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Capítulo 3.-


Una de las primeras y más importantes cosas que Jungkook había tenido que aprender en el ejército era a controlar su miedo.

Un soldado nunca debía dejar ver que tenía miedo, bajo ninguna circunstancia. El campo de batalla, fuese cual fuese, no era un sitio en el que podía dejar entrever sus emociones y el miedo era la peor de todas ellas. Durante su paso por la academia militar, Jungkook aprendió a controlar su cuerpo para estar mucho tiempo quieto, a respirar con calma al momento de disparar y a no mirar a los ojos; aprendió a ser un hombre rígido en el momento de actuar.

Sin embargo, cuando ingresó en la Unidad de Fuerzas Especiales, todo lo que había aprendido en los años anteriores dejó de servir.

Durante las misiones de la unidad de fuerzas especiales no servían de nada las simples lecciones de la academia, no servía de nada ser simplemente un hombre rígido que se limitaba a seguir órdenes al pie de la letra. Su miedo se convirtió en su principal enemigo y su misión más importante era vencerlo a como diese lugar.

Contralar su respiración y sus latidos para que su cuerpo soportase largas horas quieto en posiciones incómodas o ambientes extremos, convertirlo en su principal herramienta de lucha, disparar y atacar mirando a los ojos a tu enemigo. Jungkook aprendió cada una de las lecciones con magistral capacidad y fue su indudable capacidad de control lo que le llevó pronto a ser nombrado Capitán.

Nunca dejaba ver su miedo, pero eso no quería decir que Jungkook no lo sintiera.

Jungkook tenía miedo cada día de su vida; como militar y como ser humano.

Como el Capitán Jeon Jungkook, el miedo es entrenar hasta caer del cansancio, es la ansiedad antes de una misión y el sudor excesivo en sus manos al recibir el sobre con información secreta. El miedo es la sensación de asfixia debido a su uniforme negro con la máscara para el rostro, la picazón producida por sus guantes de cuero que sostienen la ametralladora y como sus rodillas se debilitaban al pisar sangre.

Todo ello es sólo la muestra de su miedo a no regresar a casa, de morir en servicio.

Como Jeon Jungkook, el simple joven en sus veinte, el miedo es diferente. No se trata de un uniforme negro que lo cubre por completo, ni del arma elegida para el momento ni siquiera de la sangre de tantos hombres que se resbala por sus manos. El miedo para el Jungkook que es un simple joven adulto se traduce en las horas que pasa sentado en el borde de su cama, mirando a la puerta en completo silencio.

Es el miedo a que Kim Taehyung nunca vuelva a entrar por esa puerta.

Jungkook, durante una misión es el pilar de sus compañeros y como líder, nunca ha dudado de recibir una bala o una puñalada por uno de los suyos o por el propósito por el que lucha; incluso cuando eso significa hacer realidad su miedo de no regresar a casa con Tae. Jungkook, el capitán, es capaz de hacerle frente a ese miedo porque es lo que ha aprendido y defendido.

Pero ese otro Jungkook, el simple humano, no puede enfrentarse a la idea de que su amante nunca regrese.

Y no es sólo el miedo por las misiones de Taehyung, quien también expone su vida a las balas, los golpes y las puñaladas, quien puede no regresar a casa completo o vivo sino en un ataúd de madera clara sin ningún adorno en él. Es también el miedo a que Taehyung no regrese porque se ha dado cuenta que vivir con miedo no vale la pena.

Porque, así como Jungkook tiene miedo, Taehyung también y el menor de los dos se levanta cada mañana rogando que Tae siga a su lado, que siga pensando que su amor es incluso más fuerte que el miedo que los atraviesa de lado a lado cuando uno de los dos tiene que cerrar la puerta y partir hacia lo que podría ser su muerte, que el vivir a escondidas de todos los que les rodean porque no es aceptado amar a un hombre.

Así que Jungkook se queda en silencio, mirando la puerta durante horas mientras Taehyung está fuera, viviendo en los brazos de otras personas.

