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Capítulo 8.-

Los días se hacían cada vez más largos y Jungkook ya no encuentra como pasarlos sin sentir que con cada día que se acaba, una parte de sí mismo se va también. Nunca antes se había sentido así, incluso cuando Taehyung había partido a misiones que podían separarlos por más de un año. ¿Tenía que ver con el hecho de que Jungkook no podía dejar de abrazar su almohada cada noche, ansiando sentir su calor a su lado? ¿Tenía que ver con el hecho de no haberse dicho adiós?

Aquella despedida atorada en su garganta parecía haberse vuelto una herida lacerante.

.- Deberías dejar de pensar tanto...

Las palabras de Seokjin suenan lejanas, pero las entiende claramente. Su amigo no ha dejado de mirarle fijamente por largos minutos, ambos sentados en el sofá de su apartamento mientras de fondo se transmite un programa musical. Jungkook había aceptado la invitación del mayor para almorzar, tratando de distraerse de su lastimera situación.

Pero ni siquiera los chistes de su amigo podían hacerle olvidar por un instante que Taehyung no estaría esa noche en casa, con todo su cuerpo estirado en la alfombra mientras leía algún libro y lo esperaba para cenar. Nada conseguía distraerlo del peso molesto de las placas extra que golpeaban su pecho, recordándole que llevaba sobre él lo único que quedaba de su novio.

Y aquello le asustaba tanto.

.- Jungkook...

La mirada de Seokjin es intensa y le hace sentir incómodo, así que sacude su cabeza mientras le dedica una sonrisa tensa: .- Lo lamento, hyung. Es que estaba pensando que había olvidado hacer el giro mensual a mi madre, nada importante.

Jungkook sabe que su mentira es demasiado obvia, regañándose por no ser capaz de tomar en ese momento el caparazón de soldado inmutable y frío que tantas misiones le ha permitido lograr. ¿Dónde se escondía aquella parte invencible que lo volvía uno de los soldados más importante de los comandos especiales? ¿A dónde huía el capitán y por qué dejaba atrás al simple hombre enamorado y asustado?

Odiaba aquella dualidad, odiaba ser frágil y débil cuando debía ser todo lo contrario.

.- ¿Qué dices sí salimos esta noche? – Seokjin se inclina hacia él mientras le dedicaba una sonrisa, obviando la patética excusa que le ha dicho – Hay una nueva discoteca en Gangnam que me han recomendado.

El soldado fuerza una sonrisa, pensando en cómo negarse a dicha invitación. Su amigo sabía que se encontraba aún en sus días de descanso, por lo que no podía mentir diciendo que debía levantarse temprano para asistir al cuartel general o a entrenamiento; ¿podía decirle simplemente que no disfrutaba de salidas de aquel tipo? Aquello no estaba lejos de la verdad, siendo él, más partidario de salidas tranquilas y lejanas a multitudes.

.- No me gustan mucho ese tipo de planes – responde, tratando de no sonar grosero ante la invitación del mayor – No disfruto mucho de beber, en el ejército nos incentivan a no hacerlo con regularidad.

Bueno, aquello no es precisamente cierto.

Como soldados se les entrenaba para llevar sus cuerpos y mentes a estados complejos y desgastantes, lo que en muchas ocasiones terminaba generando problemas emocionales, sobre todo en aquellos que debían enfrentar con regularidad el tener que sobrepasar sus límites. Por ello, muchos soldados solían tomar alcohol como manera de luchar contra ello.

Jungkook, por su parte, siempre se había refugiado en los brazos de su novio para alejar las pesadillas.

.- De acuerdo, pero insisto en que debemos salir a divertirnos – la sonrisa de Seokjin tambalea un poco, pero sigue inclinado en su dirección y sus ojos no se desvían en ningún momento de su rostro - ¿Qué opinas de ir a cenar en Jung Sik?

Jungkook se traga el jadeo que las palabras del mayor le provocan.

Jung Sik era el restaurante por excelencia para parejas en todo el distrito comercial de la capital. Muchas veces había escuchado a Taehyung murmurar lo increíble que sería sí se animaban a tener una cita en aquel elegante y costoso lugar, sin miedo a ser vistos tomados de la mano o dándose los cariños normales en una pareja que llevaba tantos años juntos.

Era el lugar al que Jungkook se había prometido llevar a Taehyung cuando regresase, tan sólo para demostrarle que no podía seguir viviendo con miedo de no amarlo como se merecía producto del miedo. Le había contado a Seokjin lo importante que ese lugar era en sus planes con su ausente novio, ¿cómo podía su amigo siquiera sugerirlo?

.- He hecho una reservación, Kookie – las palabras del mayor le traen de regreso, haciéndolo sentir aún más sorprendido por esa revelación – Sabes que no es fácil conseguirlo, ¿así que por qué no aprovechar y tener una velada bonita entre los dos?

