"Salvame, Fumetsu", esas fueron las últimas palabras que aquel niño dijo antes de ser disparado en la espalda por un guardia. La sangre sobre el piso y la mirada de aquel niño son algo que hasta el día de hoy no puedo evitar recordar.

Tras esa horrible situación, solo quedé en shock; de inmediato los guardias se acercaron a mí e intentaron alejarme del cuerpo del niño.

Mientras me alejaba, lo único que pude sentir fue lástima, lástima por los metahumanos; a aquel niño que parecía indefenso, lo dominó el pánico, la ansiedad y la violencia. La verdad, no sé qué es lo que ellos ven para atacar a todos los que lo rodean.

Por primera vez había sentido el miedo y la desesperación de perder la vida, pero presencié aún más el significado de que alguien arrebate una vida.

Existen muchos sucesos que marcan la vida de alguien, pero... en la vida perfecta que ofrece la Gran Babilonia, los únicos sucesos que te podían marcar eran cosas positivas y que te dieran felicidad con tan solo recordarlas. Pues... bueno, mi primer suceso que me marcó fue todo lo contrario a alegrías y felicidad; el primer suceso que me marcó fue el asesinato de un niño que se descubrió que era un metahumano.

Mientras caminaba con los guardias por los pasillos, vi cómo los niños de inmediato habían sido aislados para que no sufrieran daño o mucho menos vieran la horrible escena que yo vi. Finalmente, encontré a mis hermanos, los cuales estaban asustados y preocupados por mí.

- Amigo, ¿estás bien? -Pense que te pasó algo grave; quisimos ir a ver cómo estabas y solo los guardias nos ordenaban que no nos moviéramos -comentó mi hermano con preocupación y en llanto.

-Sí, estoy bien, eso creo; mejor que les hicieron caso, hubieran visto lo peor- respondí a mi hermano con la mirada perdida.

- Emmmm 00-1, ¿qué fue lo que viste? ¿Estás bien?- pregunta mi hermana con preocupación.

Cuando iba a contarles a mis hermanos lo que ocurrió, una doctora de inmediato me interrumpió diciendo:

-Niños, tranquilos, todo ya pasó. Ahora están totalmente seguros, fue falsa alarma. Continuaremos con los exámenes y, cuando acabemos, se les dará paso a la gran ciudad. Pedimos colaboración y que no hablen de este asunto.

Espera... ¿dijo que no era para tanto?, pensé mientras veía cómo los demás niños se calmaban. Un metahumano se había infiltrado entre nosotros y fue asesinado en mi presencia, ¿cómo no podía ser para tanto? ¿Acaso era el único niño que presenció aquella escena?

Mientras pensaba en eso, la doctora solo tocó mi hombro y me dijo que quería hablar conmigo en privado. De inmediato me llevó consigo a un lugar aislado, mientras los demás niños se hacían sus exámenes.

Al dirigirme a donde ella me llevaba, observé a otra niña que estaba yendo con los guardias; tenía la mirada asustada pero algo fría. Lo único que pude pensar era que ella también había visto el suceso. Solo la pude observar por un segundo, antes de llegar al lugar donde me llevó la doctora.

-¿Qué ocurre?- pregunté.

-Pequeño, antes que nada, siento mucho lo que tuviste que ver allá en la zona donde ocurrió la tragedia- mencionó la doctora.

-¿Por qué dijo que no era para tanto? Los demás niños no saben lo que ocurrió- preguntó con algo de enojo.

-Pequeño, sé que viste algo tan horrible, pero no queremos que los demás niños se asusten o llegue a haber pánico. -La verdad, ni sabemos cómo se nos infiltró un metahumano, pero queremos mantener la calma y que no haya alteraciones de ansiedad- me mencionó la doctora.

-¿Me está diciendo que no cuente a nadie lo que ocurrió en esa zona?-preguntó.

- No queremos que los demás se asusten; los metahunanos nos han atormentado desde siglos y han causado tanto terror en la gente. -Por eso, siento mucho que tuviste que vivir lo que nuestros antepasados vieron todos los días, pero suplico que no cuentes esto a tus amigos- dijo la doctora.

-Entiendo, pero ahora no podré yo olvidar aquella escena- le contestó a la doctora.

-Sé muy bien que no lo olvidarás. Mira, te voy a dar esto -me dice la doctora y en eso me acerca algo a la mano.

-¿Qué es esto?-preguntó.

