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Final

Las manos de Baekhyun se internaron en los cabellos suaves de Chanyeol para luego mirarlo a los ojos. No sabía que era lo que estaba sintiendo ni la razón, no podía creer que ese remolino de emociones solo se tratara del embarazo. Había algo más.

Por su parte, Chanyeol se encontraba nervioso, ya que aparte de la vez en que hizo a sus gemelos, nunca antes había tomado a un omega y en esa ocasión fue su instinto el que se encargó casi de todo. Respiró hondo y luego vio los ojos de cachorro de Baekhyun, por lo que no pudo evitar besar nuevamente sus labios.

—Te cuento un secreto —susurró luego de dejar sus labios.

—¿Uhm? ¿Qué sucede? —ladeó un poco su cabeza mientras hacía un pequeño puchero.

—Yo —desvió la mirada mientras mordisqueaba su labio, sintiéndose nervioso—. Es vergonzoso, pero…

—Puedes decirme —Baekhyun levantó sus manos para ponerlas en las mejillas del alto, obligándolo a verlo—, confía en mí.

Chanyeol cerró sus ojos por un momento, asintiendo con su cabeza para luego suspirar y finalmente lo miró. Vio su sonrisa cálida y sus ojos llenos de pureza que envolvía su alma.

—Nunca, yo nunca —tragó saliva— he estado con un omega… no sé muy bien que hacer —dejó caer su cabeza, provocando que su cabello cayera por encima del rostro sorprendido de Baekhyun—. Esa vez lo hice porque mi instinto tomo el control debido al celo.

—Oh, ¿Por qué? —dijo curioso— Eres muy guapo y amable…

—Bueno, supongo —hizo un mueca que parecía un intento de sonrisa—, pero cuando los omegas veían que solo vendía sándwiches y no tenía un empleo de oficina entonces se iban —se encogió de hombros—, luego deje de intentar cortejar, así que me concentre más en mí.

—Entonces la vida te guardo para mí —levantó su cabeza—. Tú eres un gran alfa y sé que serás un gran padre —luego lo abrazó y susurró junto a su oído—. Mi gran tesoro.

—¿No me vas a dejar? ¿No piensas que soy un inútil? —le devolvió el abrazo y luego se sentó en la cama con Baekhyun sobre su regazo— Tengo miedo de que un día te vayas, porque hay alguien mejor que yo.

—Chan —se separó un poco para ver los ojos llorosos del alto—, me salvaste y me demuestras todos los días que te importamos, que nos quieres, ¿Por qué me iría? —sonrió para luego tomar sus labios.

—¿No te importa que tú alfa solo sea un sandwichero? —dijo en un tono de voz agudo, que derritió el corazón de Baekhyun.

—Channie, te esfuerzas por lo que haces y no estás haciéndole daño a nadie ¿Por qué le daría importancia? ¿A ti no te importa tener un omega indigente? —infló sus mejillas mientras lo miraba desde abajo.

—¿Qué? No, nunca pienses eso —besó sus mejillas—, me gusta estar a tu lado.

—Lo mismo digo, entonces viendo que nadie va a dejar a nadie —asintió con su cabeza dándole énfasis a sus palabras—. Podemos retomar lo que estábamos haciendo… —dijo en voz baja mientras hacía caminar sus dedos por encima del pecho del alto.

—No quiero decepcionarte —rascó su nuca.

—No creo que eso pase, pero si tanto te preocupa entonces… puedo estar arriba —arqueó una ceja a la vez que sonreía de manera traviesa.

—Es una buena idea —tomó su quijada con su pulgar e índice.

—Perfecto —lamió su labio inferior.

Chanyeol se dio la vuelta, cayendo a la cama boca arriba y luego Baekhyun se acomodó, abriendo sus piernas mientras se sentaba sobre la pelvis del alfa, quien gruñó al sentir las nalgas regordetas sobre su miembro duro. El omega colocó sus manos sobre los pectorales duros y luego sonrió al ver el rostro compungido de Chanyeol mientras movía su cadera de adelante hacia atrás.

—Me estás matando —susurró Chanyeol para luego poner sus manos grandes sobre el culo travieso del omega.

—Solo estoy jugando~ —ronroneó, clavando levemente sus uñas en su piel y pasando aquella verga dura por medio de sus nalgas, mojándola—. ¿Te gusta?

—Ujum —asintió mientras sentía como su cuerpo temblaba y su garganta se secaba—. Me duele —susurró para luego meter sus dedos entre la ranura de sus globos.