La manera en cómo Jin ha pronunciado las últimas palabras le hace sentir incómodo.

.- Creo recordar que te conté que pensaba invitar a Taehyung a ese restaurante cuando regresara – trata de responder con calma, buscando la manera de alejarse unos centímetros del mayor, todavía inclinado hacia él – Él lleva mucho tiempo diciéndome que quiere que cenemos ahí, yo no podría...

Jin bufa con molestia, pero no se mueve ni un milímetro: .- En serio, Jungkook... deberías darte por vencido con esa relación. No entiendo por qué insistes.

.- ¿Por qué debería de darme por vencido? – Jungkook frunce el ceño, tratando de no sonar grosero ni tan molesto como de repente se siente.

.- Taehyung no es un hombre que valga la pena – el mayor sacude la cabeza, como si de esa forma reafirmase lo que decía – Además, estoy seguro que esté donde esté, debe estar pasándosela de lo lindo con alguna mujer.

Aquellas palabras le enfurecen, provocando que se enderece en su lugar: .- ¿Por qué me estás diciendo esto, Jin?

.- ¿Por qué es la verdad? ¿No eres tú quien me ha dicho incontables veces que Taehyung se acuesta con cualquiera? – el mayor suena exasperado mientras una de sus manos va hasta su muslo, donde aprieta suavemente sobre la tela de su jean – No puedes negarme eso.

.- ¡No es esa la manera en cómo te lo he dicho! – le refuta, apretando los dientes debido a la molestia – No creo que debas tergiversar mis palabras a tu conveniencia, hyung. Mi novio nunca me ha sido infiel, no considero ninguna de esas ocasiones como infidelidad.

Seokjin vuelve a negar sin dejar de mirarlo: .- Eres tan ingenuo, Kookie. Eso es lo que él te ha hecho creer... estoy seguro que todo eso fue su idea, una manera para conseguir pase libre a meterse entre las piernas de cualquiera. "Oh, es para cubrir nuestra relación, Jungkook. No significarán nada" – parodia la voz de Taehyung, con un toque de burla casi humillante en su tono – Puras tonterías, deja de mentirte. Te aseguro que por allá debe haberse revolcado con la que se la pase por el frente.

Al menor le resulta incomprensible la manera tan desagradable en la que el mayor ha comenzado a hablar, ¿cómo Seokjin podía obviar todas las cosas que le había contado en sus años de amistad? ¿Cómo podía Jin tomar esa posición? Había sido él, Jungkook, quien había tomado aquella iniciativa siendo motivado por Jin, quien no dejo de repetirle que necesitaban crear una fachada y Taehyung era el mejor para ello.

.- Es mejor que no te atrevas a decir nada más sobre él – suelta sin contener ya su furia y levantándose del sofá con fuerza – No voy a permitirte que le faltes más el respeto a mi novio.

.- Tu relación es una farsa, Jungkook.

Aquellas palabras se sienten como un golpe directo en el pecho, escuecen casi como una bala rompiendo con su piel en un disparo a larga distancia. Jungkook siente que le falta el aire de la indignación que de pronto le aqueja, la rabia disipándose en la decepción. ¿Cómo se atrevía? ¿Con qué derecho Seokjin podía creerse capaz de juzgar su relación?

.- No intentes negarlo – Jin se levanta también, sus ojos mirándole con intensidad – Si tu relación fuese real, no te la pasarías sintiéndote inseguro. Si realmente le amarás, no tendrías miedo de decirlo y de irte contra el mundo de ser necesario. No le amas, Jungkook... no te mientas. Si lo amases, no te comportarías como un cobarde.

.- Cállate.

.- Te molesta porque es verdad – sacude la cabeza Jin, sin importarle haber cambiado todo el discurso que había dicho antes – Le amas porque estuvo toda su vida contigo, es simple costumbre. ¿Cuándo has intentando algo con otra persona? Todo lo que son se basa en eso, Jungkookie... ¿por qué no eres capaz de verlo?

Eso no era cierto, Jungkook siente sus ojos cristalizarse mientras se lo repite. 

Seokjin no tenía razón en nada de lo que decía; Taehyung y él habían compartido una vida juntos porque lo ambos lo habían deseado, no porque se habían resignado a conformarse con eso. ¡Jungkook lo había amado desde que era un adolescente! Taehyung había sido todas sus primeras veces y no había día en que cambiase la idea de que deseaba que fuese también las últimas.

.- Eres mi amigo, Jin – susurra, conteniéndose – Pero no voy a permitir que sigas diciendo cosas tan estúpidas como esas.