-Son unas pastillas que te ayudarán a calmar tus recuerdos y la ansiedad, esto hará que de a poco olvides lo que sucedió. Mandaré en secreto un informe de que te den un seguimiento cuando vayas a la gran ciudad, para que te recuperes. Debes tomar eso todos los días, pero en especial cuando te venga ese recuerdo- me explicó la doctora.

- Muchas gracias, pero... ¿esto está de acuerdo con las reglas?-preguntó.

-Tranquilo, es para que estés bien, no queremos que inicies tu nueva vida con este trauma. Eso hará que muy pronto olvides lo que viviste- me contestó la doctora.

-Ok, las tomaré, gracias, señorita- respondo.

-Solo una cosa más, pequeño- me dice la doctora.

- Sí, dígame - le respondió a la doctora.

- ¿No te dijo nada el niño?- preguntó la doctora.

De inmediato recordé las últimas palabras de aquel niño, pero por una extraña razón contesté:

-Mmm, no nada; solo me observó y luego le dispararon- respondí sin dudar.

- Ok, pequeño, ve tranquilo hacia tu nueva vida-mencionó la doctora.

La verdad, no entendí en ese entonces por qué no le conté a la doctora lo que me dijo aquel niño. Ahora, tal vez me arrepiento de mi decisión; ah, no, esperen... no me arrepiento de lo que dije, como me dijo alguien: "Nunca te arrepientas de tus decisiones".

Finalmente, todos los demás niños habían sido examinados. Se nos dio el anuncio de que pronto iríamos a la gran ciudad para descubrir y tener una identidad. Así que había llegado el momento; finalmente se nos dio el pase para ir a la Gran Babilonia.

Al acabar con los exámenes, un tren bala de gran tecnología nos estaba esperando en la salida para llevarnos a nuestro futuro hogar. Aunque inició de una manera horrible el día que por primera vez iría a la gran ciudad, debo admitir que estuve muy emocionado y por un momento sentí la alegría de estar vivo.

Mis hermanos, los demás niños y yo estábamo muy emocionados e impresionados por la tecnología que había en dicho tren, aunque nos asustaban un poco los robots que se hallaban ahí para atendernos, pero luego de jugar con nosotros y debido a su amabilidad, nos calmamos.

Finalmente llegamos a la entrada de la ciudad; había unas gigantes barreras que impedían el paso al mundo exterior, las cuales se abrieron cuando llegamos.

Al abrirse el tren, una voz nos dijo con gran alegría:

-¡¡¡Bienvenidos a la Gran Babilonia!!! Disfruten su estancia en la gran ciudad con gente pacífica y amable, no importa qué raza sean.

De inmediato, pudimos observar a la ciudad; nos quedamos impactados al llegar a nuestro destino y por primera vez ver nuestro futuro hogar, la gran ciudad.

Era hermoso, mucho más de lo que nos habían contado. Estaba repleto de gente, de carros volando, de edificios gigantes y de tan bellas luces que nos hipnotizaron al instante al verlas. En eso, un guía se presentó con nosotros y nos empezó a enseñar la gran ciudad:

-Mucho gusto, niños, me llamo Electrodinamix, yo seré su guía para que conozcan un poco de la gran ciudad- dijo el guía muy entusiasmado.

Él siguió explicando: - La Gran Babilonia se formó tras años y años de guerra entre humanos y novas; esta guerra llevó a la destrucción total de nuestra hermosa Tierra. Tras finalmente haber derrotado al líder que empeñó aquella guerra, los humanos que querían vivir en paz y los novas supervivientes decidieron dejar atrás la guerra y formar esta ciudad. Encontraron esta gigante isla con otras más a su alrededor; la cual no fue afectada por la guerra y todavía contenía aire fresco y vegetación. Aquí decidieron formar la alianza y le pusieron el nombre de la Gran Babilonia.

Cada ciudad se divide en domos con talentos y aptitudes de acuerdo a sus ciudadanos. Los domos humanos se componen de:

- Intelectuales, que se les conocía como americanos: están a cargo de crear la tecnología y hacer que la vida sea más fácil en la gran ciudad.

-Filósofos, conocidos como indus: están a cargo de evitar que la gente se vuelva violenta, fomentando la paz y encontrando el origen que llevó a la guerra.

-Ecoguardianes, conocidos como africanos: están a cargo de cuidar la poca naturaleza que queda; su deseo más grande es restaurar la tierra.