—Está bien, dejaré de torturarte —se rio entre dientes y luego quitó lentamente sus manos de su pecho.

Después Baekhyun se sentó y se apoyó con sus rodillas sobre el colchón para levantarse un poco. Llevó una de sus manos al pene duro y grueso del alfa, debajo de su palma se pudo sentir las venas brotadas lo que le hizo chorrear más lubricante; masturbo un poco al alfa y luego miró a Chanyeol mientras se comenzaba a autopenetrar.

En la parte de abajo, Chanyeol se encontraba casi gruñendo, no entendía porque con solo el hecho de ver a Baekhyun con su delicada y larga mano tomando su miembro necesitado para meterlo en su pequeño cuerpo, lo hacía estar al límite; quería pensar en algo más para no venirse en ese momento. Eso sería vergonzoso.

Ambos suspiraron cuando aquel pedazo de carne entró en las paredes resbaladizas del omega. Por unos segundos disfrutaron la sensación de ser uno solo; por primera vez Baekhyun lo supo, supo de lo que Chanyeol le había hablado. Realmente era el compañero que la luna le había destinado y no podía estar más feliz, era justo lo que su alma necesitaba.

Las manos de Baekhyun volvieron al pecho de Chanyeol, dejó caer su cabeza mientras levantaba su trasero para luego dejarlo caer y sintió como el cuerpo debajo de él se tensaba como una cuerda, siendo estirada.

—¿Se siente bien? —preguntó un poco tímido mientras movía sus caderas.

—Es como el jodido cielo —hundió sus dedos entre las nalgas en sus manos.

Baekhyun asintió con la cabeza y luego comenzó a mover más rápido su culo hambriento, dejando ver cómo la verga gruesa de Chanyeol salía y entraba de aquel ano rosado que se comía con avidez. El omega podía sentir como su ano ardía debido al estiramiento rudo por el grosor que se encontraba incrustado.

—Uhng~ —tenía sus ojos cerrados mientras su espalda se curvaba por la sensación del masaje en su útero, sin embargo fue cuando el glande golpeó su punto dulce que chillo encantado—. Levanta la cadera —dijo agitado mientras hundía sus uñas en la piel del alfa.

Chanyeol a duras penas podía escucharlo, ya que se encontraba en su nube de placer, sin embargo, si entendió por lo que hizo lo que se le pidió y alzó su cadera; no esperó sentir aquella nube de sensaciones atravesando su cuerpo, así que siguió empujando su trasero, entrando aún más en aquel cuerpo pecaminoso.

—¡Aaah! ¡Así! ¡Sigue! —echó su cabeza hacia atrás, sintiendo como el sudor caía por su rostro.

—Tu culo es increíble —jadeó, luego amasó el trasero suave para sujetarlo y empujar su cadera con más fuerza.

Baekhyun llevó una mano a su propio pene para comenzar a frotarlo mientras seguía siendo empalado por el otro. A veces los choques se volvían erráticos, ya que estaba empezando a cansarse, por lo que en un momento cayó sobre el torso de Chanyeol, quien seguía empujándose dentro.

Después de un momento, la espalda de Baekhyun cayó sobre las mantas y Chanyeol se acomodó, alzando una de las pálidas piernas del omega para luego apoyar un mano en el colchón y finalmente comenzar nuevamente a taladrar el interior cálido y mojado del omega.

Debido a la casi nula experiencia del alfa, sus empujes no eran controlados, por lo que a veces su pene se salía, así que debía acomodarlo nuevamente, sin embargo, ambos parecían estar disfrutando igualmente. Baekhyun se encontraba realmente plácido con Chanyeol embistiéndolo como si no hubiera un mañana.

El alfa puso una mano en la espalda del omega para levantarlo un poco y luego pegó sus labios a los pezones duros del omega mientras seguía abusando de su enrojecida entrada.

Después de unos cuantos empujes, Baekhyun disparó su carga, dejándola caer sobre el abdomen del alfa, quien sujetó su cadera para aumentar su velocidad y su cuerpo se puso rígido.

—Nudo, mete tu nudo —susurró en un hilo de voz mientras sentía los espasmos en su cuerpo.

Chanyeol introdujo de un golpe todo y su carga se rego en el interior de Baekhyun, manchando sus paredes con semen espeso. Luego ambos se miraron a los ojos y el omega puso sus manos en la nuca de Chanyeol para estirar su cuello, dándole una invitación silenciosa.