Y no importa, no importa que se trate de una medida más para protegerlos a ambos de los escrutinios sociales o incluso de sanciones militares, no importaba que había sido su idea, que era él quien había insistido una y otra vez a Taehyung de que lo hiciera. A Jungkook no le importa nada de eso mientras espera sentado, consciente de que Taehyung está tomando de la mano o la cintura a mujeres que podrían ser la esposa y madre perfecta, que podrían darle la seguridad que Jungkook es incapaz de darle.

Porque su mayor miedo, más que incluso morir, es que Taehyung ame a alguien más.

.- Deja de tener cara de perro apaleado – el tono de Jin es molesto, casi tosco, mientras le empuja con el cojín de su sillón hacia atrás – No entiendo que tiene ese estúpido de Kim para que te sientes aquí como un perro a mendigar su atención.

Jungkook se ofende, pero también se ha acostumbrado y calla.

Jin es su amigo desde hace años, el único amigo que tiene por fuera de cualquier rama de las fuerzas militares o policiales. Un médico que conoció cuando Jungkook fue herido en su primera misión y Jin fue el residente que le curó en el área de urgencias del Hospital Central de Seúl; quien se había convertido con rapidez en un amigo en quien confiar, alguien con quien no se sentía juzgado por ser un joven soldado que, de puertas para adentro de su apartamento, dormía en los brazos de otro hombre.

.- Lo digo enserio, Jungkook – sigue hablando Jin, ahora llevándose un trozo del cerdo agridulce que han decidido cenar, a la boca – Deberías terminar de una vez por todas con él.

Frunce su ceño casi sin ser del todo consciente: .- Creo que ya hemos hablando muchas veces de esto, hyung y mi opinión no va a cambiar.

Jin no parece contento con su respuesta y sólo tarda un segundo en tragar lo que está masticando para responderle. Ambos han estado sentados en la sala del apartamento del menor por casi dos horas, comiendo y hablando de todo un poco. Y Jungkook sabe que ha roto la única regla que Tae y él han acordado: que nadie más entre a su hogar; pero la verdad es que no se sentía capaz de estar solo esa noche, una que tal vez su novio pase en la cama de alguien más.

.- Mira, sé que lo hemos hablando antes, pero no entiendo por qué no quieres entender – el mayor se endereza, dejándole ver sus anchos hombros con una muestra de lo serio que está con la conversación – Tienes un apartamento bonito y bien ubicado, eres un soldado de alto rango y ganas un sueldo que cualquier quisiera tener, tu familia es modesta, eres apuesto y tu personalidad es agradable...

.- ¿Y todo eso qué tiene que ver? – le interrumpe, de pronto es Jungkook quien se siente molesto, casi más de lo normal, con toda la situación – Porque yo no le veo el punto.

.- Quiero decir, Kook, que tienes todo lo necesario para aspirar a algo más...

La forma en cómo lo dice le produce malestar a Jungkook porque sabe a qué se refiere su amigo. Y quiere decirle que nada de eso es cierto, que el apartamento que tienen lo compraron juntos con sus ahorros, que Tae es también un soldado de alto rango y gana lo mismo, que sus familias viven una al lado de la otra y que Jungkook sólo se siente feliz cuando está junto a Taehyung, cuando lo ve sonreír.

¿Por qué Seokjin siempre tenía algo malo que decir de su relación y de su novio?

.- Creo que lo mejor es que dejemos esta conversación hasta aquí – es lo que consigue decir en respuesta luego de un tenso silencio y se levanta de un salto, queriendo decirle con ese gesto a su amigo que debe irse – Quiero dormir temprano esta noche.

.- No seas ciego, Jungkook – vuelve a insistir el médico, se ha levantado también y ahora su mano ha tomado uno de las fotografías que adornan la sala, una en la que Taehyung le abraza por la espalda y apoya su cabeza sobre su hombro, los dos sonriendo – Tu relación no va a ningún lugar desde siempre, ¿qué querían conseguir con la idea de ambos ser soldados? Estoy seguro que Taehyung te arrastró, tú podrías tener una vida en otra cosa, algo mucho mejor.

