16. Marionetas
—¡Blaise, Blaise! —Lawson replicó una y otra vez mi apellido dando unos cuantos golpes en mi mejilla —¡Despierta! ¿Estás bien?
Solo escuché su voz, pero no fui capaz de articular una palabra. Hice mi mejor esfuerzo por hablar, pero fue en vano, sentí mi cuerpo muy pesado, hasta mis párpados. Pasaron unos cuantos segundos y poco a poco fui recobrando el conocimiento.
—¿Te encuentras bien? —Preguntó.
—Yo... Yo sólo... Sí, est-estoy bien... —Respondí con un tartamudeo en mi voz.
—Sabia que no debía decirte ésto. —Susurró. —No debí entrar en más detalles con ésto... No puedo hacerlo.
Lawson tomó su laptop y se puso de pie dispuesto a marcharse. Como pude. Tomé el inmovilizador y solté una descarga a la pared, éste se estremeció y giró para observarme.
—No te irás de aquí hasta que termines de mostrarme todo el contenido que tienes en esa puta laptop. —Le ordené.
—¡Suficiente, Blaise! Terminemos con ésto. Apenas iba comenzando con lo que te dije cuando te desmayaste ¿Acaso es mi culpa que seas un maldito llorón? —Cuestionó con molestia.
Con toda la adrenalina fluyendo dentro de mi, me levanté del sofá y caminé hacia él, hasta quedar un par de metros cerca.
—Deja de decir estupideces y terminemos con ésto. —Dije soltando otra descarga más potente muy cerca de su dirección.
Lawson rodó los ojos, abrió la laptop y caminó hasta mí.
Me tendió la computadora en mis manos y me senté en el sofá para ver el resto del vídeo, en seguida, el vídeo se cambió por uno con fecha de hace trece años, aparecí yo era un niño de once años, estaba con mi padre en el patio trasero y...
Flashback Narrador omnisciente
Trece años atrás...
John Blaise llegó a su nuevo hogar en Malibú después de una intensa jornada de trabajo. Sin duda alguna, incorporarse a la empresa Thompson, una de las más importantes del país se había convertido en un gran reto para él.
—¡Papá! —Exclamó un pequeño chico de cabello castaño. —¡Que alegría que estés en casa! Mira, hoy me hicieron un examen de incorporación y lo pasé con A+.
El pequeño le mostró con mucho orgullo su examen a su padre, sin duda alguna. Tenía mucho talento y su padre estaba muy seguro de ello.
—¡Te felicito hijo! —Le dio un fuerte abrazo y observó el examen con detenimiento. —Estoy muy orgulloso de ti. Sin duda eres un genio, eres un Blaise.
—¡Muchas gracias papá! —El pequeño le dió otro fuerte abrazo y de pronto, fueron interrumpidos por el teléfono del señor Blaise.
—Perdón George, tengo que contestar. Quédate aquí, por favor. —Con mucho cuidado bajó a su hijo y se escabulló al patio trasero a contestar la llamada.
—Señor Blaise. —Respondió una grave y potente voz masculina. —Disculpe la hora. Es solo para decirle que los encontramos, tenemos la ubicación de dónde están.
—¿Averiguaste su nombre? —Cuestionó el señor Blaise.
—Ashton Stuart, es un vendedor de bienes raíces, nació en Wyoming, madre y padre finados, no tiene hermanos ni familiares directos en la ciudad. Conoció a Sarah en la subasta donde compró su condominio, salieron durante un tiempo y se casaron casi de inmediato. El le dió su apellido a la chica, Sarah tuvo un hijo con él y ...
—No necesito saber más. —Espetó el hombre. —Consígueme un auto o una camioneta vieja, llévalo al lugar de siempre mañana a las diez.
—Claro señor, como ordene.
—Y sigue a Ashton a donde vaya, manténme informado y termina con ésto.
—Sí señor.
El hombre cortó la llamada, observó el cielo estrellado durante un par de segundos y al girarse. Notó que su pequeño hijo estaba observándolo detrás de la puerta.
—¿Que haces aquí? ¡¿Que no te dije que te quedaras en donde estabas?! —Le cuestionó alterado a su pequeño hijo tomándolo por los hombros y sacudiéndolo.
El pequeño se quedó sin habla durante un instante, carraspeó un poco y articuló: —Mamá me dijo qu.. que te avisara que ya está la cena.
—Escúchame bien hijo. Ni una palabra de ésto a nadie ¿Entendiste?
El pequeño George no hizo nada más que asentir y se fue.
El señor Blaise acomodó su corbata, giró un par de veces su cuello y entró a la casa sin más.
NARRA GEORGE
ÉPOCA ACTUAL
Jalé mi cabello con frustración, traté de recordar a que se refería mi padre con el vídeo de la cámara de vigilancia del patio trasero de mi casa, pero mi esfuerzo fue en vano.
—Y bien? —Inquirió Lawson. —¿Te parece familiar el vídeo que te acabo de mostrar?
Negué.
—No... Es que.... Recuerdo el regaño, pero no tengo ni la más mínima idea de a qué te refieres con ésto.
—No lo sé, Blaise. —Lawson caminó hasta la puerta del apartamento, la abrió y dejó al descubierto a Jamie y a Simon. —Quizá ella pueda ayudarte a refrescar tu memoria.