-Revolucionistas, conocidos como europeos: están a cargo de defender los derechos de humanos y novas, para crear una sociedad justa y pacífica.

Aunque por lo general los domos humanos son los que sobresalen debido a la terrible guerra que casi extermina a la raza Nova, ellos por lo general apoyan a los domos humanos para formar una sociedad pacífica. Pero la mayoría de Novas suelen entrenar para poder defender a la Gran Babilonia en caso de que algún día hubiera una amenaza, debido a que ellos tienen oasis, una habilidad única de su especie. Los Novas que defienden a nuestra sociedad se componen de:

-Red Falcons: son un grupo de guerreros que se encargan de defender la paz y cuidar la ciudad.

-Amazonas: son un grupo compuesto de mujeres novas que entrenan arduamente para defender algún día la ciudad. Pero ellas están aisladas de nosotros, no pregunte el porqué.

Pero existe un grupo más pequeño que está compuesto de los más poderosos Novas, conocidos como:

-Campeones: ellos son llamados en caso de que haya una amenaza que los guerreros ya nombrados no puedan enfrentar; son conocidos como la élite de la élite.

Bueno, también existe un grupo de Novas que están ubicados en casas de cuidado. Los Novas viven mucho más tiempo que los humanos; según se calcula, algunos pueden llegar a vivir hasta más de 300 años. Así que en estas casas de cuidado se encuentran Novas que fueron soldados y guerreros que lucharon en la gran guerra; algunos de ellos tienen aún las dolorosas cicatrices que dejó la guerra. Por eso les pedimos que sean amables con los que viven ahí.

Ay, casi lo olvido, no puede faltar nombrar a la "alta comisión", quienes son los que nos gobiernan y se encargan de que no haya problemas en la ciudad.

¿Alguna pregunta?, ¿no? Bueno, fin del recorrido.

Tras aquella explicación y sin siquiera darnos tiempo para hacerle una pregunta, se retiró aquel joven guía que nos mostró la ciudad.

Tras aquella explicación apresurada, los guardias nos dirigieron a un hogar temporal en el que pasaríamos la noche y descansaríamos para el día largo que nos espera en los exámenes y descubrir a dónde pertenecemos con familias que nos adoptarían.

Cayo la noche, nuestra primera noche en la gran ciudad; todos los niños nos fuimos a dormir. Pero mientras dormía, empecé a soñar con aquel niño que murió en mi presencia. De inmediato me desperté con un susto:

-Ah, nunca podré olvidar eso; primero los sueños raros que tenía de esa mujer, luego vi a mis hermanos muertos, a un hombre raro riéndose y luego este niño; qué mal comienzo tengo- pienso angustiado.

De inmediato recuerdo las pastillas que me dio aquella doctora, así que rápidamente me dirijo a mi maleta y tomo una de esas pastillas. De inmediato me empiezo a calmar, pero recibo de sorpresa un susto.

-Hermano, ¿en serio te encuentras bien?- veo que mi hermano me pregunta con angustia.

-Ah, 00-5, me asustaste- respondo.

- Perdón, hermano, es que te encuentro algo angustiado. ¿Estás bien?- pregunta mi hermano.

-Estoy bien, amigo, solo algo emocionado y pues creo que por eso no puedo dormir, jeje-contestó tratando de ocultar mi ansiedad.

-Mmm, oye, ¿qué es eso que tienes en la mano?- pregunta mi hermano dirigiéndose a las pastillas.

-Ah, no es nada, solo unas vitaminas que me dieron los doctores para... que... crezca bien, sí... eso - respondo.

-Ah, muy bien, oye, si te sientes mal, puedes contarme, soy tu mejor amigo. No quiero que olvides eso- me dice mi hermano con cariño.

-Gracias, amigo, pero estoy bien. Creo que debemos dormir; mañana nos espera la prueba y hay que estar concentrados para eso-mencionó a mi hermano.

- Tienes razón, mañana nos espera un gran día, así que hay que descansar bien- me contesta mi hermano.

Tras esto, ambos nos retiramos a descansar. Cada vez que recuerdo aquella noche, solo puedo pensar que esa era la última vez que estaba tranquilo junto a mi mejor amigo, aunque estaba con un pequeño ataque de ansiedad. La verdad, ni imaginabamos lo que pronto íbamos a vivir más adelante. Pero... ¿saben algo? No me arrepiento de nada; ahora realmente me siento libre.