Capítulo 15.-
Dedicado a lalaland_80, lo prometido es deuda.
Jungkook abre los ojos cuando deja de sentir el calor de Taehyung contra su cuerpo.
Por un largo momento, aún con el sueño adormeciendo sus sentidos, Jungkook se pregunta sí todo se trató de un sueño más de su mente retorcida y adolorida por lo mucho que extraña al mayor, sin embargo, la sensación de sus besos y sus manos sobre su cuerpo persiste, un recordatorio sutil del reencuentro que horas atrás han tenido.
Se remueve con ligereza, sintiendo el duro colchón militar bajo su espalda desnuda, así como el frío propio de las noches del desierto que comienza a calar sus huesos. Sin embargo, nada de eso importa cuando nota que efectivamente está solo en la cama y lo único que Jungkook desea en el mundo, es no alejarse nunca más de su novio.
Sus ojos lo buscan con apuro cuando ya se ha sentado y tras acostumbrarse a la leve oscuridad del sencillo cuarto, Jungkook lo divisa sentado y con la cabeza gacha sobre su escritorio, donde parece estar escribiendo algo con rapidez. Sus músculos se tensan cuando se levanta de la cama, cubriendo su cuerpo desnudo con la delgada sábana que ata alrededor de su delgada y marcada cintura.
.- Deberías estar durmiendo... conmigo – susurra cuando ya ha llegado hasta el mayor, sus manos acariciando suavemente la espalda desnuda de Taehyung, que se tensa levemente antes de reconocer su calor y relajarse bajo sus dedos – Vamos a la cama.
Taehyung niega, aún sin girarse a mirarlo: .- No puedo dormir...
Su tono le alarma porque Jungkook reconoce el sollozo que contiene, sus dedos sintiendo cómo el cuerpo del mayor se sacude levemente bajo su tacto antes de que comience a temblar con demasiada fuerza y sea evidente que ha roto en llanto, algo inusual en Taehyung y que a Jungkook le provoca un sentimiento de profunda impotencia porque odia que su novio llore, que su novio sufra de alguna manera.
.- Mi amor, ¿qué pasa? – su voz brota en un hilillo frágil, suave como los sollozos que Taehyung busca atragantar – Dime qué sucede, TaeTae... - insiste, inclinándose en su dirección para tratar de ver su rostro, aunque el mayor no lo deja – Taehyung, dime.
Sin embargo, Taehyung no tiene palabras para explicar lo qué sucede, el miedo que lo embarga y parece clavarse en su pecho hasta desangrarlo, cómo decir en voz alta que está aterrado ante el hecho de que Jungkook esté ahí, a su lado. No puede decirlo porque hacerlo significa aceptar que, efectivamente, el hombre que ama está nuevamente en peligro y uno del que Taehyung no puede librarlo.
.- Me estás asustando, Tae... - Jungkook insiste, sus manos buscando sus mejillas para que sus ojos se encuentren, para tratar de traer algo de calma al acongojado corazón del mayor.
Taehyung no responde con palabras, en cambio, su cuerpo se gira de golpe y sus brazos se aferran a su cuerpo, sosteniéndolo por lo hombros mientras su cabeza se esconde contra su cuello, donde van a dar las miles de lágrimas que escapan de sus ojos hinchados por el cansancio y el terror que no le deja dormir, miedo a las pesadillas que van a traer de regreso dolorosos recuerdos: aquellos donde Jungkook fue herido por su culpa, donde él fue incapaz de proteger a quien más ama en el mundo.
Sus manos lo sienten, su cuerpo entero se funde con el de Jungkook en un abrazo apretado y cargado de sentimientos, de todo lo que no se han dicho por la distancia, el tiempo y el miedo de herirse mutuamente. Es un abrazo en el que Taehyung busca decirle lo mucho que desea salir corriendo, el deseo doloroso de su corazón de una nueva oportunidad para ambos, una donde no tengan miedo por el destino del otro ni el propio y es, para Jungkook, la oportunidad de sentir que al fin están juntos, que ni siquiera el mundo puede separarlos.
.- Mi amor... - susurra, sus manos sosteniéndole contra él mientras el llanto de Taehyung aminora levemente – Por favor, habla conmigo...