El médico suspira, mirándole con algo similar a la lástima: .- ¿No crees que Taehyung piensa lo mismo, Kookie? ¿No crees que él sabe que no le amas y por eso no quieres que nadie sepa de ustedes? Eso sería lo primero que pensaría sí estuviese yo en su lugar... mi novio mandándome a los brazos de mujeres para aparentar, mi novio negándose a salir a la calle conmigo o a invitar a alguien a nuestro apartamento por miedo a que vean nuestras fotografías... ¿no pensarías tú eso, Jungkook? Una farsa, tu amor es una vil farsa.

¿Taehyung pensaba eso? ¿Realmente era posible que su novio creyera eso?

No, no... TaeTae sabe que lo amo, sabe que es mi vida entera.

.- Mereces algo mucho, mucho mejor, Kookie – continúa Jin mientras ahora levanta su mano, dispuesto a acariciar su mejilla.

.- No hay nadie mejor que Kim Taehyung – gruñe mientras se aleja del toque de su amigo, quien baja la mano con renuencia – Nunca, si quieres seguir siendo mi amigo, nunca vuelvas a atreverte a decir algo como eso de mi relación.

Jungkook no le da tiempo a responder, caminando hacia la salida del apartamento del médico para salir de ahí. Sabe que, si escucha un segundo más de todas aquellas estupideces que salen de los labios de su amigo, podría llegar a golpearlo -incluso se ve tentado a dispararle en alguna pierna o brazo-. Es por eso que se coloca las botas con rapidez y sin girarse en ningún momento, abandona el lugar.

Minutos después, cuando ha salido ya del complejo de apartamentos de su amigo y el aire frío golpea su rostro, se encuentra a sí mismo en medio del centro de la ciudad, con personas yendo y viniendo de un lado al otro mientras se toman de la mano o abrazan a otras; sin miedo. Y Jungkook no puede evitar sentir envidia de ello.

Tu relación es una farsa.

Las palabras de Jin regresan como un boomerang a su cabeza, provocando que apriete con fuerza los puños mientras siente que el peso de las placas sobre su pecho se acrecienta. ¿Taehyung había pensado alguna vez en alguna de las cosas que Jin había dicho? No, Jungkook confiaba en el amor de Taehyung y sabía que su novio no dudaba del amor que el menor sentía. Tae siempre había vivido su amor con sinceridad, Jungkook lo sabía.

Nunca se habían puesto en duda, pero entonces... ¿por qué ahora era él quien dudaba?

.- ¿Crees que estaremos juntos el resto de nuestras vidas, hyung? – murmura la pregunta contra la piel desnuda de su pecho, su dedo índice trazando constelaciones en la piel del mayor mientras escucha el latido de su corazón – Quiero decir... que realmente nos amemos para siempre.

Taehyung no dice nada por un largo rato, sus ojos fijos en el techo de la habitación de su mejor amigo, ahí donde pegatinas de estrellas iluminan brevemente el oscuro lugar. El calor del cuerpo de Jungkook resulta agradable mientras le rodea con sus brazos, apretándolo contra él antes de girarse para mirarlo de frente.

.- Haré todo lo posible para que sea así, Jungkookie – murmura mientras comienza a pasar sus dedos por las hebras de sus oscuros cabellos – No puedo prometer que pasaremos el resto de nuestra vida juntos porque sólo tengo 18 años, pero... ¿no vale decir que justo ahora eres todo lo que importa en mi universo?

Las palabras del mayor le dejan mudo, incapaz de contestar algo que provoque en Taehyung tan siquiera un poco de lo que él siente justo en ese momento. Jungkook sólo tiene 16 y lo único que quiere es poder prometerle el mundo entero al mayor, jurarle que van a amarse como nadie y que no importará que son dos chicos abrazándose en la calle.

Jungkook quiere decirle "te amo", pero los labios de Taehyung lo callan antes de hacerlo y sólo es capaz de suspirar en medio del beso porque las manos del mayor ahora acarician su piel desnuda y su cuerpo se encima sobre el suyo, ubicándose entre sus piernas y empujando contra su cadera en un ritmo cadencioso y placentero.

.- Tae... - jadea, sus manos sosteniéndose de la espalda del mayor.

.- Shh, mi amor – dice en un susurro, escondiendo su rostro en su cuello para dejar un reguero de besos – Déjame mostrarte cómo mi cuerpo es capaz de amarte, Jungkookie.

El Jardín de la Calma Matutina* se encuentra casi vacío en esas horas de la tarde, con el sol casi muriendo en el cielo. A Jungkook no le ha tomado más de diez minutos en su automóvil llegar hasta él, conociendo a la perfección el camino después de años de recorrerlo, siendo ese el destino preferido de Taehyung cuando lo único que deseaba era alejarse y estar solo.