Jungkook quiere quitarle la foto de las manos, quiere decir algo, pero realmente no encuentra palabras que no terminen en un escenario de evidente confrontación entre los dos. No quiere discutir porque es algo que siempre ha odiado, pero tampoco quiero quedarse con la sensación de que su novio ha sido atacado y él no ha hecho nada para defenderlo.

.- Ah, Kook – Jin acorta la distancia entre los dos, una sonrisa de pena baila en sus gruesos labios mientras su mano sube para acariciar su mejilla en una caricia demasiado íntima que le hace sentir incómodo – Taehyung no es el hombre para ti, es demasiado simple y poca cosa, ¿por qué no puedes verlo? Estás aquí mientras él está allí afuera quién sabe haciendo qué, es tan tonto y descuidado que...

La frase del mayor muere ante el sonido de la puerta cerrándose de forma brusca, provocando que ambos se giren tensos, tanto que Jungkook se maldice por no haber estado alerta de su espacio como se supone, un soldado debe estar siempre. Se había sentido tan molesto con Jin que había perdido su enfoque y ahora, en cambio, la vergüenza se apoderaba de él.

Porque Taehyung está ahí de pie, mirándolos con un gesto indescifrable mientras sostiene en una mano una bolsa de comida para llevar de su restaurante favorito y una hermosa rosa de color rojo brillante. Su novio ya no va con el uniforme militar, sino que viste de civil, con esas costosas prendas que siempre le han llamado la atención y le hacen ver tan apuesto.

.- Taehyung... - la voz de Jin tiene un tono tenso.

.- Capitán Kim para ti – responde con sequedad Taehyung, su mano viaja ligeramente hacia cómo Jin todavía toca su mejilla y el color se acentúa en su rostro antes de que su novio cambie la dirección de su mirada - Lamento haber llegado demasiado temprano y escuchar cómo argumentas lo lamentable que soy como persona y pareja, Seokjin hyung.

Es entonces que Seokjin le suelta y se endereza, tenso por completo: .- ¿Acaso te sientes ofendido? No voy a dis...

.- No me interesan las disculpas – se alza de hombros Taehyung, dejando la bolsa y la flor en el suelo, pero no se quita las zapatillas para entrar al espacio de la sala – De ninguno.

.- ¡Jungkook no tiene por qué disculparse! Tampoco yo – Jin demanda atención, su voz se alza como un grito por ello, pero Taehyung sólo mira a su novio, esperando.

.- Hyung, basta – es lo que dice al fin Jungkook, siente que todo se le ha salido de las manos y sí hay algo que le pone nervioso y le frustra, es perder el control – Creo que lo mejor es que te vayas, Jin hyung, ya es tarde.

El médico se gira para mirarlo, indignado: .- ¿De verdad? No he dicho nada nada malo, tú mismo me has permitido decirlo.

Jungkook siente el deseo de echarse a llorar porque las palabras de Jin pueden prestarse para ser malinterpretadas y de sólo pensar que la situación fuera al revés... Jungkook sabe que se sentiría profundamente herido de descubrir que algún amigo de su novio ha hablado mal de él sin que Taehyung diga ni una sola palabra para defenderlo. No quiero que Tae se sienta así.

.- Vete – es todo lo que consigue decir.

Jin bufa con molestia antes de dejar caer la fotografía que ha estado sosteniendo y que termina quebrándose por el golpe, sin embargo, se las arregla para ponerse sus zapatos, empujar el hombro de Taehyung y salir sin decir nada del apartamento. Es la primera vez que ve a su amigo tan molesto, pero a Jungkook realmente no le importa, no le importa nada más que el hombre frente a él y cómo, una vez más, ha dejado que hablen de él de forma equivocada.

.- Pensé que... pensé que pasarías la noche fuera.

Taehyung le mira largos segundos antes de responder: .- No podía salir con Jimin, estoy cansado de hacerlo y también de sentirme miserable, no quiero conocer una mujer. Ni besarla ni tocarla ni nada – el mayor se alza de los hombros dejando entrever su cansancio en un gesto que dura apenas un segundo – Así que fui por comida y pensaba que era una buena idea quedarnos en cama viendo una película o haciendo el amor.

