10. Sobreviviendo
*NARRA GEORGE*
Londres, Inglaterra.
Seis años atrás...
Desperté por los fuertes rayos del sol iluminando mi cara, sentí un ligero hormigueo en todo mi cuerpo y me percaté de que estuve dormido encima de un montón de hojas secas color café y amarillas, al parecer me encontraba en medio de un bosque.
Sacudí los restos de tierra y hojas de mi ropa y me sorprendí al ver que no me dolía el pecho. Levanté mi camisa y pude notar que no tenía cicatrices de los impactos de bala que había recibido. Toqué la zona y ésta parecía intacta, llevé mi mano a mi espalda, justo donde había recibido el primer disparo y no había nada, ni siquiera un rasguño. Bajé mi camisa y me puse de pie, caminé colina abajo del bosque y para mi gran sorpresa había un increíble lago ahí y un pequeño muelle.
Llegué trotando al lugar, me acosté sobre mi abdomen y me acerqué un poco más para poder tocar el agua con mis dedos. La textura del agua en mis manos era completamente delicada y fresca, no habia sentido una sensación así hacía tanto tiempo.
De repente, tres estruendos provocaron que el agua del lago se removiera, saliéndose de su sitio. Sin duda eran disparos los que se escucharon. De repente, unas manos provenientes del lago tomaron la mía y me jalaron repetidas veces para lanzarme dentro.
Mi corazón palpitó aceleradamente, mi cuerpo trató de luchar aferrándose a la vieja madera del muelle lo más que pudo hasta que mis fuerzas se agotaron y antes de caer al lago tomé una gran bocanada de aire.
Abrí los ojos y me encontré con los cuerpos son vida de mis amigos: Jamie, Simon, Layla e incluso Arthur. Una horrible sensación de terror me invadió por completo y las náuseas no tardaron en aparecer.
Nadé hasta donde se encontraban y pude notar que un poco más lejos, estaba su cuerpo, en el mismo estado que el de ellos, a diferencia que sus ojos estaban abiertos y vidriosos y abdomen aún lucía abultado. Era Madie.
Mis ganas de llorar no tardaron en aparecer, entré en un pánico profundo y el oxígeno ya no era suficiente para mis pulmones. Quise nadar a la superficie pero sentí de nuevo como me jalaron está vez por los pies para sumergirme aún más.
Voltee para ver de quien se trataba y palidecí al ver a todos ellos con su horrible aspecto y rostro aterrador, balbuceando cosas que no pude entender.
Emití un grito ahogado y tragué agua. Ellos tenían demasiada fuerza y por más que luché para no ser atrapado, mi esfuerzo fue en vano.
Mi visión se tornó negra y me perdí en las profundidades de ese tétrico lugar luchando contra los cadáveres de quienes solian ser mis amigos y mi chica.
[...]
—¿George? George, despierta.
La voz de Jamie resonó como eco en mis oídos.
—Despierta, Georgie.
Pude escuchar a mi prima Layla, pero su voz sonaba igual de lejana y con eco como la de Jamie.
—Esto no es real, Blaise. Despierta.
La voz de Simon inundó mi campo auditivo, pero no podía abrir mis ojos, no sabía de donde provenían esas voces.
Lo que si fui capaz de sentir, fue como si estuviese acostado sobre arena.
—¡Despierta George! —Resonaron las voces de Jamie y de Layla al unísono.
—Amigo, trata de despertar. Por favor. —Juro que esa voz fue de Arthur y sentí un cosquilleo en mis ojos.
Mis globos oculares se movieron descontroladamente pero fui incapaz de abrir los ojos. No podía hacerlo, parecía que mis párpados estaban pegados con resistol industrial.
—Me pregunto ¿Qué dirá tu madre cuando vea llegar tu cuerpo en una horrible caja?
Escuchar la voz de mi padre provocó que todos mis sentidos explotaran de rabia.
—Eres tan estúpido, hijo.
Emití otro grito potente y lleno de desesperación, está vez las voces de todos resonaron con mucha intensidad en mi campo auditivo, todas al mismo tiempo.
—¡YA BASTA! ¡DETÉNGANSE YA!
En mi sueño sentí que pude ser capaz de mover mis brazos para poder cubrir mis oídos y éste movimiento me confirmo la sensación que tuve antes de sentir como si estuviese en arena.
Realmente estaba acostado sobre arena de mar.
Las voces de todos insistiendo que despertara cada vez eran más potentes.
—Esto no es real. Esto no es real. Esto NO ES REAL. —Repetí.