Jungkook admira en silencio las hermosas flores que adornan las copas de los árboles a medida que se interna en el jardín, en dirección al árbol en el que su novio siempre solía sentarse a pensar y en el que Jungkook lo había encontrado en más de una ocasión, algunas veces mirando al cielo en completo silencio y en otros momentos con el rostro enterrado entre sus rodillas, sollozando bajito.

Ese lugar era, además de sus brazos, el otro rincón en el que Taehyung podía sentirse seguro y Jungkook no podía dejar de esperar que, así sea por ese momento, él pudiese sentirse así también. Que pudiese sentirse conectado de alguna forma a su novio, tratando de no sentirse tan solo como todos los días que pasaba sin Taehyung, tratando de sentir el amor del mayor, aunque fuese por unos segundos.

"Aquí vive también mi amor, Jungkookie. Si alguna vez no lo sientes, ven y piensa en mí", eran las palabras que una vez Taehyung había dicho, justo antes de partir a su primera misión sin él y con ambos sintiéndose demasiado asustados de no poder encontrar el camino de regreso a los brazos del otro.

Con aquellas palabras en mente es que toma asiento, observando el enorme jardín frente a sus ojos y tratando, tan siquiera un poco, de sentir todo ese amor que Taehyung siempre se esforzaba en entregarle con sus desinteresadas acciones. ¿Cómo alguien podía dudar de su relación? Una relación que habían construido a base de sacrificios, de profundo respeto y de promesas incompletas... ¿cómo podían poner eso en juicio?

Una farsa, tu amor es una vil farsa.

Las palabras de Seokjin resuenan como un grito y Jungkook quiere que dejen de venir a él, quisiera no haberlas escuchado nunca. No quiere dudar de sus propios sentimientos, no quiere flaquear en lo único que puede hacer en ese momento por Taehyung: seguir esperándolo y amándolo. El mayor había hecho eso por él en muchas ocasiones antes, sosteniendo su relación cuando ninguno de los dos sabía a ciencia cierta si podrían volver a verse.

Jungkook no podía, no quería, fallarle en eso. Sí lo hacía, cómo podría volver a ver a su novio a la cara sin sentir que había roto su confianza, la base de su amor.

.- Te amo, ¿lo sabes, verdad? Nunca dudes de ello, TaeTae – susurra al vacío, llevando la mano a las placas ocultas bajo su negra camiseta, sacándolas para observarlas en la palma de su mano, sus ojos fijos en el nombre del hombre que amaba – Dónde sea que estés, te amo.

Piensa en el rostro tranquilo de Taehyung justo antes de que abra los ojos por la mañana, piensa en su gesto de placer cuando alcanza el orgasmo tras hacerle el amor, piensa en su sonrisa cuando ambos pasan una tarde entera sentados con los cuerpos demasiado cerca, disfrutando tan sólo de estar juntos. Se llena la mente de él, con sus manos todavía rodeando las placas como si, de esa forma, trajesen de regreso a su novio a su lado.

Taehyung, su TaeTae... Piensa en él, reuniendo en cada recuerdo un poco de aquel amor que por años ha ido construyendo a su lado. Taehyung, el hombre que Jungkook había amado siempre. El adolescente de sus primeras veces y el hombre que desea, se lleve también las últimas. 

Hola, hola... 

¿Cómo andan? Yo bien, con hambre. 

Yendo a la historia... ¿Alguna vez les he contado que mi película favorita de toda la vida es Pearl Harbor? Hoy volví a verla y no pude evitar venir corriendo a traerles el capítulo de una (que no se note que me influenció para escribir este capítulo). Danny me duele cada vez que veo la película

Como sea, ¿qué les pareció? Cuéntenme todo. A mí me parece que es un capítulo importante para Jungkook, aunque aún no sabemos nada de Taehyung... se viene algo importante, déjenme decirles. 

Muchas gracias por la espera. ¡No olviden dejarme un comentario porque así me motivo a seguir! Sino, miren el meme... 

Ah, eso me hizo reír mucho. Pero bueno, por el momento, me voy. 

Gracias y amor para todos ustedes. 

Posdata 1. Feliz día de la mujer a mis lindas niñas. Y feliz cumpleaños al lindo Sugar daddy que es mi Yoongi. :3 

Posdata 2. El Jardín de la calma matutina es un parque muy lindo en Seúl, les dejo una fotito para que lo conozcan. Sepan que volverá a aparecer en esta historia. :P

Posdata 3. He decidido, en base a mi profundo amor por Pearl Harbor, que la canción de la película será como el OST de esta historia. Así que se las dejo para que la disfruten. (A mí me causa dolor escucharla porque pienso en lo injustos que fueron con Danny). 

https://youtu.be/fIIjB1lhu74

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