Los ojos vidriosos de Chanyeol miraron con hambre aquel cuello limpio y acercó su boca al lugar mientras seguía sujetando su espalda para que no cayera sobre la cama. Sus ojos se volvieron brillantes y luego sus colmillos se alargaron para finalmente clavarse en su cuello, salpicando un poco de sangre en su rostro.

—¡Aaahg! —Baekhyun rasguñó los hombros de Chanyeol mientras sentía algo caliente metiéndose en sus venas y como las bolas del alfa se seguían vaciando. El lazo se estaba formando.

Chanyeol gruñó sin querer soltar el cuello y luego permitió que Baekhyun se recostara en la cama aún con el mordiéndolo. Pasaron así unos segundos y luego lo soltó solo para poder atrapar sus labios en una mezcla de saliva y lenguas.

—Ahora eres mío —gruñó sobre su rostro.

—Solo tuyo —abrazó su nuca—. Mi alfa.

🥪🍉

Baekhyun había cumplido otro mes de embarazo y su médico le había dicho que los bebés estaban más grandes y con el peso ideal, así que se sintió orgulloso ya que podía proteger en su vientre a sus retoños.

Ahora se encontraba en la tienda, comprando un dulce, ya que se le había antojado; Chanyeol se había ido a trabajar, así que quiso salir, porque se sentía un poco solo en la casa.

—¿Te crees mucho solo porque se enlazaron? —escuchó una voz femenina.

—¿Ah? —frunció su ceño y luego giró su cuello— Eres tú… ¿Qué quieres?

—Que tú te hubieras ido —rodó los ojos.

—No perderé mi tiempo contigo —negó con su cabeza mientras se alejaba.

—No me vas a dejar hablando sola —lo siguió y tomó su muñeca.

—Ash, aunque yo no estuviera ¿Por qué piensas que él criaría a un bebé que no es suyo? —se soltó del agarre y se cruzó de brazos.

—Porque por lo menos se hubiera conformado con eso… ¿Quién querría estar con un tipo que vende sándwiches? —hizo una mueca de desdén— Solo lo quería hasta cuándo yo consiguiera algún alfa mejor y me iría.

—Pues tu plan no funcionó —se encogió de hombros, queriendo golpearla—, él ya tiene su propia familia —sonrió, estirando su cuello mientras acariciaba su abdomen, el cual estaba más grande.

—No tienes que enseñar lo que es obvio, —dijo de mal humor—, aunque ¿Por qué estás con él? ¿Si quiera ese hijo es suyo?

—Porque lo amo y sí, a mi no me va bien engañar a la gente, mis bebés son de él —realmente se sentía asqueado por las palabras de la omega—. Ahora, tengo una casa y un alfa que atender… Ya sabes ocupaciones de un omega enlazado —se giró y le dio una última mirada—. No pretendo que tú entiendas algo así… —la vio de pies a cabeza y luego se fue.

La omega pisoteó el suelo y chilló molesta para luego irse de ahí. Odiaba el hecho de recordar que estaba sola y con una barriga que no conocería a su padre.

Baekhyun luego se sintió mal por haberle dicho esas cosas a la omega, ya que él mismo hace tiempo fue embarazado y tirado por un tipo que nunca lo quiso, pero realmente se molestó al escuchar como hablaba de Chanyeol. Su alfa era mejor que muchos alfas de corbata.

Hasta que llegara la hora de hacer la cena, se dedico a comer su dulce y luego a las tareas del hogar. Fue casi en la noche que dejó haciendo el arroz para luego ir a meter la ropa; el patio estaba con paredes altas, por lo que tenía privacidad.

Inhaló el aire fresco de la noche y cerró los ojos, disfrutando hasta que sintió unas manos en su vientre. Se tensó, pero se relajó al instante cuando el aroma a perejil y tomate vino a su mente.

—¿Cómo están mis bebés? —preguntó aquella voz ronca que amaba.

—Con muchas ganas de que papá nos mime —se acurrucó en su pecho—. ¿Cómo te fue hoy? —se dio la vuelta sin salir del abrazo.

—Lo usual, ¿Hiciste la cena? Es que no me sobraron sándwiches —sonrió apenado.

—Tranquilo, por supuesto que la hice —puso sus manos sobre su pecho— ¿Me ayudas con la ropa? —señaló los cordeles.

—Claro que sí, no quiero que cargues nada pesado —asintió y luego besó los labios dulces de su pareja.

