*NARRA GEORGE*

*FLASHBACK*

Manhattan, Nueva York.
Seis años atrás...

Salí del establecimiento muy confundido, más de lo que ya estaba.

El teléfono celular pertenece a un tal Frank Lawson, intuí que quizá se trata de algún conocido de mi padre pero no pude recordar si lo conocí en algún momento de mi vida.

Busqué en el GPS una ruta para buscar apartamentos en renta, para mi fortuna encontré varias opciones y todas muy buenas.

Llegué a una de las calles más transitadas de la gran ciudad, muy cerca del Central Park y ubiqué el gran edificio.

Por un momento, me sentí como el niño perdido de la película "Home alone" en Nueva York.

Entre al lugar y hablé con la dueña del edificio. Me estrechó su mano y me mostró el lugar; los departamentos eran bastante grandes, espaciosos, amueblados y con una vista increíble de la ciudad. En nada más y nada menos que Morningside heights avenue.

—Entonces ¿Que dice, señor Blaise? ¿Se queda con el departamento? —La voz de la dueña me sacó de mi ensoñación y le di respuesta.

—Sí.

—¡Excelente! Bajemos a mi condominio para que firme el contrato y le entregue sus llaves. —Hizo un ademán para indicarme la salida y caminamos por el largo pasillo.

En su departamento, me comentó que los pagos mensuales se harían por medio de un depósito a su cuenta bancaria, que el correo llega todos los días y además se le prohibía el ingreso a los vendedores ambulantes y a cualquier persona de carácter sospechoso.

Firmé el contrato y me dio las llaves de mi nuevo departamento.

"A partir de éste momento, empiezo a vivir de forma independiente"

Una parte de mí se sintió bastante bien con éste cambio de ciudad. Pero por otro lado, no dejé de pensar en Madie y lo mucho que me duele saber que no hice nada por detener a mi padre.

Algo muy dentro de mí me dijo que Madie seguía con vida y juré que me dedicaría en cuerpo y alma a buscar a sus hermanos para poder llegar a ella.

Horas después, el dolor de mi espalda se extendió por todo mi cuerpo y me lamenté mentalmente ser tan debilucho. Me levanté a regañadientes de la cama y tomé un analgésico para el dolor muscular.

Había experimentado el dolor físico antes, cuando fui por primera vez al gimnasio con mi amigo Arthur y creo que mudarse es quince veces más pesado que eso, definitivamente.

Me preparé un licuado para desayunar y un sandwich. La nostalgia se hizo presente en mi, de repente sentí que este lugar era demasiado grande para mi sólo y pensé que en otra situación alterna, estaría viviendo con Madie e iríamos juntos a Harvard.

Mis ojos se inundaron en lágrimas al instante. Sacudí la cabeza y despejé cualquier pensamiento triste de mi mente.

Seguí desempacando y acomodé mi ropa en el clóset, las vajillas que compré las lavé y guarde, aspiré todo el departamento y lavé el baño a la perfección.

Nunca me consideré un flojo para realizar tareas domésticas y ahora que seré independiente, creo que será momento de adaptarme a mi soledad.

Mi nuevo hogar quedó perfecto en cuestión de horas. Tomé un descanso y me puse a pensar en cuales serían mis planes, hice una lista mental y lo primero que contemplé fue; encontrar a Madie.

Lo segundo en mi lista fue inscribirme en la Universidad y lo tercero y no menos importante: Sobrevivir y mantenerme lejos de mi padre.

[...]

Pasaron tres semanas desde mi mudanza a Nueva York y mis planes no han salido como imaginé. Ingresar a una universidad me fue mucho más difícil de lo que imaginé por el avance de los cursos y las llamadas de mi padre del mismo "número desconocido" no cesaron.

Afortunadamente, pude conseguir un empleo de mensajero en una editorial muy reconocida de aquí y el pago es bastante bueno.

Cerca de las siete de la noche llegué a casa, tomé una ducha y me puse algo cómodo.

Revisé mi teléfono y vi la infinidad de mensajes que tenía. Le respondí a mi madre y le juré que estaba bien y había encontrado un lugar seguro para vivir. Seguido de eso revisé otros mensajes y en especial hubo uno que llamó mi atención.

"Jamie"

La amiga de Madie me envío un texto pidiendo una videollamada conmigo. Le envíe mi respuesta y en seguida me respondió afirmativamente. En cuestión de segundos timbró mi teléfono y observé la imagen de Jamie en una habitación distinta.