Jungkook se muerde el labio, ansioso: .- T-todavía... todavía p-podemos hacerlo, ¿n-no?

.- Un capitán no tartamudea, soldado Jeon – sacude la cabeza Taehyung.

.- No soy un capitán ahora, Tae... sólo Jungkook – consigue responder, hablando despacio.

Taehyung no dice nada y tampoco se mueve, lo que produce en Jungkook una sensación de pánico que pocas veces ha sentido. Quiere contralar el miedo que comienza a invadirlo, evitar que Taehyung vea en sus ojos el caos que han dentro de él, no quiere que note como le sudan las manos o su respiración se acelera. Quiere ser el capitán Jeon que siempre mantiene a raya sus emociones y poder enfrentar esa situación.

.- ¿Amor?

Jungkook no quiere, pero con sólo esa palabra ha dejado ver todo lo aterrado que está.

.- Traje tu comida favorita, por sí tienes hambre durante la noche. Pon la rosa en agua para que no muera tan pronto, la elegí con cuidado para ti – habla entonces Taehyung, su voz no es autoritaria y casi, casi suena normal – También había comprado algo de helado y unos dulces, no dejes que se dañen más y guárdalos en el refrigerador.

Las indicaciones del mayor le producen un sabor amargo y Jungkook sólo quiere acercarse a él, tomarle del brazo y jalarlo hacia su cuerpo. Se mueve ligeramente, su pie descalzo chocando con la fotografía que todavía está en el suelo, el vidrio se ha quebrado ligeramente justo sobre la sonrisa congelada de Taehyung.

.- Ten cuidado, Jeon.

.- Sólo tengo que limpiar – le dedica una sonrisa forzada – No tardaré y entonces podemos ir a la cama a ver una película y...

.- No, no iremos a la cama – no hay duda en la voz de Taehyung y eso le duele más que un golpe - Dormiré en el cuartel general.

Jungkook no es capaz de decir nada cuando Taehyung ya ha salido del apartamento, dejándole solo tras darle una mirada severa que es incapaz de leer. 

El silencio le sobrecoge y por un largo instante, Jungkook deja de ser como el hombre seguro y fuerte que es como soldado para simplemente sentirse como un niño abandonado, débil y triste. Tan triste.

Porque acaba de ver como su mayor miedo se ha hecho realidad. 

Hola, hola... 

¿Cómo han estado? ¿Me han extrañado? A mí sí me han hecho falta y espero que les esté yendo bien en todo, y sino, sepan que les mando un abrazo enorme, que son importantes para mí y que se merecen sólo cositas bonitas. :3 

Ahora sí, con el capítulo... ¡no se enojen con nadie! 

Bueno, no... pueden enojarse con Jin, la verdad es que se enojarán con él muchas veces más. ¿Pueden imaginarse por qué? Es más, ¿qué creen que pasa con él? Quiero leer sus hipótesis, :V Por otro lado, podemos ver cómo la relación Taekook tiene muchas tensiones encima y que, a pesar de lo mucho que se aman, todas esas cosas siguen estando ahí y les afectan mucho, mucho.

¿Será que se arreglan? 

Quiero que me digan todooooo, cuéntenme. :3 

Es más, les voy a dar un adelante del próximo cap. como insentivo; así que tienen unos minutos para contarme qué les pareció el capítulo y más abajito encuentran el adelanto. 

1, 2, 3... 

¿ya? 

Bueno, entonces...

"Jungkook se detiene a sólo dos escalones de llegar a su piso, sus ojos están fijos en la puerta de su apartamento. Todo parece haberse detenido en ese instante mientras trata de comprender lo que está viendo porque no puede ser cierto, aquello no puede estar pasando y la sola posibilidad de que sea real le provoca tanto dolor como un disparo directo en el pecho."

Y ahora sí, me voy, los dejo, terminamos, nos damos un tiempo... tengan una linda noche!

Besos y abachos para todos. 


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