Baekhyun se abrazó a sí mismo mientras veía como Chanyeol se iba a recoger la ropa seca y luego ambos entraron a la casa. Cuando se pusieron a comer, Baekhyun se sentó en los muslos de su pareja y llevó una cucharada de comida a la boca de Chanyeol.

—¿Qué tal? —miró al alfa, esperando una reacción.

—Delicioso, igual de rico que el que lo preparó —levantó sus cejas de manera sugerente.

—Ay Chan, cuando te pones así terminó cojeando al día siguiente —hizo un puchero, pero luego sonrió socarrón al ver a Chanyeol con aquella mirada vidriosa—. Bueno, pero solo una ronda.

—Gracias, precioso —susurró sobre su cuello con su voz cargada de deseo.

Usualmente solían pasar las noches viendo películas, hablando sobre cosas del día a día o sus bebés en camino. Chanyeol le había dicho que el próximo fin de semana irían al centro comercial para comprar las cosas necesarias para los gemelos así que cuando llegó el día, Baekhyun se puso uno de los maternos que Chanyeol le había dado y fue con el alfa a coger el bus.

—Mira, mira —señaló Baekhyun una tienda en cuanto llegaron al centro comercial.

—Vamos —puso la mano en la cintura del omega, quien se veía emocionado.

—¿No está preciosa? —el omega tomó un pequeño traje de león.

—Buenas tardes ¿En qué puedo ayudarlos? —se presentó una chica bajita que olía a beta.

—Oh, estamos viendo ropa para nuestros bebés —tocó su vientre más inflamado.

—Ya veo, puedo llevarlos a la sección de gemelos —ofreció amablemente.

—No, no quiero trajecitos iguales, —sacude su cabeza—. Quiero que se vistan diferente —cogió otro traje, pero de osito.

—Como guste, si tienen alguna inquietud estoy aquí para ustedes —dio una pequeña reverencia para alejarse un poco.

Baekhyun asintió y luego puso los trajecitos en la canasta, fue a ver unos pijamas y ropita más ligera. Solo compraron lo necesario, ya que Baekhyun no quería presionar a Chanyeol, sabía que el alfa no estaba para comprar medio centro comercial.

—¿A dónde vamos ahora? —preguntó Baekhyun más para sí mismo mientras ponía un dedo en su quijada y veía para todos lados.

—¿La cuna? —dijo Chanyeol, pensando en cuanto dinero podía gastarse en ello, solo esperaba que Baekhyun no eligiera algo demasiado caro, le rompería el corazón decirle que no.

—Sí, es cierto, vamos —asintió para luego empezar a caminar hasta que llegaron a una tienda de muebles para bebés—. Oww mira, que hermosas —chilló mientras entraban al lugar.

Baekhyun vio que Chanyeol se veía algo incómodo mientras veía las cunas, le hizo sentir un poco triste, ya que el alfa no parecía contento por buscar las cosas para los bebés. De repente su ánimo se bajó pensando que quizá Chanyeol se estaba replanteando si había sido buena idea quedarse con ellos. ¿Y si los abandonaba ahí?

—¿Te gustó alguna? —preguntó Chanyeol y se fijó en que Baekhyun ya no tenía su sonrisa y ahora estaba cabizbajo.

—No, quiero irme —susurró mientras ponía sus manos en su abdomen y miraba al suelo.

—Oh ¿Paso algo? ¿Te sientes mal? —puso una mano en su frente y el otro se alejó — ¿Qué ocurre?

—Solo quiero irme —rodeó a Chanyeol para salir de la tienda.

El alfa seguía confundido, así que simplemente salió viendo que Baekhyun estaba parado frente a una baranda que dejaba ver el piso inferior.

—¿Estás cansado? —intentó nuevamente.

Baekhyun no respondió y mordió el interior de su mejilla mientras miraba a la gente pasar. Ahora que lo pensaba, sus bebés iban a ser un enorme gasto; tenía miedo de que Chanyeol se cansara de ellos en algún momento, que pensara que estaba mejor solo, antes de que él irrumpiera en su vida.

—Creo que ya con eso estaría bien, podemos irnos —tragó saliva mientras levantaba con su mano la bolsa donde estaba la ropa de los bebés.

—¿Qué? Pero faltan cosas-

—No creo que sean tan necesarias —le interrumpió para luego rascar su muñeca, se estaba sintiendo nervioso.