Es un deseo egoísta, sabe bien. Jungkook no es precisamente quien tiene el derecho en pedir algo así cuando siente que hay muchas cosas que no dijo y que dejo que fuesen malinterpretadas, sin embargo, sabe que llegará el momento en que su novio le escuchará y podrán solucionarlo, podrán hacerse más promesas de un futuro juntos, de esas que ninguno rompe porque son lo más importante del otro.
.- E-estoy asustado...
Su voz brota como un susurro que a Jungkook le cuesta distinguir, pero que aún así consigue escuchar. Sus brazos se cierran entonces con más fuerza alrededor de Taehyung, pensando en lo vulnerable que su novio se siente y en cómo han pasado años desde la última vez que le vio de esa forma: destruido por el miedo, incapaz de levantarse y enfrentarlo cara a cara. Lo entiende, lo comprende mejor que nadie porque muchas veces se ha sentido así, porque en muchas ocasiones lloro en un rincón de su habitación militar, pensando en cómo sobrevivir para poder volver a sus brazos, el único lugar donde deseaba estar.
No tiene palabras para confortarlo, así que se limita a sostenerlo, a que Taehyung entienda que, por esa noche, por lo menos, han vuelto a los brazos del otro.
Ninguno de los dos tiene claro cuánto tiempo pasan en esa posición o cuándo el llanto del mayor finalmente aminora por completo, incluso después de ello permanecen abrazados, trasmitiéndose el calor que anhelaron durante los largos meses que estuvieron separados. Jungkook acaricia su espalda, dibujando patrones sencillos sobre su acanelada piel e ignorando deliberadamente la evidente cicatriz aún en proceso de sanación. No quiere preguntar por miedo a que sea ahora él quien rompa en llanto.
Se trata de sentirse, de reconfortarse de la única manera en la que saben que funciona: estando juntos, sintiendo sus corazones acomodarse a un mismo ritmo y sus respiraciones acompasarse suavemente. Siempre han sido iguales, yendo a la par y sus cuerpos lo saben, se reconocen y se acoplan con facilidad.
.- No puedo hacer esto, Kook – es Taehyung quien rompe el silencio, sus manos aun aferrándose al menor, sus dedos enredándose en su corto cabello oscuro – No p-puedo...
Hay una súplica en su voz que Jungkook no comprende por completo: .- ¿A qué re refieres, mi amor? ¿Qué no puedes hacer?
Taehyung lo suelta entonces, suavemente y lo suficiente para que sus rostros estén finalmente frente a frente. Sin embargo, los ojos del mayor se desvían hacia su hombro, donde la cicatriz de su primera herida en una misión es el recordatorio amargo de uno de los momentos más difíciles para los dos y algo por lo que Jungkook ha sabido desde hace mucho tiempo, su novio no se ha perdonado a sí mismo.
Es entonces que comprende de dónde nace el miedo que embarga la mirada de Taehyung y que encorva su cuerpo con angustia. Comprende que se trata de la idea de tener que enfrentarse a la posibilidad de perderlo, pero a diferencia de todos los años que llevan en el ejército, es la posibilidad de perderlo estando él ahí sin poder evitarlo, sin poder protegerlo. Jungkook lo entiende porque él se siente igual.
.- T-Tae...
.- ¿Por qué tenías que venir aquí? – pregunta con reproche, su voz todavía quebradiza por el llanto pasado - ¿Por qué no podías quedarte en Corea y hacer caso omiso a una misión? ¡¿No te importó acaso no estar ahí sí yo regresaba?! ¡¿P-por qué?!
.- Tae, mi amor, calma... - susurra, sintiendo sus reproches como golpes dolorosos – Lo acepté porque sabía que estabas aquí... ¿cómo podía decir que no a verte de nuevo? Después de lo de Jimin...
La mención del soldado provoca que el gesto de Taehyung se contraiga en dolor, uno agudo que le recuerda la pérdida innecesaria de alguien que consideraba uno de sus amigos más cercanos y quien menos merecía morir en territorio extranjero. Sus manos sostienen al menor por los hombros, marcando una mayor distancia entre ambos incluso cuando ahora los ojos de Kook se inunda de lágrimas.