—Hola George, se que estarás sorprendido por mi llamada. —Dijo la chica castaña.

—Hola, no te preocupes. Me alegra verte, Jamie.

Le vi sonreír.

—Gracias George. También me alegra verte. Tengo algo que confesarte, algo que le prometí a Madie no decir pero ésto me está matando. -Sus jadeos hicieron su voz inaudible, pero comprendí lo que había dicho. —Simon ya lo sabe y me dijo que yo sabría hacer lo correcto. Creo que lo mejor es decírtelo. —Dijo entre llanto.

—Tranquila Jamie, todo está bien ¿De qué se trata?

—No se si tu sabes o has hablado con Madie. Estoy muy preocupada y te juro que no se que hacer.

Dudé un poco en decirle a Jamie la verdad, ya que por un instante pensé que quizá mi padre la había buscado para obligarme a hablar. Ajusté mis gafas y pregunté;

—¿Hay alguien más contigo?

—Estoy sola, George. —Rotó la cámara de su teléfono y divisé todo el lugar.

"Área despejada y segura" —Pensé.

—Está bien. Hablé con ella hace algún tiempo. —Comenté. —Pero ¡Dios! No me dijo donde estaba, sólo me pidió que comprendiera que se fueron porque su vida corría peligro.

Omití a Jamie la parte en la cual mi papá es el culpable de la muerte del padre y de lo que le ha hecho a la familia Thompson.

—Simon y yo hemos tratado comunicarnos con ella, pero parece que se deshizo de su teléfono y redes sociales. —Dijo con tristeza.

—Hay algo que tienes que saber, Jamie. Me mudé a Nueva York.

Abrió los ojos muy sorprendida por mi confesión.

—¿En serio? —Escuché la puerta de la habitación de Jamie abrirse y cerrarse y todos mis sentidos se alertaron. —Es Simon, George.

—¿Ya hablaste con él? —Le preguntó Simon a Jamie.

—En eso estoy. —Le respondió.

Vi a Simon incorporarse a la llamada.

—¿Que tal, Blaise? ¿Cómo has estado?

—Sobrellevando todo, Simon. Pero aquí estoy. —Respondí.

—George... —Jamie tomó una bocanada de aire y dijo: —Yo sabía que Madie se iba a mudar con su madre y no contigo. Me lo dijo días antes de irse.

Me quedé helado ante su confesión y mi visión se tornó borrosa. Unas inmensas ganas de llorar me invadieron y apreté mi mandíbula fuertemente.

—Me dijo que su vida y la de su familia corrían peligro. También me dijo que su madre vendió la empresa y...

—Ella... ella te dijo... —Gruñí y solté un jadeo.

—Me obligó a prometer que no diría nada a ti, a Simon o a alguien más. —Sollozó. —Pero yo ya no puedo, la culpa me está matando y se que rompí la promesa que le hice a mi amiga. -Sus lagrimas se volvieron incontenibles. -No puedo seguir viviendo así. Tú tenías que saberlo, George. Madie se fué amándote y no quiero que pienses que ella te dejó.

—Yo sé que me ama. Me ama tanto como yo a ella. —Susurré. —Por eso voy a encontrarla.

—Vamos a encontrarla. —Dijo Jamie muy segura de sus palabras. —Simon ha estado investigando si podemos obtener algún dato de Madie y su familia. Pudimos contactarnos con Sally y me dijo que ella no está con Madie y su madre. Al parecer ambas viven en otro lugar. —Agregó Jamie. —Pero tenemos el contacto de Sally. Quizá si insistimos un poco, ella quiera...

—George. —Interrumpió Simon. —También creemos que tenemos pistas del probable asesino del padre de Madie.

Mi vista se nubló y tragué el nudo que se formó en mi garganta.

—Chicos. —Interrumpí. —Respecto a eso. Tengo que hablar con ustedes en persona.

Ambos fruncieron el ceño ante mi petición y se observaron el uno al otro.

—Tenemos que hablar, Blaise. —Respondió Jamie con un tono de voz distinto al suyo. Me quedé sorprendido y pareció notarlo: —Y debe ser lo antes posible.

CONTINUARÁ...

¡Hola a todos! Imagino que este capitulo los tiene bastante confundidos, pero todas sus dudas se aclararán en la siguiente actualización.

¡Saludos! #QuedenseEnCasa 😊 Los quiero. 💓

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