—¿Por qué actúas de repente así? Hasta hoy en la mañana estabas diciendo todas las cosas que querías para nuestros bebés —rascó su nuca, sintiéndose confundido.

—Es que… —mordisqueó su labio—parece que te pusiera de mal humor… —bajó nuevamente la mirada.

—¿Yo? No, no lo estoy —sacudió su cabeza.

—No me mientas, estabas con una expresión fea mientras veíamos las cunas —movió su pie mientras suspiraba.

—Baekhyun no es que este de mal humor, solo es que no suelo comprar cosas tan costosas —se encogió de hombros—, pero no me molesta, porque sé que son para mis niños.

—¿Seguro? —limpió una lágrima traicionera que cayó sin previo aviso.

—Por supuesto —lo abrazó, teniendo cuidado de no aplastar su abdomen—, siento haberte hecho pasar un mal rato; soy un alfa terrible.

—No lo eres… —sacudió su cabeza y luego sonrió un poco—, sé que tener dos bebés es muy pesado, pero prometo que no molestaremos demasiado —hizo un puchero.

—Jamás me molestarían, son mi familia —con sus dedos cogió la quijada del omega para dejar un pequeño beso—. Vamos a ver la cuna.

—Bueno —asintió para luego volver a entrar en la mueblería.

Después de un rato de pasear por los pasillos, Baekhyun jaló la muñeca de su alfa para ir hasta el final del pasillo donde vio algunas cunas en forma redonda y chilló emocionado.

—¿Te gusta? —vio que el omega asintió, así que con miedo miró el precio en un cartón que estaba encima de la cuna y suspiró— Entonces nos llevamos está —dijo, sintiéndose aliviado del precio; era costosa, pero no como las otras.

Chanyeol llamó a un omega, que estaba parado a unos metros y le mencionó que quería llevarse la cuna, pero que seguirían viendo más cosas, por lo que el chico les dio un pequeño aparato para marcar los productos y luego se lo darían a la cajera para cobrar.

También vieron un mueble para cambiar los pañales y un armario donde guardarían la ropa de sus pequeños, además Chanyeol insistió en llevar un pequeño moisés dónde Baekhyun podría vigilarlos.

Después de pagar, se les pidió la dirección para enviar todos los muebles, así que ambos salieron del lugar. Chanyeol evitó hacer cualquier mueca o gesto al ver el precio para pagar, pero en cuanto sus ojos fueron al vientre grande de Baekhyun, sonrió sinceramente.

—¿Quieres comer algo? —señaló el patio de comida.

—Ya gastaste mucho en nosotros —susurró mientras jugueteaba con el filo de su ropa.

—No te preocupes, está bien —desordenó los cabellos del omega para luego tomar su cintura e ir hacia el restaurante.

Al día siguiente, ya estaban las cajas de muebles en la habitación de la sala y Chanyeol se encargó de desocupar el cuarto que era la bodega. Luego se bañó y cayó rendido junto a Baekhyun, quien se encargó de llenarlo de besos.

Ahora, el omega quiso armar los muebles, pero se detuvo cuando recordó la advertencia de Chanyeol. Le dijo que tenía prohibido hacer eso, ya que no quería que sus bebés corrieran peligro y el mismo omega.

Cómo estaba emocionado entonces decidió ir al lavabo con la ropa nueva de sus gemelos; no quería poner prendas tan delicadas en la lavadora, así que decidió lavarlas a mano. Mientras frotaba la tela sintió como su corazón se apretaba con ternura al saber que pronto sus niños estarían vistiendo esos pijamas.

Cuando finalmente se hizo la tarde, Baekhyun escuchó el ya conocido sonido del motor de su alfa. Dejó a un lado el libro sobre bebés, que estaba leyendo y luego fue a abrir la puerta, permitiendo que el alto entrara el carrito sanduchero.

—Bienvenido —lo abrazó una vez guardó el vehículo.

—Hola, pequeño —lo abrazó de vuelta y finalmente tomó sus labios en un beso lleno de cariño—. ¿Nuestros niños se han portado bien?

—Sí, mucho, estamos emocionados por armar todo —asintió con su cabeza y luego tomó su muñeca para ir al cuarto.

—Tú no vas a armar nada, tienes que estar tranquilo y estar sentado —le dijo mientras besaba su frente.

Baekhyun asintió y buscó una silla mientras veía como Chanyeol se paraba delante de él con las manos en la cintura, mirándolo de manera reprobatoria.

—¿Qué pasa?

