios".

Mientras pasea sus manos por todo el cuerpo de Mónica, me inclino y le desabrocho el pantalón, nunca lo había hecho, por lo general me lo desabrocho a mi mismo pero intento que no se note mi falta de experiencia.

-Tranquila linda... No hay prisa. Además... creo que te cuesta trabajo - sonríe el muy idiota- tranquila... yo te enseñaré. - me guiña un ojo. Pone mi cabello de lado y va bajando el delgado tirante de mi vestido. Besa la piel que queda al descubierto hasta descansar su barbilla sobre mi hombro y con ello, bajar el cierre que se ubica en mi espalda y el vestido cae hasta mi cintura.  ¡Esta chica ni siquiera se puso bragas!  Quedaré desnuda si me quita el vestido.

Hugo sigue en lo suyo, empieza a jadear y su respiración se ha vuelto errática. Me masajea los muslos, el trasero y lame los pechos de ésta pobre chica, se queda ahí. Se quita el pantalón y aprovecho ese instante.

-¿Podrías cerrar los ojos?

-¿Y perderme de tan espectacular vissta? Nooo linda, quieroo verrte.

-Quiero que sientas lo que voy a hacer...- Mis palabras no podrían ser más ciertas. Lo empujo un poco para que quede sentado en el capó ahora él y me arrodillo  - Prometo que después los abrirás y verás todo lo que quieras  -guiño un ojo. Espero que con eso ceda y lo hace, cierra los ojos y se deja caer en el frente del coche.

Del botín de la chica saco el exacto que previamente escondí. Planeaba usarlo para matarlo, pero sería una muerte muy rápida.

-Nena, me tienes esperando...- comenta con voz cantarina.

-Tranquilo... Entre más dure la espera, mejor será el resultado. -Me acerco y respiro cerca de su piel, se estremece ¡Que fácil fue envolverlo! Su ego es su perdición.

Busco con la vista algo que me sea de utilidad y ¡Bingo!

Algunos pañuelos sucios y la cuerda que escondí antes de entrar por la puerta principal están aquí, los recojo y comienzo a atarlo al auto.

-¡Wow nena! Si que eres salvaje... ¡Me encantas! ¿De donde sacaste esto? - Veo que abre un ojo

-Lo sé... Estoy improvisando, pero no hagas trampa - digo con una sonrisa que ni yo me creo y ahí está el inútil, tragándose el anzuelo como idiota. Se recuesta de nuevo y se relaja. 

Una vez que ha quedado atado, recorro con mis manos su cuerpo, sus muslos, su vientre, caderas y entrepierna. Él, como mosquito que es atraído por la luz, está embelesado.

Cuando está totalmente vulnerable, le entierro de una vez el exacto en un testículo. Abre los ojos como platos, al momento en que aúlla de dolor, cosa que aprovecho para meterle un pañuelo sucio hecho pelota, en la boca para que no pueda seguir gritando. Está sin aire por el dolor que le he causado. No lo puede creer y al mismo tiempo no tiene fuerza para intentar soltarse. Una sonrisa de satisfacción inunda mi cara. La adrenalina me recorre y la emoción me embarga.

Vuelvo a incrustar el afilado objeto ahora en su vientre. Se sacude del dolor  y chilla con el trapo amortiguando sus gritos. Con fuerza, trazo una línea desde su ombligo hasta su miembro y la sangre va brotando de él. sus sacudidas son frenéticas, sus ojos están furiosos pero no puede soltarse. Me deleito con cada lágrima, con cada gesto de dolor y desesperación. Es como si nunca hubiera probado este delicioso manjar... Es único y fascinante, me llena y regocija a niveles que nunca había imaginado...

Con lentitud, tomo su miembro y lo levanto, solo un poco y me aseguro de que él lo vea... Con la cabeza hace movimientos de un lado a otro negando. Trata de gritar, llora y se sacude para intentar soltarse sin éxito

-¡Eso! Llora... ¡Suplica por tu vida! Por tu patética existencia... Pide misericordia, perdón por ser tú, ¡por haber sido tan imbécil conmigo!- no lo entiende-  Soy Nico imbécil-   sus ojos parecen salirse de sus órbitas.

Mi respiración es errática, mis movimientos también, estoy sobreexcitado con esta situación, es de lo más emocionante. La sangre sigue escurriendo y Hugo trata de hablar, al parecer hace caso y pide perdón, me suplica por su vida entre el trapo que tiene metido en la boca. Me regodeo y una carcajada de locura sale desde mis entrañas. Tiemblo pero prosigo. 

El tipo gime y suplica repetidas veces mientras con horror observa como pongo la afilada hoja sobre el inicio de su preciado amigo, corto haciendo una rebanado, un zigzag que hace que chorree la sangre a borbotones, salpica mi cara y torso. Eso solo aumenta la embriaguez de emoción. La hoja corre de arriba a abajo con lentitud, haré esto lo más duradero posible. 

En gemido agudo y duradero se escucha justo antes de que termine de cortar el último tramo de pellejo. La cabeza de Hugo cae sobre el coche con los ojos cerrados. ¡No, no! Nada de desmayos, no te librarás, ni descansarás el dolor si quiera por un segundo.

Intento hacerlo recobrar el sentido, lo abofeteo pero nada funciona. Pongo mi mano debajo de su nariz. No respira ¡No! ¡No es justo! Debe sufrir mas! Aún no puede estar muerto. Busco su pulso sin encontrarlo, abro sus párpados y no responde. Pongo mi cabeza sobre su pecho no hay palpitar. Es definitivo: Está muerto.

¡Estoy furioso! No se merecía terminar tan rápido, ¡Debía sufrir más, mucho más! ¡Todos los años que me ha atormentado no han sido pagados aún! Los recuerdos de cada uno de sus abusos se agolpan en mi mente. La desesperación me llena, un nudo en la garganta me ahoga sin poderlo quitar, quiero gritar y llorar, ¡quiero destruir todo! Golpeo la pared y azoto todo lo que encuentro a mi paso . Termino por hacer un desastre, todo se ha llenado de sangre y está revuelto. 

No puedo hacer nada más, ya lo pagará Kent en su lugar. Quito el trapo de la boca de Hugo y en su lugar coloco a su amigo ya desmembrado. Orgulloso de la escena que he creado, me coloco la ropa, limpio la sangre que este inepto ha dejado sobre mi y salgo con la más radiante sonrisa de concurso que pudiera imaginar. Es pasada media noche, ya la música ha aminorado de volumen, solo quedan unos cuantos chicos tirados alrededor de la piscina, están muy borrachos para estar de pie pues los demás deben estar refugiándose de la lluvia que ha empezado a caer.

Me escabullo sin ruido y sin que nadie lo note. La noche abre sus fauces para tragarme y yo la recibo con gusto en mi ser.

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Holissss!!! ¿Como la ven? ¿Muy fuerte? 

Pues este es Nico ahora.... esto fue lo que desataron, la bestia que existía en Nico.

Les dejo un mega empalagoso abrazo y no se olviden de comentar, votar y recomendar...Me ayudan muchísimo! Besitos.... maw!