.- Aún así has venido... ¿cómo pretendes que esté de acuerdo con... esto? – su cabeza niega, tratando de enfocar sus pensamientos con claridad - ¿Cómo pretendes que haga mi trabajo contigo aquí? No puedo ser capitán de esta misión cuando uno de los soldados que pondré en peligro eres tú, yo no... yo no podría vivir sí te pasa algo.
.- No va a pasar – susurra, incluso cuando sabe que es algo que nunca podría prometer en realidad porque todo resulta incierto en la vida que llevan – No vas a dejar que pase... nos cuidamos, nosotros... nosotros nos cuidamos, ¿no es así, Taehyung?
Los ojos de Taehyung le dicen que no es así, el dolor de su mirada le recuerda que no es posible, incluso aunque lo deseasen más que nada: .- Eres todo en mi vida, Jungkook... ¿p-por qué estás aquí?
.- ¡Por que tú lo eres todo en mi vida! – su voz se quiebra en la última sílaba, sus manos siendo ahora las que sostienen a Taehyung cerca de su cuerpo, aferrándose a sus mejillas mientras las lágrimas comienzan a derramarse suavemente de sus ojos – No p-puedes pretender que me quedaría en casa, sentadito y esperando. No soy ese tipo de hombre y no permitiré que hagas esto solo sí tengo la oportunidad... v-vamos a...
Las palabras mueren en un sollozo, su gesto contrayéndose bajo la mirada atenta de Taehyung, que le mira con tristeza y angustia. Es la primera vez que ambos se derrumban de esa forma y no pueden evitar preguntarse por qué habían tardado tanto, cómo habían aguantado tantos años con aquellas palabras atragantadas en la garganta, sembrando miedo y tristeza en algo tan bello como su relación.
.- Vamos a hacer esto. Lo haremos juntos... - susurra el menor, tratando de contener de alguna forma los sollozos, tratando de ser el fuerte de los dos por una vez - Lo haremos y e-entonc... e-entonces...
.- Kook...
.- Y entonces te prometo, Kim Taehyung... - sus ojos brillan con la suave luz que proviene de una lámpara sobre el escritorio, como si tuviese llamas en el fondo de sus oscuros iris. Llamas de seguridad, de absoluta decisión incluso en medio del llanto - Que nos iremos a un lugar lejos, cerca de las montañas y viviremos el resto de nuestras vidas sin pensar en nada más que en nosotros y un jardín.
Las palabras le golpean, le cortan la respiración: .- Jungkookie...
.- Te lo prometo, mi amor... - Jungkook niega suavemente, ahora lanzándose a sus brazos para un nuevo abrazo - Por favor, por favor... cree en mí.
Taehyung no tiene palabras, no halla como decirle que es ese el único sueño que realmente tiene. En cambio, su cuerpo responde por él, haciendo lo único que realmente puede hacer: devolviendo su abrazo, apretándolo contra su cuerpo y dejando que sus corazones se acompasen una vez más en el lenguaje más puro y simbólico que existen: están juntos en esto y lo estarán hasta el final de sus vidas.
Creo en ti, amor. Creo en ti.
Holi a todos,
Este resultó ser un capítulo un poco más corto por dos razones: la primera es que es una transición hacia el arco final de la historia y la segunda... ya me dolía un poco la cabeza y quiero ir a dormir.
Pero volviendo a la primera y más importante, me complace anunciarles que oficialmente entramos al arco final y que, según mis cuentas, estamos a menos de diez capítulos de llegar al final de "Sin identidad". Sin embargo, no se apresuren, faltan cosas importantes por pasar y no vamos a correr para que se acabe, ¿listo? Además, conmigo las cuentas nunca son exactas.
En todo caso y volviendo al capítulo, ¿qué les pareció? Creo que ya era hora que esos dos exteriorizarán un poco de todo lo que se tienen guardado, además que... ¿se imaginaban qué Jungkook tomaría esa posición?
Espero que lo hayan disfrutado y me encantaría leer sus opiniones. Además... quiero leer qué creen que sucederá en el futuro, a qué se van a enfrentar (ya tengo varios "sucesos" pensados).
Gracias por todo, nos leemos pronto.
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