—Tú no puedes estar aquí, voy a pintar el cuarto —levantó una ceja cuando miró los ojos vidriosos de su hormonal omega—. Voy a acomodar un sofá, un parasol y pondré el ventilador en el patio, —se rio cuando Baekhyun se cruzó de brazos, formando un puchero y decidió levantarlo en brazos.

—¿Hasta qué hora? —infló sus mejillas mientras hacía una mueca.

—Hasta que se disipe un poco el olor —besó la punta de su nariz.

Pasaron alrededor de unas horas y Baekhyun ya estaba empezando a tener un poco de frío, pero antes de siquiera levantarse, vio a Chanyeol saliendo de la casa con la ropa manchada de pintura.

—¿Ya? —se pone de pie.

—No, vamos a comer afuera —tomó su mano— y a dar un paseo.

—Bueno —asintió.

Ambos salieron de la casa mientras sentían el viento de la noche, Chanyeol estaba muy emocionado, porque el vientre de su omega cada vez estaba más grande. Ya quería tener a sus niños entre sus brazos.

Pasaron los días y Baekhyun había ayudado en lo mínimo a Chanyeol como a pasar herramientas o cosas así. Aunque su alfa si le permitió decorar, por lo que se pasó alegre, poniendo pequeñas cosas por aquí y por allá.

Un día de esos, Baekhyun vio con sorpresa algo nuevo; Chanyeol había mandado a colocar un asiento extra en su carrito sandwichero para que el pudiera acompañarlo cuando quisiera.

—Voy a estar a tu lado —lo abrazó para luego pararse de puntillas y besar sus labios.

—Bueno, pero cuando ya tengas ocho meses te quedarás en casa —lo apretó entre sus brazos.

—Bueno —dijo de mala gana.

Desde ese día, Baekhyun era el primero en sentarse en el vehículo, ya que le encantaba pasar tiempo con su alfa, además lo ayudaba a despachar, por lo que vendían más rápido.

En una de esas ocasiones fueron a vender afuera de un colegio; como no podían entrar entonces Baekhyun tomó los sanduches para ir a las rejas y dejar la comida.

De repente, se oyeron unas motos alrededor y luego se escucharon gritos, así que Baekhyun se dio la vuelta, viendo que habían dos hombres apuntando a su alfa.

—Bájate y dame todo lo que tienes —gritó uno de los ampones al alfa sorprendido, por lo que levantó sus manos con intención de bajarse.

Sin embargo, luego Baekhyun miró una barra de metal, que eran sobras de las rejas del colegio, la levantó, yendo hasta los delincuentes y con todas sus fuerzas la dejó caer encima de la cabeza de uno y rápidamente golpeó la nuca del otro antes de que se diera cuenta.

—Rápido, enciende —le gritó a Chanyeol, quien sale de su aturdimiento—. Vamos, vamos —se sentó en su silla a un lado de Chanyeol.

El alfa prendió el motor y se fueron dejando a los delicuentes ahí; unos hombres aprovecharon para amarrarlos y darles una golpiza en dónde nadie intervino.

—Baekhyun ¿Estás loco? —le regañó cuando ya estuvieron lejos del lugar.

—No iba a permitir que te hagan daño —se encogió de hombros y se cruzó de brazos.

—¿Y si te herían? —detuvo el vehículo junto a un parque.

—Ya no me regañes —hizo un puchero—. Estamos bien —lo miró desde abajo a través de sus pestañas.

—Lo sé —se dio la vuelta para abrazarlo—, solo no quiero que te pongas en peligro —besó su hombro—. Te amo.

—Yo también te amo —sonrió y luego sintió recién los nervios de haber estado en peligro. Su adrenalina desapareció.

Después de eso se fueron por la carretera con el ocaso de fondo. Chanyeol jamás esperó tener una familia y menos con un omega tan cariñoso como Baekhyun, sin embargo aquel pequeño le estaba dando el hogar más cálido que haya conocido. La luna no era tan mala después de todo.

Baekhyun ahora no podía esperar a tener a sus hijos en brazos, aunque aún no podía olvidar al pequeño que perdió en su vientre, ahora sus niños tendrían un hogar con un padre amoroso.

Ahora ambos tenían su complemento… Su hogar.

🍉Final🥪

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Bueno, gracias a las personas que le dieron amor a este fic en su momento. Me da tristeza que todos sus comentarios se hayan eliminado. Les doy gracias y un abrazo a las personas que le han vuelto a dar cariño a la historia.

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