—¿George?
Las voces se detuvieron. Dejé de cubrir mis oídos y fui capaz de escuchar con mayor claridad su dulce voz.
—¿Madie? —Pregunté para cerciorarme de que no estaba alucinando.
"Aún más de lo que ya estoy"
—Por favor. Tienes que despertar.
—¿Preciosa, donde estás?
—Estoy aquí. —Respondió con su dulce voz. —Necesito que abras los ojos y despiertes, no puedes seguir dormido ni un minuto más.
La pesadez de mis párpados se hizo más intensa. Mis ojos parecían no querer abrirse nunca.
—No puedo... —Sollocé. —No puedo hacerlo.
—Mi amor. Escúchame, si puedes hacerlo. Lo único que necesitas es concentrarte. Por favor, piensa en lo mucho que deseas despertar. Piensa en algo que te tranquilice, algo que te de paz. Pero por favor. No sigas durmiendo.
—Tú eres quien que me da tranquilidad y me devuelve la fe, Madie. Tu eres mi todo.
—Te amo. —Susurró.
Le hice caso y pensé en que deseo estar con ella, poder abrazarla y sentirla. Lo mucho que anhelo estar con Madie y con mi hijo.
De repente. Mi campo de visión se fue despejando, pude ser capaz de abrir mis ojos y vi a Madie arrodillada sobre la fina arena. Sin duda éste lugar es Malibu.
—Te amo mucho más, preciosa. —Respondí a lo que me había dicho.
—Es hora de despertar, George. —Se acercó a mi para besarme y justo antes de tocar sus labios. Mi visión se tornó completamente blanco.
Abrí mis ojos de golpe y la luz de unas lámparas de techo fue lo primero que mis ojos captaron.
Llevé la vista a mi alrededor y me di cuenta que éste era el cuarto de un hospital, mi brazo estaba canalizado, mi cuerpo conectado a máquinas y todo mi torso cubierto con un gran vendaje blanco limpio.
Toqué la venda con mis dedos temblorosos, sentí una inmensa sensación de curiosidad y quité una pequeña parte del vendaje con pude.
En ese momento, la puerta de la habitación se abrió y dejó al descubierto a mi madre muy sorprendida.
—Hijo ¡Gracias a Dios que despertaste! —Tomó mi mano y la besó repetidas veces. —¿Como te sientes, cariño?
—Bi...bien. —Balbucee. —¿Dónde estoy? ¿Qué pasó? —Mamá tensó su agarre en mi mano y se removió de su asiento.
—Cariño, ahora no es el momento. —Acarició mi cabello y suspiró. —Debes descansar, necesitas recuperarte.
Sentí un fuerte cosquilleo en mi cabeza y de repente apareció en mi memoria como un flash la antigua casa de los abuelos de Madie consumiendose por las llamas.
—El incendio. —Farfullé. —Madie... ¿Donde está? —Susurré. —Necesito verla. —Moví mi brazo de golpe y accidentalmente me lastimé donde tenía el equipo de venoclisis instalado e hice una mueca de dolor.
Mi madre palideció y tomó una gran bocanada de aire. Ella suele hacer eso cuando quiere evitar llorar. Lo sé.
—Mamá, por favor. Dime ¿Dónde está Madie?
Su silencio me dijo que algo andaba bastante mal, un millar de emociones y pensamientos pasaron por mi mente y todos bastante espeluznantes.
—Dime dónde está ¡Por favor! —Supliqué. —Necesito saberlo AHORA. —Demandé.
—Hijo. Lo... lo siento mucho. —Sus lágrimas cayeron sin control y sollozó con fuerza. —Madie... Madie perdió la vida en ese incendio.
¡Hola a todos! Seguramente estarán impactados por La muerte de Madie (No me maten por favor! 😢💔 me dolió mucho tener que hacer éste descenlace de ella 💔💔💔
¡Feliz día de las madres! 🎉❤💫👸 abracenlas con el corazón y consientan mucho a sus mamás y disfrutenlas con sus debidas medidas de sana distancia
Les informo que tengo nuevo grupo de lectores en FB: https://m.facebook.com/groups/237417357526929?refid=52&__tn__=HH-R aquí el Link para que se unan o pueden encontrarlo en mi tablero de mensajes😊📖
Los quiero 😚❤
📱💻Redes sociales:
Facebook: La enfermera escritora
Grupo de lectores de Facebook: Sin Elección grupo de lectores Wattpad
Instagram: LaEnfermeraEscritora
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro