Tras aquel sueño y aquella horrible escena, regreso a la realidad y es que mis hermanos una y otra vez han estado replicando mi nombre... 001, 001, 001

-001, ¿estas bien? -tierra aquí- mi hermana me menciona.

-Ohh, ¿están bien?- yo preguntó con preocupación y desesperación .

-Emmm, ¿de qué hablas? -pregunta mi hermano, ¿por qué te veo asustado?

-Es que... Estando apunto de contarles a mis hermanos me detengo -no, nada, solo preguntaba.

De inmediato recuerdo lo que me dijo mi nodriza: "No se lo cuentes a nadie sobre tus sueños", pero me pregunto: ¿cuál será la razón de no mencionar a nadie?

En eso, a mi mente viene un rasgo físico que se destacó; exacto, aquel hombre que apareció en esta visión era un hombre de cabello rojizo.

Mis hermanos insisten en preguntar que me ocurre, pero aunque quedé impactado al ver a mis mejores amigos sin vida, en mi interior decido no mencionar nada.

Trato de disimular mi terror en mi cara, pero a su vez empiezo a pensar que significa esa horrible imagen. En mi mente solo vienen preguntas como: ¿Ocurrirá algo malo en la gran ciudad?, ¿Mis hermanos morirán?, ¿La paz por la que tanto se ha luchado desaparecerá?

Mientras todos siguen hablando de sus sueños y aventuras, sobre lo que posiblemente sea su talento predominante, yo por el resto del viaje trato de calmar mi mente.

Finalmente llegamos a tierra firme; de inmediato escuchamos la orden de bajar del barco. Al bajar podría decir que siento nervios; es mi primera vez que piso un suelo nuevo, yendo más allá de la Isla de los jóvenes. Cuando se abre el barco, entramos a un lugar como una caja gigante.

No vemos nada más que aquella gran caja; dentro de aquel lugar nos reciben unas personas más grandes, ah sí, adultos; es la primera vez que veo a otros adultos que no sean mi nodriza. Esas personas tienen un traje algo raro que tapa todo su cuerpo. En eso veo como mis dos hermanos me abrazan asustados.

-¿No me digas que esta es "La gran Babilonia"? -me pregunta mi hermana.

-00-1 Esas personas dan miedo -me dice mi hermano.

-¡tranquilos!, debe ser solo una parada -les explico a mis hermanos tratando de calmarlos.

En eso, escuchamos a uno de esos adultos hablarnos. Es la voz de una mujer diciendo:

-Bienvenidos, sean niños, están a punto de ingresar a la gran ciudad. Pero antes de pasar debemos descontaminar a cada uno de ustedes.

-¿Descontaminar?- pregunta uno de los niños.

-Como saben, vienen de una isla diferente y, aunque no han tenido contacto con el mundo real e incluso han viajado en un barco cerrado, por precaución y evitar posibles enfermedades en la gran ciudad, debemos descontaminarlos -nos explica la chica con traje raro.

Tras decir esto, se nos envía a todos a bañarnos. Aunque el baño es raro, ya que se nos ordenó que usemos unos productos muy raros. Pero como desde siempre se nos inculcó la obediencia, lo hacemos sin reprochar. De inmediato se nos entrega una ropa totalmente blanca y se nos explica que cuando hayamos descubierto nuestro talento y a cual domo pertenecemos, nos pondremos ropa diferente que este más de acuerdo a nuestra personalidad, talento y aspecto.

De inmediato, nos hacen quemar la ropa que antes estábamos puestos. En eso, se nos informa algo más:

-Niños, en sus ojos se pondrá algo que desinfectará todo su cuerpo totalmente y veremos si no tienen ni un rastro de enfermedad y sobre todo si no hay un metahumano entre nosotros- menciona a los adultos con una voz seria.

-Oye, hermano, ¿crees que eso duela? -pregunta mi hermana.

-Creo que no -le contestó.

Mientras hablo, se nos separa a todos para que cada uno se haga dicha prueba.

Por una extraña razón, empiezo a tener miedo. Como saben, he estado tendiendo pesadillas y algo de ansiedad y eso es un síntoma de los metahumanos; así que al momento de hacerme la prueba solo pienso en la posibilidad de que en verdad sea uno.

Mis hermanos son los primeros en ingresar, ellos hacen la prueba y me confirman que no duele; el resultado de ellos es que están muy sanos y con una gran sonrisa me dicen: "Nos vemos al otro lado". Yo solo alzó la mano y me despido antes de ingresar al cuarto de la prueba

De inmediato ingreso; al entrar veo a los adultos y a lado mío está otro niño. En eso, me acuesto para hacerme la prueba; veo como una inyección se acerca a mi ojo y me pincha.

-No duele-pienso

De inmediato, empiezo a volver a soñar y ver la misma escena de incendios. Siento que mi cuerpo empieza a sudar y entra un gran calor, pero algo raro ocurre en este sueño; de inmediato la escena cambia y veo solo un hermoso campo de flores, es un lugar muy tranquilo y el aire se respira fresco, pero algo más; en eso veo a alguien, una persona que no logró visualizar que me extiende la mano.

Justo en el momento que estaba por tomar aquella mano, de inmediato me despierto. Veo como el doctor que me estaba realizando la prueba me mira raro, como asustado.

-¿Está todo bien? -preguntó con miedo

-Ehhh, sí, estás muy sano. ¡¡Bienvenido a la gran Babilonia!!-me dice el doctor.

Pero... por alguna extraña razón me inquieta la cara del doctor y en eso pregunto:

-Doctor, ¿seguro que estoy bien?, porque lo noto algo preocupado.

-Tranquilo, niño, estás muy sano. Solo que me sorprendió ver que tienes una buena cantidad de oasis puro, eso es muy raro encontrar en los jóvenes desde la terrible guerra- responde el doctor.

- ¿Oasis? ¿Qué es eso, doctor?-preguntó.

- Ah, claro, a los niños artificiales no les enseñan eso. El oasis es una habilidad única que emerge del cuerpo; este se transforma en un manantial de energía que puede usarse como poderes según el talento y emociones de la persona. Se puede usar para sanar heridas físicas y emocionales; algunos lo utilizan para volar y muchas más cosas. Aunque eso depende del talento de la persona y la pureza que tenga su manantial de energía. Pero los humanos no lo poseen, solo lo poseen los Novas- responde el doctor.

-Entonces, ¿está diciendo que probablemente sea un Nova?-pregunto

-Bueno, tienes que esperar a tu examen, pero el oasis que vi es puro, así que dudo mucho que seas humano. Los únicos humanos que poseen oasis son los metahumanos y pues... entre ellos no existe el oasis puro, solo tienen el impuro que es lo que genera sus problemas mentales- responde el doctor.

-Entonces estoy bien, ¿verdad? -pregunto.

-Sí, muchacho, estás bien y no noto nada de malo o un rasgo de los metahumanos- responde el doctor.

Tras escuchar eso, mi mente no logra entender el porqué de esos sueños y, en parte, esa poca ansiedad que sentí. Aunque quise contárselo al doctor, siempre me detiene el consejo de mi nodriza; así que solo me quedo callado.

Pero en eso escuchó un sonido fuerte en la cama de al lado; veo que la doctora que estaba atendiendo al niño de a lado cae de espaldas por un susto.

-¿Qué ocurre? -pregunta el doctor.

Solo puedo observar la mirada perturbada de la doctora; ella no podía decir nada y solo temblaba.

-¡¡¡¿Qué ocurre?!!!- vuelve a preguntar el doctor con pánico y en eso se levanta de su asiento.

-El niño... el niño... es un... ¡¡¡Metahumano!!! -grita con pánico la doctora.

De inmediato, el doctor se pone enfrente mío y me aleja con su brazo para que no me acerque al niño que está al lado mío. La doctora rápidamente se levanta y grita:

-¡¡¡Seguridad, alerta roja!!!- grita con terror la doctora.

Pero en eso, el niño despierta y, tras vernos a todos con miedo, pregunta:

-¿Qué ocurre?, ¿por qué me ven así?- pregunta el niño confundido-Doctora, ¿sí me encuentro bien?

En eso, el niño ve el resultado en la pantalla y se da cuenta de que es un metahumano. Finalmente, un guardia llega y le dice al niño que se quede quieto.

-No, esperen, yo me encuentro bien- replica el niño- estoy sano.

Ahí, lo único que puedo observar es al niño llorando sangre y todos asustándose en la puerta. De inmediato, el guardia de la seguridad exige que se quede quieto y el niño empieza a tener un ataque de ansiedad y a botar espuma por la boca.

-Ahhhh, quédate quieto, maldito monstruo-replica el guardia.

-¿Por qué?, si yo estoy...¡¡¡sano!!!- menciona el niño con ira.

No pude ni acabar de oír lo que dijo cuando aquel niño se abalanzó sobre aquel guardia y empezó a lastimarlo arrancándole piel de la cara. Los doctores y yo que estábamos evacuando quedamos en shock; no podía comprender lo que pasaba.

En eso, el niño se abalanzó por la puerta y salió huyendo. El guardia que sangraba gritó por refuerzos. De inmediato escuché como una alarma roja sonaba y todo se cerró de inmediato.

El doctor me gritó que me fuera, así que decidí buscar a mis hermanos. Asustado, pude ver por los pasillos a aquel niño que iba escapando y matando a muchos guardias; a su vez, estos le disparaban y él solo sangraba. Puede observar en él una extraña aura oscura; de inmediato recordé lo que me dijo el doctor: "Los metahumanos tienen un oasis impuro".

En eso, el niño me vio y empezó a acercarse a mí a una gran velocidad. Por mi cuerpo corrió el miedo, el terror de perder la vida. Pensé que solo la gente que vivió la guerra sentía eso, pero en ese momento, llegué a sentir el terror que de seguro muchos vivieron.

Cuando el niño se acercó a mí, solo cerré los ojos, pero aquel niño solo se quedó parado viéndome y llorando, pero sonriendo me dijo:

-Eres tú, ¡¡¡sálvame Fumetsu!!!, por favor- dijo el niño entre lágrimas, pero con una gran sonrisa.

Tras esas palabras que me dijo el niño, vi como una bala le daba en la espalda y aquel niño solo susurró: "sálvate".
Tras eso, cayó muerto ante mis ojos, incluso su sangre salpicaba en mi rostro; en ese momento, solo pude ver el cadáver del niño y sentí miedo y dolor en el corazón por ver aquella escena.

Pero en ese momento pensé:

—Esperen.....acaso me llamo... ¿Fumetsu?