Me quedé estático, pasaron un millar de pensamientos por mi mente. Sinceramente no estaba listo para ver a Jamie o mejor dicho, para darme cuenta que ella ha sido cómplice de mi padre todos estos años. Y además... ser mi hermana.
No fui lo suficientemente inteligente en ésta ocasión y me dejé ir a ella para sostenerla por los brazos con todas mis fuerzas.
—¡GEORGE! ¡GEORGE! ¡SUELTAME POR FAVOR!!! —Me suplicó a gritos.
—¡George, detente! ¡La estás lastimando! —Reprendió Simon muy molesto.
—¿Yo la estoy lastimando? ¡Ella nos engañó a todos, Simon! —Gruñí con furia.
—Debe haber una buena explicación para ésto y Jamie debe dárnosla. —Interrumpió Lawson, sosteniéndome por detrás para poder soltar a Jamie.
—¡GEORGE POR FAVOR!! ¡MIS BRAZOS ME DUELEN!! —Ambos hicieron lo posible para lograr zafar a Jaime de mi agarre.
Pero perdí el control de mí. Fui más fuerte que Simón y Lawson juntos. La adrenalina fluyendo al máximo en todo mi cuerpo, mi mente y mi corazón están hechos pedazos. Me niego a creer que Jamie Stuart sea mi hermana. Peor aún; que ella sea cómplice de mi... de nuestro padre.
-¡SUELTAME GEORGE! Te prometo que te diré todo ¡Te lo prometo! ¡SUÉLTAME YA POR FAVOR!!
Suavicé mi agarre de los brazos de Jamie, la dejé y corrió a refugiarse en los brazos de Simon .
Simon tomó uno de mis brazos para jalarme y me dió un golpe con su puño en mi nariz.
—¡¿Te volviste loco, Blaise?! —Exclamó Simon muy molesto. —¡¿Qué rayos te pasa?! Jamie y yo solo queremos encontrar respuestas y terminar con toda ésta mierda. Y haces ésto ¡MALDITA SEA!
Jamie por su parte, se mantuvo con su cabeza agachada mientras se masajeaba los brazos, justo en la zona que la mantuve firme con mi agarre.
—¡Fuiste capaz de mentirme, de no decirme que teníamos al mismo padre! —Repliqué con todo el dolor de mi corazón —¿Por qué lo hiciste?
—No me hubieras creído nunca, George. Por eso me mantuve callada. Yo no sabía que mi verdadero padre estaba vivo hasta que... Él apareció en mi casa —Sollozó desconsoladamente.
—Voy a darte la oportunidad de que me expliques todo desde el comienzo. Quiero una explicación ¡AHORA MISMO! —Espeté.
Jamie tomó una gran bocanada de aire y se dispuso hablar.
—John Blaise fue un padre muy ausente, jamás lo ví, de pequeña no recuerdo haber tenido contacto con él. Supongo que porque nos abandonó y estaba contigo en Nueva Jersey. Mi mamá rehizo su vida con Ashton Stuart, mi padre. Él me dió su apellido, se hizo cargo de mí, me crío y me educó cómo si fuera su hija. Jamás hubo distinciones entre mi hermano menor y yo.
—Fuimos una familia muy unida. —Reprimió un sollozo. Tomó aire y prosiguió. —Años antes de la aparición de John Blaise en mi casa. Mi padr... Ashton, falleció. Yo tenía once años. Lo atropellaron, estuve con él el día de su muerte ¡Era mi cumpleaños!
Jamie no pudo contenerse más y lloró desconsoladamente.
—Estacionó el auto en frente de una pastelería para recoger mi pastel, salió de la tienda muy sonriente, me hizo un ademán para que abriera la puerta del auto y de repente... un auto cruzó el alto del semáforo a toda velocidad y mató a mi padre. Y yo... Y yo... ¡NO PUDE SALVARLO! ¡YA ESTABA MUERTO! —Colocó su rostro entre sus manos, dejó fluir sus lágrimas y soltó un gemido de dolor.
No pude evitar tragarme el nudo en la garganta que comenzó a formarse dentro de mi. Quise tratar de consolarla, decirle que todo estaría bien. Pero fui consciente de que era una estúpida idea, ya que tan solo hace unos minutos estuve a nada de atentar contra ella.
—Cuando giré para pedir ayuda, había un círculo de gente rodeándonos. Pero... Pude verlo a lo lejos, él estaba ahí, parado junto a nuestro auto. Y no hizo más que quedarse parado, observándome a mí y el cuerpo de mi padre sin vida. ¡Él lo mato! —Sollozó.
El corazón se me cayó hasta los pies y me dí cuenta que Jamie ha sido una víctima más de John Blaise quién solo quería aprovecharse de nuestro dolor y nuestras pérdidas para convertirnos en sus marionetas.
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¡Hola a todos! Estoy súper emocionada de que lean este capítulo, espero les haga sentir un poco de nostalgia con la trágica situación de Jamie y George porque créame, yo sí lloré cuando lo escribí jajaja.
Espero sus comentarios y sus votos, háganme saber sus predicciones de lo que creen que pasará.
PD: Jamie Stuart la bella hermana de George en multimedia .
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¡Los leo pronto! 🙋🏻♀️
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